Libros 2008: Una odisea en el empacho.

Iniciado por ferdinand, Enero 08, 2008, 02:22:58 PM

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Bic

Otro libro de la colección ci-fi (Dan, ¡hoy por fin te he enviado el CD!) que ha resultado un éxito: "Pensad en Flebas", de Iain M. Banks.



Por lo que veo por ahí­, es la primera novela ambientada en el universo de la Cultura de una serie de cuatro o cinco, que probablemente me decida a leer pronto... Porque "Pensad en Flebas" ha resultado ser una space opera hasta cierto punto "clásica" pero con unas cuantas caracterí­sticas que la hacen única y original:

- Narra un episodio menor de una guerra interestelar entre dos civilizaciones, la hedonista Cultura post-terrestre y la religiosa y aliení­gena Idir. A diferencia de otras novelas o pelí­culas donde los actos de unos pocos acaban decantando la balanza de la guerra a un lado o a otro, aquí­ la importancia de los robos y espionajes por los que matan y mueren los protagonistas es mí­nima... La guerra no depende de esfuerzos individuales más de lo que una tormenta depende de cada gota de agua.

- El protagonista es moralmente ambiguo: un Cambiante (raza que puede modificar su apariencia a voluntad) llamado Horza, enemigo de la Cultura y por tanto circunstancialmente aliado de los idiranos. Es un poco como el espí­a alemán de “El ojo de la aguja”: vale, está con los nazis, pero es el protagonista y toda la pelí­cula se ve a través de sus ojos. Son fascinantes las crí­ticas y justificaciones que da Horza para ir en contra de la Cultura a pesar de que eso implique aliarse con fanáticos religiosos... Y la relación de desconfianza/respeto que establece con una espí­a que viene a ser su contrapartida en la Cultura.

- La propia Cultura me ha dejado intrigado... A primera vista parece una sociedad estilo Star Trek: pacifismo relativo (bien que las naves llevan fáseres), expansionismo "suave", sociedad en la que no existen ni el dinero ni la crisis energética...  Un detalle curioso es que la Cultura está en realidad dirigida por Mentes artificiales de inteligencia portentosa, mientras que los humanos que las han creado dedican su vida al sexo, la buena mesa y los placeres mundanos e intelectuales...

- La importancia de la escala: en este libro no es todo grande, sino gigantesco, y el sense of wonder hace horas extras... Por ejemplo, varios capí­tulos tienen lugar en un Orbital, una estructura artificial rotatoria en forma de anillo de unos diez millones de kilómetros de diámetro y dotada de atmósfera, mares y continentes. Algo como ésto:



- El ritmo de la narración es aceleradí­simo: hay más de quinientas páginas pero muy pocos momentos muertos. Sobretodo la primera parte de la novela es una sucesión de batallas y cliffhangers a cual más bestia: el protagonista empieza a punto de ahogarse literalmente en mierda, y de ahí­ para arriba... Desde andar flotando a la deriva en el espacio hasta ser cuasidevorado por un sacerdote caní­bal. Imaginación a espuertas, situaciones imposibles y un superviviente nato que quiere cumplir su misión aunque tenga que sacrificar las vidas de quienes le rodean o la suya propia.

En resumen: un libro de aventuras ci-fi muy entretenido, trepidante y original.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Porfirio

Ya está a la venta el último pulitzer. 

La maravillosa vida breve de Oscar Wao  de  Junot Diaz.

Acabo de encargarmelo a lacasadelibro. Es caro, pero no me apetece esperar a edicciones más baratas. 

Acabo de leer el primer capí­tulo online y promete.

ferdinand

"Santuario", W. Faulkner.
Insoportable.

belzebu

A pesar de toda la publicidad que le están dando en Libertad Digital y la Cope, pensaba que "Cómo ser un icono progre", del í­nclito Pablo Molina, sólo se venderí­a en algunas librerí­as de Madrid, cuando el viernes pasado vi que lo habí­a comprado la biblioteca donde curro, a petición de un usuario. Hará un buen contraste con las hagiografí­as de Zapatitos, a cargo de Suso de Toro, Manuel Campo Vidal y demás lamepollas.

