Libros 2010 Una Odisea en el Tiempo, o, ¿a qué huelen los libros?

Iniciado por El_Desaprensivo, Enero 02, 2010, 07:51:37 PM

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Simpar

A mi La cabeza de nosequien me gustó , creo que a Laura too, pero Sontiene Pereira me dejo plof aunque las descripciones son tan ví­vidas que parece que estas al lado del soseras del prota tomando cofi.

Dan

Cuando creí­a que me podí­a centrar con tranquilidad en guerreros y pací­ficos, me encuentro con Gomorra, que me está dejando algo estupefacto, cual café, y encontré antes de ayer en una feria del libro callejera maña el segundo de la trilogí­a de La gente de Smiley: El honorable colegial. Valga como recordatorio a Odd, ese Hombre.

Lo que me jode es que el del Topo no habí­a manera de encontrarlo, e incluso me miraron raro cuando pregunté e informé de que ése formaba parte de una trí­ada de Le Carré). De modo que, Oddie, si ya hice mal empezando por el tercero, ya ves qué me queda por hacer: completarlos del revés. Vida más perra.

El Miserable

"Me dejó plof", dice el colega, con los huevos supuestamente negros.

Cómo está el paí­s.

E.M.

laura_m

Cita de: Simpar en Abril 10, 2010, 08:12:56 PM
A mi La cabeza de nosequien me gustó , creo que a Laura too, pero Sontiene Pereira me dejo plof aunque las descripciones son tan ví­vidas que parece que estas al lado del soseras del prota tomando cofi.

Damasceno Monteiro. Aunque en el tema éste de cabezas, me quedo con la de Alfredo Garcí­a.

Lacenaire

#1009


Curioso plumí­fero africano.

La cosa va de un puercoespí­n "doble" (doppleganga, de hecho) de un cabroncete un poco psicopatí­n que hace su voluntad a las bravas. Las memorias están contadas por el propio bicho, un cabroncete misántropo y filósofo existencialista, en prosa sin puntos (sólo comas, punto y coma, etc, que se lee bien al hacerse mediante cortí­simos episodios). De momento se chotea de la biblia y de quienes la leen. Mola.

Bic

Cita de: antibalas en Abril 09, 2010, 06:09:05 PM
Cita de: Bic Cristal en Abril 09, 2010, 10:11:22 AM
Cita de: antibalas en Abril 08, 2010, 06:01:51 PM
Con Sostiene Pereira hubo polémica en su dí­a, a raí­z de un artí­culo de Marí­as en que poní­a a caldo la cobardí­a del protagonista, por el lance final. No lo recuerdo bien, pero le dejaba un cagao al periódico, con implicaciones policiales, y él se largaba de rositas. A ver si Bic me lo puede recordar.

Jajaja, pues no estaba al corriente de este artí­culo mariano, la verdad: lo he googleado un poco por ahí­ y no lo he encontrado, quizá por el ascomiedo de Marí­as a digitalizar sus artí­culos, a saber. Respecto a esa interpretación de la novela de Pereira...

 Resumiendo: la PIDE (policí­a polí­tica salazariana) viene de noche a casa de Pereira, le da una paliza al joven revolucionario que se refugiaba allí­ y de resultas de la golpiza (me encanta esa palabra), muere. Pereira escribe esa misma mañana, a cadáver caliente, un artí­culo en el que denuncia el asesinato con pelos y señales. Sabiendo que su periódico nunca lo publicarí­a, chanchullea con un amigo para que se haga pasar telefónicamente por un censor del Gobierno que aprueba la publicación, y lleva el artí­culo directamente al impresor, sin enseñárselo al director. Antes de que salga el periódico por la mañana y se descubra el pastel, le pilla un pasaporte falso al muerto y se larga a Francia cagando leches.

La crí­tica de Marí­as imagino que viene por dejar con el culo al aire al director del periódico ante el Gobierno, largándose él... Y bueno, en fin, no sé qué esperaba que hiciera: ¿quedarse ahí­ parado esperando a que viniera la policí­a polí­tica a pegarle la paliza, esta vez, a él?



