Libreros

Iniciado por Carson_, Febrero 12, 2010, 11:53:08 PM

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Carson_

Me parece una tonterí­a de las gordas pretender descalificar a alguien tachándolo de librero, supongo que para mucha gente la figura del librero se corresponde más o menos a la siguiente composición: ser de piel cetrina, miope, de andar arrastrado, enfundado en una bata triste azul plomo, y sobre todo, alguien poseedor de un conocimiento enciclopédico de baratija, de solapa de libro. Estos dí­as que ando sin páginas que echarme a la boca (mejor dicho, a la vista), pensaba en la pereza que últimamente me da entrar en una librerí­a cuando no voy al tuntún a ojear algo que me haga pillo, sino con mi lista eficientemente anotada en un bloc. El muchacho-recepcionista me pide que le deletree el nombre del autor, lo teclea ante la pantalla y me contesta: “¿Le va bien para el 18 de marzo a las 7 de la tarde?”. El dí­a que en “mis” librerí­as pongan el hilo musical de Carros de fuego o Memorias de Africa, juro por Dios que me parecerá estar en la sala del dentista. 

Hace unos meses me enteré de que Pere, de la Llibreria Geli, murió. Para mí­ era un virtuoso del oficio. Preferí­a esperar un buen rato con tal de que me atendiera él; mientras, ojeaba un Babel amontonado de volúmenes en la que continúa siendo una de las librerí­as más chulas que conozco (claro que no soy mujer de mundo). Cuando era “tuyo”, daba gusto conversar con Pere. “Quí¨, mossa, quí¨ busques avui?” “I tant, boní­ssim â€"añadí­a-, fa poc el Sr. Garriga (ni puñetera idea de quién era) em va dir que el rellegeix cada any”. A todo esto alguna dependienta le preguntaba al vuelo una recomendación sobre horticultura en Los Paí­ses Bajos. Y él le daba un nombre y una ubicación aproximada: última estanterí­a, en la tercera repisa. “Saps quin t’agradaria a tu? Un moment, de seguida torno”. Entraba en la parte interior de la librerí­a, y aparecí­a rápido como una ardilla con todas mis demandas satisfechas. Te cobraba pel cap baix, cuando todaví­a no se estilaba, al menos en ciudades pequeñas, el carnet-descuento.

Pere era un ilustrado de los tiempos modernos.

Rednuts

Euh... ¿quién ha descalificado a los libreros?
Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

Carson_

Con lo elegante que habí­a quedado refiriéndome exclusivamente a Pere Rodeja, y llegas tú a intentar sonsacarme, marujón.

La pregunta es verosí­mil, eso sí­.

carbono

Me doy un garbeo por este lugar, y hete aquí­ que me encuentro a Carson escribiendo dos párrafos completos (y más o menos largos, pa colmo). Y voy y digo, como ya lo hiciera el clásico villancico del cancionero de Uppsala: "¡Dadme albricias, hijos de Eva!". No sabí­a yo que lo de llamarle a uno librero, fuera una descalificación. En realidad, no sabí­a que hubiera la costumbre de llamárselo a quien no lo es. Siempre se aprenden cosas, oiga. 

Me alegro de saludarte, Carson. Ya me dirás por qué apareces por aquí­ unas veces en negro (como si de un nick difunto se tratara), y otras en tonos más lozanos. Y escribe más párrafos largos, hostias, que escribes menos párrafos largos que la hostia.

Pete O' te enví­a un saludo, por cierto.  ;D

Carson_

Hombre, tú por aquí­. Oye, que he escrito más de dos párrafos completos en este foro, es más, incluso he iniciado algún hilo como una debutante atolondrada. Apuesto a que entras muy de vez en cuando y sólo lees este subforo. ¿A que sí­?

Mejor dejemos de lado la intención segunda que contení­a el post. Te digo por qué a veces aparezco de negro: porque no he perdido la “sana” costumbre de pillarme rebotes (aunque creo que me estoy rehabilitando) y, ya sabes, cabreo o hastí­o propio = darme de baja. Si hasta hace un par de semanas estuve por inmolarme otra vez, pero una vez que fui a Perfil, no recordé dónde debí­a darle. En mi lí­nea. Lo bueno de los foros es que estiras la pata a tu antojo y redivivo.

