Libros 2008: Una odisea en el empacho.

Iniciado por ferdinand, Enero 08, 2008, 02:22:58 PM

Tema anterior - Siguiente tema

California


sí­, justicia poética o algo así­

Bic

Uno de los libros que compré el pasado Sant Jordi: "Diario de un mal año", de J.M. Coetzee, recomendado por Azabache en las primeras páginas de este hilo.



Podrí­a haber aparecido en el hilo de Novela Moderna, tanto por la mezcla de géneros como por sus diferentes órdenes y niveles de lectura. En efecto, Diario de un mal año es en realidad tres libros en uno, ya que cada una de sus páginas está dividida en tres secciones. La primera (la más extensa) recoge una serie de "opiniones contundentes": artí­culos periodí­sticos a medio camino entre la columna periodí­stica polémica y el ensayo de actualidad, escritos por un trasunto del anciano Coetzee al que se menciona como señor C.  Son escritos breves, de dos o tres páginas cada uno, sobre temas como la guerra de Irak, la pederastia, la religión, Guantánamo, los orí­genes del Estado...

La segunda y tercera secciones de cada página recogen una historia algo más sórdida y prosaica: cómo el señor C. se ve atraí­do por una vecina guapí­sima a la que contrata como mecanógrafa y secretaria, a pesar de no tener ninguna experiencia en este campo. En la segunda sección es el señor C. quien piensa y recuerda, en la tercera son la propia vecina (Anya) o su lamentable pareja (Alan) quienes presentan su punto de vista sobre las opiniones de C. y lo que ocurre con sus vidas.

Cuando leo lo que unas horas antes ella ha convertido, a partir de una grabación de mi voz, en letras de catorce puntos, hay momentos fugaces en los que veo estas opiniones contundentes mí­as a través de los ojos de Anya, veo lo anticuadas que pueden parecerle a una mujer completamente moderna, como los huesos de alguna extraña y extinta criatura, medio ave, medio reptil, a punto de transformarse en piedra.

Tenemos pues un libro con varios niveles y estilos de escritura: del puramente cerebral y ensayí­stico de los artí­culos al más emocional y narrativo sobre cómo se escribieron. Anya acaba afectando de varias maneras a lo que C. acabará escribiendo, sobretodo en la segunda parte del libro: las relaciones entre los artí­culos y la "vida real" van siendo cada vez más evidentes a medida que avanzan las páginas.

Me encanta la forma despiadada en que Coetzee se retrata a sí­ mismo: es curiosa ver la mala baba que destila hacia su propia imagen de "intelectual comprometido"... En fin, en resumen: tercer libro de Coetzee que leo este año, y probablemente no será el último, a pesar de que "La edad de hierro" sigue siendo el mejor por ahora, y con diferencia.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Bic

A recomendación Bette-shizukiana, he estado leyendo estos dí­as "La elegancia del erizo", de Muriel Barbery. Sí­, el mismo libro que hace unas pocas páginas despertó los recelos del Califa por su portada, digamos, Ameliesca:



Una quincuagenaria portera de finca urbana de alto standing se esfuerza por pasar desapercibida amoldándose a los estereotipos porteriles (mandil, olor a col, antipatí­a, televisión siempre encendida), escondiendo una inteligencia afilada y una enorme cultura. En el mismo edificio, una niña de doce años superdotada, hastiada del mundo e infeliz planea prender fuego a la casa y luego suicidarse. Y cuando un respetable caballero japonés se muda a la finca, surge una oportunidad de ponerlas en contacto...

