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Iniciado por Lacenaire, Enero 23, 2008, 07:13:29 PM

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Lacenaire

En Alianza, de bolsillo endemás. 9 yuris, creo.

yonodio

Cita de: Doppelgí¤nger en Marzo 01, 2009, 02:27:52 PM
En Alianza, de bolsillo endemás. 9 yuris, creo.
mañana a por el zanquius

Dionisio Aerofagita

Cita de: Doppelgí¤nger en Marzo 01, 2009, 02:09:23 PM
He estado a punto de comprármelo 4 o 5 veces, pero nunca termino de decidirme por él, cuando lo veo en la estanterí­a, y termino decantándome por otras cosas. Siento una gran admiración por Robert Graves, pese a los debates que suscita su metodologí­a y las frecuentes acusaciones de evemerismo de la que es objeto, y su sentido de la documentación y recopilación de datos me parece sencillamente titánico. A lo mejor la próxima vez cae.

Bueno, Graves es grande, pero eso eso no quiere decir que sus interpretaciones sean correctas.
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Lacenaire

Sep. Un grande al que hay que leer y criticar, como a Frazer, Morgan, Taylor o Manilowski. El caso es que es difí­cil encontrar a un antropólogo-arqueólogo que no elabore sus discursos para hacerlos casar con teorí­as y enfoques de cosecha propia, es lo que hay y tampoco es que sea malo.

ENNAS

Salud,

Bueno el libro como bien dice Dopelggí¤nger está en Alianza Editorial, el mí­o es la edición del 2000 y leo que el original tiene el copyright del año 1964. Así­ que como bien señala Dionisio, es posible que el estudio esté ya algo desfasado. De hecho, en el prólogo señalan que no incluyen los recientemente (para la época) descubiertos manuscritos del Mar Muerto, citan un libro de imponente tí­tulo -"Guerras de los Hijos de la Luz y los Hijos de la Oscuridad"- que obviaron por no alargar el trabajo.

Otro detalle es que manejan la Biblia inglesa, que se empeñan en conservar en el antiguo lenguaje de tiempos de Shakespeare, no es sólo la cuestión de los pronombres (thou por el actual you, thee por según creo he/she) es cuestión de que la Biblia católica española, en su afán de adaptarse a los tiempos ligí¼í­sticamente hablando, no solo moderniza las expresiones, sino que corrige versí­culos de difí­cil comprensión. Por ende, no puedes corroborar las citas bí­blicas tirando de tu propia Biblia, pues no coinciden. Un ejemplo es Génesis, 1, 1: dónde mi Biblia, Nácar-Colunga 1962, dice "al principio creó Dios los cielos y la Tierra"; los mitos hebreos dicen "cuando Dios se dispuso a crear los cielos y la tierra no encontró nada a Su alrededor, sólo Tohu [Tiamat] y Bohu [Behemot], es decir el Caos y el Vací­o."

Unos enlaces de interés, una edición crí­tica de la Biblia http://skepticsannotatedbible.com/ en la que también podéis encontrar una edición comentada del Corán. Un enlace a los libros apócrifos del cristianismo, http://personal.auna.com/marcos/apocri.htm. Y la entrada de la Wikipedia a los libros bí­blicos no canónicos desde el punto de vista anglosajón, http://en.wikipedia.org/wiki/Biblical_apocrypha. Es interesante observar en este caso como citan como no canónico -en el párrafo Anagignoskomena- un llamado 'Wisdom of Jesus Siriach', que es el Eclesiástico de la Biblia católica.

Gracias por vuestra atención.

Yehuda

"Las luchas mitológicas de Yahveh con otros entes sobrenaturales"

¡Qué cantidad de tonterí­as!

¡Así­ que el soldado que harto de Dios, harto de las guerras arameas y harto de su jefe, dibujó a "Yahvé y su pareja" en el estuco del cuarto de guardia de una fortaleza de control caravanero era un personaje del Señor de los Anillos!



