Bien, está abierta la veda... Qué decidirá el Pacto de Toledo sobre el futuro de nuestras pensiones?
Tened muy claro que no dependerá de lo que pensemos nosotros, ni de lo que sea mejor para el país. Tal y como escribe Vicení§ Navarro, tanto FEDEA como el FMI, al igual que todos los grupos de presión dependientes de una u otra manera del gran capital, van a defender con informes grandilocuentes la necesidad de la austeridad, no solo en el tema pensiones, sino en todos los fondos ligados a la palabra "público" (subsidios, becas, prestaciones, remuneraciones, etc.), ya que todo lo que revierte en un aumento de la renta disponible de los ciudadanos supone una disminución de la necesidad de éstos para financiarse a través de vías privadas (prestamos, planes de pensiones, seguros, etc.). Si tengo suficiente con las cantidades que percibo por cualquiera de los conceptos públicos no necesitaré acercarme a las entidades financieras que tantas "ventajas" nos ofrecen con sus productos (cada vez menos claros y transparentes).
No obstante, nada es blanco o negro. Nada es bueno o malo, al igual que la crisis, que depende de cómo te afecte a tí personalmente; todo el debate sobre lo público o lo privado depende de cómo te afecte a tí personalmente, es decir, si tu tienes intereses en entidades privadas intentarás fomentar el uso, desarrollo o crecimiento de todos los productos que esa entidad promueve. Por este motivo yo, normalmente, intento no creerme a pies puntillas nada de lo que leo. Es cierto de que los grandes loobys siguen queriendo imponer políticas económicas neoliberales tendentes a reducir cada vez más el peso del sector público, pero esto es intrínseco a su propia existencia. Por eso cualquier propuesta que venga de estos grupos, por coherente que pueda parecer, irá encaminada a convencernos de lo mal que nos irá si confiamos nuestro futuro exclusivamente al sector público (prestaciones, pensiones y demás) por el colapso que supondrá "el déficit público, tanto del Estado como de la Seguridad Social".
Efectivamente, parece coherente pensar que si hay menos trabajadores cotizando habrá menos ingresos en la Seguridad Social. Es interesante que cualquier Presupuesto (Estado, Seguridad Social) esté equilibrado, es decir, que hayan suficientes ingresos para financiar los gastos, y esto lo sabe cualquier padre de familia. Básicamente hay cuatro maneras de conseguir el equilibrio presupuestario, y por consiguiente, la suficiencia para poder hacer frente a los gastos públicos o a las prestaciones y pensiones públicas, tanto presentes como futuras: 1.- Aumentar los ingresos vía aumento de presión fiscal o de los porcentajes de cotización. 2.- Disminución del gasto a través de bajar las prestaciones, pensiones, retribuciones, etc.. 3.- Emisión de Deuda Pública. 4.- Incremento de ingresos por el simple hecho de que aumente la actividad económica.
Obviamente, la vía que propone el gran capital es la disminución del gasto (punto 2 anterior), ya que ellos tampoco quieren pagar más por lo que tienen o ganan (que sería el punto 1). El tema de la Deuda Pública (punto 3) es pan para hoy y hambre para mañana, por lo que yo solo lo consideraría en momentos muy puntuales para resolver una falta de liquidez coyuntural. Lo lógico es que todas las medidas que se adopten a nivel político vayan encaminadas a conseguir un aumento de la actividad económica (punto 4), y ahora me explicaré mejor: Si en lugar de cinco millones de parados que están cobrando una prestación (incrementa el gasto público), tuviesemos cinco millones más de personas trabajando, tendríamos más cotizaciones y más ingresos por impuestos, simplemente porque la base sobre la que se aplican los tipos impositivos o los porcentajes de cotización será mayor (incremento del ingreso). Por otro lado, tal y como indica Navarro, no podemos descuidar el tema de la productividad. A mayor productividad mayor será la riqueza creada y, por tanto, mayores serán los ingresos por impuestos que gravan ese aumento de riqueza (igual ocurre con las cotizaciones). Sí es verdad que el envejecimiento de la población hace que hayan cada vez más personas que perciban una pensión, pero esto viene pasando desde hace más de veinte años y siempre se han ido incrementando los ingresos de la Seguridad Social que han compensado este aumento del gasto.
Esto es solo un ejemplo de hacia donde se podría dirigir el verdadero debate sobre las pensiones (extensible también al gasto público), ya que si logramos fomentar políticas encaminadas a la creación de empleo, crecimiento económico, además de lucha contra el fraude (fiscal, laboral, médico, etc.), aumento de productividad a través de I+D+i y educación, podríamos mejorar los ingresos sin tener que tocar ni las edades de cotización, ni los porcentajes de cotización (ni los impuestos). Por eso creo que lo que se decida a nivel político (Pacto de Toledo, Cortes, Gobierno, etc.) dependerá de la voluntad que tengan de solucionar realmente el problema o de favorecer a ciertos sectores que están presionando, no solo a esta clase política, sino a todos los ciudadanos para convencernos de que le dejemos (demos) nuestros ahorros porque ellos nos los cuidarán mejor que nosotros mismos. Es todo cuestión de voluntad y de confianza. Confiemos más en nosotros mismos, en nuestra capacidad para crear empleo y apostar por las ideas y el trabajo, pensemos que nuestro consumo privado son ingresos para muchos ciudadanos que tienen su propio negocio. Esta crisis no es económica, es de confianza. Cuando volvamos a confiar en nuestras posibilidades y tengamos la voluntad de actuar en consecuencia (a nivel particular y a nivel colectivo) mejorará nuestra situación y la del pais, y se generará el empleo que ahora falta porque, no nos engañemos, un porcentaje muy alto del empleo de este pais se genera por pequeñas y medianas empresas y por los autónomos, no por las grandes corporaciones. En fin, nos toca esperar qué deciden los que hablan en nuestro nombre. Acertarán esta vez?