Libros 2008: Una odisea en el empacho.

[Rednuts]

Yo tengo muchas ganas de empezar el nuevo de Mendoza, aunque el último libro suyo de coñas marineras que leí­, el del Horacio 2, me resultó decepcionante. Los serios me obligaron a leerlos y por eso y otras cosas me cago en ellos con fruición.

[Azabache]

¿Alguien ha leí­do, condición sine qua non aléjense lo de oidillas, y quiere opinar sobre Siddharta de Hesse?

Les estarí­a muy agradecida.

Leí­do hace mil años. Me gustaba Hesse. Yo era tan joven y tan idealista. NO RECUERDO NADA DEL LIBRITO, JODER. Pero tengo un grato recuerdo de juventud revolucionaria asociado a ese autor y a su Lobo Estepario, en particular.
Pero oye, lo que pequeño que es, bien puedes hacer un esfuercí­n

[Otto]

Fui yo quien regaló a Shizuka la de Eduardo Mendoza.

Me gustó "Sin noticias de Gurb".

Me aburrió "La ciudad de los prodigios".

A ver.

[malika]

Fui yo quien regaló a Shizuka la de Eduardo Mendoza.

Me gustó "Sin noticias de Gurb".

Me aburrió "La ciudad de los prodigios".

A ver.

Siguiendo tu lí­nea....

Me reí­ con "El laberinto de las aceitunas" y "El misterio de la cripta embrujada".

Sin pena ni gloria pasó por mí­: "La aventura del tocador de señoras".


(Eduardo Mendoza, de esos autores que se mueven en arenas movedizas)

[lavozdormida]

os dejáis "la verdad sobre el caso savolta", me lo leí­ en la época escolar

[Rednuts]

Pues a mí­ de la trilogí­a del loco sin nombre el que más me gustó fue el del tocador de señoras, sin prejuicio de los otros dos. Con el alcalde de Barcelona te partes la polla.

[Shizuka]

Yo tengo muchas ganas de empezar el nuevo de Mendoza, aunque el último libro suyo de coñas marineras que leí­, el del Horacio 2, me resultó decepcionante. Los serios me obligaron a leerlos y por eso y otras cosas me cago en ellos con fruición.

Sólo he leí­do de este hombre "La ciudad de los prodigios" y pese a que me encantó, me lié a otras cosas y hasta ayer. Viendo vuestros comentarios tendré que ponerme al dí­a; si es que uno es capaz de ponerse al dí­a alguna vez.

S.

[Desde luego, este en concreto, parece que promete]

[California]

Martes 1 de abril de 2008 / 23:23

Informe Mendoza:

pág. 117. Esto sigue muy entretenido. Y, sí­, ya sabemos que la anterior de Mendoza era muy floja...

[servus]

ah, lo tengo en la estanterí­a desde el viernes aguantando las ganas de cogerlo, esperando a acabar el nuevo de Ian McEwan.

California, a mí­ "Mauricio y las elecciones primarias" me pareció muy buena, sobre todo después de, sí­, la flojera de "la aventura del tocador de señoras"

[Tejemaneje]

¿Alguien ha leí­do, condición sine qua non aléjense lo de oidillas, y quiere opinar sobre Siddharta de Hesse?

Les estarí­a muy agradecida.

Leí­do hace mil años. Me gustaba Hesse. Yo era tan joven y tan idealista. NO RECUERDO NADA DEL LIBRITO, JODER. Pero tengo un grato recuerdo de juventud revolucionaria asociado a ese autor y a su Lobo Estepario, en particular.
Pero oye, lo que pequeño que es, bien puedes hacer un esfuercí­n

Hace más de diez años me prestaron un tomo donde vení­an El Lobo Estepario, Siddharta y Damian (o Demian, que no me acuerdo). A pesar de que era un joven rebelde que no dudaba en cruzar la calle sin mirar a los dos lados, sino exclusivamente al semáforo, e incluso alguna vez llegué a abrir una bolsa de Conguitos en el Pryca para comerme un puñado, me aburrió bastante.

[Bic]

¿Alguien ha leí­do, condición sine qua non aléjense lo de oidillas, y quiere opinar sobre Siddharta de Hesse?

Les estarí­a muy agradecida.

Leí­do hace mil años. Me gustaba Hesse. Yo era tan joven y tan idealista. NO RECUERDO NADA DEL LIBRITO, JODER. Pero tengo un grato recuerdo de juventud revolucionaria asociado a ese autor y a su Lobo Estepario, en particular.
Pero oye, lo que pequeño que es, bien puedes hacer un esfuercí­n

Hace más de diez años me prestaron un tomo donde vení­an El Lobo Estepario, Siddharta y Damian (o Demian, que no me acuerdo). A pesar de que era un joven rebelde que no dudaba en cruzar la calle sin mirar a los dos lados, sino exclusivamente al semáforo, e incluso alguna vez llegué a abrir una bolsa de Conguitos en el Pryca para comerme un puñado, me aburrió bastante.