Antes que nada, diré que me ha gustado este libro, pongamos *** que se convierten en **** sobre cinco, siendo la cuarta estrella asignable a la niponofilia de la que ahora comentaré alguna cosa. Hay una fina lí­nea entre los libros elegantes "con mensaje" y los "autoayuda a lo Coelho", y gracias a Dios esta novela consigue ser lo primero y no lo segundo. Los personajes principales están muy bien caracterizados: la santí­sima trinidad Paloma-Manuela-Renée, con Kakuro como catalizador, queda retratada tanto por lo que ellos cuentan de sí­ mismos como por la forma en que les ven los demás. No intentan parecer tiernos (de hecho la primera reacción al leer las entradas del diario de la niña puede ser estrangularla), dejan bien claras sus filias y fobias y en algún momento en inevitable pensar que si se muerden la lengua se envenenan. Y sin embargo acaban resultando personajes cercanos, cálidos y... Sí­, conmovedores. Y al final, ay, al final...

Las reflexiones filosóficas de Paloma y Renée no caen en la pedanterí­a (aparecen Tolstoi, Vermeer o Husserl, pero sin pretender escribir un ensayo), y son especialmente interesantes algunas entradas del "diario del movimiento del mundo" de la niña. La niponofilia tiene un papel secundario pero bien ajustado: no es la tí­pica boberí­a de "todo lo japonés es mejor porque sí­", sino que las referencias que aparecen (las puertas correderas, Yasujiro Ozu, el minimalismo) están bien traí­das y justificadas.

He estado curioseando crí­ticas escritas por ahí­, y me ha hecho gracia ver cómo el libro produce opiniones encontradas: hay gente que lo odia a muerte y para otros es poco menos que la Biblia. Es curioso, porque hay gente que parece sentirse atacada por esta novela tras haberla leí­do...

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

California

CitarHe estado curioseando crí­ticas escritas por ahí­, y me ha hecho gracia ver cómo el libro produce opiniones encontradas: hay gente que lo odia a muerte y para otros es poco menos que la Biblia. Es curioso, porque hay gente que parece sentirse atacada por esta novela tras haberla leí­do...


yo me siento atacado ya de entrada, sin haberla leí­do


CitarEn el mismo edificio, una niña de doce años superdotada, hastiada del mundo e infeliz planea prender fuego a la casa y luego suicidarse

ay!

Bic

Cita de: California en Junio 01, 2008, 06:34:58 PM
ay!

;D
Que el libro está bien, hombre de Dios: no te diré que lo leas, pero sí­ que es mejor de lo que imaginas. Olví­date de la portada remoñas de la edición castellana y su niña gafotas: igual la imagen de la catalana te gustará más, que es más sobria:



Aunque puestos a ilustrar el concepto "elegancia del erizo" tal vez serí­a aún mejor esta otra imagen de portada:



P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Carson_

Bic, ahora que estoy pelí­n más relajada -es un decir, porque me han clavado 2.500 de Hacienda, además de gastos varios-, me apetece leer al dichoso Bolaño. Dime por cuál empiezo.

Bic

Cita de: Carson_ en Junio 01, 2008, 11:25:54 PM
Bic, ahora que estoy pelí­n más relajada -es un decir, porque me han clavado 2.500 de Hacienda, además de gastos varios-, me apetece leer al dichoso Bolaño. Dime por cuál empiezo.



Supongo que lo mejor serí­a que empezaras a saco por "Los detectives salvajes"... O, en su defecto, por "Amuleto", que es una especie de breve spin-off centrado en un personaje secundario de Los detectives salvajes. Yo empecé por "2666", que es mi favorita, pero reconozco que la de los detectives es quizá una mejor novela, en el sentido de estar más trabajada y estructurada.

Otra opción es hacer una cata previa del estilo bolañés leyendo alguna de sus conferencias: la que he recomendado en algún otro hilo es una que considero magistral: "Literatura + enfermedad = enfermedad".

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-750-2003-09-28.html

O también el discurso de aceptación del premio Rómulo Gallegos por "Los detectives salvajes": el discurso de Caracas.

http://garciamadero.blogspot.com/2008/04/discurso-por-la-aceptacin-del-premio.html

Ya me contarás...

