Valencia, eres una puta

[Don Pésimo]

Coger una mierda de vino dulce barato, qué puede fallar?

[PP2000]

vino / música electrónica
Valencia
dulce barato / bacalao impenitente

yo lo veo claro

[CHE]

Coger una mierda de vino dulce barato, qué puede fallar?

En mi humilde opinión, nada. En estos tiempos convulsos, echo de menos la simplicidad de esos momentos. Diría que es lo que más echo de menos pero puede que haya algo más profundo e intelectualmente satisfactorio que añore más. De entrada, no se me ocurre nada.

[Don Pésimo]

¿Coger una mierda de vino medio decente?

[CHE]

Hombre, no es por la mistela en sí. Es por todo el embaironmen, incluyendo la horrorosa música de los casales. Más que nada es por la asociación de todo eso con momentos felices en su simplicidad. Es lo que me viene a la mente cuando pienso en lo primero que querría hacer si todo fuera como antes: una noche de Fallas con mis amigos, bebiendo mistelas y yendo de casal en casal hasta que el cuerpo aguante.

[Don Pésimo]

Vamos, la Mistela de Proust 

[Dan]

Con vino malo entra mejor. Es un misterio insondable, pero es así. Es la teoría del calimocho y sirve para casi todo.

[SrCualquiera]

Valencia ha sido una puta todo el fin de semana. Un calor de mil demonios, que me ha pillado aún con la ropa de invierno, porque ni tiempo he tenido de cambiarme, o  es que se me ha olvidado. Estos últimos tres días desde el viernes, no he parado de moverme un momento. Sólo un ratillo por la noche para escribir, pero ya ni tiempo de ver alguna peli, ni un momento solo para dejar reposada la conciencia.

Como venía diciendo, Valencia es una puta, porque a mí siempre me ha gustado el viento. Cuando un amigo loco que tuve se trastornaba con el viento, le decía yo: pero qué dices tío, si esto es lo mejor que hay, que te de la bofetada del viento en la cara. No sé si es porque los años proporcionan una cierta sensatez, pero ahora soy el peor enemigo del viento. Es un impedimento terrible para mi trabajo. Cada vez que sopla este viento barrendero y sutil que por lo bajini me llena el pabellón de polvo, tengo que pasarme los ratos pasándole la mopa a la pista. Soy un labriego de la siega de la limpieza. Una mopa de metro y medio que me he agenciado yo por mi cuenta, extraordinaria, su ojo me ha costado, pero que pesa lo suyo, mojándola previamente para que arrastre mejor el polvo, la mopa contra el suelo en esa fuerza de rozamiento con el polvo y toda la masilla microscópica que surge de ahí, es un ejercicio anaeróbico que me deja exhausto, inclinando la columna además. No sé si este es un buen ejercicio para hacerme viejo, aunque de momento aguanto estoicamente. Digo que sí, que me jode Valencia en este momento de la primavera, con los árboles llorando hojas y florecillas que no paran de reproducirse como una alfombra en el suelo. Es otro hándicap, los árboles ornamentales de la ciudad le tocan mucho los huevos a mi yo currante. Se podrían ir a tomar por culo todos los árboles de la ciudad que no tengan por fin el de dar algún fruto, y de paso joder a los conserjes.
Valencia ha sido una puta hoy, fue una puta ayer, y lo será hasta que me jubile porque fue ella la que me malcrió, la que ahora me hace pagar los impuestos incautados por el fisco de la conciencia. Si en otro momento de mi vida fui un contemplador de la ciudad, un paseante de rutinas establecidas o improvisadas que no tenía más rigor que la observación olvidadiza, ahora soy un prostituto bien memorioso de la urbe, vendiéndome a trote cochinero en aras de la vil moneda. Me había bajado algunas horas de trabajo porque después de una lesión que tuve me parecía que era demasiada tralla volver al ritmo de antes, pero he vuelto al ritmo de antes, y creo que es el ritmo que más le va a mi bodi. Currar como un cabrón aquí y allá y que llegue la noche con ganas de pegar los ojos a la pantalla. Una de las cosas que me ocurre, es que si yo me quedo en casa un día rascándome la barriga, prácticamente no escribo. Al principio de la pandemia sufrí un pequeño episodio de depresión en parte por esta inmovilidad, y en parte por la lesión que tuve y parecía que no se me curaba. Ese momento que yo creía glorioso de cuando me lesioné porque me permitiría por fin vivir el confinamiento como una ciudadano no heroico y descansando en casa como un rey, se convirtió en periodo de decadencia en el que apenas avancé nada en la escritura del libro. Si no me muevo, no escribo, y allí me pasaba el día mirando la pata, que preocupantemente, no dejaba de doler.

Ahora que soy ambicioso y que prefiero moverme un poco más para tener el bolsillo más tranquilo, me doy cuenta también de que es la distancia que necesita mi escritura para revitalizarse, apartarse de sí misma para revitalizarse, el único antídoto aeróbico posible de mi creatividad. Pueda ser atención cansada, no lo sé, o simplemente que a la escritura hay que desearla para quererla, te hartas de ella si no la deseas, y creo que este ritmo de trabajo y escritura, trabajo y escritura, trabajo y escritura, es lo que verdaderamente me pone en órbita. Valencia es una puta y yo un gilipollas por ser feliz siendo un mindundi, pero presiento que vuelvo a entrar en un momento dulce, el que tenía antes de la pandemia, cuando es el movimiento y la escritura el émbolo que me hace sentir vivo, y cuando puedo decirme bajito, aunque sin la sensación de que me estoy engañando: bien por ti, tío, eres un puto superviviente.

[SrCualquiera]

Ah, por cierto, esta es una intervención a propósito transversal con el hilo de los plastas.

[PP2000]

Desde cuando se barren los frontones  pero si ver estrellarse a un atleta en un forzado es lo mejor, hoja de chopo? Patin mediante

[SrCualquiera]

No, los frontones no los tengo que limpiar con mopa, cuando yo llegué a currar allí los responsables de sus respectivos clubs ya se ocupaban cada cual de la limpieza de su pista, y yo no quise cambiarles las tradiciones. Dónde se me llena mucho de polvo es en el pabellón en el que juegan a futbol sala, allí no les hace falta hoja de chopo, se meten unos resbalones los días que hace mucho viento que no sé cómo no se desmontan.

[Quercus Cistensis]

IDEACA: el próximo Valenciópago lo hacemos en el frontón del Sr. Q. y echamos un futbito solteros contra casados, que daría gloria vernos.

[Don Pésimo]

Ya se ha hecho un valenciópago en el Trinquete Pelayo, o sea que jurisprudencia, hay.

[Dan]

Lo que no hay es fuelle, pero de ésta quiero streaming.

[SrCualquiera]

IDEACA: el próximo Valenciópago lo hacemos en el frontón del Sr. Q. y echamos un futbito solteros contra casados, que daría gloria vernos.

Si esto es así, estáis invitados a mi pabellón (si es que nadie se ríe de mí), incluso os haría una rebaja por el alquiler ya que sois todos bastantes mayores. Tengo un bono de oferta, que aplico yo cuando me da la gana y a quién quiero, para niños, tontos, jubilados, pobres, mujeres guapísimas (desierto), personas que me caen bien, y aquí podría colar como de matute al club deportivo irrisorio del areópago.

Qué coño, os invitaría yo a la pista, que no soy tan rácano.