Libros 2008: Una odisea en el empacho.

[Oddball]

Al final ni el conejo de Chuck Palajipú ni el de la hijadeputa de Richard Russo ni hostias en vinagre. Media hora dando tumbos por la casa del libro decidiendo si me llevaba "Tokio Station" de Martin Cruz Smith, hasta que al final me he pirado, y dando un voltio se me ha ocurrido asomarme en el corteinglés, y por 5,95 cochinos euros el ejemplar me he llevado "Shibumi", "La sanción del Eiger" y "La sanción de Loo", todos ellos de Trevanian y en jodidas tapas duras. Que barato resulta en ocasiones hacer a un hombre feliz.



También he trincado "El Imperio" de Kapuscinski, pero por rebajar un poco semejante overdose testosterónica.


Jonathan Hemlock rulez, joder.











P.D.: Ha salido en edición bolsillo, ví­a Anagrama,  "Cuentos de humor y horror"de Saki. Maricón el que no lo lea.

[Agarkala]

A mí­ todo esto me recordó a un cuento genial de Robert Heinlein,

Heinlein es genial todo él. Y encima los meapilas le acusan de fascista, qué más queréis.

[Oddball]

A mí­ todo esto me recordó a un cuento genial de Robert Heinlein,

Heinlein es genial todo él. Y encima los meapilas le acusan de fascista, qué más queréis.

Que nos la chupen.


Leyendo a Trevanian.

[belzebu]

Alex, estoy ojeando el libro Los Austrias del hispanista John Lynch: muy ameno y muy bien escrito (o traducido). Y además está editado por Crí­tica, de cuya calidad me suelo fiar. Pero como el amigo hace muchos comentarios e impresiones subjetivas, me gustarí­a saber si estás de acuerdo con lo que dice y si te parece un buen libro; en el supuesto que lo hayas leí­do, ya que te gusta esa época.

[Agarkala]

Alex, estoy ojeando el libro Los Austrias del hispanista John Lynch: muy ameno y muy bien escrito (o traducido). Y además está editado por Crí­tica, de cuya calidad me suelo fiar. Pero como el amigo hace muchos comentarios e impresiones subjetivas, me gustarí­a saber si estás de acuerdo con lo que dice y si te parece un buen libro; en el supuesto que lo hayas leí­do, ya que te gusta esa época.

Pues no lo he leí­do, pero me acabas de tentar, y mucho. Mañana alguien va a visitar la Casa del Libro...

[Recolectando]

Alex, estoy ojeando el libro Los Austrias del hispanista John Lynch: muy ameno y muy bien escrito (o traducido). Y además está editado por Crí­tica, de cuya calidad me suelo fiar. Pero como el amigo hace muchos comentarios e impresiones subjetivas, me gustarí­a saber si estás de acuerdo con lo que dice y si te parece un buen libro; en el supuesto que lo hayas leí­do, ya que te gusta esa época.

Pues no lo he leí­do, pero me acabas de tentar, y mucho. Mañana alguien va a visitar la Casa del Libro...

Mejor visita La Central, ílex.

[Bic]

Ayer, de madrugada insomne, terminé un libro muy interesante aunque algo irregular: "Exploradores del abismo" de Enrique Vila-Matas.



Es un libro de cuentos breves muy diferentes entre sí­ pero con un elemento en común: en todos ellos hay algún personaje que investiga algún tipo de abismo, ya sea fí­sico, mental o "espiritual". Así­, en uno de los cuentos un personaje explora (o finge explorar) el más allá; en otro el protagonista habla de la enfermedad y la decadencia; en otro se habla de la soledad de los creadores geniales... Uno de los cuentos externamente parece de ciencia ficción, pero yo lo interpreto como una caí­da en toda regla en la locura.

El primer cuento (o más bien el prólogo), llamado "Café Kubista" es una declaración de intenciones: Vila-Matas siente que ha llegado a una especie de callejón sin salida en sus novelas, y se receta a sí­ mismo volver a la escritura de cuentos, a la creación de personajes y a prescindir de la morosa narrativa novelesca.

La tensión más fuerte la provocaba el duro esfuerzo de contar historias de personas normales y tener a la vez que reprimir mi tendencia a divertirme con textos metaliterarios: el duro esfuerzo, en definitiva, de contar historias de la vida cotidiana con sangre e hí­gado, tal como me habí­an exigido mis odiadores, que me habí­an reprochado excesos metaliterarios y ‘ausencia absoluta de sangre, de vida, de realidad, de apego a la existencia normal de personas’

Al ser efectivamente tan dado a los juegos metaliterarios en que se mezcla narrativa y realidad, el cambiar en el Vila-Matas real debido a una enfermedad ha cambiado el Vila-Matas literario, para acomodarse a los humores de ese nuevo yo. En efecto, un punto común entre los cuentos es la presencia de la convalecencia, reflejo de la del propio Vila-Matas; esa sensación de "volver a empezar y a recuperar fuerzas pero sintiéndome alguien ligeramente distinto".