Tendré que apuntarme a la cola de lectura, y luego emitir un informe aquí­.

Oddball

Ya está disponible en edición bolsillo el último libro de Joseph Wambaugh(el tipo de El campo de cebollas, Los nuevos centuriones, Los chicos del coro, El caballero de azul*). Y prologado por James Ellroy, para el particular deleite de nuestro Gilles. Novela negra para Hombres, fans del henning Mankell ese abstenerse.


Por otra parte, esta mañana me he hecho con este par







Tokyo Station, por lo que llevo ojeado viene a ser un mix de novela iniciática y/o de espionaje circunscrita en el japón previo a la segunda guerra mundial, con un personaje que si el Cruz Smith lo hace medianamente bien, osea en su linea, puede ser un cocktail molón entre el Ballard niñato de El Imperio del Sol, Harry Lime y media docena de espí­as crepusculares y perdedores totales made in lecarré. Se verá.


Y bueno, en fin, respecto al otro tocho, que alguien le anude el babero a Danuto.








* Este le deberí­a sonar a las abuelas del foro, porque en el se basó el personaje de George Kennedy, Bumper, el pasma que apatrullaba las aceras de L.A. haciendo titeres con la porra, en la serie aquella de los setente llamada...El caballero de azul.

kim





Que detalle que aún os acordéis de mí­.
Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.

yonodio

#756
Cita de: Oddball en Junio 09, 2008, 01:17:56 PM



Buff, este tipo de libros me toca la fibra. Tierra calcinada, una gozada

Mas tochos recomendables en la misma linea:

Nemesis (la derrota del Japon)

y el otro buen libraco de Max Hastings

Armagedon (puese ser el complemento de Tierra Calcinada, ya que toca el frente del este de 1944 a 1945.
Añadiria la reedicion de los Ultimos 100 Dias de John Toland (el final de la guerra, en 1945).

Para continuar, mas ladrillos (absolutamente recomendables):

Un ejercito al al amanecer (operacion Antorcha):

(premio Pulitzer)

y su continuacion, el Dia de la Batalla (Sicilia y la campaña de Italia):



Falta el tercero (aun no editado que cerrara la trilogia).

Shizuka

Cita de: Bic Cristal en Junio 01, 2008, 02:59:49 PM
... una niña de doce años superdotada, hastiada del mundo e infeliz planea prender fuego a la casa y luego suicidarse.

Ay, sí­. ¡Ay!

En lí­neas generales considero que tu reseña es bastante acertada -aunque parezca que intentes justificar el cuarto asterisco por temor a que te llamen pedorra- pero lo que cito aunque cierto, merece una explicación para evitar más prejuicios. Quiero decir que al menos en este caso, los matices son importantes: planea prender fuego a la casa pero el motivo es adorablemente "razonable" por no hablar de que si está hastiada del mundo y es infeliz, se debe fundamentalmente a que es superdotada. Y es que al menos yo, haciendo nuevamente alarde de mi manifiesta posmodernidad -o pedorrez manifiesta, a elegir-, tiendo, así­ de primeras, a la empatí­a. Porque si bien es cierto que en según qué casos y circunstancias un zapatillazo a tiempo lo cura casi todo, cuando se trata de este tipo de niños, el asunto cambia considerablemente. Esto, y que leyendo el "diario del movimiento del mundo" o alguna de las "ideas profundas" de Paloma, no puedo evitar pensar en lo lejos que está Donnie -¡eh, Negro!- de Matilda o Juno. ¿Qué decir, salvando las diferencias, del Kafka de Murakami?

Además de que las referencias niponófilas están muy bien traí­das tal y como dices, las que se refieren a música, literatura, pintura, cine y fotografí­a no se quedan atrás ni mucho menos. Y el estilo narrativo, ¿qué te pareció?

Por cierto, la autora estará durante un año en Tokio escribiendo gracias al puñetero erizo.

