A las armes citoyens madrilienes í!

Iniciado por Casio, Abril 26, 2006, 07:13:00 PM

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perdidiya

Un espacio en extinción

Malasaña, espacio en extinción, rezaba en la camiseta negra de un grupo de chicos que ayer participaron en la fiesta alternativa organizada por los vecinos de la plaza del Dos de Mayo.

"Hemos organizado las fiestas principalmente con las aportaciones de los vecinos y algunas subvenciones", explicó Manuel Gambarte, del Movimiento Vecinal Maravillas-Malasaña.

La convocatoria vecinal consiguió reunir a un centenar de personas alrededor de un lema: En Malasaña, muévete por tu barrio y su futuro. El colombiano Carlos Mena se acercó con su hija de cuatro años, a la que sentó en el suelo para que participara con otros niños en un concurso de dibujo. "Venimos todos los años, sé que tradicionalmente se celebran cosas aquí­", explicó Mena, que no tení­a ni idea de que este año los actos lúdicos en la plaza del Dos de Mayo los organizaban los propios residentes: "Ah, no sabí­a, creí­a que lo hací­a el Ayuntamiento. Pues me parece muy mal que no apoye esto".

En otra esquina de la plaza, Pepa Vázquez, una visitante del barrio, observaba con "pena y nostalgia"
el panorama. "Está muy bien lo que han organizado los vecinos. Pero el ambiente... no es lo que era", explicó esta mujer. Al echar la vista atrás, recordó las fiestas "de la movida, las de antes de la borrachera". "No es que me acuerde de ningún concierto en concreto, sino del ambiente, los puestos, la noche...". "Luego, con el botellón la cosa degeneró y supongo que eso es lo que ha llevado a esto", contó, mientras señalaba con el dedo las modestas farras de ayer.

A su alrededor, los niños continuaban pintando en el suelo y unas mujeres serví­an limonada en barreños. Un par de grupos musicales amenizó la plaza desde el mediodí­a hasta las tres de la tarde. Los de la charanga Desví­o Provisional aprovecharon la actualidad y se vistieron de operarios de cualquiera de las obras que saturan la capital.

k98k

Los madrileños siempre se quejan de las obras, los vascos de que no follan y los catalanes de los peajes, joder, que previsibles

Acabo de entrar a currar....cuando los gatos se van a Madrí­ los ratones bailamos fandangos de Huelva.

perdidiya

Esperanza, encadénate conmigo 

BENJAMíN PRADO
EL PAíS - 04-05-2006
 
 
 
 
 Después de comer, Juan Urbano se quedó dormido en una butaca, con los Claros del bosque de Marí­a Zambrano entre las manos, justo después de leer que el delirio "brota no sólo del corazón humano, sino también de plantas como la hiedra, hermana de la llama", y tuvo un sueño inquietante: ya era sábado, acababan de dar las doce y él y otras personas estaban en algún lugar entre Cibeles y Neptuno, encadenándose a una acacia japonesa.

Eran parte de una manifestación ciudadana que habí­a sido convocada por Ecologistas en Acción como protesta por el nuevo crimen verde que prepara el Ayuntamiento, que va a talar otros 700 árboles maravillosos de nuestra ciudad, usando esta vez como coartada la futura remodelación del llamado eje Prado-Recoletos.

Juan habí­a leí­do en el periódico un informe de la Comunidad de Madrid contra el plan municipal, y el inventario de la catástrofe era demoledor: en el tramo Rondas-Embajadores se liquidarí­an 146 ejemplares;
en el paseo del Prado, 69;
en el barrio de los Jerónimos, 64;
en el paseo de Recoletos, 45...

Eso sí­, al parecer el alcalde y sus leñadores creen que una motosierra se puede esconder debajo de una mentira, porque en vez de hablar de "talar"
le llaman a sus desmanes "tratamientos de extracción, desplazamientos y traslados". Ya lo ven, es que "eufemismo"
no rima con "cinismo"
por casualidad.