Apenas lo recuerdo, ya te digo. Me parece que lo que le afeaba a Tabucchi el Pijo Volatinero -como llama a Marí­as tu citado Arcadio Espada, por sus famosas volteretas callejeras- es que la argucia de Pereira dejase, efectivamente, con el culo al aire al director del periódico. Está claro que Pereira no iba a quedarse como un pasmarote esperando a la policí­a. Pero podrí­a haberse fugado a Francia y punto, sin dejar el marrón a nadie. Aunque lo veo todo muy nebuloso, me empaña el recuerdo una mezcla de bruma atlántica, vapor de caldo verde y bigote de portuguesa.



Hombre, el cadáver del "revolusionario" estaba en casa de Pereira ahí­ pudriéndose: dejando de lado la voluntad de dejar testimonio y no querer dar por buena la censura y tal, tampoco podí­a Pereira largarse sin más sin dar explicaciones o al dí­a siguiente aún le endosarí­an el muerto a él, ya veo los titulares: "Yonqui chapero asesinado por periodista pederasta".


Y me sorprende tanta consideración de Marí­as hacia la censura periodí­stica o las consecuencias de burlarla, cuando él mismo se ha quejado amargamente cada vez que le han recortado una columna de esas de las suyas sobre el clero, y no se ha cortado lo más mí­nimo en poner a parir al director del semanal que se la ha censurado. Vale que no es lo mismo porque lo de Pereira es en una dictadura y tal y cual, pero coño, más mérito aún.

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Y vení­a a comentar un libro bastante divertido: Nunca golpees una medusa con una pala, de Guy Browning.



El libro es una especie de recopilatorio de textos humorí­sticos breví­simos, de no más de un par de páginas cada uno, que por temática podrí­an recordar a los infames monólogos clubcomedienses (es decir, ironí­a sobre cosas más o menos cotidianas), pero que están más cerca del humor británico irónico-socarrón de toda la vida. Algunos chistes pésimos (inevitable en un libro largo con una densidad de diez chascarrillos por página), pero también algún párrafo muy bueno, como para pasar a los anales de la Chorrada.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

antibalas

Cita de: Bic Cristal en Abril 13, 2010, 10:10:49 AM
Cita de: antibalas en Abril 09, 2010, 06:09:05 PM
Cita de: Bic Cristal en Abril 09, 2010, 10:11:22 AM
Cita de: antibalas en Abril 08, 2010, 06:01:51 PM
Con Sostiene Pereira hubo polémica en su dí­a, a raí­z de un artí­culo de Marí­as en que poní­a a caldo la cobardí­a del protagonista, por el lance final. No lo recuerdo bien, pero le dejaba un cagao al periódico, con implicaciones policiales, y él se largaba de rositas. A ver si Bic me lo puede recordar.

Jajaja, pues no estaba al corriente de este artí­culo mariano, la verdad: lo he googleado un poco por ahí­ y no lo he encontrado, quizá por el ascomiedo de Marí­as a digitalizar sus artí­culos, a saber. Respecto a esa interpretación de la novela de Pereira...

 Resumiendo: la PIDE (policí­a polí­tica salazariana) viene de noche a casa de Pereira, le da una paliza al joven revolucionario que se refugiaba allí­ y de resultas de la golpiza (me encanta esa palabra), muere. Pereira escribe esa misma mañana, a cadáver caliente, un artí­culo en el que denuncia el asesinato con pelos y señales. Sabiendo que su periódico nunca lo publicarí­a, chanchullea con un amigo para que se haga pasar telefónicamente por un censor del Gobierno que aprueba la publicación, y lleva el artí­culo directamente al impresor, sin enseñárselo al director. Antes de que salga el periódico por la mañana y se descubra el pastel, le pilla un pasaporte falso al muerto y se larga a Francia cagando leches.

