A Marilómontero Lefornicabaelculoentero

Iniciado por k98k, Septiembre 29, 2013, 10:49:46 PM

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Baku

Cita de: Karraspito for President en Marzo 04, 2014, 10:37:57 PM
Cita de: Leopold Von Scrott en Marzo 04, 2014, 08:50:29 PM
Siesta la que se pegó el alferez Guisado después de sacar a pasear sus cojones de bronce por las calles de Nayaf hace ahora diez años.


El dí­a 4 de abril del 2004, el llamado “Ejército del Mahdi”, miles de radicales musulmanes al mando del clérigo Muqtada al Sadar, atacaron las Bases y destacamentos españoles de la ciudad de Nayaf, en Irak, entre ellas especialmente la Base “Al índalus” y el complejo penitenciario.

La Sección a la que nos vamos a referir y que va a ser la principal protagonista de este relato, se enfrascó junto con todo el personal de la Base en repeler el ataque desplegando sus vehí­culos blindados BMR. en el perí­metro como estaba previsto. La Sección estaba compuesta por 3 Pelotones que, junto con la Plana de la Sección, embarcaban en 4 BMR., los famosos pero ya anticuados blindados españoles. Su Jefe era el entonces ALFÉREZ D. JACINTO GUISADO SíNCHEZ. La Sección pertenecí­a al REGIMIENTO DE INFANTERíA “SABOYA” n.º 6, con sede en Badajoz.

En mitad de la batalla se supo que tropas salvadoreñas estaban cercadas, junto a muchos soldados iraquí­es aliados, en la cárcel de Nayaf, en mitad de la ciudad. Una Sección de El Salvador salió entonces, sin esperar órdenes, de la Base “Al índalus” para salvar a sus camaradas, a pie y en una misión casi suicida. Buenos aliados estos salvadoreños que estaban bajo mando español en Irak.

El Mando español decide entonces ordenar al Alférez Guisado que acuda junto a su Sección a la cárcel de Nayaf, a 2 Km. de la Base, cruzando la ciudad llena de enemigos, y recoja a varios heridos y muertos aliados que se tení­a conocimiento que ya se habí­an producido. Esta acción no es muy conocida, de manera increí­ble, debido a las circunstancias que rodearon toda la guerra de Irak, pero quizás sea ya la hora que se sepa el comportamiento heroico de esos militares españoles en tierras tan lejanas.

Al no funcionar las ametralladoras pesadas de 12,70 mm. de los BMR. (uno de los principales fallos de estos vehí­culos) el SARGENTO D. JAIME GONZíLEZ PINTO (actualmente es Sgto. 1.º y sigue destinado en el “SABOYA”; a duras penas, consiguió que se le acreditara el “VALOR RECONOCIDO” mucho después de volver de Irak), Jefe del Segundo Pelotón de la Sección, pidió prestadas las ametralladoras MG-42 de 7,62 mm, con su correspondiente munición, de los Vehí­culos de Exploración de Caballerí­a (los VEC.) y las embarcó en los blindados de la Sección, con la ayuda del CABO D. FRANCISCO RODRíGUEZ ACEVEDO (destinado en la actualidad en Córdoba) y del SOLDADO. D. ULISES NíPOLES FERNíNDEZ (después de volver, ascendió a Cabo y Cabo 1.º; sigue destinado en el REGIMIENTO N.º 6), que viajaban en su BMR. El conductor del Sgto. Pinto, el SOLDADO. D. JOSÉ MANUEL MARTíN (al regresar de la misión se licenció, pero posteriormente volvió a ingresar en el Ejército) y su radio, el SOLDADO D. FRANCISCO BLAS GARCíA (continúa en el “SABOYA”), dan sus cargadores con munición a los fusileros que harán fuego de apoyo.

El Alf. Guisado quiso ir esta vez, al considerar que la misión era muy peligrosa, en cabeza de su Sección y llegar a toda velocidad a la cárcel.

Cuando se abrieron las puertas de la Base y salieron muy rápido los 4 vehí­culos, los acribillaron a disparos  desde todos los edificios, ventanas, azoteas y cruces de calles. El personal de la Sección disparaba desde las escotillas y la parte superior de los blindados contar el enemigo que fuera localizado.

El SARGENTO D. MIGUEL GALíN RANCEL (actualmente es Sgto. 1.º y sigue destinado en el “SABOYA”), Jefe del Tercer Pelotón, tiene que ordenar a su tirador de MG-42, el SOLDADO. D. EMILIO MONGE BENíTEZ (posteriormente ascendió a Cabo y está ahora destinado en el Regimiento. “CASTILLA”, n.º 16, también con sede en Badajoz), que economice la munición ya que no saben cuándo van a poder municionar de nuevo. Todos los BMR comienzan entonces a disparar sólo sobre blancos fijos.

