Libros 2010 Una Odisea en el Tiempo, o, ¿a qué huelen los libros?

Iniciado por El_Desaprensivo, Enero 02, 2010, 07:51:37 PM

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Lacenaire

Cita de: Dionisio Aerofagita en Febrero 02, 2010, 08:42:33 AM
Cita de: laura_m en Febrero 01, 2010, 05:58:01 PM
Pero es que ambas cosas son compatibles. Primero te evades, y luego, a menos que tengas por cerebro un cacho de corcho, se suele reflexionar un poco en plan "ayvá, a ver si lo de Desolation Williams va a ser parecido a lo que le pasa a la gente con...".

Yo ya lo comenté por aquí­ hace tiempo, que me convencen quienes dicen que en la literatura se integran básicamente dos aspectos.

Uno, vivir la historia. Es decir, meterse en el mundo, en la historia, en lo que sucede, en los personajes (ojo, no necesariamente "identificarse con el protagonista" que puede ser muy cerrado), vivir otras vidas, etc. Esto es lo que proporciona evasión.

Dos, ir más allá de la "literalidad" de la historia, interpretarla, trascenderla percibiéndola como un sí­mbolo. Aquí­ hay una actividad digamos cerebral (descubrir que la historia es un código que apunta a otra cosa), pero no sólo cerebral, dado que afecta a las emociones y a la empatí­a. En el lado más simplón, es una moraleja evidente, pero no tiene por qué ser así­, dado que los verdaderos sí­mbolos son siempre abiertos hacia una multiplicidad de significados. Esto no proporciona evasión, sino comprensión de la realidad, del mundo y de la propia vida.

Hay libros que están pensados sólo para Uno. Pongamos, una novela policiaca tí­pica. Nos puede entretener y evadir y todo eso, pero no amplifica nuestra experiencia. Bueno, no todo tiene por qué amplificar nuestra experiencia, todo esto está muy bien, pero no es Harte. Hay libros que están pensados sólo para Dos, pero entonces no serí­an propiamente literatura, sino ensayo, o todo lo más alegorí­as o fábulas donde lo que importa es el mensaje, no la historia.

La mayorí­a de los libros están en un punto entre Uno y Dos, no necesariamente equilibrado. Por ejemplo, los Pilares de la Tierra es una obra muy muy entretenida, pero que aporta poco o nada desde la perspectiva de Dos. Bueno, pero uno se lo pasa bien. En cambio, Paulo Coelho pretenderí­a ir a Dos (aunque yo creo que mal) demasiado radicalmente porque la historia es una excusa para soltar su rollito. También hay lectores que tiran más para un lado que para el otro (y por eso tienen lecturas muy diferentes), o el mismo lector puede hacer distintas lecturas dependiendo de muchos factores.

Pero lo que es puramente la experiencia estética o artí­stica consiste en la integración "perfecta" de estas dos dimensiones como realidades no disociadas ni separadas. Uno no está viviendo el relato en sí­ mismo, como pura evasión, sino que viviendo la historia y evadiéndose, termina comprendiéndose mejor (y comprendiendo el poder, la amistad, el amor, los celos, la injusticia, el sufrimiento...) Pero tampoco está anotando el mensajito oculto de cada texto, disociándolo de la historia, porque el aprendizaje no se produce en un mundo cerebral de principios abstractos que está fuera de la historia, sino viviendo la historia misma (y a menudo, cuando tratas de explicar lo que has aprendido, la cagas, porque la moraleja nunca es mejor que el cuento).

