Hot Pussy Hierritos Oxidados &

Iniciado por Bambi, Julio 20, 2006, 02:41:06 PM

Tema anterior - Siguiente tema

Cerillita


Casio



Futuro en acto, y resistencia a la entropí­a a hostias.

Sí­


Viendo el nivel que está alcanzo este hilo (de lo mejor que recuerdo por el Areóapago) me animo a participar












Bambi

La Estación del Norte aka Prí­ncipe Pio, como está rodeada de indigentes del Albergue de San Isidro, el primero de Madrid especializado en salud mental -no, no son mimos ni funambulistas los que te abordan por la Avenida de la Florida-, pues la han ido putrefactando para que haga juego.






Johnnie

No están oxidados, que aquí­ aun están en la fábrica, pero si se les puede hacer una foto hoy en dí­a, seguro que ya lo están.

Motores de superpetroleros:







El más grande (del que no hay foto, estos son de 10 y 12 pistones y al parecer hay uno de 14) tiene 25 millones de centí­metros cúbicos, o algo así­.  Como el R19 aquel famoso, vamos.

Por si no se ve nada:

http://people.bath.ac.uk/ccsshb/12cyl/

Imparable


Johnnie

He llegado allí­ a traves de "reciprocrating piston engine" o algo similar.

Mis conocimientos de las tecnicalidades son nulos, si tú lo dices, yo me lo creo.

Ni siquiera se donde está el cigí¼eñal.



Johnnie


Imparable

Cita de: Johnnie en Diciembre 19, 2006, 08:15:59 PM
He llegado allí­ a traves de "reciprocrating piston engine" o algo similar.

Mis conocimientos de las tecnicalidades son nulos, si tú lo dices, yo me lo creo.

Ni siquiera se donde está el cigí¼eñal.



Eres el Cliente Perfecto con el que sueñan en los talleres. El cigí¼eñal, por cierto, en un coche está en la parte de abajo del motor, es a donde los pistones transmiten su fuerza, lo que lo hace moverse, vamos, y según qué modelos, se parece a la última foto.

Don Pésimo

Me cago en el Sistema Solar

Otto

Cita de: El Miserable en Diciembre 26, 2006, 01:33:12 AM
Sé que he tardado en decirlo, pero confieso que, de todos los hilos que en el Areópago he visto, éste es, de lejos, el que siempre me ha parecido más fascinante.

Qué extraña e inquietante coincidencia la de que a muchos de nosotros nos embargue cierta emoción melancólica cuando contemplamos determinados residuos industriales, tristuras sólidas e inútiles.

A mí­ esto me ha pasado desde pequeño.

Lo último tal que así­ lo vi en el camino que va desde Mollina a Alameda, a la casi oscurecida hora de las seis de la tarde de un diciembre, dí­a frí­o, lluvioso pero poco, casi nadie en la carretera estrecha: un miserable depósito de coches abandonados, viejos, Simcas, Seats, furgonetas de trabajo. Un depósito pequeño encima, casi insignificante, de pueblo menor y perdido, de pueblo sin estudios. Lo cual que era albarda sobre albarda: aún se encogí­a más el alma, todo era minúsculo y misérrimo.

Sólo por este hilo, y por esta extraña comunión que lo hace a uno sentirse menos solo, qué bien que exista el Areópago.

E.M.

Podrí­a haberlo firmado el pesadí­simo de Javier Marí­as en el semanal éste que dan los periódicos de Vocento.

En fin, enternecedora tu columna E.M. Nos ha llegado al corazón.






O.

Pd: Se te da bastante mejor insultar que ponerte en plan literario (que ni el blog de Temaneje), pero supongo que esto que he dicho es una obviedad.

Pd2: "la casi oscurecida hora de las seis de la tarde de un diciembre, dí­a frí­o, lluvioso pero poco, casi nadie en la carretera estrecha". Hay que joderse. Pero joderse de verdad.

El Miserable

Sé que he tardado en decirlo, pero confieso que, de todos los hilos que en el Areópago he visto, éste es, de lejos, el que siempre me ha parecido más fascinante.

Qué extraña e inquietante coincidencia la de que a muchos de nosotros nos embargue cierta emoción melancólica cuando contemplamos determinados residuos industriales, tristuras sólidas e inútiles.

A mí­ esto me ha pasado desde pequeño.

Lo último tal que así­ lo vi en el camino que va desde Mollina a Alameda, a la casi oscurecida hora de las seis de la tarde de un diciembre, dí­a frí­o, lluvioso pero poco, casi nadie en la carretera estrecha: un miserable depósito de coches abandonados, viejos, Simcas, Seats, furgonetas de trabajo. Un depósito pequeño encima, insignificante, de pueblo menor y perdido, de pueblo sin estudios. Lo cual que era albarda sobre albarda: aún se encogí­a más el alma, todo era minúsculo y misérrimo.

Sólo por este hilo, y por esta extraña comunión que lo hace a uno sentirse menos solo, qué bien que exista el Areópago.

E.M. 



El Miserable

No te digo que no tengas razón, soy muy mal juez de mí­ mismo, pero fí­jate lo "literario" que quise ponerme que en un sólo párrafo colé tres "casis". Date buena cuenta de lo mucho que me lo curré.

Ya lo he arreglado, y he dejado dos: que no se diga.

E.M.

P.D. Es una cosa rara, que tantos flipemos con algo tan extraño.

Ariete

Porque la industria ha sido siempre sinónimo de progreso, y ver una estructura industrial abandonada, ruinosa, hace que se tambaleen nuestros esquemas, nos resulta tan paradójico que al final acabamos llenando páginas y páginas de esa clase de fotos. Como si no acabáramos de creérnoslo.

Es una explicación que se me ocurre.

Otra es que el cine de ciencia-ficción de los últimos 30 años nos ha adiestrado el gusto por esa clase de imágenes, una vez que el futuro aséptico, plastificado y resplandeciente de los años 60 quedase anticuado. Concretamente han sido tres esas pelí­culas, con todas los plagios y homenajes que han seguido su estela:

-Alien y su futuro de naves con laberí­ticos pasillos de tuberí­as goteantes, escapes de vapor y rejillas metálicas.

-Blade Runner y su futuro contaminado de grandes edificios semiruinosos, como el que tiene Sebastian. 

-Mad Max y sus locos cacharros oxidados y postnucleares.