Entonces, en un cruce, tienen que frenar su rápida marcha; descubren a varios enemigos disparando cuerpo a tierra contra la Sección de El Salvador que habí­a salido
poco antes a pie, y estaban frenados por el intenso fuego enemigo. Los fanáticos musulmanes no esperaban que desde detrás apareciera la Sección española. La sorpresa
es total y la Sección española aniquila a los enemigos.
El Alférez Guisado baja de su BMR, junto con el Sgto. Pinto, a la carrera y desde la protección de una esquina hablan con el Alférez salvadoreño, Jefe de la Sección hispanoamericana, y le dan ánimos. Ya no están solos.
Una ráfaga enemiga de disparos les falla por poco, pero el tirador de la MG-42 del Sgto. Pinto, el SOLDADO D. ALEJANDRO PÉREZ RODRíGUEZ (se licenció a la vuelta y trabaja actualmente en Badajoz), silencia al enemigo que les ha disparado. Los españoles les indican a los hispanoamericanos que les apoyarán hasta que lleguen a la cárcel.

Poco a poco, la Sección española se adelanta en cada cruce y hace una especie de barrera, disparando contra todas las ventanas y azoteas, para que los salvadoreños vayan avanzando a la carrera. De esta forma consiguen llegar a la asediada cárcel, donde entran los BMR. y bajan las rampas traseras.

El Alf. Guisado baja de su vehí­culo y se entrevista con el Capitán de El Salvador que está allí­ al mando. El CABO 1.º D. íNGEL DELGADO SíNCHEZ (en la actualidad es Cabo Mayor del 6.º de Infanterí­a), de la Plana de la Sección, baja también y descubre los agujeros de bala que tienen las petacas de combustible, los laterales, las ruedas de los vehí­culos…, y los múltiples impactos en el chasis. Ahí­ empieza a dudar de cómo van a poder regresar a la Base “Al índalus”.

Los aliados españoles tienen 2 muertos, que no se van a trasladar. Se da prioridad a los 5 heridos muy graves que, en camilla, ordena el Alf. Guisado que se introduzcan en los BMR. lo más rápido posible. Para ello, los soldados españoles irán en los asientos de pie, disparando desde la parte superior abierta de los BMR.
La CABO D.ª GUADALUPE PULIDO CORDERO (actualmente destinada en el “CASTILLA” n.º 16), de la Plana de la Sección, grita que se den prisa en el embarque de las camillas.

En ese momento, entran en el patio de la cárcel a toda velocidad otros 3 vehí­culos ligeros todo-terreno de Honduras que vienen cargados con 14 militares de ese paí­s; solicitan volver con ellos a la Base. El Alf. Guisado ordena al su segundo al mando, el SARGENTO D. FERNANDO RUIZ LORENZO (El Sgto. Ruiz Lorenzo era el más antiguo de los tres Sargentos de la Sección; El Alf.
Guisado y él se conocí­an desde hace muchos años; estuvieron destinados juntos en la 1.ª Compañí­a de Fusileros del Batallón “Cantabria”, del “SABOYA” en los empleos de Cabo, Cabo 1.º y Sargento; actualmente está destinado en Madrid), Jefe del Primer Pelotón, que organice el convoy porque salen enseguida hacia la Base.
El Sargento le pide permiso para ir esta vez él en cabeza, pero el Alférez se lo niega, como manda el código de honor español en estas situaciones tan peligrosas: él volverá a encabezar la marcha y su segundo al mando irá en cola. UNA SECCIÓN DE INFANTERíA DEBE SER UNA VíBORA CON DOS CABEZAS.

Los BMR. y los 3 vehí­culos hondureños salen de la cárcel y pasan al lado de los valerosos soldados de El Salvador que estaban en el exterior. Tienen ya un muerto y varios heridos, pero no hay sitio para nadie más en los cargados blindados españoles.

El viaje de vuelta a toda velocidad es un infierno de disparos. Los conductores y los radios dejan sus cargadores con su munición a los demás soldados que pueden hacer fuego. ¡Eso es una Sección de Infanterí­a, adaptándose a todas las situaciones!

Durante el trayecto, el SOLDADO D. JAVIER FERNíNDEZ MÉNDEZ (sigue en el “SABOYA”), del primer BMR., descubre en una azotea a varios enemigos intentando disparar un lanzagranadas antitanque RPG. Usa su arma y coloca al enemigo en situación tal que ya no podrán hacerlo... nunca más.

Cuando el conductor del primer BMR., el CABO 1.º D. MOISÉS CORTÉS PUERTO (actualmente es Sgto. y sigue en el “SABOYA”), hace pasar a toda velocidad a su blindado las puertas de la Base “Al índalus”, no puede creérselo. ¡Han regresado con vida y cumplimentado la misión encomendada!

El Alf. Guisado ordena que se desembarque a los heridos en la enfermerí­a y que los BMR. ocupen sus puestos de nuevo en el perí­metro de la Base, que sigue siendo atacado.

Pero el Mando le pregunta por radio cuánta gente aliada está fuera y en qué condiciones. El Alf. Guisado informa que hay unos 30 salvadoreños y unos 20 iraquí­es asediados en el interior de la cárcel, más otros 20 salvadoreños en los alrededores. Se le ordena… volver con su Sección de forma urgente y, esta vez, rescatarlos y traerlos de vuelta.