No hay ningún cuento malo, aunque los hay mejores que otros... Mis favoritos son el segundo, una joyita llamada "Modestia" sobre un hombre que espí­a conversaciones y caras ajenas en un bus de Grí cia, y el penúltimo "Porque ella no lo pidió", una maravilla de cuento, retorcido y extraño (y del que no explicaré nada aquí­), gracias al cual he descubierto la obra de la artista Sophie Calle... Fotógrafa, performancer y escritora original y controvertida que me ha picado la curiosidad: intentaré ir averiguando más cosas de ella.

En resumen, un libro de *** con algunos cuentos de merecidas ****.

P & L

[adolf]

Lastima que no te guste mucho Auster. Cada vez que veo algun trabajo de Sophie Calle invariablemente acabo pensando en Auster. Su trabajo esta lleno de referencias literarias asi que no me estranaria que te gustara. Muchas veces ir a una exposicion suya es como leer un libro de relatos cortos.   

[Bic]

Lastima que no te guste mucho Auster.

Bueno, habiendo leí­do sólo una novela suya aún no tengo base para opinar: hasta los mejores escritores tienen algún libro cutre. Probablemente le dé una oportunidad al que me ha recomendado Mon en el hilo de pelis con retraso: El paí­s de las últimas cosas, aunque por lo que he visto por ahí­, el personaje basado en Sophie Calle aparece en Leviatán.

Cada vez que veo algun trabajo de Sophie Calle invariablemente acabo pensando en Auster. Su trabajo esta lleno de referencias literarias asi que no me estranaria que te gustara. Muchas veces ir a una exposicion suya es como leer un libro de relatos cortos. 

Pues tengo ganas de ir a alguna exposición suya, pero a saber si tendré la oportunidad algún dí­a... Por ahora tanto lo que he leí­do en la Wikipedia sobre ella como su aparición estelar en el cuento de Vila-Matas me han llamado mucho la atención. Juegos metaliterarios, fotografí­as jugosas, paranoias imparsifalianas del tipo seguir a un desconocido sin que éste lo sepa...







P & L

[Tejemaneje]

Un artí­culo de Vila-Matas de hace unos meses, El Largo Adiós de Sophie Calle: http://www.elpais.com/articulo/cataluna/largo/adios/Sophie/Calle/elpepuespcat/20071007elpcat_2/Tes

[JM]

Posteo para agradecer al aeropagita que me ha hecho descubrir al coronle Flashman, que no recuerdo quien fué, pero gracias de todos modos.
Compre el primero y el tercero, y van a caer el resto fijo.

[adolf]

Yo estoy acabando el septimo. La verdad es que son muy irregulares. Hay dos, sus viajes por america, que no es que me aburrieran pero no estaban al nivel de los otros. Lo que no se es si me leere los seis restantes. De momento me alegro de estar llegando al final de esta primera seleccion.

Flashman & the great game, de momento, mi preferido junto con Flashman at the charge.

[Bic]

Un artí­culo de Vila-Matas de hace unos meses, El Largo Adiós de Sophie Calle: http://www.elpais.com/articulo/cataluna/largo/adios/Sophie/Calle/elpepuespcat/20071007elpcat_2/Tes

Buen artí­culo, gracias por enlazarlo...

Cómo mola ésto:

"Recibí­ un e-mail de ruptura", explica Sophie en su libro. "No supe qué responder. Fue como si no fuera conmigo aquello. Terminaba diciendo: 'Cuí­date'. Tomé la recomendación al pie de la letra. Pedí­ a 107 mujeres que me ayudaran a interpretar el e-mail. Que lo analizaran, lo comentaran, lo representaran, lo bailaran, lo cantaran, lo disecaran, lo agotaran. Que hicieran el trabajo de comprender por mí­. Que hablaran en mi lugar. Una manera de tomarme mi tiempo para romper. A mi ritmo. En definitiva, cuidarme".

Y este párrafo de Vila-Matas me ha encantado, yo mismo me he sentido así­ algunas veces:

Cada dí­a nos despedimos de alguien a quien no veremos más. Como siempre estamos peligrosamente despidiéndonos, hay tardes en las que me despido de todo el mundo y, cuando me quedo solo, decido retardar mi regreso a casa para evitar que me ocurra lo de una amiga que se despidió y ya nunca la volvimos a ver. Voy entonces a lugares extraños y hablo con desconocidos y de todos luego me despido: "¡Adiós, señora O'Brian, ya no nos veremos más!". Son simples precauciones, vacunas para evitar que el vací­o de cualquier desaparición, por í­nfimo que sea, termine por agrandarse en cualquier momento, en la noche menos pensada.