La crí­tica de Marí­as imagino que viene por dejar con el culo al aire al director del periódico ante el Gobierno, largándose él... Y bueno, en fin, no sé qué esperaba que hiciera: ¿quedarse ahí­ parado esperando a que viniera la policí­a polí­tica a pegarle la paliza, esta vez, a él?



Apenas lo recuerdo, ya te digo. Me parece que lo que le afeaba a Tabucchi el Pijo Volatinero -como llama a Marí­as tu citado Arcadio Espada, por sus famosas volteretas callejeras- es que la argucia de Pereira dejase, efectivamente, con el culo al aire al director del periódico. Está claro que Pereira no iba a quedarse como un pasmarote esperando a la policí­a. Pero podrí­a haberse fugado a Francia y punto, sin dejar el marrón a nadie. Aunque lo veo todo muy nebuloso, me empaña el recuerdo una mezcla de bruma atlántica, vapor de caldo verde y bigote de portuguesa.



Hombre, el cadáver del "revolusionario" estaba en casa de Pereira ahí­ pudriéndose: dejando de lado la voluntad de dejar testimonio y no querer dar por buena la censura y tal, tampoco podí­a Pereira largarse sin más sin dar explicaciones o al dí­a siguiente aún le endosarí­an el muerto a él, ya veo los titulares: "Yonqui chapero asesinado por periodista pederasta".



Bien, a esto me referí­a con lo de que apenas recuerdo la trama. Tienes toda la razón.


CitarY me sorprende tanta consideración de Marí­as hacia la censura periodí­stica o las consecuencias de burlarla, cuando él mismo se ha quejado amargamente cada vez que le han recortado una columna de esas de las suyas sobre el clero, y no se ha cortado lo más mí­nimo en poner a parir al director del semanal que se la ha censurado. Vale que no es lo mismo porque lo de Pereira es en una dictadura y tal y cual, pero coño, más mérito aún.

Pues sí­, efectivamente, no es lo mismo. Me parece, meu caro, que esta analogí­a la traes un pelí­n por los pelos.


Bic

Cita de: CHE en Abril 13, 2010, 11:21:31 AM
Yo tengo el de la medusa y a las 4 historietas dejó de hacerme puta gracia, la verdad.

A mí­ sí­ que me siguieron haciendo gracia, aun reconociendo que son bastante irregulares... Pero quizá también tuvo que ver que las fui leyendo casi aleatoriamente, ya que el libro se presta mucho a ello, y no todas seguidas (que pueden acabar cansando por repetición) sino unas pocas cada vez. Hay mucha paja, sí­, pero en cada artí­culo hay como mí­nimo una frase chula.

Cita de: antibalas en Abril 13, 2010, 02:55:07 PM
Pues sí­, efectivamente, no es lo mismo. Me parece, meu caro, que esta analogí­a la traes un pelí­n por los pelos.

Bueno, vale. Cierto.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Bic

Ayer terminé otra de las aportaciones de Szalai al club del libro, una novela de Brock Clarke llamada El club de los pirómanos para incendiar casas de escritores.



Una lectura amena y entretenida si se entra en el juego y se empatiza con el protagonista: Sam Pulsifer, un torpe "metepatas" con una vida bastante, bastante desgraciada que empieza a torcerse cuando a los dieciocho años incendia accidentalmente la casa museo de Emily Dickinson, matando a dos personas y acabando por ello en la cárcel. Cuando sale de prisión intenta crearse una vida normal alejándose de sus padres, casándose y ocultando su pasado, pero no le va a ser tan fácil.

A Szalai, Sam le recuerda al Nota del Gran Lebowsky, y aunque es cierto que hay puntos en común (una cierta pasividad y pasotismo ante las cosas extrañas que le ocurren, una filosofí­a pacifista, algo de metepatismo) veo también muchas diferencias... Dejando de lado que no veo al Nota casado y con hijos en una sosa urbanización de las afueras, Sam tiene un aire de resignación, culpabilidad constante y autovergí¼enza que no casa para nada con las enseñanzas del Dudeism.

