Vamos a plantearlo de otra manera.
¿Cómo convencer a nuestros mayores de que Internet no es malo?
Ejemplos: A mi abuela de pueblo, campesina del norte que sabía leer y escribir a duras penas, intentaron convencerla para que comprara una enciclopedia. Suerte que apareció uno de mis primos del pueblo para echar al tunante con cajas destempladas. Jetas, pícaros y sinvergüenzas ha habido siempre. Y, creo yo, ese no es motivo para darte de baja en foros y redes. Bastaría con seguir un mínimo de precauciones básicas, como en la vida real.
Es lo que dice Glatts. ¡Qué pesaditos se ponen con que les des el número de tu móvil! Mira, que hice todo lo que me pediste, me creé un perfil, puse un nick, la contraseña, ¿cómo es que me pides más cosas? Joder, que es que antes obtengo una audiencia con el Papa que entrar en tu página.
Esto yendo por lo normal. Es cargante. Y ahora respóndeme, oh Baku, si merece la pena borrar un historial habida cuenta que pasas las de Caín para entrar en tus páginas favoritas.
Estoy por publicar una encuesta:
A) Siempre así y por precaución por mucho que te lleven los demonios.
B) Mira en nuestro caso del Areópago, ni te preocupes. Y con tus cuentas de correo con powerpoints, tampoco.