Hilo de bebés, niños, madres, padres, y tí­os responsables.

Iniciado por Quercus Cistensis, Diciembre 18, 2009, 08:07:59 AM

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RepublicanoJacobino

Cita de: Dan en Diciembre 17, 2018, 05:34:41 PM
En mi colegio hay unos cristos soterrados importantes porque en las chupipandis wasaperas había una profesora que este año estaba entre quienes decidían cómo se hacían los grupos de primaria. Y ahora todo son sospechas de cómo se han formado, que si como no estaba en la chupipandi a mi hijo lo han separado, que si han juntado a todos los gamberros en una clase (adivinad a cuál va el mío), en ese plan.

Curiosamente, el individio del twitter en vez de chupipandi o chachipandi lo llama cuchipandi no sé si por error o a posta (que ya ha tardado don pésimo en desvelar)

cuchipanda
1. f. coloq. Comida que toman juntas y regocijadamente varias personas.


No sé si lo ha querido llamar cuchipandi porque se refiera a un grupo de personas en pleno jolgorio, pero la cuchipanda se refiere a la comida y no a las personas que se reunen en esa comida, por lo que lo de llamar cuchipandi a un grupo de personas cerrado que se divierten con sus cosas no lo veo del todo.

Cuando deseas una cosa con mucha fuerza, al final te comes una mierda

CHE

Pues me acabas de sacar de mi error. Siempre leía "la cuchipandi", cuando aquí se usaba el término en nuestros viejos tiempos.

Glatts

En estos "tiempos modernos" además de crearse constantemente neologismos o adoptar barbarismos de otras lenguas, también se toman palabras ya preexistentes a las que se dota de nuevos significados aun no aceptados por la RAE.

Por lo que tampoco nos tiene que sorprender que ahora haya un neologismo "cuchipandi", claramente basado en otra palabra anterior "cuchipanda" y dotado popularmente de un significado distinto al de la palabra preexistente, pero también claramente basado en él. Estas cosas están pasando constantemente. Luego, que la RAE lo acabe aprobando o no (no te sorprenda que sí lo acabe haciendo, atrocidades más gordas ha hecho en los últimos años), el tiempo lo dirá.

Y sí, yo siempre he oído decir "cuchipandi", y lo de chachipandi me parece un error del autor, intencionado o no. ¿Dislexia?

RepublicanoJacobino

A que llamáis exactamente cuchipandi? Entiendo que chachipandi es una pandilla que mola.
Cuando deseas una cosa con mucha fuerza, al final te comes una mierda

CHE



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Glatts

https://elpais.com/ccaa/2018/05/11/catalunya/1526036193_375438.html

Tengo sensación de cierto alivio. La experta me dice que con tres hijos y un oficio como el de periodismo difícilmente tengo tiempo de criar hijos perfectos o hiperniños. A la más pequeña le acabo de dar de merendar cruasán de chocolate y un helado, a la mayor le he dejado ver cuatro capítulos seguidos de una serie americana, y su padre pierde muchas horas de su vida llevando al mediano al fútbol en la otra punta de la ciudad. Todo eso me lo callo delante de la experta.

¿Qué es un hiperniño? Contesta Eva Millet, autora de Hiperniños (Plataforma Actual): "Es el producto de una crianza intensiva, de una absoluta dedicación de los padres al niño, pero una dedicación más enfocada a ver el hijo como un producto. Tienen de antemano un plan establecido para ese niño incluso antes de nacer. Es un modelo norteamericano. Este niño es el absoluto rey de la casa, el Luis XIV. Es el modelo altar, se le rinde culto, se le da todo, se le consulta todo pero, por otro lado, tiene una presión brutal para triunfar. Son niños hiperprotegidos, que gestionan mal la frustración, que se muestran muy poco autónomos. Es un fenómeno del primer mundo".

