Jose Luis Moreno Casper

Iniciado por No-soy-Gilles, Octubre 29, 2007, 02:56:41 PM

Tema anterior - Siguiente tema

No-soy-Gilles

ASí ES LA VIDA
¿Conoce usted a este neurocirujano?

La primera vez que leí­ una entrevista en la que José Luis Moreno aseguraba ser neurocirujano pensé: imposible. Y, sin embargo, tuvo que pasar un año para que me decidiese a hacer una simple llamada. Esta es la historia de todo lo que sucedió después


Manuel Dí­az Prieto - 13/02/2005


Hace apenas dos semanas, en el suplemento de televisión de este mismo diario, aparecí­a de nuevo un perfil biográfico del conocido empresario audiovisual y ventrí­locuo José Luis Moreno. Volví­a a figurar como neurocirujano, pero habí­a un dato más: habí­a ejercido la especialidad durante cinco años en la clí­nica La Milagrosa de Madrid.

Esta vez sí­ que el dato logró despertar mi curiosidad periodí­stica. Y decidí­ preguntar. Nada más sencillo: servicio de información telefónica, hermana administradora, que me remite al gerente, y Gaspar Palet, el gerente de la clí­nica La Milagrosa, que contesta amable y claro.

â€"No nos consta que haya trabajado como médico. Y mucho menos como neurocirujano, especialidad que funciona en esta clí­nica desde hace sólo siete años.

No me lo puedo creer. Acudo al servicio de documentación y Teresa Amiguet rastrea todo lo que hay publicado sobre José Luis Moreno. Reportajes y entrevistas en algunos de los principales diarios, cadenas y emisoras, en los que aparece como neurocirujano. ¿Estaba ante una exclusiva de Aquí­ hay tomate?, ¿o tení­a entre manos un ejemplo claro de lo fácil que resulta engatusar a los medios de comunicación y de que éstos amplifiquen los mensajes más increí­bles sin causar pasmo ni rechinar de dientes?

En todo caso, todaví­a no tení­a nada. De lo que sí­ era consciente es de que este señor es el empresario más importante del sector audiovisual en España. Un enemigo muy poderoso para un periodista que, como yo, prefiere ir por la vida en son de paz. ¿Se han fijado en la cara de loco que pone en Torrente 2?

En casi todas las entrevistas se repetí­an varios lugares comunes que presentaban dificultades distintas a la hora de comprobarlos. Su pretensión de ser neurocirujano no era más que el aperitivo de una biografí­a estratosférica. Su condición de multimillonario, sus múltiples casas, productoras televisivas, hoteles, cafeterí­as, restaurantes y supermercados repartidos entre Madrid, Nueva York y Atenas no dejaban de parecer verosí­miles en alguien que a sus habilidades como showman uní­a unas bien contrastadas dotes empresariales.

Adolescente prodigio
Pero Moreno aseguraba haberse licenciado en Derecho, Música y Filosofí­a y Letras. Lo que no le habrí­a impedido que sus dotes canoras le llevasen a los 17 años al Covent Garden como primer tenor de un Rigoletto y a dominar todos los idiomas europeos, el árabe y el japonés. Un dominio â€"transcribo literalmenteâ€" que le permití­a realizar traducciones simultáneas del finlandés al griego para Naciones Unidas.

Cualquier mortal se hubiese conformado con la mitad, pero José Luis Moreno insistí­a en adornar su trayectoria con la autorí­a de 26 libros, en varios idiomas y muchos con el seudónimo Pep (¡!). La investigación de tan vasto registro de habilidades podrí­a ocupar media vida de un periodista serio. Yo tení­a una semana.

Así­ que decidí­ comenzar por su faceta de profesional de la sanidad. La biografí­a distribuida por la agencia Efe reza: “Ventrí­locuo y humorista de ocupación y neurocirujano de profesión, nació en Madrid en 1947. Con la ventriloquí­a ayudó a costearse la carrera de Medicina, en la que se licenció por la Universidad de Madrid y más tarde se especializó en Neurocirugí­a. Durante tres años ejerció de neurocirujano en la madrileña clí­nica La Milagrosa”. No quisiera llamar al mal tiempo, pero, en caso de deceso, buena parte de los medios de comunicación repicarí­an los datos de esta fuente de seriedad contrastada.

Ya es miércoles cuando llamó al Ilustre Colegio de Médicos de Madrid. Moreno asegura haberse dedicado a la medicina tras un amor frustrado que lo alejó de la ópera. Debí­a hacer de eso unos 40 años y esos fueron los datos que le di a la persona que me atendió: su nombre verdadero (José Luis Rodrí­guez Moreno) y la fecha aproximada en la que debió estar colegiado.

â€"No nos consta ninguna persona con ese nombre.

No me gustaba el cariz que estaba cogiendo el tema. Buscaba, todo lo más, a un mentiroso, a alguien que a pesar de haber triunfado se le dispara un poco la imaginación a la hora de redondear la historia de su vida ante los periodistas. Podí­a haberse colegiado en alguna otra provincia. Llamo a la Organización Médica Colegial, que agrupa a todos los colegios de España.