Como tercero en discordia, he de decir que me ocurrió más o menos lo que a Azabache: recuerdo "El lobo estepario" con muchí­simo cariño (especialmente el final, con toda la parte lisérgica del "Teatro para locos"), pero en cambio no sabrí­a decir ahora nada de "Siddharta", que leí­ más o menos por aquellas fechas. Me gustó, pero no me debió marcar tanto como "el lobo": en Siddharta marqué un montón de frases, de eso sí­ me acuerdo, pero como no conservo el librito original (que a saber dónde anda después de tanta mudanza) no sabrí­a decir cuáles o por qué.


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Segundo libro de Coetzee del año (y vendrán más): "El maestro de Petersburgo".



Este es un libro bastante extraño: una ficcionalización sobre la muerte (¿violenta?) del hijastro de Dostoyevski y la posterior visita del escritor a Petersburgo, allá en 1870, para hacerse cargo del entierro y aclarar las circunstancias del deceso. De hecho la narración resulta tan creí­ble que llegué a pensar que habí­a más realidad en el libro de la que hay: el presunto hijastro de su última esposa no existió ni por tanto fue asesinado.

Pero esta excusa argumental le sirve a Coetzee para realizar un retrato psicológico absolutamente magistral de Dostoyevski, en un estilo extraño que mezcla la parca sequedad ya comentada del sudafricano con el enérgico y a veces febril estilo del ruso. El personaje Dostoyevski no es aquí­ la alegrí­a de la huerta: si ya vení­a destrozado de pena por la muerte del hijo, no le ayudan a mejorar su ánimo los paseos por Petersburgo bregando con policí­as, revolucionarios (Nechaev, este sí­ personaje real), la casera que acogió a su hijo en sus últimos dí­as y su lolitesca hijita preadolescente. Tiene gracia ver cómo a partir de todo lo que le va sucediendo Dostoievsky encuentra material para construir su libro de "Los demonios", donde el personaje de Stavogrin queda definido a imagen y semejanza de su hijo muerto.

En fin: este libro de Coetzee en sí­ mismo no engancha tanto ni es tan redondo como "La edad de hierro", y hay que leerlo teniendo en cuenta que es una novela psicológica con muy poquita acción y argumento... La gracia (que la tiene) está en las deprimentes reflexiones sobre la muerte del hijo, los coqueteos revolucionarios que formarán la base polí­tica de "Los demonios" y la forma en que se narra la tórrida relación adúltera en que se verá envuelto.


Sabe qué es la pena. Esto no es pena. Esto es la muerte, una muerte que llega antes de estar en sazón, que llega no para abrumarlo y devorarlo, sino simplemente para estar con él. Es como un perro que hubiese venido a vivir con él, un perro grande y gris, ciego y sordo, y estúpido, inconmovible. Cuando duerme, el perro duerme; cuando despierta, el perro despierta; cuando sale de casa, el perro se arrastra tras él.

P & L

[California]

Informe Mendoza:

Acabada por fin.

Digamos que es divertida y que el último cuarto del libro se hace un poco pesadito.

Podrí­amos colocarla, pues, entre sus obras tirando a flojas.

[Oddball]

Pues a mí­ de la trilogí­a del loco sin nombre el que más me gustó fue el del tocador de señoras, sin prejuicio de los otros dos. Con el alcalde de Barcelona te partes la polla.

Coño, por fin alguien con un poco de sangre en las venas. Yo es que es ver por la tele al Joan Clos y coño, a ver si me lo releeo un dí­a de estos...


Le tengo yo a este libro un cariño especial, que recien llegado al paleoareopago se lo recomendé a la Mozart y básicamente me mandó a cagar.

[Porfirio]

Como todaví­a no se me da bien eso de citar otros mensajes, mi respuesta es para quién pregunta sobre el libro de Siddharta.

Durante mi adolescencia, fue mi libro de cabecera.  Releí­do hasta la saciedad.

Era un librito que compré de esos de cien pesetillas en un tenderete, de una calidad í­nfima y hojas amarillas y bastas.  Aún lo tengo, y me emociono al abrirlo y pensar en la persona que fui y que he perdido por el camino.

Lleno de anotaciones, subrayados y demás parafernalia trascendental de los 16.

Aunque hace años que no lo leo, aún recuerdo algo. Trata sobre dos chicos jóvenes de las clases altas hindúes que emprenden un camino buscando la paz interior y la perfección, fuera de doctrinas y fuera de directrices.  Van por libre los dos.  Siddharta sucumbe ante Epicuro.  Al cabo del tiempo recobra la lucidez y emprende nuevamente el camino.  Encuentra a un barquero que le enseña el camino de la sencillez, y al final descubre que la sabidurí­a no está en las doctrinas sino en las experiencias y que es imposible de comunicar.

Un libro que tiene su tiempo y su momento.

[Porfirio]

En cuanto a lo que estoy leyendo, suelo tener varios libros empezados y repartidos por casa.

última salida para brooklyn, el dí­a de la independencia y la loca de la casa. (de todo un poco).

Por cierto, habéis leí­do la última novela de lencero Landero? (Hoy, Júpiter) Perdón por el lapsus.  Aunque lencero también es un escritor. ¡que conste! la metedura de pata no ha sido tan grande...