¿Cuáles son los síntomas? "Cuando es incapaz de hacer algo que le tocaría hacer sin ayuda del adulto. El ejemplo son los deberes. Cada vez hay más niños que no saben hacer los deberes sin sus padres, y cada vez más padres que los hacen para subirles la nota. Otra característica son los miedos, y uno cada vez más común es el miedo a equivocarse, el miedo a fallar. También la ansiedad y el estrés, que son estados de los adultos, que cada vez se detectan más incluso en niños. Se ve un poco la crianza de los hijos como un campo de entrenamiento, porque cada vez hay que llevarlos a más sitios, son infancias muy estresadas".

El último informe del Estudio del Plan Nacional sobre Drogas en España, detalla Millet, ha detectado que uno de cada seis adolescentes calmó sus tensiones ante un examen o una ruptura tomando ansiolíticos. Los tranquilizantes por primera vez superan al alcohol y al tabaco como droga de inicio.

Millet explica que los hiperpadres han entrado en la escuela y los colegios están apabullados. Padres que se meten en el AMPA para cambiar el menú, padres que montan grupos de WhatsApp para criticar al profesor... "Me cuentan profesores que encuentran niños que escuchan la palabra NO por primera vez en la escuela, que llegan con muy pocos límites, que no duermen, que se caen en el patio y se quedan inmóviles a la espera de que alguien los levante...".

Pregunto a Clara Blanchar, compañera de EL PAÍS, impulsora (como yo) del blog De Mamas and de Papas y también madre: "La mera descripción del hiperniño estresa y angustia. Claro que queremos lo mejor para nuestros churumbeles, pero precisamente porque mis hijas (primer mundo, clase media) tienen de todo y fácilmente, considero importante poner en valor la capacidad de espabilarse y ser autónomas. Consultarles y tenerlas en cuenta, vale. Pero elegir... a veces sí; y otras, te comes la verdura porque es lo que hay. Y recordarles que son unas privilegiadas; que comparadas con otras realidades, esto es Disneylandia. Hace tiempo que me he apeado de esta infinita competición por 'lo más'. Me cuesta, porque la presión (mía y ajena) es intensa y el sentimiento de culpabilidad por no hacer más acecha, pero intento relajarme, consciente de que juego en otra liga (en la que también hay buenas escuelas, extraescolares y campamentos). Y buscar espacios para que hagan lo que más mola de ser niño: jugar y jugar y jugar, si puede ser al aire libre y con primos y amigos, mejor". Blanchar piensa en su amiga Mariluz: "Es la reina del mambo de apearse del hiperchurumbelismo. Ha pasado hasta del inglés (¡les ha borrao!) y el curso pasado, al ver el ritmo y el nivel de fiestas de cumple que llevaba su clase solo tres meses después de comenzar el curso, decidió bajarse del tren y llevarse a cuatro amigas a dormir a casa. Yo hace años que lo hago y triunfo".

Cuesta creer que la generación que Millet llama del niño mueble sea ahora la que produzca hijos altar. No entiendo que aquellos niños que no tuvieron fiestas de cumpleaños en room escapes ni vacaciones de verano para ver tortugas en Costa Rica ahora se maten por buscar los campamentos más especializados o elijan la guardería que enseña mandarín. Por el camino, y eso es cierto, los padres y las madres han perdido autoridad. "Yo veo que es un fenómeno cada vez más extendido. La media de hijos es 1,3 por pareja, los tenemos más tarde y hemos pensado cómo van a ser, además las madres contamos con experiencia laboral. Una cosa de la hiperpaternidad es que el hijo se gestiona y tú importas herramientas del trabajo para educar; tenemos más recursos y además existe la competencia entre familias. Hay un terror a que tu hijo se crea que va detrás porque este modelo está basado en la precocidad. Al final ejercer de padre o de madre es un maratón. Un fenómeno muy curioso es hablar en plural: "hemos aprobado, hemos suspendido, nos hemos enamorado...", explica Millet, que muestra una imagen que se repite: el niño que baja del bus y entrega a su madre/padre la mochila para que la cargue o el que persigue a su hijo bocadillo en mano por el parque para que lo mordisquee.

