Hola a todos, un cordial saludo.
Tengo algunos pequeños escritos y me gustaría dejar algo aquí para valorar si lo estiman oportuno.
La niña guanche.
Y corría la niña por los senderos inmersos en barrancos forjados de lava y pinos, con un horizonte de mar y cielo nítido, luminoso y limpio. Corría alegre entre tabaibas y piedras soleadas donde los lagartos calentaban su tranquilidad rota por el retozo de la alegre niña.
Frenó al verse sorprendida por extraños que destellaban a la luz solar en un alarmante tintineo metálico. ¿Quienes eran? ¿Que querían?
Fue apresada, destronada de su tierra, insultada. La subieron a un extraño artilugio que flotaba en el inmenso mar, aquel que bañaba su piel y tonificaba su alma a golpe de maresía. Y lloraba, lloraba la niña al ver alejarse su isla, su tierra, su gente. Lloraba, lloraba desconsolada.
¿Que fue de aquella niña? ¿Doncella de alguna dama? ¿Juguete de algún real? ahogada en un mar inexistente en la llanuras de Castilla.
Su mente vuela, vuela libre por aquellos barrancos asomados al océano, entre brumas frescas que dejan entrever en su cima la gran montaña, la montaña sagrada que escupía fuego.
Vengó la niña su desdicha. Con un tajo certero de daga cortó el cuello de su dama o atravesó el corazón del real que la montaba. Entre sangre y lágrimas la hallaron.
Corría su pensamiento por todo aquello de lo que la despojaron, cuando la ajusticiaron.
Recorre su espíritu los campos de España en lenta penitencia, en busca de su lugar se la oye llorar...
¿Que deparó a la niña, de tantas niñas guanches?
Un saludo.