En cuanto a lo de escribir cosillas más largas, no creas, se me pasó por la cabeza plantar uno de los pocos relatos mí­os que me gusta y que le pasé hace tiempo a Aguirre â€"¿dónde andará ese hombre?, con lo que me gustaba leerloâ€", pero ocupa unas veinte páginas, demasiado largo. Tampoco es cuestión de ir dando el coñazo al resto.

Me ha alegrado “verte”, en serio.

Rednuts

Si es verosí­mil responde, por Dios, que no me llega la camisa al cuerpo.
Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

Baku

Cita de: Redneck en Marzo 19, 2010, 10:39:01 PM
Si es verosí­mil responde, por Dios, que no me llega la camisa al cuerpo.

Ferdinand a no recuerdo quien en un apasionante debate sobre literatura norteamericana.
It's very difficult todo esto.

Carson_

Joder, Baku, me acabas de destrozar un privi que pensaba enviarle a Redneck. Ahí­ va:

Redneck, ni sueñes en que me convierta en una Kim de Che, ahí­, de geisha, interpretándole lo que no ha leí­do. Por esta vez, vale. Pasó en el hilo de libros. Resumiendo mucho, Miserable defendí­a la postura de no tradición literaria norteamericana, no al menos en el sentido de una cultura de arraigo como la europea. A partir de ahí­,  Mozart y California contraatacaron â€"estos dos también parecen un binomio: o escriben los dos o ningunoâ€", en medio Don Pésimo y yo dando bandazos. Ferdinand se cargó de un plumazo a Kerouac â€"recuerdo que tú dijiste que Kerouac ni fu ni fa, por tanto, supuse que habí­as leí­do las intervenciones anterioresâ€", y que en cambio Henry Miller era un grandí­simo que nunca habló bien de otro escritor a no ser que fuera lo suficientemente bueno. California le dio un guantazo en la mejilla transcribiéndole un prólogo elogioso de Henry Miller a Kerouac. A partir de ahí­, Ferdinand se desencajó y sólo le respondí­a “librero” a California, cuando la talla la dio California, no Ferdinand.
Por otro lado, cada vez que yo escribí­a algo, California dándome por saco. Que si tropecé con el hilo en el coño, que si  le parecí­a deleznable y verosí­mil que te reportara a los moderadores, etc., etc. 

En fin, que me di el gustazo de hablar de Pere, y a la vez darle un poco a Ferdinand; con California no he podido porque se ha suicidado, pero ganas no me faltan.

Hoy estoy faltona.

Baku

Cita de: Carson_ en Marzo 19, 2010, 11:43:14 PM
Joder, Baku, me acabas de destrozar un privi que pensaba enviarle a Redneck. Ahí­ va:


Sorry.
It's very difficult todo esto.

Rednuts

#9
Me ha gustado lo de geisha, lo admito.

Sí­, recuerdo la conversación sobre la literatura americana y cómo apenas participé porque no podí­a despegarme las palmas de las mano de la cara. Sólo recuerdo que a lo que decí­a Pésimo habrí­a que contestar amén. Y la otra parte ya no llegué. Pero vamos, conociendo como conocemos a Ferdinando no me extraña que sufriera una regurgitación de su todaví­a no digerido encuentro con el dadaí­smo a los 30 años de edad y wikipedia mediante. Y se pone así­. Hay que quererlo como es, sin tratar de entenderlo: no hay nada que entender.

Por lo demás, librero me parece un oficio tan digno (o indigno, no olvidemos que hablamos de trabajo) como otro cualquiera, y en cualquier caso mejor que periodista, abogado o publicista. De hecho, uno de los oficios que he soñado desempeñar siempre (detrás del de rentista, herencia sorpresa o braguetazo más sorpresa todaví­a mediante) es el de librero. Junto con farero, o guardia forestal en una torreta con la nada alrededor, o piloto de avioneta, que no quiero agobios con mucho pasaje.