El alivio se transforma progresivamente en agobio conforme avanza la conversación. ¿Tan mal lo estamos haciendo? "Hay miedo a poner límites porque seremos unos fachas. Afecto y límites son los pilares de la educación. Lo que tenemos que hacer es relajarnos. Nos hemos complicado la vida de forma innecesaria. Hay que pensar que la educación es a largo plazo y que tú no eres enteramente responsable de lo que le va a pasar a tu hijo. Abogo por confiar en nosotros, pero también en los hijos".

Fin de la conversación. Dos mensajes me quedan claros: no pienso llevarle la mochila a mis hijos nunca más y voy a poner límites. Aunque hoy vuelvo a equivocarme. La merienda vuelve a ser chocolate.

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Cita de: Dan en Diciembre 17, 2018, 05:34:41 PM
En mi colegio hay unos cristos soterrados importantes porque en las chupipandis wasaperas había una profesora que este año estaba entre quienes decidían cómo se hacían los grupos de primaria. Y ahora todo son sospechas de cómo se han formado, que si como no estaba en la chupipandi a mi hijo lo han separado, que si han juntado a todos los gamberros en una clase (adivinad a cuál va el mío), en ese plan.

Exactamente igual que el año pasado. Mismo destino para la gatica

Dan

En parte es bueno porque se desecha parcialmente la carga genética del padre...
;D ;D ;D

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El otro día devolvió una yoya en el partido de basket ;D

Dan

Es gracioso cuando hacen una de ésas y la gente se gira hacia ti. Pero vamos a ver.

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RepublicanoJacobino

Cita de: Glatts en Enero 01, 2019, 10:50:12 PM
https://elpais.com/ccaa/2018/05/11/catalunya/1526036193_375438.html

Tengo sensación de cierto alivio. La experta me dice que con tres hijos y un oficio como el de periodismo difícilmente tengo tiempo de criar hijos perfectos o hiperniños. A la más pequeña le acabo de dar de merendar cruasán de chocolate y un helado, a la mayor le he dejado ver cuatro capítulos seguidos de una serie americana, y su padre pierde muchas horas de su vida llevando al mediano al fútbol en la otra punta de la ciudad. Todo eso me lo callo delante de la experta.

¿Qué es un hiperniño? Contesta Eva Millet, autora de Hiperniños (Plataforma Actual): "Es el producto de una crianza intensiva, de una absoluta dedicación de los padres al niño, pero una dedicación más enfocada a ver el hijo como un producto. Tienen de antemano un plan establecido para ese niño incluso antes de nacer. Es un modelo norteamericano. Este niño es el absoluto rey de la casa, el Luis XIV. Es el modelo altar, se le rinde culto, se le da todo, se le consulta todo pero, por otro lado, tiene una presión brutal para triunfar. Son niños hiperprotegidos, que gestionan mal la frustración, que se muestran muy poco autónomos. Es un fenómeno del primer mundo".

¿Cuáles son los síntomas? "Cuando es incapaz de hacer algo que le tocaría hacer sin ayuda del adulto. El ejemplo son los deberes. Cada vez hay más niños que no saben hacer los deberes sin sus padres, y cada vez más padres que los hacen para subirles la nota. Otra característica son los miedos, y uno cada vez más común es el miedo a equivocarse, el miedo a fallar. También la ansiedad y el estrés, que son estados de los adultos, que cada vez se detectan más incluso en niños. Se ve un poco la crianza de los hijos como un campo de entrenamiento, porque cada vez hay que llevarlos a más sitios, son infancias muy estresadas".

El último informe del Estudio del Plan Nacional sobre Drogas en España, detalla Millet, ha detectado que uno de cada seis adolescentes calmó sus tensiones ante un examen o una ruptura tomando ansiolíticos. Los tranquilizantes por primera vez superan al alcohol y al tabaco como droga de inicio.