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

California



Como no lo vais leer, cabrones, copipasteo del bobelia:

El encantamiento emocional e intelectual que logra Robertson Davies en la Trilogí­a de Deptford es admirable. La segunda entrega de este proyecto, La mantí­cora, es una exploración psicológica en varios personajes, sobre todo la de un joven marcado por su padre que acude al psicoanalista en Suiza tras el asesinato misterioso de éste. Una trama que presenta la incapacidad de un hombre para sentir y su ruta para encontrarse a sí­ mismo.

Segunda parte de la llamada Trilogí­a de Deptford y continuación de El quinto en discordia, La mantí­cora es un regalo postergado para tiempos de hambre, los actuales, es como un festí­n en el mejor restaurante tras años de pan duro. Robertson Davies fue un narrador inspirado y perfecto, además de estar dotado de una gran humanidad. Construí­a sus sagas novelí­sticas -cuatro trilogí­as, la última, de Toronto, inacabada- con precisión y soltura y sin olvidar nunca que la novela descansa en algo tan denigrado como el "encantamiento", aquí­ logrado tanto en el plano emocional como en el intelectual. Davies sume al lector en un mundo que, desde luego, no le es ajeno y con fascinación creciente le deja explorar sus dominios.

La de Deptford la concibió el canadiense como una exploración psicológica en las vidas de personajes nacidos en una pequeña ciudad de Ontario, reminiscencia de su natal Thamesville. Exploración jungiana basada en algo tan querido por él, que fue actor y un amante de Shakespeare, como los arquetipos y las máscaras. Quizá porque el primer libro tení­a demasiadas claves autobiográficas (también él habí­a sido profesor y director de escuela como Ramsay, que contaba su vida), en este segundo Davies decidió acercarse a sus experiencias y sus emociones vitales por alejamiento. Ramsay queda en un plano muy secundario y salta al escenario su amigo de la infancia, el millonario Boy Staunton, de la mano sin temblor de su hijo, que se analiza en la consulta de una doctora en Zúrich.

David, abogado penalista, soltero y borrachí­n, recurre a la doctora Von Haller para salir de la obsesión por la muerte de su padre, sacado del puerto de Toronto en su propio coche con una piedra en la boca. Uno intuye que esa piedra tendrá importancia más adelante, como la tuvo la bola de nieve que lanzó el muerto hacia Ramsay en el primer libro y que impactó en una embarazada de Deptford, aunque quizá sea en la novela que cierra la trilogí­a donde adquiera toda su transcendencia. Pero nadie tema perderse. La mantí­cora es un mundo cerrado e infinito (por lo que muestra y por lo que sugiere) que no necesita antecedentes ni prolongaciones. Es el mundo de los Staunton. Un mundo que surge de las evocaciones del racional abogado que se analiza, un hombre severo consigo mismo hasta la tiraní­a, que tiene imaginación y voluntad de sacrificio, pero que carece de habilidades para sentir. Y por eso no puede ver a las personas como son o fueron, sino como entidades fijas e inmutables, estatuas de acero de polo positivo o negativo.

El primer tercio de la novela es un apasionante diálogo entre David y la doctora Von Haller. De él van saliendo personajes que materializan la Sombra, el Amigo, el ínima, etcétera, pero sobre todo surge la pesada "carga de asuntos inconfesables que sobrelleva cualquier hombre y que a veces parece ser realmente indecible". David es un hijo marcado por la fuerza del padre, como los personajes de Kafka, y aquél lo fue por el suyo, el abuelo, la mentalidad del cual es descrita como "un depósito de cadáveres, donde gran variedad de ideas difuntas se conservan sobre lajas de mármol". Luego asistimos a la lucha de David contra los trasgos, en la que el analizado intercala su "hoja de ruta" con los comentarios de la doctora, para acabar con el diario de Sorgenfrei, donde el protagonista se encuentra de nuevo con Ramsay, el mago Eisengrim y una mujer, Liesl, su nueva iniciadora en el arte de sentir. Sólo en ese diario notamos un ligero artificio, compensado por la rotunda realidad de las personas y la verdad del simbolismo.