Posteo para agradecer al aeropagita que me ha hecho descubrir al coronle Flashman, que no recuerdo quien fué, pero gracias de todos modos.

Si no recuerdo mal, el Califa nos los descubrió a Al bundy y a un servidor, y desde entonces hacemos apostolado flashmaniano en el foro... Aunque hay más lectores de Flashman por aquí­.

Hay dos, sus viajes por america, que no es que me aburrieran pero no estaban al nivel de los otros. 

Coño, pues precisamente "Flashman el libertador" (el que habla de esclavismo) y "Flashman y los pieles rojas" (con un Flashy ya mayor pero igual de hijoputa) han sido de mis favoritos de los que llevo leí­dos... Especialmente el de los indios, que encontré hilarante con su choteo del general Custer. Si tuviera que elegir uno un poco más flojo que el resto, quizá serí­a "Royal Flash", aunque esos encuentros apasionados con Lola Montes lo redimen.

P & L

[Recolectando]

paranoias imparsifalianas del tipo seguir a un desconocido sin que éste lo sepa...

Paranoias vila-matianas, de hecho.  El relato La modestia incluido en este último recopilatorio que comentáis, parte de hecho de una experiencia real del propio Vial-Matas: es verdad que toma muchas veces ese autobús y recolecta frases; como lo es también que en sus paseos por el barrio de Gracia sigue a aquellas personas que más le llaman la atención. Él creí­a que sin ser visto hasta que ,no recuerdo quién, le cometó que le habí­an extrañado el dí­a anterior.  El Vila-Matas perseguidor era a su vez perseguido.

No es esta la primera vez que Don Enrique extrae un relato de sus pesquisas de espí­a amateur, lo habí­a hecho ya en Suicidios Ejemplares, concretamente el relato La hora de los cansados donde se nos cuenta la historia de una triple persecución azarosa desde el Metro de Liceo hasta la Catedral y de vuelta a las Ramblas (un  Jueves Santo Vila-Matas y un amigo habí­an llevado a cabo esa persecución).  Copio un fragmento que seguramente os gustará:

"Le digo que soy un perseguidor de vidas ajenas, una especie de ocioso detective, un cuentista.  Le digo que vivo fuera de mí­.  Le explico que me gusta mucho el aire libre así­ como tener los ojos bien abiertos.  Le cuento ue sigo a la gente para indagar cosas acerca de ella, cosas que introduzco en mis cuentos"

Siempre experimentando los lí­mites entre la ficción y la realidad, eterno lector de Kafka y perseguidor del azar, era inevitable que Vila-Matas entrara en contacto con Paul Auster (inevitable, también que sean los únicos dos autores vivos que leo con relativa frecuencia).  Ese encuentro se dio hace dos o tres años, buscaré en gugle a ver qué encuentro sobre ello.  Y a ese par de puntos equidistantes no les podí­a faltar el vértice que les uniera: ese es el lugar que ocupa Sophie Calle.

A la primera persona a quien escuché hablar de Sophie Calle fue a Enric Nolla, uno de los jovenes (ejem) autores teatrales de Barcelona quien, tras regresar de Venezuela, se formó de la mano de Sánchez Sinistierra (no recuerdo ahora cómo se llamaba la sala alternativa que abrió Sinistierra en Barcelona).  Yo asistí­, a mi vez, al taller de Enric y en la primera clase nos mostró la obra de Sophie en la que ésta habí­a partido de su persecución a un extraño hasta Venecia (no sé si fue para esta experiencia o para otra que Sophie contrató los servicios de un detective para que la siguiera a ella, a partir de las fotografí­as que le hizo el profesional ella organizó una exposición).  Enric nos pidió que inventáramos a un personaje que persigue y fotografí­a a otro en un viaje por alguna ciudad europea; yo no hice exactamente eso: me perseguí­ a mí­ misma a partir de las fotografí­as de mis dos viajes a Niza, pero eso es ya una batallita personal.

