Bueno, el criterio puede cambiar, no pasa nada. Si te ofrecen entre mierdecilla y remierda (perdón, Barragán, es por ponerme gráfico) y te ponen después a elegir, no sé, alcachofas, aunque te parezcan vomitivas, puedes decir al camarero que mejor eso.
Siempre hay cosas que mejorar.
De todos modos, no me extraña que los políticos estén todos gilipollas.