Más sobre biodeterminismo y posmodernidad

Iniciado por Lacenaire, Febrero 07, 2008, 12:07:16 PM

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Lacenaire

Mira que Savater no es santo de mi devoción, pero aquí­ el hijoputa ha estado sembrado.

Hace pocos meses, el premio Nobel James Watson causó justificado escándalo y repudio al dudar de la utilidad de la ayuda económica al desarrollo africano, dada la inferioridad intelectual de los negros cuya evidencia basaba en pruebas tan fehacientes como ésta: "Todo el que ha tenido un criado negro se da cuenta de que son intelectualmente inferiores". Omití­a mencionar el aspecto más interesante del asunto, la opinión moral sobre los blancos que podrí­a generalizar el criado en cuestión después de conocer al amo Watson.

James Watson prueba que se puede ser notable en ciencia y a la vez un bribón

La ciencia no puede sustituir la reflexión ética sobre valores e ideales
La mayorí­a de quienes han criticado a Watson (quien por cierto ya en su viejo libro La doble hélice habí­a demostrado suficientemente que se puede ser notable en ciencia experimental y a la vez un arribista y un bribón sin escrúpulos) le reprochan lo vago de la noción de "inteligencia" que maneja y la inexactitud de sus datos sobre la capacidad mental de los africanos, ignorando hábitos culturales y antropológicos, etcétera. Pero queda flotando en el éter de los sobrentendidos la posibilidad a contrario de que, si la inteligencia fuese mensurable con rigor y si se demostrase que los negros son estadí­sticamente menos capaces de ella que otras etnias, estarí­a justificado no derrochar nuestra solidaridad en ayuda de su imposible desarrollo. Sostener lo contrario, al parecer, serí­a alinearse con posiciones religiosas y prejuicios espiritualistas indignos de nuestra época ilustrada. Por el contrario, opino que el caso Watson es una buena muestra de la incapacidad del conocimiento cientí­fico para sustentar suficientemente ni mucho menos sustituir al razonamiento moral. A mi juicio, Watson no peca de mal corazón sino de racionalidad insuficiente. Al fin y al cabo, se puede ser imbécil en muchos terrenos distintos y quien lo es en moral no merece menos el calificativo que quien lo es en fí­sica o matemáticas.

Cierta tendencia cientifista -que no cientí­fica- contemporánea aspira a relativizar todas aquellas apreciaciones éticas que no pueden ser sustantivadas en fundamentos biológicos o neurológicos de nuestra especie. Incluso en ciertos casos, algunos epí­gonos poco perspicaces de la psicologí­a evolutiva tratan de convencernos de lo inútil que es la indignación moral (o incluso, lo que es peor, la educación) frente a prácticas seculares como la violación o la agresividad contra el extraño, puesto que fueron estrategias útiles a la especie adquiridas definitivamente en los difí­ciles y largos eones de la Edad de Piedra. Según bastantes de ellos, sólo los curas y los predicadores de toda laya se empeñan en agitar el espantajo de los prejuicios éticos frente al arrollador avance de la tecnociencia, cuyos logros por lo visto no pueden someterse sino al enérgico baremo olí­mpico de "siempre más alto, siempre más rápido, siempre más fuerte". Incluso un observador tan agudo como Arcadi Espada despacha a Michael Sandel -empeñado en un uso público de la filosofí­a para debatir cuestiones morales contemporáneas y del que acaba de traducirse Contra la perfección (ed. Mar

bot), sobre la ingenierí­a genética- con el mote derogatorio de "cura párroco".

Aquí­ como en otras ocasiones, vuelve a comprobarse que el mayor peligro de las vanguardias es adelantarse tanto a su propio bando que acaban pasándose al enemigo. Porque nada contribuye tanto a reforzar la creciente marea oscurantista de quienes sostienen que sin religión no puede haber moral como descalificar cualquier reflexión ética por suponerla un subproducto inconfeso de la mentalidad religiosa. Precisamente lo que ofrecen los lí­deres religiosos de todas las confesiones dogmáticas (secundados por polí­ticos como Clinton, Bush o Sarkozy, con su apologí­a de la "trascendencia" e incluso en cierto modo pensadores laicos como el último Habermas) es la exclusividad moral del fundamento sagrado, un suplemento de conciencia inencontrable ya en cualquier otro espacio ideológico de nuestro mundo descorazonado. Se da una coincidencia alarmante entre quienes propugnan una "ley natural" de origen divino y quienes nos conminan a resignarnos a una "ley natural" evolutiva, hoy interpretada y prolongada por el despliegue cientí­fico. Por lo visto las diversas "civilizaciones" representadas por creyentes en algún Absoluto sobrehumano van finalmente a aliarse, sí­, pero contra nosotros, los incrédulos humanistas...

