Hombre y mujer según la religión católica

[Dionisio Aerofagita]

No sabrí­a decirte, yo por lo que tengo entendido sobre Esparta es que debí­as tener tableta de chocolate en el abdomen y gritar wu-ha junto a tus camaradas igual que los marines, hay una peli muy buena al respecto.

Pero a lo que iba con esta parábola es a que se hablaba por ahí­ arriba de ser libre como sinónimo de independizarse de la naturaleza y del instinto y no sé qué más. Entonces en Esparta el gafas este del ejemplo si serí­a libre porque estarí­a distanciándose de sus predisposiciones naturales. Pero en realidad parece que cuando hablamos de "ser libre" en realidad queremos decir ser aquello a lo que viene uno predispuesto por sus genes sin que la sociedad intente ahormarte.

Para mí­ una buena definición de libertad serí­a "que te dejen ser como eres" (para bien o para mal, por cierto). Lo que me parece arbitrario es suponer que lo que eres es exclusivamente lo que deriva de tu material genético.

Lo que eres es lo que eres y eso depende de muchos factores, que incluyen el material genético, la estructura social y muchas otras circunstancias del contexto (la trayectoria de la vida) y del ambiente. En lo que eres es indisociable lo que es "genético" de lo que no lo es.

Serí­a ridí­culo suponer que alguien tiene una predisposición genética para "estudiar". Eso es absurdo. "Estudiar" no está inscrito en los genes. Lo que puede suceder es que determinadas predisposiciones genéticas dejen a un individuo bien preparado para una actividad humana que solo es concebible en determinadas sociedades y que es una construcción humana que se llama "estudiar".

Aunque (es una simplificación a efectos argumentales) pudiéramos considerar que existen "mandatos puramente sociales", es decir que no tienen que ver con nuestra carga genética, eso no quiere decir que cualquier mandato social que obedezcamos nos va a hacer sentir esclavos. Algunos mandatos sociales los hemos interorizado y, por tanto, los hemos hecho "nuestros". Obedecer esos mandatos es ser nosotros mismos. Puedes llamarle "seguir el instinto" si quieres, en la medida en que no entiendas instinto en el sentido más estricto, biológico del término. Y en la medida en que entiendas que lo que somos corporalmente no es exclusivamente producto de la herencia genética y que hay más factores biológicos aparte de la herencia. Pero no es "obedecer a los genes", sino obedecer un mandato social que hemos interiorizado. En cambio, otros mandatos sociales no los hemos interiorizado y obedecerlos nos parece alienante. Cuando los cumplimos, nos sentimos esclavos. Por eso dos personas pueden obedecer la misma regla social y una sentirse libre y otra no.

Ahora bien, en realidad, lo que hace que interioricemos o no un determinado mandato depende de muchí­simos factores (historia personal, contexto social general, posición que se ocupa en la sociedad, etc, etc, etc) y, por supuesto, entre estos factores está la carga genética.

[Paquito Comocho]

No sabrí­a decirte, yo por lo que tengo entendido sobre Esparta es que debí­as tener tableta de chocolate en el abdomen y gritar wu-ha junto a tus camaradas igual que los marines, hay una peli muy buena al respecto.

Pero a lo que iba con esta parábola es a que se hablaba por ahí­ arriba de ser libre como sinónimo de independizarse de la naturaleza y del instinto y no sé qué más. Entonces en Esparta el gafas este del ejemplo si serí­a libre porque estarí­a distanciándose de sus predisposiciones naturales. Pero en realidad parece que cuando hablamos de "ser libre" en realidad queremos decir ser aquello a lo que viene uno predispuesto por sus genes sin que la sociedad intente ahormarte.

Para mí­ una buena definición de libertad serí­a "que te dejen ser como eres" (para bien o para mal, por cierto). Lo que me parece arbitrario es suponer que lo que eres es exclusivamente lo que deriva de tu material genético.

Lo que eres es lo que eres y eso depende de muchos factores, que incluyen el material genético, la estructura social y muchas otras circunstancias del contexto (la trayectoria de la vida) y del ambiente. En lo que eres es indisociable lo que es "genético" de lo que no lo es.

Serí­a ridí­culo suponer que alguien tiene una predisposición genética para "estudiar". Eso es absurdo. "Estudiar" no está inscrito en los genes. Lo que puede suceder es que determinadas predisposiciones genéticas dejen a un individuo bien preparado para una actividad humana que solo es concebible en determinadas sociedades y que es una construcción humana que se llama "estudiar".

Aunque (es una simplificación a efectos argumentales) pudiéramos considerar que existen "mandatos puramente sociales", es decir que no tienen que ver con nuestra carga genética, eso no quiere decir que cualquier mandato social que obedezcamos nos va a hacer sentir esclavos. Algunos mandatos sociales los hemos interorizado y, por tanto, los hemos hecho "nuestros". Obedecer esos mandatos es ser nosotros mismos. Puedes llamarle "seguir el instinto" si quieres, en la medida en que no entiendas instinto en el sentido más estricto, biológico del término. Y en la medida en que entiendas que lo que somos corporalmente no es exclusivamente producto de la herencia genética y que hay más factores biológicos aparte de la herencia. Pero no es "obedecer a los genes", sino obedecer un mandato social que hemos interiorizado. En cambio, otros mandatos sociales no los hemos interiorizado y obedecerlos nos parece alienante. Cuando los cumplimos, nos sentimos esclavos. Por eso dos personas pueden obedecer la misma regla social y una sentirse libre y otra no.

Ahora bien, en realidad, lo que hace que interioricemos o no un determinado mandato depende de muchí­simos factores (historia personal, contexto social general, posición que se ocupa en la sociedad, etc, etc, etc) y, por supuesto, entre estos factores está la carga genética.

   Para que quede claro y no se me acuse de determinista, esto mismo que tú explicas aquí­ lo tienen muy claro genetistas y ecólogos del comportamiento, y de hecho esto es lo que se enseña en las facultades de biologí­a. Y lo comentábamos hace poco Doppelganger y yo.

[Lacenaire]

En las facultades se enseñan muchas cosas.