Si en El quinto en discordia el "tema" principal era el personaje supernumerario y a la vez esencial para entender la historia que se cuenta ("el guardián de la conciencia"), aquí­ el "tema" es la búsqueda arqueológica del amor por el camino difí­cil que llevará al protagonista al corazón de sí­ mismo en una cueva suiza. En el fondo, nuestro autor es fiel a sus ancestros y a su educación. Con la referencia final a los osos, Robertson Davies desvela su alma canadiense y entonces comprendemos que toda esta espléndida filigrana narrativa es en realidad una suerte de sublimada confesión con provecho para los semejantes, algo muy norteamericano. No es una casualidad que Davies repita dos veces la cita de Ibsen según la cual vivir es luchar contra los trasgos y escribir juzgarse a uno mismo. Pues bien, gracias a la ayuda de Van Haller el último Staunton se juzga y absuelve, dejando que los demás luchen en su tiempo ("el que era, el que es y el que pasa") y se absuelvan si pueden. Ahora sólo nos queda esperar la tercera entrega para seguir admirando a un escritor que se nos habí­a perdido en los desbaratados anaqueles.

Bic

#743
Cita de: California en Junio 02, 2008, 12:32:56 PM
Como no lo vais leer, cabrones

Hombre, quién sabe: este año llevas unas recomendaciones brutales, así­ que ya estoy buscando algún libro de este tal Robertson Davies en la biblioteca... Lo he puesto detrás de Bruno Schulz en la lista.

A todo esto, ayer noche terminé un librito llamado "Ojos a la parrilla", de un italiano con pinta de loco llamado Tiziano Scarpa.



Nunca habí­a oí­do hablar de éste tipo, pero el libro me llamó la atención cuando lo vi en mi última visita al Mercat de Sant Antoni y lo compré. A lo mejor el de la trece, nuestro corresponsal en Italia, ha oí­do hablar de él...


Este es Scarpa, no el de la trece.

El libro en sí­ es de los más raros que he leí­do últimamente, y eso es decir mucho en un año en que me están cayendo bastantes excentricidades en las manos. Su argumento: un periodista y escritor llamado Alfredo (¿Martingo?) rescata a una joven que se ha lanzado a un canal de Venecia desde un ferry en pleno ataque de diarrea (cuyo origen, por cierto, no se explica hasta bien entrada la novela). Tras el rescate, Alfredo lleva a la chica a su casa, curiosea entre sus papeles y le explica a su futuro e hipotético hijo Alfredo jr. todo lo que consigue averiguar sobre ella... Entre otras cosas, que se gana la vida como dibujante, sustituyendo los genitales censurados en los manga hentai por pollas y coños anatómicamente correctos.

El libro mezcla textos de estilos diferentes, aunque manteniendo casi siempre un tono burlón y coñonamente doctoral (enumeraciones, citas a pie de página, chorradas espermáticas presentadas con lenguaje académico). Según en qué capí­tulos resulta muy divertido y original, mientras que en otros puede hacerse pedante o pelmazo... Pero sumando pros y contras, ganan los pros: pongamos *** sobre 5.

En este enlace colgué un extracto del libro, un fragmento de una carta al director enviada por uno de los personajes a la revista de manga X en que trabaja la protagonista. La pregunta que la motiva: ¿es una foto porno "mejor" que un dibujo porno?

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

problemaS

Bueno, ayer hice el encargo veraniego a Amazon, y oh sorpresa, el impulso lo ha dado un tí­tulo de ficción que puede ser un descubrimiento (solo para los geeks que leen el Necromicon y los libros de divulgación de Penrose):

CitarDavid Swift, a professor at Columbia University, is called to the hospital to comfort his mentor, a physicist who's been brutally tortured. Before dying, the old man wheezes "Einheitliche Feldtheorie." The Theory of Everything. The Destroyer of Worlds. Could this be Einstein's proposed Unified Theory--a set of equations that combines the physics of galaxies with the laws of atoms? Einstein died without discovering it. Or did he? Within hours of hearing his mentor's last words, David is running for his life. The FBI and a ruthless mercenary are vying to get their hands on the long-hidden theory. Teaming up with his old girlfriend, a brilliant Princeton scientist, David frantically works out Einstein's final theory to reveal the staggering scope of its consequences.
No vemos las cosas como son, sino como somos.

