Libros 2010 Una Odisea en el Tiempo, o, ¿a qué huelen los libros?

[Son of a beach]

Se ha hablado, sí­.

La edición esa pija del cí­rculo mola, pero tranquilos, que también anda por ahí­ en bolsiglio.

[Zimm...]

Yo en su dí­a lo leí­ prestado, el otro dí­a lo compré de bolsillo por unos 9 flotys. La edición muy bien, pero pierde muchí­simo la traducción del checo, dónde va a parar.

[Tejemaneje]

Eso me recuerda que lo dejé hace unos meses porque no acababa de llegarme, a ver si lo retomo. Me iba pareciendo demasiado irregular, partes muy divertidas con pasajes tostones.

[Dan]

Estoy a esto de acabar el primer volumen de Guerra y Paz (760 paginazas), por cierto. A pachas con otras cosas, porque no lograba hacerme muy bien a la vida cortesana o de campo de los principitos rusos, pero bueno, ahora me veo tan metido que hasta soy capaz de intentarlo al acabar con la buena de Ana K. Eso sí­, tengo unas ganas de que empiece otra vez la guerra... no me extraña de que los amigos del Norte sean como son.

Y puede que sea el último libro que pueda leer en medio año, viendo cómo se presenta el final del presente y el inicio del siguiente.

[Son of a beach]

Es lo que nos pasa a los eslavos, que nos puede la ciclotimia.


Yo ahora tengo en mente este de aquí­





http://destripandoterrones.blogspot.com/2007/04/vida-en-inslitas-aventuras-del-soldado.html

[Dan]

Uy, qué miedo...

[lorenz]

acabo de terminar de leer la campana de cristal
y he de decir que no me ha gustado.

comencé este año leyendo fragmentos de el coloso y de ariel
y si bien pude apreciar algunos elementos interesantes
no termino por gustarme,
entonces me dije que gran parte del efecto negativo podrí­a estar
en haber leí­do sus poemas en castellano,
faltando a esa norma archi-conocida de leer poesí­a sólo
en idioma original.

en fin!
la campana comienza bien,
con el punto de la joven del pequeño pueblo llegada a new york
para luego volver y desencadenarse una serie de eventos emocionales
que la dejan en medio de la decidí­a, el miedo y la confusión,
el personaje se extraí­a en su mundo interior,
y en las paredes de un hospital psiquiatrí­a
que no logra curar, eso que le duele y no sabe como abordar,
sus dudas, su ausencia de deseo... sus ganas de morir.

[problemaS]

Guerra y Paz me lo leeré cuando salga en e-book (y tenga un e-book, claro).

[Lacenaire]

Eso que recomienda odball ha sido sopesado en varias ocasiones por estas manos, pero me daba pelí­n de pánico encontrarme con una historia de amor en tiempos de guerra, y como comprando a boleo suelo llevarme copiosas hostias pasé del tema en todas ellas.

[Son of a beach]

Pues tiene mas bien poca pinta de versar todo eso que apuntas, dude. Esta agotada la hijadeputa en edición bolsillo. A ver si la puedo hacer encargar en la casa del libro...






No más juegos. No más bombas. No más paseos. No más juergas. No más baños. 67. Diecisiete más de 50. Diecisiete más de lo que querí­a o necesitaba. Aburrido. Siempre estoy cabreado. Se acabó la diversión, para todo el mundo. 67. Te estás volviendo avaricioso. Actúa según tu edad. Relájate. Esto no va a doler.


Esto es lo mas lúcido, hermoso y rotundo que he leido este año. Esto es la nota de suicidio de Hunter S. Thompson.




No obstante, para el que viene me estoy pergeñando una lista de ultimas voluntades que vendrí­a a ser algo así­


Pilotos de caza, de James Salter

Nuestro GG en La habana, de Pedro Juan Gutiérrez (si me mola, igual me pongo con su trilogí­a de La Habana. Si no, que le den por culo)

Vida sexual de Catherine M., de Catherine Millet (guarrete docudrama contemporaneo)

Gamiani, dos noche de pasión, de Alfred de Musset (guarrete rococó despiporrante)

El diario del ron, del interfecto citado mas arriba.


Y ya en el apartado regálamelos, momá (osea, las que son caras)

Lamentaciones de un prepucio, de Shalom Auslander

Los ángeles del infierno, una extraña y terrible saga, también de Hunter S. Thompson.

[Dee Dee]

El año pasado:

Llegué a Pedro Juan Gutierrez a través de una crónica sobre él que lo enmarcaba en el realismo sucio de Bukowski.  No creo que tengan razón.  Pedro Juan usa un alter ego (su propio nombre) para sus relatos, pero no le veo tanta coincidencia.  Coinciden eso sí­, en que los dos son estupendos narradores, con un lenguaje conciso y directo.

Un escritor que vive en la habana, aunque algunos de sus libros están prohibidos.  No es un polí­tico. Es un retratista de la realidad cubana.  El personaje se limita a sobrevivir en una sociedad sofocante y miserable.