Eso que dices me recuerda algo que leí­ recientemente, aunque no recuerdo dónde, respecto a un tipo de escritura tipo balzac, y que se caracteriza por hacer explí­citos los acontecimientos, pensamientos, emociones y perspectivas presentes en la novela. Para explicarlo de manera resumida dirí­amos que es la clase de novelista que te lo da todo masticado en lo que respecta a la propia historia, quedando ésta finiquitada para que puedas hacerte las gayolas a gusto y sin temor a malinterpretar lo que en ella sucede. El caso es que bruñendo la forma termina el autor quitándole los niveleso estratos que ofrecerí­an los dobles sentidos o el estudio metalingí¼í­stico (no esperaba el francés que hubiese lingí¼istas que aprovechasen ese mismo acabado para elaborar precisamente una complicada teorí­a o sí­ndrome novelesco con su nombre en la que la ausencia de profundidad constiturí­a la profundidad misma, lo que le habrí­a sentado como un patadón en la huevera), obligando al espectador a centrarse en la acción bruta, como presenciándola. El caso contrario serí­a la sugerencia y la connotación, el rollete japonés de no decir nada y decí­rtelo tóo, de apuntar disimuladamente y como bizqueando, del matiz oblicuo y toda la polla, del hablar con silencios en lugar de palabras, etc, etc.

laura_m

Cita de: EL MAL en Febrero 02, 2010, 09:51:44 AMEl caso contrario serí­a la sugerencia y la connotación, el rollete japonés de no decir nada y decí­rtelo tóo, de apuntar disimuladamente y como bizqueando, del matiz oblicuo y toda la polla, del hablar con silencios en lugar de palabras, etc, etc.

Arghhh. Esto no lo soporto. Soy mucho más de Balzac, dónde va a dar, hombre por Dios.

Dionisio Aerofagita

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En resumen: que estás de acuerdo con lo que decí­a.

Sí­, ese era el resumen, no trataba de discutirte nada, sino de insistir en lo mismo. Pero la moraleja no es igual que el cuento (chino).
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Bic

Cita de: Szalai en Febrero 01, 2010, 11:07:23 PM


Cortesí­a de Bic en el evento del Club del libro. Poco se puede contar, porque es un libro que a nada que largues lo destripas. El hecho de que lo haya publicado Anagrama en la colección Panorama de Narrativas descoloca un poco. Entretiene. Me hubiera gustado que el autor hubiese sido más valiente y se hubiera zambullido en el género a por todas. Totalmente desaconsejado buscar información en google porque el spoiler está asegurado.

Sí­, da rabia no poder explicar prácticamente nada sin joder la lectura, ¿no? Esa es la parte que más me interesó del libro: ver cómo la historia se va transformando poco a poco a medida que vamos enterándonos de detalles sobre la protagonista y su, digamos, "entorno". El año pasado, buscando imágenes de portada para escribir mi comentario en el hilo de libros, me encontré con una (de una edición francesa, creo recordar) con una foto que jodí­a absolutamente toda la sorpresa, por cierto. Que ya les vale.

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Cita de: Dionisio Aerofagita en Febrero 02, 2010, 08:42:33 AM
Pero lo que es puramente la experiencia estética o artí­stica consiste en la integración "perfecta" de estas dos dimensiones como realidades no disociadas ni separadas. Uno no está viviendo el relato en sí­ mismo, como pura evasión, sino que viviendo la historia y evadiéndose, termina comprendiéndose mejor (y comprendiendo el poder, la amistad, el amor, los celos, la injusticia, el sufrimiento...) Pero tampoco está anotando el mensajito oculto de cada texto, disociándolo de la historia, porque el aprendizaje no se produce en un mundo cerebral de principios abstractos que está fuera de la historia, sino viviendo la historia misma (y a menudo, cuando tratas de explicar lo que has aprendido, la cagas, porque la moraleja nunca es mejor que el cuento).

Muy bien expresado... Y en realidad, esto entronca en cierto modo con aquella famosa discusión sobre lectores macho, hembra y tranny que tuvimos en el hilo de libros 2009.

Para mí­ una novela perfecta es aquella que integra:

- Una historia entretenida, absorbente y que cree una cierta intriga, no necesariamente en el sentido de no saber lo que va a pasar (puede ser una recreación histórica) sino en el cómo, el por qué, el destino de cada uno de los personajes, que han creado suficiente interés en el lector como para que se "preocupe" por ellos.

- Varios niveles de lectura, mensaje e interpretaciones: leí­ en nosequé ensayo de Eco que una novela es una "máquina de generar interpretaciones", que no tienen por qué coincidir con la que tení­a el escritor en mente... A mí­ en particular me hace mucha gracia cuando veo que una novela es reivindicada ideológicamente tanto por la derecha como la izquierda.

