Artículo publicado por Vicení§ Navarro en la revista digital SISTEMA, 15 de octubre de 2010
LAS ELITES FINANCERAS NACIONALES E INTERNACIONALES Y
LAS PENSIONES (INCLUYENDO LAS SUYAS)
15 de octubre de 2010
Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) está
financiada primordialmente por las Bancas, por las Cajas y por
las Compañías de Seguro. Entre sus mayores patrocinadores
están el Banco Sabadell, el Banco Popular, Caja Madrid,
BANESTO, el Banco Santander, BBVA, La Caixa, y un largo
etcétera. Es, en otras palabras, lo que en la terminología
anglosajona se llama el Think Tank del capital financiero, el
grupo fáctico más poderoso de España. Su influencia en
diseñar, reproducir y promover la sabiduría convencional
económica del país es enorme. Durante años, su empeño ha
sido hacer creer a la población española que el sistema
público de pensiones en España no es viable, a no ser que se
recorten de una manera sustancial las pensiones públicas. Año
tras año han ido publicando informes alertando de que tal
sistema se colapsará en fecha próxima, fecha que se ha ido
retrasando constantemente al no realizarse el colapso en la
fecha predicha. El objetivo de este alarmismo era y es asustar
a la población para que vaya corriendo al Banco, a las Cajas y
a las Compañías de Seguros para comprarse un plan de
pensiones privado. El enorme problema que tienen es que la
crisis financiera ha afectado muy negativamente tales fondos
de pensiones privadas, reduciéndose su valor de una manera
espectacular. Mientras, la Seguridad Social que según sus
previsiones tenía que haber colapsado ya en 1995, después en
2000, y más tarde en 2010, hoy continúa en superávit.
Pero el capital financiero (responsable, por cierto, de la crisis
financiera actual) no desiste. Y acaba de publicar un informe en el
que por enésima vez se afirma que el sistema público está en
quiebra, no es sostenible, y deben hacerse cambios, que todos ellos
pasan por una reducción de las pensiones para la mayoría de
pensionistas. El documento (Fedea propuestas, 07.10.10) está
apoyado por los mismos cien economistas que publicaron otro
informe reciente indicando que era necesario despedir más fácilmente
a los trabajadores a fin de reducir el desempleo. Y como era
fácilmente predecible, la puesta en marcha de una ley inspirada, en
parte, en este principio, ha determinado, no un descenso, sino un
aumento del desempleo. Ahora, y siguiendo la misma lógica, los
mismos economistas indican que para tener mejores pensiones
públicas en el futuro, éstas tienen que reducirse ahora.
El argumento es idéntico al que han utilizado en los mismos informes
anteriores (para ver una crítica a los argumentos utilizados en éstos y
otros informes que cuestionan la viabilidad de las pensiones, ver
Navarro V., Torres J. Y Garzón Espinosa A., ¿Están en peligro las
pensiones públicas? Las preguntas que todos nos hacemos, las
respuestas que siempre nos ocultan†Attac 2010). Así, el argumento
de que el sistema no es viable se basa en la siguiente afirmación:
ahora hay 4 personas en edad activa por pensionista, y dentro de
cuarenta años habrá sólo 1,75 por pensionista. De esta predicción
concluyen que los pensionistas del futuro no podrán recibir las
pensiones, porque no habrá suficientes trabajadores para
sostenerlas. Esta afirmación, sin embargo, se basa en unos supuestos
erróneos. Uno de ellos es que el punto clave para definir si las
pensiones serán o no sostenibles no es el número de personas con
edad de trabajar (como hacen los 100 economistas), sino del número
de trabajadores cotizantes a la Seguridad Social, y el tamaño de tal
cotización. Este último dependerá del salario (resultado, en parte, de
la productividad del trabajador) y del tamaño de la cotización (que
depende, a su vez, de decisiones políticas) tanto del trabajador como
del empresario. Veamos el primer factor analizando el impacto de la
productividad en la creación de riqueza, y por lo tanto, en las
cotizaciones sociales, un punto ignorado en el informe.