yonodio

Cita de: Mode problemaS en Junio 04, 2008, 09:50:09 AM
Bueno, ayer hice el encargo veraniego a Amazon, y oh sorpresa, el impulso lo ha dado un tí­tulo de ficción que puede ser un descubrimiento (solo para los geeks que leen el Necromicon y los libros de divulgación de Penrose):

CitarDavid Swift, a professor at Columbia University, is called to the hospital to comfort his mentor, a physicist who's been brutally tortured. Before dying, the old man wheezes "Einheitliche Feldtheorie." The Theory of Everything. The Destroyer of Worlds. Could this be Einstein's proposed Unified Theory--a set of equations that combines the physics of galaxies with the laws of atoms? Einstein died without discovering it. Or did he? Within hours of hearing his mentor's last words, David is running for his life. The FBI and a ruthless mercenary are vying to get their hands on the long-hidden theory. Teaming up with his old girlfriend, a brilliant Princeton scientist, David frantically works out Einstein's final theory to reveal the staggering scope of its consequences.


Tomo nota, pero soy muy malo leyendo novela en ingles asi que esperare a una posible traduccion.

Para pajas mentales y otros procesos masturbatorios del coco, leeros a Greg Egan, sobre todo Ciudad Permutacion y El Instante Aleph.

California

CitarPara pajas mentales y otros procesos masturbatorios del coco, leeros a Greg Egan, sobre todo Ciudad Permutacion y El Instante Aleph.

estoy mirando por internet y tiene muy buena pinta.

he bajado un cuento que se llama El asesino infinito, y voy a echarle un vistazo a Ciudad Permutación.

yonodio

Cita de: California en Junio 04, 2008, 07:24:22 PM
CitarPara pajas mentales y otros procesos masturbatorios del coco, leeros a Greg Egan, sobre todo Ciudad Permutacion y El Instante Aleph.

estoy mirando por internet y tiene muy buena pinta.

he bajado un cuento que se llama El asesino infinito, y voy a echarle un vistazo a Ciudad Permutación.

Ya contaras (que conste que he avisado  ;D )

problemaS

De Greg Egan solo he leí­do Ciudad Permutación y me gustó mucho. De hecho liga mucho con el libro de David Deustch "La estructura de la realidad", en el que hay una definición de la realidad como el conjunto de entradas sensoriales procesadas por el cerebro, y una disquisición sobre el "tiempo real" que se podrí­a obtener del proceso de un ordenador que procesase una sola instrucción... por año, y cómo, para la "mente" que lo procesa, el tiempo podrí­a ser tan real y continuo como el tiempo real que percibimos, y esto es una de las cosas que utiliza Egan para explicar algunas de las "mentes descargadas" de su libro y cómo logran sobrevivir mendigando ciclos de proceso...

It will blow up your mind!!!


No vemos las cosas como son, sino como somos.

yonodio

Cita de: Mode problemaS en Junio 05, 2008, 10:27:17 AM
De Greg Egan solo he leí­do Ciudad Permutación y me gustó mucho. De hecho liga mucho con el libro de David Deustch "La estructura de la realidad", en el que hay una definición de la realidad como el conjunto de entradas sensoriales procesadas por el cerebro, y una disquisición sobre el "tiempo real" que se podrí­a obtener del proceso de un ordenador que procesase una sola instrucción... por año, y cómo, para la "mente" que lo procesa, el tiempo podrí­a ser tan real y continuo como el tiempo real que percibimos, y esto es una de las cosas que utiliza Egan para explicar algunas de las "mentes descargadas" de su libro y cómo logran sobrevivir mendigando ciclos de proceso...

It will blow up your mind!!!


Pero no es realmente un libro de "facil" lectura. Mas asequibles son Cuarentena y creo que Teranesia (aunque lo tengo, aun no lo he leido).