50 libros al año - Una propuesta

Iniciado por Imparsifal 2.0, Enero 09, 2007, 01:29:00 PM

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California

Cita de: Scardanelli en Abril 01, 2007, 04:26:17 AM
Cita de: popotez en Abril 01, 2007, 03:01:59 AM
Hay un texto muy grande de Ferlosio sobre el bulo de "si dios no existe, todo está permitido" en el que llega a la evidente conclusión de que la verdad es justamente la contraria: si dios existe, todo está permitido.

¿Podrí­as localizarlo o resumirnos la idea básica?

Porque no acabo de ver lo que insinuáis Ferlosio y tú. En mi opinión, si existe Dios, tiene sentido hablar de permisos, mientras que si no existe, el concepto de permisión es absurdo. Pero que haya Dios -cualquier fuente consistente de legitimidad común- implica que haya un lí­mite, un "hasta aquí­ sí­, pero más allá de ahí­ ya no", un "esto vale al mismo tiempo que aquello no", es decir, un criterio de validez mediante el cual juzgar y conducir las conductas. Esto puede verse magní­fica y radicalmente representado en "Saló", la escatológica pelí­cula de Pasolini, que muestra cómo, en un territorio donde ningún dios tiene efecto, la norma desaparece e impera tan sólo el arbitrio, la pura voluntad de disposición absoluta de cada poderoso sobre el cuerpo, reducido a mero objeto de deseo, de los sometidos.




Más que a Salo, esto que dices serí­a aplicable a toda la obra de Sade. En un territorio donde ningún dios tiene efecto, la norma es la que dicta la Naturaleza; es decir, el capricho absoluto.

Scardanelli

Cita de: popotez en Abril 01, 2007, 04:39:49 AM
La existencia de dios es la que justifica todo cuanto se haga, siempre que sea por él. Y el hecho de que exista dios, y por tanto el bien, es lo que acaba justificando al creyente haga lo que haga sin lí­mite alguno, puesto que al fin y al cabo uno siempre puede hacer algo más por dios.

Por contra, si no existe dios, no hay causa sagrada alguna que justifique la ruptura de las normas de convivencia.



Pero la religión se basa en el dogma y por mucho que se estire éste no permite al creyente, por ejemplo, atentar contra el mismo Dios que lo impone. Por tanto hay limites que ni la más laxa interpretación puede rebasar.
Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

Scardanelli

Cita de: California en Abril 01, 2007, 04:50:45 AM
Cita de: Scardanelli en Abril 01, 2007, 04:26:17 AM
Cita de: popotez en Abril 01, 2007, 03:01:59 AM
Hay un texto muy grande de Ferlosio sobre el bulo de "si dios no existe, todo está permitido" en el que llega a la evidente conclusión de que la verdad es justamente la contraria: si dios existe, todo está permitido.

¿Podrí­as localizarlo o resumirnos la idea básica?

Porque no acabo de ver lo que insinuáis Ferlosio y tú. En mi opinión, si existe Dios, tiene sentido hablar de permisos, mientras que si no existe, el concepto de permisión es absurdo. Pero que haya Dios -cualquier fuente consistente de legitimidad común- implica que haya un lí­mite, un "hasta aquí­ sí­, pero más allá de ahí­ ya no", un "esto vale al mismo tiempo que aquello no", es decir, un criterio de validez mediante el cual juzgar y conducir las conductas. Esto puede verse magní­fica y radicalmente representado en "Saló", la escatológica pelí­cula de Pasolini, que muestra cómo, en un territorio donde ningún dios tiene efecto, la norma desaparece e impera tan sólo el arbitrio, la pura voluntad de disposición absoluta de cada poderoso sobre el cuerpo, reducido a mero objeto de deseo, de los sometidos.




Más que a Salo, esto que dices serí­a aplicable a toda la obra de Sade. En un territorio donde ningún dios tiene efecto, la norma es la que dicta la Naturaleza; es decir, el capricho absoluto.

Eso lo daba por descontado.