Para los arqueólogos nacionalistas "Yahvé de Samaria" será un problema.
Y a los teólogos cristianos les sorprenderá que en el dibujo "Dios y su Diosa" hay tres personas, y una haciéndose la distraida. 

yonodio

Cita de: ENNAS en Marzo 01, 2009, 05:50:16 PM
Salud,

Bueno el libro como bien dice Dopelggí¤nger está en Alianza Editorial, el mí­o es la edición del 2000 y leo que el original tiene el copyright del año 1964. Así­ que como bien señala Dionisio, es posible que el estudio esté ya algo desfasado. De hecho, en el prólogo señalan que no incluyen los recientemente (para la época) descubiertos manuscritos del Mar Muerto, citan un libro de imponente tí­tulo -"Guerras de los Hijos de la Luz y los Hijos de la Oscuridad"- que obviaron por no alargar el trabajo.

Otro detalle es que manejan la Biblia inglesa, que se empeñan en conservar en el antiguo lenguaje de tiempos de Shakespeare, no es sólo la cuestión de los pronombres (thou por el actual you, thee por según creo he/she) es cuestión de que la Biblia católica española, en su afán de adaptarse a los tiempos ligí¼í­sticamente hablando, no solo moderniza las expresiones, sino que corrige versí­culos de difí­cil comprensión. Por ende, no puedes corroborar las citas bí­blicas tirando de tu propia Biblia, pues no coinciden. Un ejemplo es Génesis, 1, 1: dónde mi Biblia, Nácar-Colunga 1962, dice "al principio creó Dios los cielos y la Tierra"; los mitos hebreos dicen "cuando Dios se dispuso a crear los cielos y la tierra no encontró nada a Su alrededor, sólo Tohu [Tiamat] y Bohu [Behemot], es decir el Caos y el Vací­o."

Unos enlaces de interés, una edición crí­tica de la Biblia http://skepticsannotatedbible.com/ en la que también podéis encontrar una edición comentada del Corán. Un enlace a los libros apócrifos del cristianismo, http://personal.auna.com/marcos/apocri.htm. Y la entrada de la Wikipedia a los libros bí­blicos no canónicos desde el punto de vista anglosajón, http://en.wikipedia.org/wiki/Biblical_apocrypha. Es interesante observar en este caso como citan como no canónico -en el párrafo Anagignoskomena- un llamado 'Wisdom of Jesus Siriach', que es el Eclesiástico de la Biblia católica.

Gracias por vuestra atención.



josdepu*. a ver si puedo montar los enlaces en pdfs para leer con calma

Yehuda

"Nácar-Colunga"

Eloino Nácar Fuster y Alberto Colunga Cueto hicieron un magní­fico trabajo

"complacer a Herodes que como elamita (...)"

Tí­o Yosef [el profesor Joseph Klausner (el último fariseo y el primer fariseo revisionista)] a Herodes le llamaba "esclavo edomita"; pero es que tí­o Yosef era en el fondo un carlistón entuiasmado por "la heroica familia real" (los asmoneos/jashmoneos/macabeos): Herodes era idumeo. (Galilea, Perea, Samaria, Judea e Idumea)

Antiguo Testamento

Los judeoarameos que escribieron el Génesis eran partidarios de la autonomí­a dentro del imperio persa, y partidarios de llevarse bien con los judeohebreos y judeoedomitas.

Los judeoarameos que escribieron el Exodo eran partidarios de matar unos pocos o unos muchos judeohebreos y judeoedomitas, para que el pueblo reluciera en toda su pureza.