- Una forma de escribir que, sin ser totalmente neutra, permita al lector sacar sus propias conclusiones sobre sus personajes: no hay nada peor que leer algo como "el malvado desagradecido escupió en el suelo ante su sollozante madre", cuando mola mucho más que sea el lector el que califique al tipo de "desagracedido" o no, "malvado" o no, según sus propias opiniones sobre el comportamiento del hijo y de la madre hasta ese punto de la novela.

- Un estilo de escritura currado, estética y literariamente trabajado. Que "suene bien el castellano", como decí­a el Califa hace unos dí­as sobre Garcí­a Márquez... Vamos, que esté escrito con arte y no con el piloto automático puesto.

- Una estructura narrativa bien trabada: que no haya personajes que desaparezcan de repente o cuyas historias queden colgadas, que la historia sea coherente y creí­ble, que se cierren todos los cabos abiertos... O al menos que los que queden en el aire sea con conocimiento de causa y no por despiste narrativo.

Y casualmente acabo de terminar un libro que reúne todas estas caracterí­sticas, con lo que se lleva cinco estrellas bien merecidas: es "La guerra del fin del mundo", de Vargas Llosa, recomendado aquí­ por antibalas y prestado amablemente por Olivia.



Pedazo de novela que he leí­do con mucho gusto... Cuenta una historia muy interesante, verí­dica y bien documentada (leo por ahí­ que Vargas Llosa tardó ocho años en escribirla, y no me extraña): la revolución seudoanarquista, hiperreligiosa y sorprendente que convirtió un poblacho perdido en pleno sertón bahiano en el centro de la vida polí­tica y militar de Brasil a finales del siglo XIX. Nada menos que cuatro expediciones militares (la última reuniendo más o menos la mitad del ejército de Brasil) hicieron falta para combatir a una tropa de predicadores, bandoleros convertidos, peregrinos, campesinos y desharrapados. Una guerra increí­blemente sangrienta que comienza por malentendidos, recelos contra la recién nacida República, complots polí­ticos para echar leña al fuego y fanatismo religioso concentrado en torno a un extraño mesí­as...



Como decí­a, esta novela tiene todo lo que comentaba en la lista superior para ser increí­blemente buena: decenas de personajes bien identificados y descritos; una estructura narrativa bien trabada en forma de mosaico, a base de fragmentos de pocas páginas centrados cada uno en la visión parcial de un personaje (sí­, como en A.S.O.I.A.F); un estilo de escritura ágil y trabajado al mismo tiempo; personajes ambiguos y de muchas caras, con comportamientos a veces sorprendentes pero siempre verosí­miles... Y muchas interpretaciones diferentes para cada suceso, en parte por la multiplicidad de personajes y puntos de vista (no pensarán lo mismo sobre la rebelión el anarquista frenólogo escocés y el barón de Cañabrava) y en parte por el propio surrealismo sangriento de esa guerra, más absurda si cabe que las tradicionales guerras de fronteras.



Pues eso, que os la leáis, que mola.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Espectro

Los libros, no cabe duda, son o suelen ser, cuadrados.


Cuadrados de tipo Uno

y

Cuadrados de tipo Dos




Espectro


Dan


Lacenaire

Cita de: Californicacion en Febrero 02, 2010, 02:52:25 PM
los huevos sí­ que son cuadrados

Entonces los tienes en 2d, gañanazo. Serí­an cúbicos en todo caso.

Cita de: Dan en Febrero 02, 2010, 02:56:19 PM
Cita de: EL MAL en Febrero 02, 2010, 02:49:10 PM
Pero si son rectangulares.

Tú serí­as un gran cliente. Lo quiero todo en A4.

Si no te molestan los impagos a décadas vista, sí­, yo ser cliente fetén.

Dan

Lo que me recuerda que tengo que hablar con cierto areopagita.

Dionisio Aerofagita

Cita de: EL MAL en Febrero 02, 2010, 09:51:44 AM
Eso que dices me recuerda algo que leí­ recientemente, aunque no recuerdo dónde, respecto a un tipo de escritura tipo balzac, y que se caracteriza por hacer explí­citos los acontecimientos, pensamientos, emociones y perspectivas presentes en la novela.