Y también que en el foro prima el tebeo y la pelí­cula sobre la alta cultura, por cerda que ésta sea.
Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

Oddball


ferdinand

#439
[...]
Subiendo hacia Gálata, bastante cerca de la Torre, vi lo siguiente: un joven vendí­a naranjas en medio de la acera, casi en plena calle, bajo un cobertizo. La fruta formaba una pirámide de naranjas con la base bastante ancha pero cuyo vértice no era más que una única naranja. Se ven en todo Oriente puestos de frutas y verduras bastante parecidos. Los vendedores poseen la habilidad de quitar la o las frutas que señala un comprador malicioso escogiendo la hilera de abajo o de otra fila y sustituirlas al momento por otra fruta que rellena el hueco sin desequilibrar la construcción. El muchacho sonreí­a mientras pregonaba, en turco supongo, su mercancí­a y esta última palabra debí­a de tener en turco varios significados. Tení­a labia. Iba yo a dejar atrás su puesto tras haberme fijado en la triple llamada de la mano yendo deprisa de los ojos a los dientes, de los dientes a la entrepierna, luego, muy, muy deprisa, de ahí­ al mechón de cabellos negros y a los dientes, con los ojos siempre relucientes, intentando no ya embelesar sino turbar a la calle. Algo me hizo pararme. Volví­ la cabeza para ver si no me equivocaba. Encima de la naranja que formaba el vértice de la pirámide habí­a otra igual pero en el vací­o, a treinta centí­metros de la última que estaba en la punta. Allí­ estaba. Sola, inmóvil en el aire inmóvil a pesar del bullicio de la calle. Como lo escribí­a al hablar de los hippies, habí­a en aquel paí­s muchas preocupaciones de levitación pero, ¿resultaba tranquilizador para una mentalidad occidental, incluso aunque perteneciera a un cuerpo que iluminaron repentinamente, de noche, unas brasas interiores, que una naranja otomana desobedeciera a Newton y se negara a caer? Además, a lo mejor estaba cayendo y se habí­a parado a mitad de camino porque estaba perpleja. El asombro debió de escribí­rseme y leérseme en el rostro. El joven vendedor me enseñó unos cuantos dientes más, dio un leve papirotazo a la naranja en caí­da libre o en asunción. Ésta osciló de izquierda a derecha. Se cruzaron dos sonrisas. A nuestro alrededor, un grupito de turcos se echó a reí­r. La naranja estaba colgada de un hilo de nailon transparente, invisible, sujeto al cobertizo que cubrí­a el puesto.
- Qué bonito.
El joven vendedor me sonrió como si me diera de bofetadas.
-¿Americano?
-No.
-¿Deutsch?
-No.
-Fran...
-...cés yes.
Me dijo en jerigonza que se habí­a fabricado un pequeño milagro. El sufí­ más amado sigue siendo al-Hallay, el payaso suntuoso; Al Huseini al-Hallay ardió por el Amado hasta consumir su amistad y el sufí­ a quien venero sigue siendo Bistani. La Torre de Gálata hací­a sombra a la luz de la luna, ¿creí­an esos jóvenes turcos que a los viejos se los fecunda por la boca?
[...]

Un libro complicado, a ratos, este que titularon "Un cautivo enamorado" y que se publicó tras la muerte de Jean Genet (por expreso deseo del autor). Una preciosidad de libro.

Bic

#440
De los libros que he ido leyendo estos dí­as:

- "El molinero aullador", de Paasilina (un finlandés especializado en personajes excéntricos) no me ha convencido: el protagonista es fabuloso, sí­, un ermitaño imponente y medio loco que aúlla por las noches como un lobo pero que es fundamentalmente un trozo de pan... Pero le dan demasiadas vueltas a una historia que podrí­a haber quedado perfecta en la mitad de páginas. El estilo entre coñón y falsamente ingenuo me ha gustado mucho, eso sí­.



- "Hermana del sueño", de un desconocido (para mí­) autor alemán llamado Robert Schneider. Básicamente cogí­ el libro porque me llamó la atención la portada, y me ha sorprendido muy gratamente. Cuenta la historia de un músico superdotado, con un talento sobrenatural para el órgano, que tiene la mala suerte de nacer en un poblacho de mierda montañés donde es considerado más un fenómeno de feria que un genio... Hasta que por mal de amores se suicida por el curioso método de no dormir hasta la locura y la muerte (de ahí­ el tí­tulo, "Ven muerte, hermana del sueño", sin relación con Sandman, por cierto). Un libro de estilo ampuloso, extraño y exagerado, que le sienta a la historia como anillo al dedo... Y que me recordó bastante a otras novelas de "genio rural incomprendido" como una de Nick Cave que me gusta mucho y que ya comenté en el primer mensaje del hilo de recomendar libros: "Y el asno vio al ángel".