Los judeoarameos que escribieron el DeuteroNomio eran partidarios de "bombardear Gasteiz y hacerla desaparecer del mapa":

A "las ciudades remotas" les ofrecerás primero la paz. "Si te responden paz y le abren las puertas al Pueblo, entonces todos sus habitantes te servirán en trabajos forzados. Si no aceptan tu propuesta de paz (...) Entonces pasarás a cuchillo a todos sus varones. Los niños, las mujeres y el ganado lo tomarás como botí­n"

"Pero" (Deut 20, 16)

Si la ciudad está en "la tierra que te entrega el Señor", entonces "no dejarás un alma viviente: dedicarás al exterminio a hititas, amorreos, cananeos, fereceos, heveos y jebuseos" (Deut 20, 10-18)




Dionisio Aerofagita

Siguiendo la ruta de los clásicos, esta vez le ha tocado el turno a Arnold Van Gennep, patriarca antediluviano de los folcloristas y etnógrafos franceses y su obra más famosa, "Los ritos de paso", 1909; anteriormente la habí­a visto demasiado por encima y ahora correspondí­a hacer justicia y leerla de principio a fin y despacito.

Como la anterior de Hobsbawm, se trata de una de esas obras "imprescindibles-que-hay-que-leer", pero para las personas especialmente interesadas en el folclore, la mitologí­a comparada, la religión, la magia y esas cosas (la de naciones y nacionalismo es obligatoria para todos los areopagitas). Los que no son particularmente aficionados a estos temas podrí­an encontrar algo pesada la enumeración de esquemas rituales de los más diversos contextos culturales -el propio autor se aburre de vez en cuando, pero no es para tanto- y para ellos basta con quedarse con una sí­ntesis de las claves teóricas, que es lo verdaderamente esencial. Es bien conocida la influencia de esta obra sobre la archifamosa de Joseph Campbell, el Héroe de las Mil Caras y de ahí­ podrí­amos pasar al análisis del cuento y del mito cuando se encuentran los ví­nculos materiales y metafóricos con los ritos de iniciación. Pero a mí­ me interesa más llamar la atención sobre la im-presionante obra de Victor Turner, El proceso ritual, que dándole una vuelta de tuerca al estadí­o liminar de Van Gennep construye una impresionante teorí­a sobre la dialéctica de la comunidad y la estructura en todas las sociedades humanas. Pero esa es otra historia y será leí­da en otra ocasión.

Da la impresión de que Van Gennep pretendí­a estudiar inicialmente un tipo concreto de ritos, y, de hecho, empieza con una exhaustiva clasificación de los ritos humanos que luego no utiliza demasiado. La diferencia es que no examina los ritos aisladamente, sino los procesos, o los esquemas dinámicos en los que toda una serie de ritos se integran. Y descubre que en cierto sentido el mismo esquema está presente en todos los espacios culturales y perí­odos históricos imaginables y en los rituales más diversos: el paso material de la puerta (imagen habitual para todos los ritos de paso, como el sí­mbolo de la muerte y la resurrección), el trato con los extranjeros, el embarazo, el parto, el nacimiento e integración en la sociedad; la iniciación a los grupos de edad, cultos mistéricos o sociedades secretas; los esponsales y el matrimonio; los funerales; los ritos colectivos para el paso de los años y las estaciones o el paso de la paz a la guerra y al contrario y un larguí­simo etcétera. El paso, la transformación, el cambio, la Pascua, de un estado de la vida a otro o de un estado de la sociedad a otro sigue casi invariablemente un mismo esquema básico gradual que ayuda a la sociedad a asumir la transformación, al tiempo que pretende -en muchas ocasiones- operar mágicamente de modo literal. El esquema se divide en tres fases: la separación, el margen y la agregación. Cada una de estas fases se corresponde con un tipo concreto de ritos, que sorprendentemente presentan una morfologí­a y unas imágenes muy similares en los contextos culturales más diversos. Al final, lo que parecí­a un tipo concreto de ritos parece devorar casi por completo la vida ritual humana, convirtiéndose en una perspectiva procesual para contemplarla prácticamente en su totalidad, dado que, aunque Gennep no lo advierte expresamente, todo ritual pretende articular o configurar una transformación, pequeña o grande, de la vida humana o social.