Yo no he leí­do a Balzac (y en realidad, leo poca novela "realista", porque no me llama el estilo). Pero, en términos generales, lo de hacerlo todo explí­cito me parece poco literario. Claro que tampoco hace falta que el libro sea un sinsentido o un enigma donde no hay historia y no sucede nada. Pero en general, como dice Bic (al hilo del malvado), es mejor mostrar las cosas en la acción de la historia antes que explicarlas (uno de los aforismos tí­picos de la narración: to show, not to tell); no sólo para que el lector haga sus propias valoraciones, sino, con carácter más general, para que descubra algo que se vaya desvelando en la acción.

Ahora bien, lo que sí­ puede suceder, por talento espontáneo del escritor o por una decisión suya más meditada, es que una obra aparentemente sencilla y natural tenga mucho fondo por debajo. O, más en relación con lo que estabas hablando de decir antes que mostrar, que lo que diga tenga truco. O sea, que aparentemente esté dejando explí­citos todos los pensamientos, emociones y demás pero para que el lector les pueda dar la vuelta (cosa que es tan de rizar el rizo que creo que hay que ser verdaderamente bueno para hacerlo).
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Lacenaire

Yo es que no creo que el fondo difiera de la forma, o que dormite entre lí­neas. Creo que tiene más que ver con lo que lleve aparejado la propia historia, la interpretación que se haga de los acontecimientos y de la estructura narrativa (por ejemplo, si el bueno buení­simo que se enfrenta al capital omní­modo muere entre indescriptibles tormentos al final de la historia nos podemos hacer una idea de las expectativas que guarda el autor en torno a la lucha contra el sistema), no tanto del estilo o la voz del mismo(dicho en palabras de R. Barthes). La ocultación por sí­ misma puede tener valor como juego y ensayo, pero no provee de mayor satisfacción ni alberga misterios más profundos que el estilo explí­cito. Otra cosa es que no sea tan explí­cito, a pesar de la minuciosidad con que se presenten los hechos. Ya en el orden de aparición de los personajes y escenarios se anticipa lo que va a suceder a continuación (serí­an los í­ndices o indicadores narrativos), y si hay algo que caracterice las buenas novelas es que todo está ahí­ para algo,por muy insignificante que parezca.

Espectro

Dionisio, no te hagas más pajas mentales. Estas divisiones de géneros y subgéneros, y no digamos ya lo de literatura de evasión frente a literatura de contenido o lo que sea, son clasificaciones puramente académicas y decimonónicas. La literatura del siglo xx, con su constante mezcla de géneros, lo que ha hecho es desterrar tales clasificaciones pretendidamente objetivas al abismo de la subjetividad.


laura_m

Cita de: Dionisio Aerofagita en Febrero 02, 2010, 03:02:21 PM
Yo no he leí­do a Balzac (y en realidad, leo poca novela "realista", porque no me llama el estilo). Pero, en términos generales, lo de hacerlo todo explí­cito me parece poco literario. Claro que tampoco hace falta que el libro sea un sinsentido o un enigma donde no hay historia y no sucede nada. Pero en general, como dice Bic (al hilo del malvado), es mejor mostrar las cosas en la acción de la historia antes que explicarlas (uno de los aforismos tí­picos de la narración: to show, not to tell); no sólo para que el lector haga sus propias valoraciones, sino, con carácter más general, para que descubra algo que se vaya desvelando en la acción.

Ahora bien, lo que sí­ puede suceder, por talento espontáneo del escritor o por una decisión suya más meditada, es que una obra aparentemente sencilla y natural tenga mucho fondo por debajo. O, más en relación con lo que estabas hablando de decir antes que mostrar, que lo que diga tenga truco. O sea, que aparentemente esté dejando explí­citos todos los pensamientos, emociones y demás pero para que el lector les pueda dar la vuelta (cosa que es tan de rizar el rizo que creo que hay que ser verdaderamente bueno para hacerlo).