- "El lector", de Bernard Schlink, otro autor alemán... Juez de profesión, y autor hasta esta novela de una serie de libros detectivescos. Cogí­ el libro por recomendación de un amigo, y la verdad es que me ha gustado muchí­simo. Cuenta cómo un chico enfermo de quince años se lí­a con una mujer de treinta y pico, y le lee en voz alta libros de varios autores entre polvo y polvo... Hasta que un dí­a la mujer desaparece, y el protagonista no la vuelve a ver hasta bastantes años más tarde, como acusada de varias atrocidades como guardia en un campo de concentración nazi. Schlink escribe para mi gusto de puta madre tanto en los fragmentos más "sentimentales" (el romance inicial) como "polí­ticos" (la reacción de la generación post-nazi al Holocausto plasmada en el juicio). El estilo me gusta mucho, y recuerda un poco al de nuestro areopagita Dionisio: muy claro, sintácticamente sencillo y bien estructurado, perfectamente inteligible y con palabras bien elegidas (¿será porque los dos tienen formación jurí­dica?). He leí­do por ahí­ que la novela fue polémica por presentar de forma humana y co-protagonista a una criminal de guerra nazi: objeción absolutamente estúpida y que viene a probar que hay gente que lee con el esfí­nter anal: el libro no es en ningún caso justificatorio, simplemente no presenta a los nazis como orcos y escarba en las razones por las que algunos se alistaron en las SS o colaboraron, sabiéndolo o no, en actos atroces. 



P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.


California

Citar- "El lector", de Bernard Schlink, otro autor alemán... Juez de profesión, y autor hasta esta novela de una serie de libros detectivescos. Cogí­ el libro por recomendación de un amigo, y la verdad es que me ha gustado muchí­simo. Cuenta cómo un chico enfermo de quince años se lí­a con una mujer de treinta y pico, y le lee en voz alta libros de varios autores entre polvo y polvo... Hasta que un dí­a la mujer desaparece, y el protagonista no la vuelve a ver hasta bastantes años más tarde, como acusada de varias atrocidades como guardia en un campo de concentración nazi. Schlink escribe para mi gusto de puta madre tanto en los fragmentos más "sentimentales" (el romance inicial) como "polí­ticos" (la reacción de la generación post-nazi al Holocausto plasmada en el juicio). El estilo me gusta mucho, y recuerda un poco al de nuestro areopagita Dionisio: muy claro, sintácticamente sencillo y bien estructurado, perfectamente inteligible y con palabras bien elegidas (¿será porque los dos tienen formación jurí­dica?). He leí­do por ahí­ que la novela fue polémica por presentar de forma humana y co-protagonista a una criminal de guerra nazi: objeción absolutamente estúpida y que viene a probar que hay gente que lee con el esfí­nter anal: el libro no es en ningún caso justificatorio, simplemente no presenta a los nazis como orcos y escarba en las razones por las que algunos se alistaron en las SS o colaboraron, sabiéndolo o no, en actos atroces. 



P & L


Efectivamente, Bic, no me acordaba ya de este libro, y me gustó bastante. La protagonista es un personaje fascinante.

Zimm...

He terminado el 5º del año: "Por favor, mátame", del que ya se ha hablado mucho. Yo lo recomiendo, es muy dinámico y ágil de leer, si bien todo son anécdotas de los grupos punks de la época y algunas fotos buenas.
Cualquiera que tenga biblioteca musical lo deberí­a tener.
I found it in the street/ At first I did not see/ Lying at my feet/ A trampled rose

ferdinand

#444
Buenas tardes. Mis próximos cuatro libros:

De un castillo a otro, Louis-Ferdinand Céline.
La caí­da, Albert Camus.
El caso Maurizius,  Jakob Wasserman.
El criador de gorilas. Un viaje terrible, Roberto Arlt.

Creo que en este mismo orden.

lorenz

ETXEBARRIA, Lucia. Amor, curiosidad, prozac y dudas -1997-

Reseña sobre la autora
Es una escritora española que tiene 7 novelas en su haber, licenciada en filologí­a y periodismo. Es una escritora “polémica” â€"con diversas denuncias de plagio y numerosas demandas de juzgados- con un alto espí­ritu feminista, que retrata en su narrativa perfiles de mujeres en conflicto, en continua lucha entre el peso insoportable de lo social y la furia interna que anhela redefinir supuestos de nuestra cultura y que para bien o para mal sentencia caminos y oportunidades.