Te dejo que la envidies, va.

Bic

He leí­do del tirón "Firmin", primera novela de un barbas llamado Sam Savage.



Es una novelita maja, a la que como pega principal podrí­a poner que se termina en dos patadas dejando con bastantes ganas de más. El narrador, Firmin, es básicamente una rata: no un mullido ratoncito disneyano sino una rata más bien repulsiva pero a la que una ingesta  literal y prematura de hojas de Joyce confiere capacidad para leer y una tendencia algo yonki a tragarse (en todos los sentidos) un libro tras otro. Decir que me he sentido identificado con una rata de alcantarilla suena un poco raro, pero es en cierta forma inevitable: Firmin se describe como un tipo "más bien cí­nico, moderadamente vicioso y un experto en melancolí­a", y sus aficiones principales son la lectura compulsiva y ver pelí­culas X de madrugada (o "admirar a las Beldades").

El libro no es para nada una comedia, aunque tiene un cierto sentido del humor negro y decadente. El tono de la narración es más bien melancólico sin ser afectado, triste sin llegar a lacrimógeno. La vida de Firmin es una puta desgracia detrás de otra, y su decadencia se mimetiza con la del barrio en que vive, condenado a la demolición por paupérrimo e insalubre. Al final del libro hay una pequeña nota en que el autor explica qué partes de la narración son reales: la novela está ambientada en los barrios bajos del Boston de los años sesenta, entre librerí­as de viejo y cines mugrientos de sesión continua.

Mientras leí­a el libro me vení­an a la cabeza otras historias narradas por ratas, en especial dos cuentos cortos que aprovecho para recomendar: "Josefina la cantora", de Kafka, y "El policí­a de las ratas", de Bolaño, incluido en "El gaucho insufrible". Tanto en estos cuentos como en "Firmin", las ratas son una metáfora de una parte de nosotros mismos y nuestra sociedad, un espejo deformante que a fin de cuentas acaba no deformando tanto.

Pues eso: un libro interesante, a la vez gracioso y deprimente, con un buen final y algunas reflexiones majas sobre la literatura y lo lamentable de la vida.

P & L

P.S: Ah, y valen mucho la pena las ilustraciones de Krahn, por cierto: captan perfectamente el espí­ritu del texto.
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Bic

Cita de: Shizuka en Junio 09, 2008, 11:36:42 PM
En lí­neas generales considero que tu reseña es bastante acertada -aunque parezca que intentes justificar el cuarto asterisco por temor a que te llamen pedorra-

Jajaja, no, si estoy acostumbrado a que en gustos lectores me llamen de todo: piensa que he defendido (¡en este foro!) varios libros de Javier Marí­as o Pérez-Reverte... Lo de la cuarta estrella lo decí­a en serio: en mi caso viene de la habilidad con que la autora utiliza las referencias japonesas, que no es fácil colar como algo coherente en lugar de como pastiche... Y lo consigue. Ahora me da pereza transcribir por ejemplo algún haiku, el fragmento de las puertas correderas o los diálogos que reproduce de una pelí­cula de Ozu, pero el caso es que ahí­ mi niponofilia me hizo levantar las orejas y prestar más atención al texto.

Citarsi está hastiada del mundo y es infeliz, se debe fundamentalmente a que es superdotada. Y es que al menos yo, haciendo nuevamente alarde de mi manifiesta posmodernidad -o pedorrez manifiesta, a elegir-, tiendo, así­ de primeras, a la empatí­a. Porque si bien es cierto que en según qué casos y circunstancias un zapatillazo a tiempo lo cura casi todo, cuando se trata de este tipo de niños, el asunto cambia considerablemente.

Pues sí­. A mí­ no me resultó repelente la niña en ningún momento, a pesar de que, sobretodo en los primeros capí­tulos del diario de "ideas profundas", casi parece que se esfuerce adrede en parecer orgullosa y condescendiente. Pero no es difí­cil encariñarse luego con ella, empatizar con alguna de sus frustraciones y desear que encuentre una manera de canalizarlas.