Sí­, es cierto. Balzac es "poco literario". Joder, Dioni. No sé, a mí­ lo del to show, not to tell, me va más para el cine, pero es que creo que la literatura consiste básicamente en "to tell".

Dionisio Aerofagita

Cita de: Californicacion en Febrero 02, 2010, 03:24:43 PM
Dionisio, no te hagas más pajas mentales. Estas divisiones de géneros y subgéneros, y no digamos ya lo de literatura de evasión frente a literatura de contenido o lo que sea, son clasificaciones puramente académicas y decimonónicas. La literatura del siglo xx, con su constante mezcla de géneros, lo que ha hecho es desterrar tales clasificaciones pretendidamente objetivas al abismo de la subjetividad.

No entiendo qué tiene que ver todo esto con lo que estoy diciendo. Lo que digo parece evocarte algún tema  que te resulta incómodo o antipático, pero que sólo está vinculado a lo que yo digo en tu propio mundo de significados. A ver si nos aclaramos.

-Jamás me verás defender tal aberración como una clasificación "objetiva". Pero tampoco son arbitrarias. Las clasificaciones son intersubjetivas y mi opinión sobre los juicios intersubjetivos está ya escrita en este foro. No representan esencias platónicas ni coinciden con la realidad que representan. Sólo son más o menos útiles para un propósito determinado. Punto (y seguido). No estamos en el fin de la historia y lo que existe en el siglo XX también puede clasificarse, aunque si vivimos en un mundo más complejo las clasificaciones también tienen que serlo y esto vale para todo.

-"Académico" para mí­ no tiene reminiscencias ni connotaciones negativas. Por supuesto que los académicos tienen que hacer clasificaciones. Y estas clasificaciones pueden ser más o menos útiles para contemplar de un modo determinado una obra determinada. El análisis sobre una obra no es estrictamente necesario para disfrutarla, como pasa con un cuadro o con cualquier obra de arte, pero sí­ permite expandir el campo de la experiencia de un sujeto para disfrutarla de otra manera. Lo que no puede pretenderse es que el comentario de texto sustituya al texto, igual que la moraleja no sustituye el cuento. Pero ¿qué tiene de malo clasificar si no te lo crees del todo? Y yo no me lo creo del todo, en el sentido del guión anterior.

-Aunque lo que digo Sí son pajas mentales, no tiene NADA QUE VER con clasificaciones, géneros, subgéneros ni otras cosas de meter. Si acaso he mencionado que no me llama mucho la atención la literatura realista del siglo XIX y que prefiero leer antes otras cosas. Por la misma razón que prefiero escuchar a un grupo de blues que a un rapero. Lo que no quiere decir que haya compartimentos estancos, que los géneros sean realidades objetivas o que no me guste Dostoyevski.

-Yo no soy quién ha hablado de "literatura de evasión" o "literatura de contenido". Lo que he dicho es que no todo lo que se escribe es arte. Si quieres, no todo lo que se escribe es literatura. O que no toda lectura de una obra literaria es una experiencia estética o artí­stica. De la misma manera, no todo cine es arte, ni toda canción es arte, ni toda representación "teatral" es arte. Con independencia de que sean mejores o peores y de los gustos personales. Con independencia de que un libro, o una canción o una pelí­cula pueden estar perfectamente diseñados para cumplir un cometido especí­fico no artí­stico y vieron los dioses que era bueno. Ahora bien, también he dicho que no es una cuestión de todo-o-nada, no son variables discretas, sino que simplemente las cosas tienden más a un sitio o a otro. "Los pilares de la tierra" es un libro muy entretenido pero que aporta muy poco más allá de la historia en sí­ misma, lo que no quiere decir que no aporte nada. "Estrella distante" es un libro muy entretenido que, además, tiene un valor artí­stico. El valor artí­stico no es algo que se pueda pesar y medir y dictaminar con un contador electrónico, pero tampoco es arbitrario; de la misma manera que Hamlet puede significar muchas cosas para distintos lectores o espectadores, pero estos significados no son arbitrarios (no es un libro de recetas de cocina, por ejemplo).
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.