Con una escritura a mi parecer enérgica, emocional â€"no sentimental- nos brinda la oportunidad de ser halados con facilidad, e introducirnos en los microcosmos de sus personajes, esos que nos dibujan recurriendo a diferentes tácticas, giros lingí¼í­sticos, descripción de escenarios cotidianos entre los que transitan sus personajes y voces en off de los mismos.

Podemos decir de entrada que es una prolija escritora, que trata metas actuales, como la identidad sexual, el tema de los roles, sucintamente habla y nos delinea particulares perspectivas de fenómenos sociales â€"drogas, anorexia, depresión, lucha deshumanizada por eso que se ha denominado liderazgo/mercado/productividad/proactividad/etc.-; a través de su obra narrativa, poesí­a, ensayo y guiones, conjugando el poder de historias propias y ajenas.

Reseña sobre novela
Podemos que es la primera novela de la Etxebarrí­a, podemos decir que fue bien recibida por la comunidad de lectores, es más esta pieza amor, curiosidad, prozac y dudas se considera una de las novelas clave de la llamada Generación X en España, en opinión de algunos crí­ticos. Es una narrativa sencilla en donde podemos ver las marcas guí­as, las lí­neas que han marcado a la escritora, eso temas que retomara una y otra vez y los presenta con diferentes voces, una misma inquietud, cuerpos de mujer, diferentes nombres, los mismos personajes.

Sinopsis:
Cristina es politoxicómana, promiscua y a veces atenta contra su propia vida, pero desde que Iain le ha abandonado su vida ya no es la misma y se siente naufragar. No sabe dónde agarrarse.

Su hermana Rosa, mayor que ella, le envidia porque su padre le preferí­a a ella, por eso se dedicó a hincar los brazos para ser una buena estudiante, conseguir una carrera y lograr el éxito. Pero su vida es gris y es adicta al Prozac.

La mayor de todas, Ana, es una pija. Se casó con un buen marido y se dedicó siempre a tener una gran casa y una hermosa familia. No entiende a sus hermanas menores. Pero ha sufrido una pérdida y trata de comunicarse con sus hermanas, mientras tanto supera sus dí­as con anfetaminas y somní­feros.

CITAS

  • “Van de éxtasis, están atontados, pero en el fondo siguen solos. No hay droga que cure eso.”


  • “Yo necesitaba una historia porque todos necesitamos un pasado, y yo confeccioné una historia como si de una colcha de patchwork se tratase, uniendo como pude trozos de recuerdo y retales de memoria, para que compusieran una historia que creo, es la que más se ajusta a la verdad.”

  • “A veces no sé, me siento como una pieza de un rompecabezas que apareció por equivocación en la caja que no correspondí­a. No encajo.”

  • “No echamos de menos a las personas que amamos. Lo que echamos de menos es la parte de nosotros que se llevan con ellas”

  • “La verdadera amenaza, la más presente, son los celos y el deseo, el éxtasis, al arrebato, en el momento en que te tocará derribar las estructuras sobre las cuales asentases tu equilibrio mental. la pasión es la amenaza más presente, no importa lo racional que creas que eres. Nadie esta a salvo.”

  • “…aquella afirmación de la impotencia ante un mundo sin respuestas que penetraba en mi carne con la misma aséptica certeza con la que harí­a el bisturí­ de un cirujano, para saber lo que habí­a sabido desde niña, desde siempre: el amor destroza. Profunda, hiriente, dolorosamente.”

