Libros 2008: Una odisea en el empacho.

[Bic]

Esto es como si un aficionado al fútbol dijera: me la sopla que los entendidos afirmen que Maradona ha sido uno de los mejores futbolistas de la historia. A mí­ no me parece tan bueno y lo que digan los subjetivos expertos no hará que varí­e mi opinión.

No es exactamente eso. Es como si un aficionado al fútbol dijera: me la sopla que los entendidos digan que técnicamente Maradona era un gran futbolista, porque yo no disfruto viéndole jugar, opino que está sobrevalorado por factores extrafutbolí­sticos (como su leyenda de cocainómano) y su fútbol me aburre por reiterativo y por constar sólo de pinceladas geniales de inspiración en miles de minutos de juego aburrido (es un ejemplo, claro, yo ni puta idea de cómo jugaba Maradona). 

Pero no pienso embarcarme en una discusión nicotí­nico-scardanelliana sobre la diferencia entre técnica y disfrute global en el tenis o en la literatura.

Quiero decir que lo que opine cada cual al margen de los modelos fijados por el transcurso del tiempo y las lecturas crí­ticas no tiene la menor importancia

La opinión a la que llegamos en conciliábulo yo, Boris y Spassky (que así­ se llaman mi gónada derecha e izquierda respectivamente) es para mí­ extremadamente importante, aunque no pretendo que tenga validez universal.

en cambio, sí­ que la tiene tratar de entender por qué se considera grande lo que a nosotros no nos lo parece, aunque terminemos sin estar muy convencidos de su grandeza.

No, si eso me parece muy bien. No he dicho en ningún momento que las lecturas crí­ticas, los cánones y los análisis sesudos y concienzudos a cargo de expertos no tengan utilidad o no sean interesantes de leer. Saber por qué algo es considerado grande por mucha gente, por qué fue revolucionario en su época o qué teclas del subconsciente colectivo toca es sin duda apasionante.

Pero lo que no es aceptable en absoluto es incluir en esa discusión sobre cómo hay que ordenar los primeros puestos de la literatura a "escritores" de segunda o tercera fila, como Dan Brown o Rosa Montero, ni siquiera aunque eslavicemos piadosamente sus nombres transformándolos en Brownevski y Monterov.

A mí­ es que no me importa que Stephen King esté o no incluido en el canon de escritores de obras maestras, sino que esté incluido en el mí­o. Puede sonar solipsista, pero...

Y no digo que pretendas el derribo de nadie, ¿pero puedes asegurarme que no andas tras el azote de alguien?

Eso siempre. Azotar con un látigo hecho con tiras de papel arrancados de El Quijote y tachonado con cuero de la cubierta de la primera edición de un Rinconete y Cortadillo...

Se puede discrepar siempre y cuando existan ideas en conflico con las que hacerlo, no con las pelotas, hombre

Que lo de las pelotas es una metáfora florida (o más bien peluda)... Si hay que discrepar con razonamientos intelectuales, se discrepa, pero llega un momento en que los gustos subjetivos (nacidos a partir de experiencias vitales, carácteres y personalidades diferentes) colisionan cual choque de trenes. Y la subjetividad puede intelectualizarse sólo hasta cierto punto: aquel en que llega el momento de decir con voz alta y clara: a partir de ahora cedo la palabra a mis testí­culos.

P & L

[Carson_]

¿Y las que no tenemos testí­culos con qué coño alzamos la voz? Creo que yo misma me he dado la respuesta.

Creo que cuando llevas bastante leí­do eres capaz de discernir una obra maestra de un buen libro, al menos al momento, aunque luego el tiempo te quite la razón. Por supuesto entran en juego gustos personales, edad de lectura, criterios literarios.

Para mí­ existen, grosso modo, dos categorí­as de escritores: los que redactan requetebién y los que te embargan desde la primera lí­nea. No es por entrar en polémica, pero actuales, Bolaño o Murakami entrarí­an en la primera categorí­a; Coetzee o Cormak Mc Carthy en la segunda.

No preciso que un crí­tico me diga cuán buena es una obra si a mí­ no me entra y puedo desmoronar con juicios de valor -por supuesto personales- el porqué. Como he hablado antes de Thomas Mann, me ha venido a la mente. Cuando leí­ hace muchos años los Buddenbrook, siquiera sabí­a que se le habí­a concedido el Premio Nobel precisamente por esa novela-rí­o. La prosa, los personajes, las tramas fluyen con tal naturalidad, que sientes que no hay un autor detrás. Años más tarde, Garcí­a Márquez en una entrevista reconocí­a haberse inspirado en esa novela para Cien años de soledad (a mí­ particularmente es un autor que no me entusiasma).

Concluyendo: ni todas las obras de arte se corresponden con el gusto lector individual, ni cualquier libro ingenioso y bien escrito es una obra de arte.

[Lacenaire]

Que lo de las pelotas es una metáfora florida (o más bien peluda)... Si hay que discrepar con razonamientos intelectuales, se discrepa, pero llega un momento en que los gustos subjetivos (nacidos a partir de experiencias vitales, carácteres y personalidades diferentes) colisionan cual choque de trenes. Y la subjetividad puede intelectualizarse sólo hasta cierto punto: aquel en que llega el momento de decir con voz alta y clara: a partir de ahora cedo la palabra a mis testí­culos.