A mí­ me ha gustado sin apasionarme: me encanta el protagonista (que, sin embargo, leo por ahí­ que ha conseguido exasperar a muchos lectores con su metepatismo y torpeza), me gusta la ambientación "literaria" con referencias a Mark Twain, Edith Wharton, etc.; y me llama la atención su modo de expresarse a través de aforismos, algunos bastante atinados y otros pelí­n chorras. Algunos secundarios están muy bien dibujados (sus padres, el suegro...) y otros son más bien caricaturas o esbozos. Y argumentalmente, me hace gracia que se pueda considerar una especie de novela de misterio, con su investigación y todo, aunque ni la temática ni el desarrollo casen en absoluto con ello. Pongamos *** sobre cinco.

Hay un detalle final que aún no estoy seguro de si me ha gustado o no: una "entrevista" del personaje protagonista (Sam Pulsifer) a su autor (Brock Clarke) en la que el autor aprovecha para explicar por qué ha creado al personaje así­ o asá, o porqué ha quemado la casa del escritor tal y no la del cual, cosas así­: me ha gustado la propia idea y la forma desenfadada en que la ha llevado a cabo; no me ha gustado tanto que la entrevista tenga un cierto aire de autodefensa contra las crí­ticas, o que recuerde a las "reflexiones y actividades sobre el libro" que aparecerí­an en un libro de lectura escolar.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

yonnon

Cita de: Bic Cristal en Abril 14, 2010, 10:58:02 AM
Ayer terminé otra de las aportaciones de Szalai al club del libro, una novela de Brock Clarke llamada El club de los pirómanos para incendiar casas de escritores.



Una lectura amena y entretenida si se entra en el juego y se empatiza con el protagonista: Sam Pulsifer, un torpe "metepatas" con una vida bastante, bastante desgraciada que empieza a torcerse cuando a los dieciocho años incendia accidentalmente la casa museo de Emily Dickinson, matando a dos personas y acabando por ello en la cárcel. Cuando sale de prisión intenta crearse una vida normal alejándose de sus padres, casándose y ocultando su pasado, pero no le va a ser tan fácil.

A Szalai, Sam le recuerda al Nota del Gran Lebowsky, y aunque es cierto que hay puntos en común (una cierta pasividad y pasotismo ante las cosas extrañas que le ocurren, una filosofí­a pacifista, algo de metepatismo) veo también muchas diferencias... Dejando de lado que no veo al Nota casado y con hijos en una sosa urbanización de las afueras, Sam tiene un aire de resignación, culpabilidad constante y autovergí¼enza que no casa para nada con las enseñanzas del Dudeism.

A mí­ me ha gustado sin apasionarme: me encanta el protagonista (que, sin embargo, leo por ahí­ que ha conseguido exasperar a muchos lectores con su metepatismo y torpeza), me gusta la ambientación "literaria" con referencias a Mark Twain, Edith Wharton, etc.; y me llama la atención su modo de expresarse a través de aforismos, algunos bastante atinados y otros pelí­n chorras. Algunos secundarios están muy bien dibujados (sus padres, el suegro...) y otros son más bien caricaturas o esbozos. Y argumentalmente, me hace gracia que se pueda considerar una especie de novela de misterio, con su investigación y todo, aunque ni la temática ni el desarrollo casen en absoluto con ello. Pongamos *** sobre cinco.

Hay un detalle final que aún no estoy seguro de si me ha gustado o no: una "entrevista" del personaje protagonista (Sam Pulsifer) a su autor (Brock Clarke) en la que el autor aprovecha para explicar por qué ha creado al personaje así­ o asá, o porqué ha quemado la casa del escritor tal y no la del cual, cosas así­: me ha gustado la propia idea y la forma desenfadada en que la ha llevado a cabo; no me ha gustado tanto que la entrevista tenga un cierto aire de autodefensa contra las crí­ticas, o que recuerde a las "reflexiones y actividades sobre el libro" que aparecerí­an en un libro de lectura escolar.