Tras leer SAbor a mí­, me comentó un amigo que se habí­a publicado una trilogí­a que incluí­a este libro de relato y otros dos más, Anclado en tierra de nadie y Nada que hacer.

Desde entonces me he leí­do Carne de Perro y Nuestro GG en la Habana.  En Carne de Perro, que es una colección de relatos hilvanados como novela, es un poco repetitivo con respecto a los temas, pero si no has leí­do más de él, no hay  problema (siempre que te guste el realismo sucio). Más que bukowskiano es Milleriano.  El sexo como leif motive en casi todos los relatos.

Nuestro GG en la Habana, no tiene mucho en común con la Trilogí­a.  Su forma de narrar sigue siendo directa y cruda, pero se adentra en el mundo de la novela negra, con espí­as, mafí­as y demás parafernalia.  Son poquitas hojas y se lee de un tirón. Es delicioso y por lo menos ha variado sus tramas.

[Tejemaneje]

Vida sexual de Catherine M., de Catherine Millet (guarrete docudrama contemporaneo)

Éste puede ser atractivo porque es cortito y porque en realidad supone la exposición de parte de la vida de una enferma mental acojonante. No hay asomo de erotismo, ni seducción, ni excitación... ni literatura. El interés está en que se trata de una pirada que escribe un texto y uno puede leer una voz distinta, la de una mujer culta, formada y con una vida social exitosa y aparentemente normal que en realidad lleva seis embudos en la cabeza, uno encima del otro. En el fondo es bastante triste, ya que termina presentando el sexo como lo contrario de la celebración y las ganas de vivir,  como algo autodestructivo y asqueroso. Es impresionante, sexo explí­cito todo el rato que no da ni para paja.

[Son of a beach]

El de Un Zorron Llamado Caty es, por lo que he ojeado, bastante triste (como suele retratar la sexualidad el otro pescado frio gabacho, el julevec, osea, desangelada de cojones), pero mas alla del propio morbo inherente de poder ponerle cara nombre y apellidos mas o menos ilustres a la permamente ginkama fornicatoria que parece componer el relato, me llamo la atencion uno de esos articulos-badulaque que escribia Arrabal en el Mundo, o en el ABC, sobre el libro y la dama. Para paja y risas creo que mas dara el otro, el de Musset.

Ah, y gracias por el apunte/recordatorio sobre el cubano, Porfirio, que parece ser justo lo que voy buscando. Que ya sabia yo que eras mas lista que Yoda y mas guapa que la princesa Leia. O al reves, que ahora no recuerdo muy bien como iba la cosa.

[Bic]

Mientras veo si me hago con un ejemplar de "Monte Miseria", ando releyendo "La casa de Dios", de Samuel Shem, uno de esos libros corrosivos, cabrones y potentes que mola echarse periódicamente a la cara, que, por hacerlo breve, resulta una especie de hí­brido entre el MASH de Richard Hooker (tocho olvidado y magistral a reivindicar por los siglos de los siglos, eimen) y "Trampa 22", solo que con (bastante) mas folleteo, y que procedo a recomendar al amigo Al Bundy.

Si vienes algún dí­a por Barnacity me lo dices, que te puedo prestar uno a lo mini-club del libro... En mi familia, plagada de médicos, ambos son libros de cabecera. Y es que leerse ambos libros casi seguidos, "La casa de Dios" y "Monte Miseria", es una experiencia brutal que le quita a uno para siempre las ganas de ponerse enfermo. El primero (que describe un año de internista de hospital) me pareció más cáustico, corrosivo y "realista"; el segundo (un año de adjunto en un psiquiátrico) algo más paródico aunque con momentos puntuales aún más cabrones si cabe. Muy recomendables ambos.

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Otra lectura del club del libro, traí­da por un asiduo: Mr Vértigo, de Paul Auster.



En general no soy excesivamente fan de Paul Auster, pero me fascinó tanto "La ciudad de las últimas cosas" que quise volver a probar... Mr Vértigo cuenta la historia de un crí­o que en los años 20 conoce a un excéntrico mago-rabino-feriante que le enseña mediante un aprendizaje durí­simo una habilidad única: volar... No a lo Supermán, sino levitando cual yogui hindú. Ambos utilizan esta habilidad para forrarse dando espectáculos por todo el paí­s durante los años 30, en plena Gran Depresión, y van cruzándose en su camino el Ku Klux Klan, mafiosos de Boston, mujeres de bandera, familiares criminales...

Me ha resultado muy interesante y ameno, aunque no me ha emocionado excesivamente en ningún momento. Un rato entretenido de lectura, un par de personajes interesantes (especialmente la eterna novia del maestro Yehudi) y alguna metáfora bastante chula, pero no me ha acabado de "llegar" como sí­ lo hicieron otros libros realistas con puntos fantásticos.

P & L

[Son of a beach]

Coñazo. Huir.