La obra de Sophie Calle es próxima al espí­ritu del Oulipo, fue por eso que el año pasado me volvieron a hablar de ella (en otro taller liteaio), precisamente el propio Vila-Matas.  A mí­ Shophie Calle me produce sensaciones contrapuestas, la idea que la inspira me resulta sugerente, pero sus plasmaciones empí­ricas no me acaban de convencer.  Ese es en general el problema de todos los neovanguardismos, parecen cumplir la predicción hegeliana de la muerte del arte por exceso de concepto en él.  Aquí­ embedo el video de la "novela de pared" que comentaba Bic, Prenez soin de vous, presentada en la última Bienal de Venecia (el artí­culo que enlaza Teje es de hecho la presentación que Sophie le encargó a Vila-Matas):


KAZtzI0cJQ8

Y el enlace a un comentario de la Bienal:
http://www.jesusencinar.com/2007/07/la-bienal-de-ve.html

Bajo el tí­tulo, Sophie Calley el "dolor exquisito" en clarin.com, comentan los rasgos más caracterí­sticos de esta fotografaescritoraexperimentadora y algunas de sus obras más célebres (la persecución en Venecia, por ejemplo, y, evidentemente, Exquisite Pain).  Extraigo algunos párrafos:

Una mujer abandonada, un dolor interminable, un espí­ritu curioso, un cuerpo siempre intervenido por la propia experiencia vital o expuesto a robar la vida de los otros. Ese parece ser el cóctel de rigor para el trabajo que desde hace más de 20 años viene ejecutando la notable artista francesa Sophie Calle.

En 1984 gané una beca para ir a Japón durante tres meses. Partí­ de Parí­s el 25 de octubre, sin saber que esa fecha marcaba el comienzo de 92 dí­as de cuenta regresiva hacia el final de una historia de amor, nada fuera de lo común, pero en ese entonces lo viví­ como el dí­a más infeliz de toda mi vida". Así­ narra Sophie Calle el móvil real que dio pie veinte años después a una muestra tan vital como conmovedora. Al regresar a Francia, cuando la gente le preguntaba cómo le habí­a ido en el viaje, ella salteaba clamorosamente su viaje a Japón y sólo contaba el sufrimiento del abandono.
Así­ fue que decidió embarcarse en una suerte de investigación entre sus amigos, preguntándoles cuál habí­a sido el momento en el que más habí­an sufrido. Calle indagó sistemáticamente hasta relativizar su dolor comparándolo con el de otras personas. El método fue radicalmente efectivo, ya que a los tres meses dejó de sufrir, al menos por ese abandono. El exorcismo habí­a funcionado. 

http://www.clarin.com/diario/2005/07/07/conexiones/t-1009151.htm

Volviendo a Vila-Matas, y más concretamente a Exploradores del Abismo (que yo lo terminara en algo más de una semana, con lo tortuga que soy, prueba que es de rápida lectura), parte precisamente del contacto personal entre Vila-Matas y Sophie Calle que nos es narrado en uno de los relatos que ha destacado Bic: Porque ella no lo pidió, del que yo destaco la primera parte El viaje de Rita Malu, justo el que Vila-Matas escrbió por encargo de la fotógrafa, ¿o acaso Sophie no le encargo nada? ¿dónde miente Vila-Matas en el libro o en la conferencia que nos dio en petit comité? ¿aceptó o no escrbirle la vida a la francesa?   Presentado como conjunto de relatos por exigencias editoriales, Vila-Matas tení­a intención de escribir una novela con los personajes que salpican los diferentes relatos, es por eso que en todos ellos aparece una convalescencia (el año pasado el autor sufrió un colapso renal que le tuvo varios meses hospitalizado), quizás por ello, siendo buenos textos, no acaban de resultar totalmente convincentes.  Otro leiv motiv que recorre la obra es el optimismo, explorar el abismo es llegar al lí­mite (quizás al centro, porque quizás el centro y el vací­o sean lo mismo) y los personajes vilamatianos alcanzan ese borde con una serenidad que es una esperanza, una espernza que ya no se ve atenazada por la espera.  Hay también un canto a la soledad elegida:

"Esconderse era el destino de todos esos amantes de la gloria solitaria, todos esos artistas que acabaron necesitando el aislamiento radical porque sabí­an que eso les aproximaba más al absurdo general de la existencia y a la soledad que tarde o temprano habrí­a de llegarle a lahora de la muerte.  Solitarios de sí­ mismos y tenaces exploradores del vací­o, todos ellos, un buen dí­a, se fueron en dirección a un horizonte helado, 'se fueron lejos para quedarse aquí­', que dirí­a Kafka"

Los relatos que he sentido más próximos son: "Amé a Bo", el que está escrito a modo de Sci-fi, y "Materia Oscura" porque su personaje central me recuerda al juez retirado de Rojo de Kievslovsky ¿es una metáfora de Dios? Quién sabe.

Y  a Bic, de todos los libros de Vila-Matas, obviamente le recomiendo Suicidios Ejemplares

[adolf]

El arte conceptual no es  neovanguardismo.