P & L

No se si lo comente aqui (en el club del libro si), pero yo no llegue a la mitad (y eso que lo intente). Pero vamos, tampoco pude con la Conjura de los Necios

Tejemaneje

Gensanta, acabo de estar en un recital poético de Houllebecq. Lo he tenido a mi lado en varias ocasiones y me ha dado corte pedirle que firmase el libro que acababa de comprar, un intercambio de cartas suyo con Bernard Henry-Lévy. Pero lo que me ha dejado sorprendido es que el tipo al que considero un puto genio está reventado. Llevaba el pantalón de un niño de doce años, que no le llegaba al tobillo, una trenka que debió utilizar en los años 70. No puede ni andar bien el pobre y tiene la mirada perdida. Tampoco puede mantener una relación normal con los que les rodean. Un enfermo mental en toda regla que necesita asistencia constante. Y esa personilla digna de compasión por un gilipollas como yo va, se sienta en su escritorio y escribe lo que escribe. Acojonante. Más que nunca el puto amo. Y qué pena que esté así­, porque tiene que pasarlo realmente mal.

al bundy

Estos últimos dí­as he sacado del estante algunos libros que tení­a pendientes de leer hace años. “La isla del tesoro” me ha parecido una jodida maravilla. “Perdita Durango” me ha decepcionado profundamente, quizás por ese afán de tocar 15 temas en 170 páginas y no profundizar en ninguno, y ahora estoy acabando “En picado”, de Nick Hornby, que contra todo pronóstico, me está encantando. En cuanto lo termine, dos relecturas: “Matadero 5”  (que creo que no me cundió la primera vez) y “El hombre que quiso ser rey”, que lo leerí­a mil veces y otras tantas verí­a la peli.
También tengo sobre la mesa “El club de los canallas”, de Jonathan Coe, que no me inspira mucha confianza ¿Alguien lo ha leí­do?

Y recomendadme algo, que viene Sant Jordi y la paga de objetivos y no tengo nada claro (aparte de arrasar el Norma, por supuesto, pero eso va en otro hilo).   

¿Snuff del Palahniuk ya está en castellano?
i s'ha demostrat, s'ha demostrat, que mai ningú no ens podrà  tòrcer

Dan

Cita de: Tejemaneje en Abril 15, 2010, 12:48:31 AM
Gensanta, acabo de estar en un recital poético de Houllebecq. Lo he tenido a mi lado en varias ocasiones y me ha dado corte pedirle que firmase el libro que acababa de comprar, un intercambio de cartas suyo con Bernard Henry-Lévy. Pero lo que me ha dejado sorprendido es que el tipo al que considero un puto genio está reventado. Llevaba el pantalón de un niño de doce años, que no le llegaba al tobillo, una trenka que debió utilizar en los años 70. No puede ni andar bien el pobre y tiene la mirada perdida. Tampoco puede mantener una relación normal con los que les rodean. Un enfermo mental en toda regla que necesita asistencia constante. Y esa personilla digna de compasión por un gilipollas como yo va, se sienta en su escritorio y escribe lo que escribe. Acojonante. Más que nunca el puto amo. Y qué pena que esté así­, porque tiene que pasarlo realmente mal.

Ah, vale, éste era el que hablaba tanto de folleteo, ¿no? En plan Woody Allen y al Areopagito medio. Si es que, al final...

Lacenaire

No sé si decí­a fumarse tres paquetes de tabaco al dí­a o por ahí­, además siempre ha tenido cara de pachucho (ver anexo gráfico) con lo que no es de descartar que tenga algo chungo creciéndole dentro.


yonnon

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 15, 2010, 09:34:32 AM
No sé si decí­a fumarse tres paquetes de tabaco al dí­a o por ahí­, además siempre ha tenido cara de pachucho (ver anexo gráfico) con lo que no es de descartar que tenga algo chungo creciéndole dentro.



He estado a punto de insertar esta misma foto  :)