Millet explica que los hiperpadres han entrado en la escuela y los colegios están apabullados. Padres que se meten en el AMPA para cambiar el menú, padres que montan grupos de WhatsApp para criticar al profesor... "Me cuentan profesores que encuentran niños que escuchan la palabra NO por primera vez en la escuela, que llegan con muy pocos límites, que no duermen, que se caen en el patio y se quedan inmóviles a la espera de que alguien los levante...".

Pregunto a Clara Blanchar, compañera de EL PAÍS, impulsora (como yo) del blog De Mamas and de Papas y también madre: "La mera descripción del hiperniño estresa y angustia. Claro que queremos lo mejor para nuestros churumbeles, pero precisamente porque mis hijas (primer mundo, clase media) tienen de todo y fácilmente, considero importante poner en valor la capacidad de espabilarse y ser autónomas. Consultarles y tenerlas en cuenta, vale. Pero elegir... a veces sí; y otras, te comes la verdura porque es lo que hay. Y recordarles que son unas privilegiadas; que comparadas con otras realidades, esto es Disneylandia. Hace tiempo que me he apeado de esta infinita competición por 'lo más'. Me cuesta, porque la presión (mía y ajena) es intensa y el sentimiento de culpabilidad por no hacer más acecha, pero intento relajarme, consciente de que juego en otra liga (en la que también hay buenas escuelas, extraescolares y campamentos). Y buscar espacios para que hagan lo que más mola de ser niño: jugar y jugar y jugar, si puede ser al aire libre y con primos y amigos, mejor". Blanchar piensa en su amiga Mariluz: "Es la reina del mambo de apearse del hiperchurumbelismo. Ha pasado hasta del inglés (¡les ha borrao!) y el curso pasado, al ver el ritmo y el nivel de fiestas de cumple que llevaba su clase solo tres meses después de comenzar el curso, decidió bajarse del tren y llevarse a cuatro amigas a dormir a casa. Yo hace años que lo hago y triunfo".

Cuesta creer que la generación que Millet llama del niño mueble sea ahora la que produzca hijos altar. No entiendo que aquellos niños que no tuvieron fiestas de cumpleaños en room escapes ni vacaciones de verano para ver tortugas en Costa Rica ahora se maten por buscar los campamentos más especializados o elijan la guardería que enseña mandarín. Por el camino, y eso es cierto, los padres y las madres han perdido autoridad. "Yo veo que es un fenómeno cada vez más extendido. La media de hijos es 1,3 por pareja, los tenemos más tarde y hemos pensado cómo van a ser, además las madres contamos con experiencia laboral. Una cosa de la hiperpaternidad es que el hijo se gestiona y tú importas herramientas del trabajo para educar; tenemos más recursos y además existe la competencia entre familias. Hay un terror a que tu hijo se crea que va detrás porque este modelo está basado en la precocidad. Al final ejercer de padre o de madre es un maratón. Un fenómeno muy curioso es hablar en plural: "hemos aprobado, hemos suspendido, nos hemos enamorado...", explica Millet, que muestra una imagen que se repite: el niño que baja del bus y entrega a su madre/padre la mochila para que la cargue o el que persigue a su hijo bocadillo en mano por el parque para que lo mordisquee.

El alivio se transforma progresivamente en agobio conforme avanza la conversación. ¿Tan mal lo estamos haciendo? "Hay miedo a poner límites porque seremos unos fachas. Afecto y límites son los pilares de la educación. Lo que tenemos que hacer es relajarnos. Nos hemos complicado la vida de forma innecesaria. Hay que pensar que la educación es a largo plazo y que tú no eres enteramente responsable de lo que le va a pasar a tu hijo. Abogo por confiar en nosotros, pero también en los hijos".

Fin de la conversación. Dos mensajes me quedan claros: no pienso llevarle la mochila a mis hijos nunca más y voy a poner límites. Aunque hoy vuelvo a equivocarme. La merienda vuelve a ser chocolate.