Yo serí­a un librero como Bernard Black, sólo que con el pelo más limpio.


Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

ENNAS

Salud, Carson_, buenos dí­as.

Te recuerdo alabando a Cormack McCarthy, al punto incluso que por error sináptico le intentaba localizar en Google escribiendo Carson McCormack; y concretamente valorar muy positivamente el libro "Todos los caballos bellos" motivo por el cual me puse a ver la pelí­cula cuando la echaron en TDT.

No me pareció muy buena historia, más allá de que la pelí­cula sea premiosa, los diálogos me parecí­an muy simples y llenos de topicazos, reflejando quizá la poca formación de los tres vaqueros, el final es malí­simo sobre todo el inconcebible personaje del juez. La recuerdo como la tí­pica historia 'Forrest Gump' del individuo simple y noblote que si se mete en lí­os es por culpa de la hipócrita y malévola sociedad.

Luego me enteré, con asombro, que "No es paí­s para viejos" también está basada en un libro de McCarthy y que más recientemente han llevado al cine su premiada "La carretera". Ésta última no la he visto. Pero de las otras dos no las recuerdo por sus diálogos enjundiosos, más bien son ramplones. Aventuras de Hombres, muy Hombres, (y mujeres-florero) con una patina meláncolica y crepuscular imitando los westerns de Peckinpah, más que los de los años cincuenta.

No se si habrás visto las pelí­culas. Me pregunto, te pregunto, si Cormack McCarthy es uno de esos autores que no se pueden llevar al cine. Quiero suponer que sus diálogos son simples porque se mete en la piel de sus personajes de baja estofa y no les hace hablar como a los relamidos habitantes del Manhattan de Woody Allen. Veo un sincero interés de los directores por mostrar una naturaleza árida y hostil, como una amenaza difusa pero latente que socava los ánimos de los protagonistas. Y de ello infiero que quizá la grandeza del escritor esté en sus descripciones y emociones interiores de los personajes.

¿Por qué merece la pena leer alguna obra suya?

Gracias por tu atención.

Carson_

Muy buenas, ENNAS. Como comprenderás no me mueve ningún interés especial por que la gente lea a Cormac McCarthy o no. Sin embargo, sigo manteniendo que es un buení­simo escritor. No me ha quedado claro si me preguntas por las novelas o por las adaptaciones cinematográficas que se han hecho de su obra.

Voy a ir por partes. Todos los hermosos caballos es una historia más de iniciación o tránsito a la vida adulta o madurez. No importa el qué, sino cómo lo cuenta. Cierto, los personajes de Cormac McCarthy no van soltando peroratas complejas sobre el sentido de la vida: son gentes sencillas. Sin embargo, el autor elude la simpleza a través de un estilo arisco, sumamente  preciso. Si te refieres a la adaptación de Billy B. Thornton (ex de Angelina Jolie y prota de Monster’s ball, entre otras) es mala de cojones.

En cuanto a No es paí­s para viejos, tanto la novela como la adaptación de los Coen me parecen estupendas. Comenté ambas en los hilos respectivos. Como intuyo que a ti no te molestan los tostones, repito algún párrafo (tampoco es cuestión de abusar):

Los avispados Coen debieron captar enseguida el filón visual y dramático de una historia que te noquea casi desde la primera página. Sin desmerecer para nada el magní­fico trabajo que desarrollaron con el material de base los dos cineastas, en la vorágine de la acción se pierde el contrapunto: los monólogos de Bell, el sheriff, pequeñas perlas que conjugan a la vez laconismo, experiencia y sentido común. Ahí­ va una muestra:

«Hace tiempo leí­ en un periódico de aquí­ que unos maestros encontraron de casualidad una encuesta que enviaron en los años treinta a varias escuelas del paí­s. Incluí­a un cuestionario sobre cuáles eran los problemas de la enseñanza en las escuelas (…). Y los mayores problemas mencionados eran cosas como hablar en clase y correr por los pasillos. Mascar chicle. Copiar los deberes. Cosas por el estilo (…). Cuarenta años después y he aquí­ las respuestas. Violación, incendio premeditado, asesinato. Drogas. Suicidio. Me puse a pensar en eso. Porque la mayorí­a de las veces cuando digo que el mundo se está yendo al infierno la gente simplemente sonrí­e y me dice que me estoy haciendo viejo. Que ese es uno de los sí­ntomas. Pero lo que yo creo es que cualquiera que no vea la diferencia entre violar y asesinar gente y mascar chicle tiene un problema mayor que el que tengo yo. Y cuarenta años tampoco es tanto.»