En su sueño, Juan acababa de encadenarse a un hermoso plátano cuando, al girar la cabeza, descubrió que junto a él, a derecha e izquierda, estaban atadas Carmen Cervera, la propia Marí­a Zambrano y Esperanza Aguirre, vestida para la ocasión con una gorra de Greenpeace y una camiseta en la que habí­a estampado un sí­mbolo pacifista.

Alrededor de la baronesa habí­a embajadores de medio mundo que llevaban carretillas cargadas de oro y le hací­an ofertas para que se llevara el Museo Thyssen a su paí­s. Marí­a Zambrano le dio una calada a su cigarrillo y dijo, igual que si soltara dos faisanes: "Sobreviene la angustia cuando se pierde el centro. Cuando la realidad acomete al que despierta, la verdad le asiste".

Aguirre, a quien no tener nada que decir jamás le ha obligado a callarse, le contestó: "¡Qué bonito! Ha leí­do usted a Sara Mago."

Después, las tres se pusieron a cantar, a pleno pulmón, no, no, no nos moverán. Qué raro es el subconsciente, ¿a que sí­?

Pero, claro, en esta ocasión tampoco hace falta ser Sigmund Freud para darse cuenta de que la pesadilla de Juan habí­a salido de la pura realidad.

Porque el caso es que el Ayuntamiento, que cada vez que anuncia que va a plantar un bosque lo hace con un hacha en la mano, quiere cortar esos árboles, en muchos casos centenarios;
y que Carmen Cervera ha amenazado con llevarse su colección de arte a otro sitio si se comete ese disparate medioambiental frente al museo;
y que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha afirmado que, mientras ella siga en su puesto, "esa arboleda del paseo del Prado y del paseo de Recoletos va a seguir donde está". Y, de hecho, el otro dí­a comentó en la Puerta del Sol, medio en broma y medio en serio, que estaba dispuesta a atarse con la dueña de la colección Thyssen-Bornemisza a uno de los cedros del paseo del Prado.

"¡Vamos, joven! ¿A qué esperas?", le dijo, dentro del sueño, Esperanza Aguirre a Juan, tendiéndole la mano para que coreasen juntos una consigna contra el alcalde.

Y él, que sospechaba, como casi todo el mundo, que la presidenta estaba mucho menos a favor de los árboles que en contra de Alberto Ruiz-Gallardón, se dijo: "¡Qué diablos, es por los cedros, y, además, parejas más raras se han visto!".

Al dí­a siguiente, iba a confirmar ese punto al ver en la prensa otra de esas fotos que suelen hacerse en medio de cada crisis Aguirre y Ruiz-Gallardón, abrazados como boxeadores que se saludan no se sabe si antes o después del combate y con el odio tachado por un par de sonrisas falsificadas, de esas en las que los dientes parecen munición más que otra cosa.

"Quién sabe", se dijo Juan, "como esta vez los que protestan por el desmán no son simples ciudadanos, sino la dueña del maravilloso Museo Thyssen-Bornemisza y la presidenta de la Comunidad de Madrid, igual los arboricidas aceptan que la solución está en ampliar las aceras a ambos lados del paseo y reduciendo los carriles destinados a los vehí­culos, como proponen los ecologistas, para mantener el bulevar y reducir el tráfico. De momento, y porque en algunas ocasiones el fin sí­ que justifica los medios, Esperanza, choca esos cinco y encadenémonos juntos a un cedro".

Qué de vueltas da la vida.

Tita es una jodida caprichosa. Ayto. de Madrizzz Dixit---->http://www.elpais.es/articulo/madrid/Ayuntamiento/tacha/caprichosa/intolerante/baronesa/Thyssen//20060504elpmad_3/Tes/

javi

Alberto se ha acojonado:

Gallardón paraliza 6 meses la reforma del paseo del Prado de Madrid para recibir más alegaciones
Running is life. Anything before or after is just waiting