Autebiografia de una historia de amor

Iniciado por Barragan, Marzo 08, 2010, 02:56:07 AM

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Barragan

Es curioso como funciona nuestra memoria. Me refiero a como se quedan grabados en el recuerdo algunos momentos de una manera casi fotografica. Dicen que las situaciones de especial emotividad tanto si son positivas como negativas, asi lo facilitan. A veces las negativas por puro instinto de supervivencia emocional tienden a ser almacenadas y archivadas en algo asi como lugares ocultos del cerebro pero que en cualquier momento, quizas precisamente ante nuevas situaciones de emotividad, se vuelven a recuperar en la memoria. Tambien existen esos recuerdos que en principio parecen triviales y que sin saber muy bien por que, tambien se quedan grabados de manera permanente o latente pero nunca dejan de estar ahi. Pueden ser pequeñas anecdotas y vivencias sin especial relevancia o situaciones que quizas en su momento tuvieron un significado especial pero que ahora no recordamos.

Lo que resulta tambien evidente, es que si hablamos de emotividades y recuerdos en la memoria, las historias de amor suelen logicamente ser muy propicias para ello. Cuanto mas intensa y emotiva haya resultado una historia de amor, mas probable sera que nos deje profundos recuerdos en nuestra memoria. Ya sean de alegria o de tristeza, de pasion o de desencanto, de ternura o de distanciamiento

Y dentro de esas historias de amor especialmente emotivas, los principios y finales suelen tambien resultar momentos imposibles de borrar en el recuerdo. Al menos eso me sucede a mi...


Nos conocimos en una noche de aquellos jueves universitarios donde nos ibamos por Santiago en busca de juerga, marcha y desenfreno. Eran tiempos en los que parecia que el tiempo es eterno y que los sueños y la realidad no tiene por que ser incompatibles.

En un local cualquiera entramos mis colegas y yo. Recuerdo que esa noche me encontraba especialmente animado, con ganas de todo y dispuesto a todo. Senti el impulso de atacar a la primera chica que eligiese por puro azar y asi lo hice. Ella estaba de espaldas con un grupo de amigas y supongo que tambien para demostrar un poco mis dotes de macho estepario, le lance el reto a mis colegas de que esa seria mi presa elegida.

Le toque el hombro con mi mano y ella se giro inmediatamente. Le pregunte con aire de aparente seguridad si tenia novio y en caso de que no lo tuviese, le dije que esa noche estaba de suerte. Ella se rio, supongo que estaba ya acostumbrada a que chulitos de todo tipo tratasen de camelarla pero por alguna extraña razon, parece que le cai en gracia. Comenzamos a hablar con doble lenguaje lleno de chulerias varias hasta que casi si darme cuenta, estabamos enrollandonos en medio del propio local. Recuerdo que alguien se me acerco y me dijo algo asi como no te cortes campeon. (Esto es tan cierto como que lo estoy escribiendo).

Con la excusa de salir a tomar el aire, terminamos refugiados en algun portal cercano siguiendo con nuestros asuntos esteparios. Al cabo de un buen rato, mis colegas y despues sus amigas, compredieron que esa noche nadie nos iba a separar el uno del otro y terminaron por abandonarnos.

Deambulamos por las calles durante el resto de la noche, hablando, riendo, e incluso recuerdo que en algun momento se me subio encima y tuve que llevarla a caballito por toda la plaza roja. Finalmente decidimos que era inutil tratar de reencontrarnos con nuestros respectivos grupos de amigos y nos dirigimos a la estacion de ferrocarril para emprender un viaje comun de regreso. Afortunadamente para mi, ella tambien estudiaba en Vigo.

En aquel tren y en un vagon solitario, nos regalamos besos, caricias y magreos varios. Tal fue el grado de calentura que terminamos en el lavabo del vagon encerrados a cal y canto. Creo que el revisor llego a percatarse de la situacion.

Al llegar a nuestro destino, ella me animo a terminar aquella inolvidable noche juntos. Y asi lo hicimos. Y bien que lo hicimos. Pero en aquella ocasion no fue un simple, "aqui te pillo aqui te mato" sino mas bien un, "aqui te pillo y aqui nos matamos".

Durante la noche, me levante en un momento dado para beber algo. Me fui a la cocina aprovechando que ella parecia ya dormida. Recuerdo que al cabo de un rato, se levanto y me dijo que volviese a la cama porque tenia frio. Tampoco me resulto especialmente extraño pues alli de pie en aquella cocina, estabamos los dos frente a frente completamente desnudos. Tenia un cuerpo precioso. Los pechos mas perfectos que he visto en mi vida, una figura de diosa que me impedia recuperar completamente un estado de relajo. Aquella noche permaneci nervioso, tenso, excitado, euforico, hipnotizado, alterado, embriagado y al mismo tiempo, extrañamente relajado. Pero no era una relajacion fisica sino mas bien era una profunda sensacion de felicidad como nunca antes habia experimentado.

Le dije que regresaria junto a ella a la cama inmediatamente, simplemente me apetecia beber un poco de agua para recuperarme del esfuerzo estepario y de paso echarme un pitillito a su salud y tambien por que no, a la mia. Ella se volvio corriendo para la cama con cierto grado de escalofrio y yo mientras encendia ese pitillo, observe que tenia una carpeta con apuntes encima de una mesa. No pude resistir la tentacion de abrirla y echarle un vistazo. En la parte interior de la tapa ella tenia escrita la letra de una cancion. Cuando la lei, el corazon me dio una especia de vuelco. No me averguenza decir que solte alguna lagrima de emocion quizas porque la propia situacion en general me resultaba propicia para ello. Quizas porque conocia perfectamente esa cancion, quizas porque tuve la sensacion de que habia encontrado a la mujer que estaba buscando o quizas tambien porque temi que la letra de aquella cancion fuese preludio de algun final incierto, mientras sentia que ya me estaba enamorando.


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