â€"Tenemos tres Rodrí­guez Moreno, pero ningún José Luis.

Marco el número del presidente de la Sociedad Española de Neurocirugí­a, José Marí­a Izquierdo.

â€"No pertenece ni ha pertenecido a la Sociedad. Antes apenas éramos unos 150 y nos conocí­amos todos.

A estas alturas, la pregunta del millón era saber si José Luis Moreno estaba realmente licenciado en Medicina. Llamo al departamento de prensa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde me sugieren que me ponga en contacto directamente con el decanato de la Facultad de Medicina. Así­ lo hago, y ahí­ surge el primer problema.

â€"¡Huy!, tendrá que hacer su solicitud por escrito â€"me responde una voz femenina que se identifica como la secretaria del decano.

Blindaje legal
Remito, pues, una solicitud formal en nombre de mi diario al decano, explicándole lo que solicito: sólo pretendo que la facultad en la que Moreno dice que estudió confirme si alguien que asegura pública y repetidamente que es médico está realmente licenciado.Cuando vuelvo a hablar con la secretaria del decano, su respuesta me deja atónito:

â€"Consultados los servicios jurí­dicos de la Universidad, aconsejan no facilitarle la información que solicita por posibles problemas con la ley de Protección de Datos.

Incrédulo, me pongo en contacto con Isaac Garcí­a, el jefe de Comunicación de la UCM, quien con amabilidad y tras enviarle los datos que tení­amos me ofrece la misma respuesta. Me exaspero. ¿De qué forma puede colisionar el derecho a la privacidad confirmar si alguien que asegura haberse licenciado en Medicina realmente lo ha hecho? La respuesta â€"“sólo podemos suministrar esta información mediante un requerimiento judicial”, afirma Garcí­aâ€" únicamente puede beneficiar a los farsantes.

Mi enfado ante la evidencia de que entre el funcionariado de este paí­s todaví­a pervive la creencia de que la incompetencia no pasa factura me lleva a tomar la deriva abominable del “usted no sabe con quién está hablando”. Recurro a los más de 800.000 lectores que serán testigos de su respuesta.

â€"Pues publí­quelo.

Ante el callejón sin salida, tiro de otro de los hilos de la madeja que parece ser la vida de Moreno. Sus éxitos como tenor.

â€"¿A los 17 años, un papel de primer tenor de Rigoletto en el Covent? ¡Imposible!, â€"responde un prestigioso crí­tico de ópera. Lo que, matiza, no es un certificado de que no hubiese sucedido. Pero una joven promesa como Moreno actuando en primeros papeles en La Scala de Milán o en la Arena de Verona no hubiese pasado inadvertida.

Y de los 26 libros que asegura haber escrito, sólo en una entrevista menciona el tí­tulo de uno: Alguien se equivocó, editado hace diez años y que cuenta el drama personal de un médico azotado por una negligencia cometida durante una operación. Consultado el ISBN no hay constancia de ningún libro publicado con este tí­tulo desde 1972.

El jueves por la noche tengo ya todos estos datos que acabo de transcribir, pero me tiembla el pulso. Le digo a mi jefe que la historia ofrece demasiados puntos de fuga y que no estoy dispuesto a jugarme el tipo. “Tengo muy poco que ganar y mucho que perder”, le digo.

Así­ que cuando el viernes, dí­a de cierre, mi página ya ha sido sustituida por otra, decido lanzarme a la piscina. Me mueve más que la impostura de un empresario ventrí­locuo mi condición de lector alucinado con algunas de las cosas que se publican.

Y que, a fuerza de repetirlas, acaban pasando por ciertas.

http://www.youtube.com/v/RXwX8AQYrYo


patillotes


raquelperez

A mi me parece bastante peor el nivel de estudios de José Montilla (bachiller) o de Rosa Diez (administrativo).
Ambos casos señalan de manera ejemplar que en España no es necesario el talento para nada.
Incluso que está contraindicado.
Curiosamente, este tipo de personajes se creen con el derecho de decir a los demás cuál es su deber.
Pueden añadirle ustedes a ambos Juan Barranco, alcaide en otros tiempos de Madrid, quien se vanagloriaba de su cargo para el cual sólo habí­a necesitado el COU.
Y súmenle la cantidad de cargos dependientes de los ayuntamientos de cada municipio que ocupan puestos directivos en, por ejemplo, bibliotecas municipales, cuyo nivel académico terminó en el antiguo 3º de BUP.
Al cabo de unos años, debido a la antigí¼edad y al cargo ocupado, los aytos. sacan plazas en propiedad ajustadas a esas inteligentes maulas.
Añadan los cargos nombrados por el procedimiento de libre designación que aparecen dí­a sí­ y dí­a también en los boletines de las diversas CCAA.

Lo de JLMoreno es anecdótico.