Desde luego, serí­a injusto culpar sin más a la ciencia de esta deriva. Lo explicó muy bien hace más de setenta años Bertrand Russell, poco sospechoso de clericalismo: "Los expertos prácticos que emplean la técnica cientí­fica, y todaví­a más los Gobiernos y grandes firmas que emplean a los expertos prácticos, adquieren un espí­ritu muy diferente al del hombre de ciencia: un espí­ritu lleno del sentido de un poder ilimitado, de certeza arrogante y del placer de la manipulación hasta del material humano. Este es el reverso del espí­ritu cientí­fico, pero no puede negarse que la ciencia ha ayudado a desarollarlo" (en Religión y ciencia). Los descubrimientos cientí­ficos de la psicologí­a evolutiva, la neurologí­a o la antropologí­a nos ayudan sin lugar a dudas a mejorar nuestra comprensión de la conducta humana y su motivación, pero no pueden monopolizar ni mucho menos sustituir la reflexión propiamente ética sobre valores e ideales. Lo que cuenta hoy para nosotros al intentar responder a la pregunta "¿cómo vivir?" no es rememorar con fatalismo las estrategias evolutivas que nos ayudaron a sobrevivir en la Edad de Piedra sino precisar y potenciar aquellas otras que nos permitieron salir de ella.

En dos palabras: es preciso no confundir lo racional con lo razonable. Lo racional busca conocer las cosas para saber como podemos arreglárnoslas mejor con ellas, mientras que lo razonable intenta comunicarse con los sujetos para arbitrar junto con ellos el mejor modo de convivir humanamente. Todo lo racional es cientí­fico, pero la mayor parte de lo razonable ni es ni puede serlo: no es lo mismo tratar con aquello que sólo tiene propiedades que con quienes tienen proyectos e intenciones. El discurso reflexivo de lo razonable se basa en lo estricta y cientí­ficamente racional, pero también en lo que aportan de razonable las tradiciones religiosas, poéticas, filosóficas, jurí­dicas, polí­ticas, estéticas, etcétera. Sólo los bárbaros, es decir los profetas integristas, pretenden darlas por nulas y no avenidas en nombre de alguna verdad incontrovertible y aplastante, revelada por Dios o por la ciencia. Y ese discurso razonable, por el que abogaron John Rawls y el mejor Habermas entre tantos otros, sigue siendo hoy en la era posmoderna más imprescindible que nunca para valorar las nuevas realidades de la genética, de la tecnologí­a, de la sociedad de la hiperinformación, así­ como las más recientes demandas sociales y los derechos individuales hasta ahora inéditos. Una lengua razonable colectivamente necesaria para apreciar, comprender y sobre todo para orientar la actitud institucional ante esos sugestivos desconciertos.

Todo menos dejarnos ofuscar por el despistado James Watson y sus semejantes, porque ya nos previene Ramón Eder de que "hay cientí­ficos tan distraí­dos que no recuerdan ni dónde han dejado la ética" (Ironí­as).


Fernando Savater es catedrático de Filosofí­a de la Universidad Complutense de Madrid

Zimm...

Interesante: el posmodernismo asociado al fascio, al revés de lo que suele ocurrir en este foro.
I found it in the street/ At first I did not see/ Lying at my feet/ A trampled rose

Kamarasa GregorioSamsa

Cita de: Zimmerman en Febrero 07, 2008, 12:30:11 PM
Interesante: el posmodernismo asociado al fascio, al revés de lo que suele ocurrir en este foro.

Habrá que reestructurar los prejuicios...

Bilán

Ese artí­culo deberí­a leerlo Ariete, el  cientifista moral de guardia en el areópago. En el fondo es una defensa de la autonomia de los social, nos va a salir estructuralista el final el Savater. Y me parece bien.

Lacenaire

No sé si estoy yo un poco más tonto de lo habitual pero creo que lo que pretende Savater con el artí­culo es afirmar la necesidad de articular un sistema ético que pare los pies al cientifismo sincomplejil, todo esto cagándose en el evolucionismo como Deux est machina, o como cojones se escriba.

Bilán


Lacenaire

Lo digo porque Savater aquí­ en este artí­culo se está poniendo del lado de los posmodernos , aunque no lo diga explí­citamente.Por lo menos en lo que se refiere a las necesidades morales que surgen del pensamiento filosófico,humaní­stico , etc...