O más adelante:

«La gente que yo conozco es básicamente gente corriente. Gente vulgar, si queréis. Así­ se lo dije a la mujer y ella me miró con cara rara. Pensó que estaba diciendo algo malo de ellos, pero por supuesto donde yo vivo decir gente corriente es un cumplido. Y ella venga a hablar. Al final me dijo, dijo: No me gusta adónde va este paí­s. Yo quiero que mi nieta pueda abortar. Y yo le dije, mire usted, señora, no creo que a usted le preocupe en realidad adónde va este paí­s. Tal como yo lo veo no me cabe ninguna duda de que su nieta podrá abortar. Es más, creo que además de abortar también podrá hacer que le practiquen a usted la eutanasia. Lo cual puso fin a la conversación.»

Ya para acabar, no he visto La carretera, pero por lo que cuentan parece ser que está bien. En cuanto a la novela, en este foro se ha hablado largo y tendido. También sobre los diálogos del niño con el padre. No quise intervenir una vez más por no resultar cansina, pero ya que me lo pones a huevo, respondo por aquí­. Cormac McCarthy no busca el diálogo realista (un error de interpretación verlo así­). La reiteración del “vale” por parte del crí­o, ejerce más bien de función dramática, de temor implí­cito y asunción (falsa) de que todo va bien, de respeto y fe hacia el padre. El final me pareció flojo en cuando a credibilidad, no añado más por si le destripo a alguien el desenlace. En cualquier caso permite una doble lectura: el delirio del chaval.

Resumiendo:

¿Es adaptable en términos cinematográficos Cormac McCarthy? Va a ser que sí­.

¿Por qué merece la pena leerlo? Porque el tipo escribe de puta madre. Y porque revisa géneros.

(Hala, no te quejarás de la parrafada, que ya parezco una réplica de ti mismo. Ah, y no vuelvas a ponerme deberes que es muy cansado).

ENNAS

Gracias por tomarte la molestia Carson_.

La verdad, ya dije, es que las pelí­culas me parecieron correctas sin más, pero viendo tu entusiasmo por sus novelas pensaba y pienso que podí­as contagiármelo, cosa que has conseguido. Seguí­a tus recomendaciones antes, siquiera sea para ver sus adaptaciones cinematográficas y ahora intentaré hacerme con alguna de sus novelas, a ser posible "No es paí­s para viejos" que tan buen gusto me dejó en pelí­cula.

Siento haberte hecho trabajar en domingo.

Carson_

ENNAS, te lo comento porque me da que ni te has enterado. Pues eso, que te envié un privi por si te podí­a haber molestado el comentario último que hice entre paréntesis.

Bah, luego una quiero ir de dura.

ENNAS

Pues no conseguí­ "No es paí­s para viejos" por estar agotada, pero vi que los de la editorial Debolsillo tení­an "La carretera" con foto de Viggo Mortensen en portada y me la llevé.

He aprendido un montón de palabras nuevas:


  • Gour: ¿¿?? Parece referirse a un lago subterráneo. Ocurre durante un sueño así­ que, a saber.
  • Chumacera: Cojinete para apoyar un peso, en una barca a remos la rebaja de la borda en la que los apoyas.
  • Abacá: Cáñamo.
  • Mecomio: Primeras heces de un bebé.
  • Alabear: Combar una superficie de madera.
  • Catamita: Efebito amante de algún cura católico homosexual adulto.
  • Gablete: Frontispicio triangular que culmina las portadas góticas, por extensión en las casas de madera de tejado a dos aguas, la buhardilla.
  • Azófar: Latón.
  • Fuliginoso: oscurecido.
  • Patenares: ¿¿?? Alude a signos de guí­a escritos por vagabundos o senderistas.
  • Moletear: Dar forma a una parte de un utensilio para que tenga mejor agarre para la mano.
  • Raqueros: Personas que viven de rapiñar naufragios en la costa. En algunos puertos de Sudamérica se llama así­ a los pibes que se arrojan a bucear para coger las monedas que les tiran los turistas ricos desde sus cruceros.
  • Isoclina: Lí­nea que une los puntos de igual altitud en un mapa.
  • Derrelicto: buque abandonado o a la deriva.
  • Hidróptica: ¿¿?? En su descripción de la tierra post-cataclismo, pudiera referirse a la mala visibilidad por el aire enrarecido por la ceniza, la lluvia y la nieve.

Puede que algunas de estas palabras sean errores tipográficos o de traducción (en mi edición a cargo de Luis Murillo Fort).

Como no conozco la literatura estadounidense, yo dirí­a que Cormac McCarthy me recuerda a Dashiell Hammett, que también podí­a tirarse página y media de minuciosas descripciones para decir 'Sam Spade se levantó al oí­r el despertador, se preparó un café y mientras se vestí­a encedió un cigarrillo' (en "El halcón maltés"); Otro compatriota al que le asocio serí­a Jack London en "La quimera del oro" por su constante descripción de los atuendos y comidas necesarias para sobrellevar la hostil naturaleza en Alaska, y por el aire de perpétua derrota de todos los protagonistas frente al entorno.

Cosas interesantes de la historia:

1) La diferencia entre el prolijo inventario del entorno por el padre y su parquedad en el habla. No se como lo habrán solucionado en la pelí­cula, pero en el libro parece bastante real, en la medida en que todos tenemos más cosas en la cabeza de las que solemos expresar. Y más conocimiento guardado del que usamos compartir con los demás.

2) Ningún personaje tiene nombre, sólo a un viejo vagabundo se lo preguntan y éste les da un nombre falso.

3) Las extrañas elucubraciones teóricas del padre, del mentado anciano o de la mujer-madre desaparecida, resultan creí­bles porque todo mundo pasado ha caí­do y el presente no existe sino como final de la vida conocida, dada la improbable regeneración.

Citando al propio autor, página 70: "El sagrado idioma desprovisto de sus referentes y por tanto de su realidad". Varias bibliotecas con los libros destrozados y abandonados dan fe del poco valor de lo que considerábamos más seguro en la humanidad como es nuestra cultura.

4) El progresivo distanciamiento del niño al ver que su padre no cumple con los códigos de valores que le transmite: Huye ante los fuertes y abandona a los débiles. Y sin embargo, el padre tiene razón de un modo práctico, a su manera es heroí­co. Pero el chico se lo reprocha desde su valoración ideal para un mundo mejor. A la final, por lo único en que son los buenos (los que portan el fuego) es por no comer a otros humanos.

5) Así­ como el momento más exultante es cuando encuentran un búnker abandonado (vení­an de un periodo de hambruna, huyendo de antropófagos), es deprimente su encuentro con la costa ante un océano muerto.

En un final mosaico, el padre los ha conducido hasta la Tierra Prometida, pero no llega a disfrutarla, anclado como está su recuerdo en los pasados esplendores de la corte del faraón. Es el niño, que no conoció tales maravillas, el que encuentra un nuevo rumbo en la precaria Canáan. Si bien te deja inquieto la falta de futuro para los seres vivos del planeta.




En resúmen, que me ha gustado. Habí­a leí­do a Antibalas poniéndo a escurrir a Cormac McCarthy y me temí­a algo peor. Pero el hombre escribe bien, sabe crear un ambiente opresivo y deseperanzador, en el que te da un subidón cada pequeña buena noticia, intuyendo como intuyes que no habrá final feliz. Y curiosamente la relación padre-hijo resulta natural: pocas palabras y distanciamiento-crecimiento-maduración (más sensatez que madurez) del niño.