Esa es la diferencia entre opinión (arbitraria) y criterio (razonado).Habrá argumentos de sobra para que este último tampoco sea universal, pero con el primero no cabe sino encabezonamiento y fe ciega en uno mismo.Está bien tenerla, pero otorgándole un valor inferior.

[Incubo]

Tengo aquí­ en el curre, en ebook, "El misterio de la crita embrujada", "cómo acabar de una vez por todas con la cultura" y "Las sirenas de Titan". Necesito decidir con cual me pongo antes. Alguien que me ayude a decidir.

[Cretini]

¡La cripta!

[Zimm...]

¿Tienes el enlace de dónde has sacado el de Vonnegut?

[Incubo]

No lo recuerdo, pero si quieres te paso el libro. Es medio mega de nada.

[Zimm...]

OK, si no te importa mandámelo aquí­: oldman.blues@gmail.com

[Bilán]

¿alguien ha leido Sexual Personae de Camille Paglia ? me lo he pedido para mi santo.

[yonodio]

¿alguien ha leido Sexual Personae de Camille Paglia ? me lo he pedido para mi santo.

Pues de esa coleccion, ese no (estuve tentado pero no me atrevi). Asi que ya opinaras  (mas que nada, para saber si hice bien o no). De la misma coleccion, alguien podria comentar algo de los titulos siguientes?

En Busca del Candidato de Manchuria
Espectra

[JM]

He empezado "Mort" de Terry Pratchett. Y la cosa promete ! gracias por la recomendación.

[Lacenaire]

Recomiendo este librillo a los Goyos del foro



A los no-Goyos interesados por las novelas concretas, contundentes y armadas con minuciosidad, también.Un autista bien avenido con el mundo gracias a los nuevos programas de adiestramiento computerizado, dudando sobre si aceptar un revolucionario tratamiento que acabarí­a con su problema para siempre. La autora es madre de un niño autista y se puede apreciar la labor de documentación en el texto, que refleja con claridad meridiana lo que debe pasar por el cerebro de un autista inteligente, sensible, con capacidad para verbalizar sus pensamientos y examinar el mundo que lo rodea desde una óptica tan particular.El tí­tulo es una metáfora: para él la oscuridad será siempre más rápida que la luz, ya que siempre estará allí­ antes de que la luz llegue.No destripo la intriga, pero parece que las mega-corporaciones serán igual de putas en un futuro lejano.

[groucho]

[Bic]

En algún momento del año pasado el bueno de California recomendó varios libros de buenas escritoras: Carson McCullers, Djuna Barnes... Y Jean Rhys. Así­ que cuando hace un par de domingos fui al Mercat de Sant Antoni y vi en venta un librito de esta última, me lo compré rápidamente: "Ancho mar de los Sargazos".



El libro pretende explicar la vida de un personaje secundario de Jean Eyre (que no he leí­do, por cierto): Antoinette Mason, neé Cosway, heredera criolla antillana que pasa sus dí­as encerrada en un desván, completamente loca, dedicándose a romper vestidos de novia y a jugar con fuego... La historia de cómo llegó a su locura es dura, triste y a la vez muy hermosa.

En la primera parte de la novela Antoinette narra su infancia caribeña, abundante en desgracias, rechazos y muertes: es impresionante la descripción que se hace de su familia, hundida en la miseria y el abandono desde la Emancipación de los esclavos. Me gusta mucho el estilo con que está redactada esta parte: la narradora no intenta "hacerse la ví­ctima" ni subrayar sus desgracias, sino que las presenta de una forma ni excesivamente sentimental ni completamente aséptica. Por ejemplo, en uno de los mejores momentos su niñera la lleva a ver a su madre, de la que se habí­a separado años antes. La madre (medio loca) rechaza a la niña con desagrado y violencia... Y Jean Rhys no describe ni uno solo de los pensamientos que pasaron por la cabeza de la niña, sino que termina el capí­tulo en ese instante con una frase lapidaria sobre el silencio absoluto que acompañó a la niñera y a la niña rechazada de camino a su casa.

En la segunda parte, que transcurre una década más tarde, toma la palabra el marido de Antoinette, un londinense que al mudarse a la mansión exhuberante y misteriosa de su nueva esposa se ve completamente desplazado y fuera de sitio. No se lleva bien con las criadas ni con nadie, no entiende a su mujer y, poco a poco, sustituye el poco amor que le tení­a por indiferencia y un frí­o cálculo que le lleva a comportarse como un perfecto hijo de puta, con la única excusa de verse superado por las circunstancias. El desarrollo de su relación, desde un principio prometedor hasta el desastre absoluto, está narrado con mucha inteligencia y sutileza, mezclando sentimientos explí­citos, corrientes subterráneas implí­citas y un poco de obeah (el vudú de las Antillas). El fracaso se cobra la salud mental de Antoinette, pero tampoco su marido sale indemne de su vida en el Caribe.

La tercera y última parte, breví­sima, sitúa al personaje en la buhardilla londinense donde acabará sus dí­as, ya perdida la razón sin remedio... Hasta su desgraciado final.

En resumen: un libro breve, hermoso, tristí­simo, sentimental sin ser cursi en ningún momento, y duro sin ser nihilista.

P & L

[Greñas]

a mi no me gustó. debe ser porque lo tuve que analizar si o si en una optativa -"literatura feminista", creo, en segundo de carrera.

el atico era londinense? ¿seguro?