No-soy-Gilles

Aparte de que no veo que proceda tu comentario, veo que caes en un mal endemico muy español: la titulitis. La misma que fuerza a Moreno a inventarse un curriculum sin viso alguno de verosimilitud. Curiosamente un tio con la dotacion intelectual para dominar tropecientos idiomas, ser neurocirujano y encima dotado para la lirica, solo ha "destacado" por hacer el mongolo con un muñeco contando chistes casposisimos. No me imagino a un gran medico o un gran tenor, abandonando sus actividades (donde encima se gana mas dinero) para dedicarse a una profesion tan respetadisima como ser ventriluoco.


Ni siquiera Einstein, que encima era un mas que correcto violinista, destaco en tantos campos como este genio infravaloradisimo. Vale que hay casos de gente dotadisima intelectualmente que no destaca especialmente, mismamente el cantautor californiano Warren Zevon (muerto hace unos años), cuyo COEFICIENTE intelectual era bastante superior al del mismisimo Albert Einstein y a muy tierna edad (con 10 añitos o menos) era solicitada su opinion sobre las obras por el mismo Stravinsky, pero lo de Morenete no me lo creo.

raquelperez

En la sociedades civilizadas la gente no presume ser barrendero.
Todo el mundo estima que una persona no deja de serlo por barrer calles, pero ocurre que cualquiera puede serlo.
En cambio, realizar una carrera es harina de otro costal, nos guste o no.
Es una prueba de inteligencia.
Si uno es inteligente, aunque la universidad sea birriosa e inútil, será lo suficientemente inteligente para sacar una licenciatura.
Y vemos que el Sr. Montilla presume de jurisprudente pero no es más que un triste bachiller y que la Sra. Rosa Dí­ez, defensora de los derechos civiles, tendrí­a severas dificultades para enunciar cuáles defiende la constitución española (pues no defiende los mismo, por ejemplo, que la legislación francesa).
Ambición notamos que tienen. Y mucha.
Inteligencia, no tanta.

PD. El IQ es una prueba subjetiva que depende de la baterí­a de test que usted presente ante el participante. Si a un genio de Wall Street le pone usted el tipo de baterí­a que determina la inteligencia de un masai, es probable que los resultados no difieran de los de un bordeline.

No-soy-Gilles

A mi es que tus jocosas reflexiones sobre los alcantarillas de la politica española me traen al pairo. Como puede que a ti, el articulo sobre Morenete, pero es que el grado de disociacion entre el personaje propuesto por mi y los politicos que mencionas, es mayusculo.

En fin, que si vienes a soltar tu rollo, hazlo. No problemo, pero avisa.

Por seguir con la cadena de generalismos a partir de casos concretos te dire que la prima stripper de un amigo es cirujana y se graduo cum laude, que la soprano Ainhona Arteta fue gogo y que hay barrenderos cuyos estudios academicos son muy superiores a los de Ansar, Zp, Diez o Marianico el corto.

Nicotin

CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Dan

Yo vengo a decir que se puede ser jurisprudente siendo sólo bachiller, es más, sin eso.
Otra cosa es jurista, para qué hablar ya de abogado.

Nicotin

Yo he venido a poner un ví­deo, pero vamos, estoy a esto de ponerme a opinar sobre la vida del Moreno.
CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Paco

Del 6 de junio pasado ...


La oposición exige al alcalde de La Vila que muestre el tí­tulo de licenciado en Medicina

Nunca ha estado colegiado como médico, pero ejerció la noble tarea de intentar sanar a los enfermos en una clí­nica privada de La Vila Joiosa. Jamás estuvo acreditado para trabajar como galeno porque, entre otras cosas, no dispone del tí­tulo de licenciado en Medicina y Cirugí­a, como mandan las leyes. José Miguel Llorca Senabre (La Vila, 1957) es un desconocido en los archivos de los colegios médicos de España y en la amplia relación de personas licenciadas que figuran en los históricos documentos del Ministerio de Educación. (...)


http://www.lasprovincias.es/alicante/prensa/20070606/politica/medico-alcalde_20070606.html

a priori

Eso de inventarse un curriculum basado en la titulación sólo se explica porque el personaje entiende que le tendrán mayor respeto o consideración si dice poseer una licenciatura que si carece de "estudios".

¿Esto es así­?  ¿Tenéis prejuicios con el expediente académico de la gente que os rodea?  ¿Les valoraí­s de manera diferente por su nivel estudiantil?  


Oddball

Yo como no ostento titulación universitaria alguna, lo que llego a colegir es que a Provenza le guindaron en su pueblo la plaza "directiva" de bibliotecaria en su pueblo y a raiz de ello no descansará, hasta que todos polí­ticos que ejercen cargos públicos sin estar por ello ungidos por la pelliza universitaria (que ya sabemos que para ser  - buen - ministro de defensa se exige ser mariscal del aire y haber tomado El Alamein con la punta de la polla, y así­ todo), cual Michael Knight posdoctorado, embarcado en una cruzada para salvar a los inocentes, los debiles, los doctorandos, los indefensos, en un mundo de criminales que operan al margen de la ley...

Dan

Yo, que sí­ ostento tanto universito como efepiano, pienso de todo esto como K98.

a priori


Lacenaire

Algún dí­a habrí­a que hacer un estudio serio sobre los niveles culturales de los españoles titulados y no titulados. Alguna madre saldrí­a infartada.