Bueno, ya se de donde ha sacado ideas la directora del cole para su proyecto educativo:

Contexto socio-cultural
Las características socio-culturales del entorno que rodea al Centro son las siguientes:
• La población donde se encuentra ubicado el centro es de economía media-alta.
• La vivienda es media-alta, aunque tenemos muchos alumnos/as que proceden de
otras zonas de Sevilla.
• La zona posee todos los recursos necesarios para tener una buena calidad de
vida: comercios, bibliotecas, médicos, parques, teatros, bares,...
• Al estar en la zona centro de Sevilla tiene buenas comunicaciones: autobuses,
trenes,...
Es un lugar bullicioso, donde la gente de otros lugares acude a comprar, entretenerse,...

Contexto socio-laboral
En estos momentos de crisis nos encontramos con bastantes familias donde uno de los
progenitores se encuentra en situación de paro a pesar de la cualificación profesional
que poseen.
Los niños/as asumen con normalidad que estén con un progenitor, bien sea padre o madre, y el otro trabaje la mayor parte del tiempo. A pesar de ello se ven diferencias entre
los padres y madres a la hora de elegir criterios para la educación de sus hijos, siendo muy permisivos en normas conductuales.

Contexto socio-educativo
Describiremos a continuación el contexto socio-educativo siguiendo los puntos siguientes:
Tienen gran tradición escolar, muchos progenitores han alcanzado estudios de Universidad, así como los abuelos de nuestros alumnos/as.
Hay escaso índice de absentismo, nuestros alumnos/as sólo faltan por motivos de enfermedad; encontrándonos en ocasiones niños/as que acuden enfermos al colegio porque ambos progenitores trabajan y no tienen con quien dejarlos.
Hay buena formación cultural de las familias que permite que ayuden a los niños/as en
tareas culturales. La familia se implica en la Escuela, siendo muy so- lícitas a la hora de
obtener información , ayuda, material,...
Hay niños/as con tantas actividades que su jornada puede comenzar a las 7,30h y terminar a las 19h, éstos están estresados y eso les lleva a un comportamiento nervioso y sin
autocontrol en la escuela.

Aunque la nacionalidad de la inmensa mayoría es española, tenemos distintas culturas
por tener niños/as adoptados tanto de Europa del Este como de Hispanoamérica, entre
otros, los padres son europeos que viven en España o matrimonios de otras nacionalidades. Teniendo alumnado de familias de más de 15 nacionalidades distintas.
Muchos niños/as traen a la escuela una competitividad que no es lógica en estas edades:
lloran si no les sale bien una actividad o no la comprenden; se enfadan si no son los
primeros en acabar la tarea, si no consiguen meter un tanto, si pierden un partido en el
recreo,...
Hay bastantes familias que sobre protegen a sus hijos, teniendo éstos una conducta no
adecuadas a su edad.

También tenemos un grupo de alumnos/as de desventaja social. Nuestro alumnado es en
general bastante trabajador y participativo, teniendo la escuela como un referente positivo en sus vidas.
En general la actitud de todos y todas los maestros/as es de compromiso, entrega y profesionalidad.
Cuando deseas una cosa con mucha fuerza, al final te comes una mierda

Quercus Cistensis

Siguiendo la máxima de que hay que compartir actividades con los hijos, he medio aprendido a jugar en los últimos 15 años.

-al Lego Star Racers

-Backyard Monsters

-El sucesor del B.Monsters, que era algo Heroes.

-Un par de los de poner torretas defensivas y te van soltando globos y tienen que reventarlos antes de que lleguen al final.

-Clash of Clans.

-Team Fortress 2.

-Conqueror of the World

Mas he aquí que me hago mayor. El Brawlers este que juegan los chiquillos se me está haciendo un poco cuesta arriba  ;D
Pelazo nivel Boris Johnson