Comentario personal
Me ha parecido una buena novela, no diré extraordinaria, en donde podemos encontrarnos con una escritura que nos retrata la calle, la ciudad y su movimiento, así­ como, los cuerpos que la habitan. Al leerla me parece interesante los retratos esas mujeres que crecen juntas pero optan por referencia diferentes, una entra a la cofradí­a de comunión social burguesa, protocolo y buen comportamiento, reemplazada por el que dirán muere y se sumerge en la depresión frente a la ausencia de su ser, hace una vida a partir de la ausencia de un hombre el cual a partir de la distancia fija los puntos cardenales de su recorrido histórico (Ana); otra que entra en el discurso del mercada y la promesa del semblante, asociando estudios, dinero y éxito con felicidad, canjeando la angustia que la podrí­a hacer humana por los enunciados de un manualito que pretende dictar las reglas de una mujer altamente eficiente â€"sic!, como si existiera, y la paradoja se centra cuando nos topamos a borbotones mujeres que lo apostan casi-todo por ello-, y creo que se debe a que es más fácil suponer la verdad en el otro que arriesgarnos pensar y decidir por nosotros (Rosa); y finalmente el personaje más encantador a mis ojos Cristina, un sujeto que se lanza a ciegas a la vida, ella no piensa, ella se acto y se cae por desbarrancadero, entre las drogas, el sexo, la autoflagelación y la carrera de obstáculos al infinito en las que entra una y otra vez por sus desatinos e impulsividad, emocional, psicológica y corporal.
 

He comenzado a leer “Beatriz y los cuerpos celestes” (su segunda novela) y me parece que bastante bien, aquí­ una de las primeras citas que me ha gustado: “La verdad esta en la cabeza de cada uno. No depende ni de datos ni de cifras ni de fechas.” pág. 22

Bic

Aprovecho que lorenz anda por aquí­ para comentar que ya leí­ "El túnel", de Sábato, y me ha dejado sin palabras: es francamente genial, aunque uno de los libros más deprimentes que me he echado a la cara en los últimos tiempos. La página en que Castel desarrolla la metáfora de los túneles paralelos, el aislamiento y la imposibilidad de comunicarse es angustiosa y claustrofóbica a más no poder... Por no hablar de la pesadilla sobre el mago que le convierte en pájaro sin que el resto de la humanidad lo advierta: así­ explicado suena a tonterí­a, pero el párrafo me ha gustado tanto que probablemente lo ponga en la Metralla Literaria de la Bitácora.

Serí­a apropiado, por cierto, como libro patrocinador del "Hilo de presuntas asesinaditas", además de ser un bonito ejemplo de ese Amor celoso  y obsesivo (y enfermizo, en el caso de Castel) que tanta polémica nos dio aquí­ hace unos meses.

Cita de: California en Abril 03, 2007, 08:48:58 PM
Citar- "El lector", de Bernard Schlink, otro autor alemán...

Efectivamente, Bic, no me acordaba ya de este libro, y me gustó bastante. La protagonista es un personaje fascinante.

Sí­ que es fascinante, sí­: un personaje complejo y nada tópico. Me gustó que durante la primera  parte de la novela, cuando está ejerciendo de Mrs. Robinson con el jovencito, NO se introdujera ningún momento-cliché que indujera a la sospecha sobre su pasado, qué sé yo, verse envuelta en una discusión sobre el III Reich y poner mala cara, o un vecino judí­o o algo así­. Entre que el muchacho no se mete en polí­tica y que ella ha dejado esa parte de su vida atrás (o lo ha intentado, al menos) no hubiera tenido mucho sentido. Además, así­ la sorpresa que se lleva el joven al encontrársela años más tarde en el juzgado es mucho más auténtica: "¿cómo pude no sospechar nada? ¿Cómo puede una mujer de quien guardo tan buenos recuerdos ser capaz de hacer lo que hizo?".

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

California

Cita de: ferdinand en Abril 04, 2007, 05:32:44 PM
Buenas tardes. Mis próximos cuatro libros:

De un castillo a otro, Louis-Ferdinand Céline.
La caí­da, Albert Camus.
El caso Maurizius,  Jakob Wasserman.
El criador de gorilas. Un viaje terrible, Roberto Arlt.

Creo que en este mismo orden.


El criador de gorilas. Un viaje terrible, Roberto Arlt.
La caí­da, Albert Camus.
De un castillo a otro, Louis-Ferdinand Céline.
El caso Maurizius,  Jakob Wasserman.

California

CitarLa página en que Castel desarrolla la metáfora de los túneles paralelos, el aislamiento y la imposibilidad de comunicarse es angustiosa y claustrofóbica a más no poder...


Pues no te digo nada de "El informe sobre ciegos" inserto en Sobre héroes y tumbas.

Pero tal vez ya lo has leí­do.

(Hoy es jueves santo, qué mierda ¿no? Y con esta resaca...)

Bette

Yo es que estas listas si no las ponéis en un archivo excell, ordenado todo alfabéticamente, marcándome en roto los foreros más leí­dos, pues soy incapaz de seguirlas.