Pocos peros se le pueden poner a este libro. Quizás podrí­a estar mejor la estructura o la composición: aunque no es difí­cil de leer, la teorí­a es tan potente que podrí­a haber sido quizás presentada de un modo más contundente al principio o al final, para evitar que el lector se pierda. Otros peros se deben simplemente a que es una obra de 1909 y, aunque la teorí­a siga en gran medida vigente, puede estar desfasada en algunas perspectivas o equivocada en los datos etnográficos recopilados al modo decimonónico, es decir, sin más sistemática cientí­fica que la que opera con los textos ya fabricados de tercera mano.

En cualquier caso, me parece que en términos generales Van Gennep supera con buena nota los defectos de su época. A los pioneros de la Antropologí­a, antropólogos de salón, se les ha achacado habitualmente que sus juegos eruditos con datos de tercera o cuarta mano disociados y descontextualizados de las sociedades en que se produjeron generan una información distorsionada: esto ha podido suceder quizás en ejemplos concretos, no lo sé, pero en este caso la fuerza está en las semejanzas casi universales encontradas en la comparación, que no pueden atribuirse a grandes rasgos a los detalles de cada sociedad, sino más bien a las semejanzas en la estructura mental de la especie humana; trabaja pues en el lado de la unidad psí­quica antes que en el de la diversidad cultural. Otro problema habitual de los evolucionistas es el exceso de sus especulaciones históricas sobre datos "presentes", que también Van Gennep evita debido a que su interés no es reconstruir la historia, sino captar lo relativamente intemporal; así­, por ejemplo, los matrimonios sincrónicos se explican sencilla y adecuadamente por sus efectos sociales antes que en una supuesta herencia de la "promiscuidad primitiva". Tampoco se observa en el libro el grave sesgo del determinismo "racial": menciona la raza pocas veces y siempre en relación con detalles menores de carácter puramente fí­sico (pongamos, la llegada de la menstruación) que explí­citamente desvincula de la vida simbólica (por ejemplo, al distinguir entre la pubertad fí­sica y la pubertad social). Ciertamente, su discurso es abiertamente etnocéntrico, pero eso no le impide analizar las costumbres más chocantes con la frialdad necesaria ni hacer intentos apreciables de comprensión; quizás el único lastre de su etnocentrismo es que probablemente le haya impedido captar la supervivencia del pensamiento mágico en las sociedades más modernas, para rizar el rizo y encontrar ritos de paso donde aparentemente no hay magia (qué sé yo, la lectura de la Tesis en Fí­sica de Patillotes); en la parte contraria, que es encontrar el pragmatismo y la racionalidad puramente económica de ritos "salvajes" aparentemente ha tenido más éxito.
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

casio

#159
estoy con esto, bonito tí­tulo:




Zizek, no es perfecto: A veces se queda a medias , o no llega,  o se pasa.  Pero  lo que plantea, sus preguntas, deben ser planteadas . Y ve cosas que no se suelen querer ver, desde el moribundo pensamiento de izquierdas. Libro para leer activamente.

Creo que se puede descargar gratis aquí­:


Lacenaire



Un par de páginas atrás reseño un libro de Martine Segalen, forofa de VG, en el que hace el í­dem con los deportes, que a lo mejor te interesa en ese sentido. Aunque también digo que se queda un poco corto y me parece mal enfocado en muchas ocasiones, te podrí­a interesar.

Simpar

#161


Vaya tela la historia reciente de sudáfrica. Este libro cuenta las peripecias de Mandela para conseguir acabar con el apartheid y cómo su encanto personal y su voluntad fueron indispensables en todo el proceso. El libro te lo bebes en un dí­a y está muy bien escrito (escuché al autor que es inglés hablando en perfecto castellano en radio 5 y me despertó el interés). Cómo hilo conductor y sorprendente está el rugby en sudáfrica y como un partido unió al pais. Muy recomendable porque si no lo lees desde luego no te crees que exista gente como Mandela.



