Gaticos y monetes: El hilo ma-ri-cón rebosante de azúcar y candidez

Iniciado por Controlcé, Diciembre 21, 2009, 09:11:57 PM

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Dolordebarriga

"Yo siempre documento lo que digo"

Rednuts

Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

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Controlcé

Documental de gatetes. ¡Ay los gatetes!

http://www.megavideo.com/?v=0ZLEIVGG

20 duros al que me diga cómo se mete un video de megamierda aquí­.

Glate

Subiendo a megaupload cualquier archivo en formato de ví­deo, se activa automáticamente en megavideo.

Te paso por IM mi número de cuenta.

Controlcé

No me referí­a a eso, si no a incrustar el video aquí­ como se hace con los tutubos.

Pero pásame tu número, pásamelo...  ;D

Glate

http://www.megavideo.com/v/0ZLEIVGGa59678a9ecbfa9a733d9806e748aa6f81


Glate

Mira tus IM's que te paso mi número de cuenta.

Redneck, tate quietas las manos  ::)

lukera

Hoy, muy temprano, he visto como un coche ha despanzarrudo un gato justo delante de la ventana de mi cocina.

Mi calle, que por la crisis se ha quedado (gracias por una vez, Zapatero) rodeada de tierras baldí­as y a la vez en medio de un barrio medio-chachi con el único inconveniente de que al pillarnos al lado unas consultas externas de psiquiatrí­a a ciertas horas no es muy estético el desfile de transeuntes (pací­ficos como el que más, que conste) es un reducto de gatos callejeros a los que alimentan mis vecinas más viejas y los perroflautas de turno. Eso trae inconvenientes: mi portal siempre huele a meado de gato, los pajaritos ya comen el pienso de gato que les ponen los buenos ciudadanos (los gatos son mas exquisitos: sólo se alimentan de los platazos de macarrones, arroz con pollo y similares que esta ramificación con tiempo de la buena gente pone por las aceras) con lo que a las 6 de la mañana nos despiertan con su alegre trinar, inconveniente que puedo tolerar ya que soy mujer de campo sino fuera por mi miedo a que los piensos acaben atrayendo ratas, animalitos de Dios a los que no veo con tan buenos ojos*. El Ayuntamiento, a pesar de las Ordenanzas, no hace nada ya que son mayorí­a en el barrio (ocurren situaciones así­ en zonas del mismo mas pobladas que la nuestra de todo el barrio, y es voto seguro a no ser que les quites los gaticos o les multe por alimentarlos).

Aún así­, pues la verdad es que a algunos les acabas por tomar cariño, ¡para qué engañarnos! Justamente yo, al tener que fumar únicamente desde la ventana de la cocina, seguí­a con verdadero interés las andanzas de una gata negra y su hijo/a. ¡Lllamadme mema, pero así­ como he cogido maní­a a la gata marrón ninfomana que está todo el dí­a maullando y dale que te pego con todos los gatos golfos del barrio, para luego verla embarazada y a las pocas semanas otra vez en los pellejos -me temo que mata a sus propios hijos- ésta es diferente! Una señora que se ha dedicado a sacar a su hijito al barrio y enseñarle a cruzar la calle, esconderse, esperar su turno para comer ..... Todo ello sin dedicar ni un triste maullido a ningún macho. Era una gozada. El gatito ya debí­a tener 4-5 meses. Esta mañana, serí­an las 7, se ha tirado en medio de la calle panza arriba a pesar de las advertencias de su madre, que en esta ocasión no estaba allí­ (se solí­a esconder debajo de un coche, observar lo que hací­a su hijo y salir a darle zarpazos si era imprudente, tras lo cual la madre echaba a andar y el hijo la seguí­a sumido pero altivo; obediente y sin perder el paso que marcaba la madre) un coche le ha dado un golpe en la cabeza sin querer. Yo estaba con mi primer café y un pitillo, mirando sin ver. He pensado que de nuevo algún gato se habrí­a quedado en la calzada obligando a maniobrar al coche para no atropellarle (ocurre a menudo, en esta calle puedes hacer cualquier cosa, pero ni de coña atropellar un gato so pena de muerte por lapidación y destierro para tus 8 siguientes generaciones). El gato estaba ahora boca abajo y quietí­simo. La primera señal de alarma ha sido ver a la gata ninfómana que volví­a la cabeza y le miraba al menos durante dos segundos, sin mover otra parte de su cuerpo ni maullar (la muy puta luego ha vuelto al pollo guisado que estaba comiendo).

Yo ya no podí­a más. Iba a bajar a quitarle de enmedio de la carretera a pesar de que estaba febril y vomitando (por causas ajenas al gato), me fijo y veo que empieza a salirle un hilo de sangre (supongo) por un lado de la cabeza no muy estrepitoso aunque continuo. El gato estaba muerto. Luego han pasado otros coches, evitando el cadáver, hasta que uno que no es de aquí­ (no se le ocurra volver, que menudos somos, nosotros podremos discutir sobre los gatos, pero se les respeta, ¡coño!) ha parado su todotontúmen. He pensado: ¡mira, va a quitar el cadáver para evitar que se tope con él un motorista, ¡que cí­vivo! Me equivovaba, ha enfilado al gato y le ha triturado con la rueda posterior derecha.
Ahí­ me he vuelto a mis cosas (vomitar). No querí­a volver a mirar y desde luego ya no podí­a fumar, pero he oí­do a mis vecinas del edificio de enfrente (2 septuagenarias a las que F. se refiere como mi "pandi del barrio") lanzar una exclamación, nada más. Sin mayor importancia una ha cogido al gatito (lo que quedaba) por el pellejo y lo ha tirado al contenedor, mientras la otra ha subido a su casa y ha vuelto rauda con bolsas y papl de periódico a recoger las tripas.

A la madre del negrito muerto hoy no la veo desde ayer. No paro de asomarme a la ventana. En mi mente se sobrepone a la imagen del gato destripado la idea de que ayer mataron o murió la madre, o quizá pensó que su hijo ya era mayor; que el gatito pensó que seguí­a protegido por su madre y nada podrí­a pasarle ya que le avisarí­a con un zarpazo. Me caia bien esa familia monoparental de gatos negros, ¡joder!




*F., como buen biólogo aficionado se caga en "los alimentadores" ya que encima así­ evitan la migración diaria que las aves hací­an a las orillas del Tajo a comerse los yerbajos y fertilizar las tierras, pero al ser un firme defensor de la energí­a nuclear y contrario a las petroleras y eléctricas no se lo tendremos en cuenta.
Chivo que rompe tambor, con su pellejo lo paga.

Lacenaire

Un motivo más para apoyar la reducción del lí­mite de velocidad.

Bic

Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Rednuts

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