Bilán

Evidentemente, el que se contradice es Zimmerman. Estructuralismo y posmodernismo son familiares directos. El cientifismo es anti-post-moderno, más bien.

Ariete

Buenas, pues he leí­do el artí­culo y parece que presenta a Watson como una especie de cabecilla de la tenebrosa secta cientifista de la psicologí­a evolucionista. Refutado él, refutados todos. Menos mal que no lo ha dibujado como representante de la Ciencia, de América o del Hombre Blanco. Yo no conozco a nadie que apoye opiniones semejantes y como no da más nombres pues me quedo con las ganas. Porque respecto a esto:

CitarIncluso en ciertos casos, algunos epí­gonos poco perspicaces de la psicologí­a evolutiva tratan de convencernos de lo inútil que es la indignación moral (o incluso, lo que es peor, la educación) frente a prácticas seculares como la violación o la agresividad contra el extraño, puesto que fueron estrategias útiles a la especie adquiridas definitivamente en los difí­ciles y largos eones de la Edad de Piedra.

Por lo menos Pinker y compañia lo que dicen no es que debamos seguir comportándonos como en la Edad de Piedra ni que sean reacios cualquier cambio social, sino que conocer esa naturaleza humana primigenia es útil para poder superarla o reprimirla en algunos aspectos, si así­ se estima conveniente.

En todo caso lo que hacen es negar la educación como panacea universal y semilla del Hombre Nuevo. Y su reverso, el de todos los problemas y comportamientos vienen de lo que uno aprendió en la infancia. Tiran más para Hobbes que para Rousseau, ninguna educación por esmerada que sea podrá sustituir nunca al código penal, y puestos a lanzar cadáveres al de enfrente señalan que más ha matado la idea marxistoide de la mente como una tabla rasa que cualquier reivindicación del determinismo biológico.

Y en fin, las cosas que dicen suelen basarse en hechos, ya sea observando el comportamiento de otras especies, diseccionando cerebros o metiendo a la gente en esos enormes donuts blancos de los hospitales (TAC creo que se llaman) o haciendo estudios antropológicos comparativos de culturas muy distantes para ver qué hay en común en todas ellas. Algún valor tendrá todas esas observaciones, no es cuestión de cerrar los ojos para que la realidad no nos estropee un bonito razonamiento moral.

patillotes

CitarTiran más para Hobbes que para Rousseau, ninguna educación por esmerada que sea podrá sustituir nunca al código penal, y puestos a lanzar cadáveres al de enfrente señalan que más ha matado la idea marxistoide de la mente como una tabla rasa que cualquier reivindicación del determinismo biológico.

Lo de que señalan, sera porque hay pruebas, ¿no?, o es una afirmacion en plan "porque yo lo vago". Que a mi me da que andan asi asi.

Ariete

Ahí­ está la historia para demostrarlo.

patillotes

Y cuanto muertos se le asigna a "tabla rasa", ¿los del comunismo y tal?

Y al reves, los de "determinismo" cuentan tambien el esclavismo y la hostia.  ??? ???

Agarkala

Cita de: Lacenaire en Febrero 07, 2008, 02:47:30 PM
No sé si estoy yo un poco más tonto de lo habitual pero creo que lo que pretende Savater con el artí­culo es afirmar la necesidad de articular un sistema ético que pare los pies al cientifismo sincomplejil, todo esto cagándose en el evolucionismo como Deux est machina, o como cojones se escriba.

Deus ex machina

Imparable

El problema de todo esto es que la gente de letras ve la vida y el mundo en general como un concepto, una idea, un algo abstracto; y se empeñan en nadar contracorriente de la realidad cientí­fica. En aras del progreso, ahora va a haber que negar que las mujeres son más débiles, los blancos más listos, y los negros más resistentes. Supongo que lo hacen todo porque los filósofos y la gente que traga con esas patrañas suele ser más débil que una mujer, un blanco estúpido, y desde luego sin la cuarta parte de pulmones de un negro, así­ que se intentan inventar un mundo que compense su mierda de existencia.

Yo los fusilaba a todos a todos esos y jerarquizaba a la sociedad mediante precisos análisis del genotipo y futuro fenotipo de cada feto viable. Y prohibí­a la filosofí­a, la religión y la ética. Enseñanza de biologí­a y sociobiologí­a desde los 4 años.

Zimm...

Las mujeres no son más débiles, mentira.
I found it in the street/ At first I did not see/ Lying at my feet/ A trampled rose