Libro de divulgación cientí­fica muy interesante, habla de la historia de las radiaciones desde los Rayos X hasta los Rayos Cósmicos. Habí­a muchas cosas que ya conocí­a pero he descubierto otras muchas muy interesantes como por ejemplo lo relacionado con la imagen medica o los tratamientos médicos con radiofármacos de los que no conocí­a sus fundamentos y me han dejado asombrado. Hay informaciones polémicas como los efectos radioactivos tras la bomba de Hiroshima que según los autores fueron bají­simos o mejor dicho los esperados en cualquier otro lugar normal más un 5% y habla también de que los afectados de Chernobil lo fueron en gran medida porque no llegaron los medicamentos a tiempo (a tiempo es en dos años o más).
Se lee muy rápido también.

Simpar

Que casualidad el autor de El Factor Humano, John Carlin está de comentarista deportivo con telecinco en la Copa Confederaciones.

Simpar

#163


¿Quien no ha dudado en comprar La Historia General de las Drogas de Antonio Escohotado, ese volumen de Espasa tan gordito que vale 50 euros?. Yo sí­ varias veces y al final nunca me decido (cosa diferente al Historia Universal de las Cifras que ese cayó nada más verlo).

La cosa es que me he encontrado este Historia Elemental de las Drogas del mismo autor y me ha dejado consternado. Leerlo te hace reflexionar sobre que asco da mucha gente, polí­ticos, militares y toda clase de hijos de puta con poder (y lo digo con la misma mueca que debe de poner Agarkala cada vez que habla del asco que le da algún forero).
Leerlo te da las claves para entender eso que sabes y es que si la droga la vendieran como el alcohol o el tabaco el mundo serí­a mucho mejor. Un pequeño documento de como funciona basicamente el mundo que deberí­a de ser obligada lectura en sustitución de La Celestina para que no salieramos del instituto tan ajenos al mundo en que vivimos.

En mi opinión un libro esencial.

Ariete

Por cierto que como quizá ya sepas, el de historia general de las drogas comenzó a escribirlo en la cárcel a comienzos de los 80, tras ser acusado -según él fue todo un montaje- por tráfico de cocaina.

Si te gusta el personaje entonces te recomiendo el de "60 semanas en el trópico". Escohotado en los años sesenta era un furibundo comunista (ahora escribe libros como Los enemigos del comercio, muy bueno por cierto, donde reivindica el capitalismo y el libre mercado), tan furibudo y tan arrebatado que intentó ingresar en el Vietcong para combatir al invasor imperialista americano en el infierno del Vietnam. Pero por su condición de intelectual europeo y su fí­sico enclencle los charlis le dijeron que no durarí­a más de dos semanas allá, así­ que no lo admitieron.

Treinta y tantos años después, justo tras haberse divorciado de la señora que le dio 7 hijos y tras haber tenido otro con una china, aceptó una beca universitaria para un año de estancia en Tailandia, para desde allí­ hacer una "peregrinación laica" según sus propias palabras, al Vietnam donde quiso combatir a Rambo.

El libro de las sesenta semanas en el trópico es una narración de las desventuras que pasó durante ese año. Resulta muy gracioso porque lejos de pasarse el libro cantando las virtudes de la vida de esas sencillas gentes amarillas y de sus inmarcesibles atardeceres tropicales, es una sucesión de cabreos que se pilla continuamente con los locales. Les llega a coger auténtico asco a todos porque no hacen más que intentar timarle y despreciarle por extranjero. Así­ que según él los tailandeses son vagos, machistas, rencorosos, reaccionarios, xenófobos, cobardes y también deja caer, y cito literalmente, que tienen el pene más pequeño del mundo.

Aparte de eso, lanza unas cuantas reflexiones sobre la vida y sobre las bondades del capitalismo, y como a menudo escribe emporrado, también divaga en ocasiones sobre temas como la mejor forma de organizar un hotel o cómo funciona el metabolismo de los mosquitos, esas enigmáticas criaturas. Y ya en la última parte narra un viaje a Brasil donde estuvo varios dí­as drogado en medio de la selva con ayahuasca, en unos viajes organizados especificamente para eso por cierta agencia española, por si alguien está interesado.

Pues eso, un libro ideal para conocer al personaje éste.