Hace cuarenta años, el porcentaje de la población trabajando en
agricultura en España era el 30%. Hoy es sólo el 3%. Este 3%
produce más que el 30% de hace cuarenta años. En realidad, el
estado da subsidios a los agricultores para que no produzcan más.
Fíjense lo absurdo que hubiera sido que hace cuarenta años los “cien
economistas de entonces†hubieran alarmado a la población,
utilizando el argumento de que la disminución del número de
trabajadores en el campo durante los siguientes cuarenta años
conduciría a una disminución en la producción de alimentos para
nutrir a la población, con lo cual, la población dentro de cuarenta
años padecería hambre. Los alarmistas “cien economistas†que
hubieran hecho esta predicción entonces harían el ridículo, pues no
habrían tenido en cuenta que, consecuencia del aumento de la
productividad, un trabajador agrícola produciría en cuarenta años lo
que producían diez hace cuarenta años. Sustituyan la palabra
alimento por la de pensiones, y podrán ver lo absurdo que es lo que
están diciendo los “cien economistas†para alarmar a la ciudadanía
sobre que no se podrán pagar las pensiones dentro de cuarenta años.
Dentro de cuarenta años, la productividad será tal que se necesitarán
menos trabajadores por pensionista que los que se necesitan ahora.
Por otra parte, el sistema de financiación de las pensiones
contributivas es regresivo, pues a partir de un cierto nivel de renta,
no se cotiza a la Seguridad Social. Se llega a una situación en que el
Sr. Botín, cuya renta es más de 500 veces la de un trabajador
cualificado, paga lo mismo a la Seguridad Social que el último. Si se
corrigiera tal sistema, tal como se ha propuesto en EEUU (donde Bill
Gates paga sólo 6.520 dólares a la Seguridad Social) los ingresos a la
Seguridad Social se incrementarían en un tercio. Y nunca olvidemos
que no hay nada escrito en las biblias económicas que indique que las
pensiones deban pagarse a base de contribuciones basadas en el
mercado de trabajo. Podrían pagarse a base de gravar el capital
financiero (que financia el informe) haciendo que las rentas de tal
capital se graven al mismo nivel que las rentas del trabajo. Con ello,
las pensiones podrían mejorarse, pues el problema que tienen es que
son demasiado bajas.
Una última observación. A nivel internacional, el Fondo Monetario
Internacional ha sido y continúa siendo el grupo de presión más
importante para convencer al gobierno Zapatero de que reduzca las
pensiones públicas españolas. Debiera conocerse que el FMI está
pidiendo al gobierno español que haga lo contrario que el FMI hace
con sus propios funcionarios, cuyo nivel de pensiones alcanza unos
niveles extraordinariamente exuberantes. Tales funcionarios pueden
retirarse a los 25 años de trabajo cobrando el total de sus salarios,
que alcanzan cifras equivalentes a 160.000 euros. El pensionista
español necesita trabajar cuarenta años para alcanzar la cifra máxima
de la pensión, que nunca representa el 100% del salario, sino el 80%
de su base de cotización. La cantidad máxima que puede recibir es de
22.000 euros. El funcionario del FMI recibe 160.000 euros (de fondos
públicos) y más. El gobierno Zapatero debería decirle al FMI que no
tiene autoridad moral para predicar austeridad y todavía menos para
recomendar reducir, aún más, unas pensiones, como las españolas,
que son claramente insuficientes (resultado en parte de que los
salarios son muy bajos). Las élites dirigentes del mundo, sumergidas
en la opulencia, están exigiendo austeridad a todos los demás y lo
justifican diciendo que es por su propio bien. ¿Por qué no comienzan
la austeridad ellos mismos? En realidad, la sonada incompetencia del
FMI, que no predijo la crisis, que no la previó, y cuyas políticas
dificultan la recuperación, no justifica ni su existencia ni sus
privilegios. Por cierto, lo mismo debiera decirse de las élites bancarias
en España (incluyendo Fedea), que están pidiendo una reducción de
las pensiones, mientras que sus salarios y pensiones son
exuberantes. ¿Hasta cuándo se permitirá esta situación en que tales
élites que además de tener privilegios exuberantes son enormemente
incompetentes en sus funciones públicas, estén dictando lo que debe
ocurrir en España y en el mundo?