¿No te recordó en algún momento por su forma de ser a una Amélie Nothomb niña, con trazos de "Metafí­sica de los tubos" y "El sabotaje amoroso"?

Citar¿Qué decir, salvando las diferencias, del Kafka de Murakami?

Sí­, bien traí­da la comparación, aunque el prota de ese libro sea más adolescente que niño. Kafka en la orilla es uno de los libros más fascinantes que leí­ el año pasado, y tengo pendiente una relectura dentro de un tiempo para volver a cogerle el pulso.

CitarY el estilo narrativo, ¿qué te pareció?

ígil y fluido, lo que no es fácil en un libro que se desví­a un capí­tulo para hablar del idealismo de Husserl o en otro para chotearse del psicoanálisis. A este respecto me gustaron sobretodo los diarios de Paloma, que por su estructura en plan "anecdotario con reflexiones adosadas" se podrí­a considerar una unión de microcuentos semi-independientes...

Y puestos a pedir, creo que me hubiera gustado mucho que hubiera habido tres voces narrativas en lugar de dos: a veces los puntos de vista de Renée y Paloma se parecen demasiado, y tener a Manuela hablando en primera persona hubiera dado un toque distinto a la novela, una visión más "con-los-pies-en-el-suelo" que sirviera de contrapunto a las filosofadas de las narradoras.

CitarPor cierto, la autora estará durante un año en Tokio escribiendo gracias al puñetero erizo.
Te dejo que la envidies, va.

Pues eso estoy haciendo ahora mismo: ponerme intensamente verde de envidia, mientras unos chorros de vapor escapan por mis orejas y un grrrr inarticulado sale de mi garganta. Un año escribiendo en Japón, joder, quién lo pillara...

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

belzebu



Me llamó la atención El Libro, del escritor serbio de ciencia ficción Zoran Zivkovic, por una entrada del blog literario de Alejandro Gándara. Esto me pasa por fiarme de los blogs, y además de los blogs de escritores. Allí­ se nos dice que es una visión "que si bien linda con la parodia, es incapaz de esconder el drama que se le supone" sobre "la trivialización del libro, el vaciado a que se le está sometiendo", por cuanto "la historia del libro era la historia del "deber ser" de las sociedades y de sus culturas, en ellos se poní­a lo mejor y, sin duda, lo mejor era mejor de lo que éramos", y todo eso ya no existe en la cultura de masas actual.

Todo muy bonito y atrayente, y como me interesa el mundo literario y editorial, se lo comenté a la responsable de compras de mi biblioteca. Mi intención era que lo ojearan, calibraran sus virtudes, y en caso positivo lo compraran para añadirlo al fondo. O hicieron eso a toda velocidad, o se fiaron a pie juntillas de mi ojo clí­nico, porque a las dos semanas ya estaba comprado, catalogado, y en mis manos para disfrutarlo. Ahora me toca el marrón de acercarme compungido y confesar que mi ojete clí­nico necesita mucho papel higiénico, y que he contribuido a malgastar el dinero de los contribuyentes.

El libro, para decirlo claramente, es una puta mierda. Lo que nos dice el susodicho blog que trata es un resumen edulcorado, porque la verdad es que es una sucesión de chistes y chascarrillos a cada cual más manido, cansino y sobreestirado. Por ejemplo, para ilustrar que Hamlet no pasarí­a hoy una criba editorial, nos habla durante diez páginas de una secretaria borde que sólo se preocupa de pintarse las uñas. Para hablar sobre los jurados de los premios literarios, se estira estúpidamente durante veinte páginas con una ridí­cula historia de que las palomas mensajeras les espí­an, el ejército custodia su oficina con tanques, los editores intentan infiltrarse en paracaí­das y por las alcantarillas, etc etc. Un chiste que podrí­a haber sido eficaz en una o dos lí­neas, se prolonga hasta el aburrimiento y la exageración sin ninguna gracia.

Y así­ todo el rato. Ha llegado un momento en que he dejado de leer necedades, he entrevisto el resto en diagonal, y lo tengo ahí­ tirado a la espera de devolverlo. Las 2666 páginas de Bolaño me hacen guiños para que las desflore, pero creo que todaví­a esperaré un poco.

yonodio

Yo sigo recomendando cosas: Memorias de un Ingeniero (Fukowski Tales) que como esto esta lleno de gentes del gremio de telecos lo encontraran bastante gracioso. Descargable de muchos sitios aunque tambien existe version papel. Y para completarlo, el blog del autor: www.despacho101.com (o .org) ya ni me acuerdo.

California


California

Citarpiensa que he defendido (¡en este foro!) varios libros de Javier Marí­as o Pérez-Reverte...

...sí­, hay que tener un par de huevos del tamaño de un pterodactilo, y ciertas aficiones que derivan hacia el masoquismo sádico...

Porfirio

Lo último que he terminado de leer:

Ultima salida para Brooklyn de Hubert Selby.


Si hay una palabra que defina este libro esa es BRUTAL.  Y no me refiero a su acepción de “bueno, estupendo” (que también), sino a la literal.

Hubert Selby alcanzó la fama con este libro que fue prohibido en su tiempo al igual que le prohibieron a Miller o Burroughs. De ahí­ que se le afiliara con la generación Beat.  El tipo era un medio analfabeto sin formación literaria con graves problemas de salud desde muy jovencito.  Un verdadero outsider que nunca logró levantar cabeza.

Última salida para Brooklyn es un descenso a los infiernos de los suburbios.  Son historias (  seis) que nunca llegan a encontrarse pero con un nexo común: El Griego, un bar por donde todos los personajes desfilan alguna vez.  Todas pinceladas con violencia, alcoholismo, drogadicción, delincuencia.  Está escrita con agilidad, nerviosismo incluso, precisión y realismo, nos arrastra y nos ofrece infinidad de matices, diálogos brillantes, explosiones de sentimientos, sin adorno, sin boato, con dureza.

Sus personajes son deshechos humanos.  Seres embrutecidos por el sistema, y al mismo tiempo tan tiernos como Georgette, una loca drogadicta enamorada.  Es una de las historias que más me ha gustado (atentos los amigos de Celine), una prosa in crescendo, (como si te hubieses metido un chute de algo, como una escalada hasta el orgasmo, como una carrera hacia la meta) con abuso de las conjunciones, y profusión de mayúsculas.

Georgette   sueña con el amor.  Georgette solo querí­a, a través de las drogas, ver el mundo de forma diferente, evadirse y vivir en otra realidad.  Georgette necesitaba amor y Vinnie no estaba dispuesto a dárselo.   

Tralala, una golfilla ladrona y que acaba bajando los peldaños de la abyección más absoluta.  Su fin es un descampado donde la violan incontables veces y una legión de soldados (sorchis) le aplastan latas de cerveza en la cara al mismo tiempo que la queman con cigarrillos y la penetran con un palo.

Harry, lí­der sindical, sabe que algo le pasa, odia acostarse con su mujer, quiere pegarla por lo que siente, la culpa de ello.  Harry descubre su homosexualidad durante una huelga y acaba enamorado de una “loca” y apaleado por los chicos del Griego.

El edificio: Lucy, queriendo ser diferente.  Vinnie, peleandose continuamente con Mary. Irene trabajando mientras su marido está en casa tocándose las pelotas.  Ada viviendo en un mundo irreal.  Las mujeres despiojándose y riéndose mientras un crio está a punto de caer de una ventana. Cinco niños solos en casa.  Las familias gastándose el cheque social en cervezas.  Los niños pegándose como deporte.

Shelby nos presenta los personajes, sus historias, sus errores, pero en ningún momento nos lanza mensajes de salvación.

En resumen, la novela no sólo son personajes violentos y sórdidos.  Ellos son la imagen de la decepción, del sueño americano inconcluso, de una parte de América que no suele salir en las pelis de fin de semana.