Toda la Base lo ha oí­do por la radio. Todos les miran. Pero los Sargentos no tienen que ordenar nada. La Tropa de la Sección baja a la carrera a por munición, y comienzan a llenar sus cargadores.

Desde todas partes les llega munición, cargadores, cintas de munición para ametralladora… La gente cuando se cruza con ellos les abraza, les anima… Todos son conscientes, los soldados de la Sección también, que quizás no regresen. No importa… Nadie duda, nadie deserta…

La SOLDADO D.ª SANDRA DUQUE ESPINOSA (ascendió a Cabo y actualmente está destinada en el Grupo Logí­stico XI, en Badajoz) se sube a su BMR. y comienza a llenar cargadores dándose ánimo a ella y sus camaradas…

Hay ví­deos de estos momentos de municionamiento.
Son esos ví­deos de corta duración, de teléfono móvil, pero se oyen los gritos y se ven las caras perfectamente…
Ningún director de cine puede conseguir ese realismo…
(No, no están disponibles para el público…).

La Sección va a tener esta vez apoyo aéreo de varios helicópteros “Apache” y “Little Bird” de los EE.UU., éstos últimos de la escolta personal del polí­tico estadounidense Paul Bremer. La batalla de Nayaf es el punto álgido de la guerra en esos momentos.
Desde el Hospital de Nayaf, el edificio más elevado de la ciudad, el enemigo comienza a disparar contra los españoles, incumpliendo las más elementales normas de la guerra. Varios aviones F-16 estadounidenses piden permiso para arrasar el Hospital, pero el Mando español no lo considera necesario.

Y es que los españoles combaten siguiendo muchas restrictivas REGLAS DE ENFRENTAMIENTO. Según ellas, no disparan a lugares donde pueda haber civiles, aunque les disparen desde ellos, no disparan a personal que está en el suelo, aunque se sepa que se está “haciendo el muerto”, no se dispara contra vehí­culos ambulancia, aunque se empleen como vehí­culos de combate y les hagan fuego desde su interior…

El Alf. Guisado llama a sus Sargentos Jefes de Pelotón para planificar el rescate. Uno de ellos, el Sgto. Pinto, está enfrascado en una discusión con un Oficial español de alto rango que está dándole a gritos instrucciones, para hacerse oí­r en mitad del tiroteo. El Alf. Guisado se dirige a la carrera y le dice al Oficial que a su gente sólo la manda él durante el combate. Una granada de RPG. les pasa por encima de las cabezas y el Alf. aprovecha para llevarse a su Sargento.

El Alférez ordena que él irá otra vez en cabeza por el mismo itinerario. Total, el enemigo no esperarí­a que hicieran eso de nuevo… El Sgto. Lorenzo irá en cola de la Sección.

Todos se instalan en los BMR., y el Alf. Guisado llama al Capitán de El Salvador de la cárcel y le informa que van a ir por ellos… Que tengan todos sus camiones y vehí­culos listos para salir en cuanto lleguen. En cuanto los BMR. salen de la Base, los proyectiles enemigos empiezan a impactar contra ellos. Pero van muy rápido y su tiro es ineficaz… En un cruce, se encuentran con la Sección salvadoreña a pie, que están parados y batidos por el fuego enemigo. Tienen un muerto y varios heridos. La Sección española para un momento y arrasa con su fuego con los edificios donde el enemigo se esconde y desde donde disparan. Esto produce un respiro y ayuda a reorganizarse a los
hispanoamericanos. El Alf. Guisado les dice que volverán a recogerlos. Y ordena seguir la marcha.

Un poco más adelante, de pronto, aparecen 3 coches enemigos, artillados con ametralladoras, haciendo fuego contra los españoles. Parecí­an los vehí­culos de la pelí­cula “MAD MAX”. La Sección dispara contra ellos pero no consiguen abatirlos y desaparecen por una bocacalle a toda velocidad. El enemigo era valiente y digno de enfrentarse con el Ejército español.

Los BMR. llegan al fin al patio de la cárcel donde, rápidamente, el Sgto. Lorenzo organiza el convoy de vuelta, intercalando entre los blindados de la Sección varios camiones y vehí­culos ligeros. Cuenta con la inestimable ayuda del CABO 1.º D. íNGEL BOLAÑOS VíZQUEZ (posteriormente se licenció y actualmente es Policí­a Nacional, en Badajoz). A gritos, los SOLDADOS D. ABEL VILLARUBIA DíAZ (ascendió a Cabo y sigue en el “SABOYA”) y D. JOSÉ SUíREZ PARRA, indican a los iraquí­es y salvadoreños que deben subir en ellos, aunque no sean vehí­culos blindados, llevando sus muertos y heridos... No hay más sitio en los BMR. españoles, que irán con las rampas traseras bajadas para subir en
marcha a la valiente Sección salvadoreña que está esperando en las calles de Nayaf.

Cuando el SOLDADO D. JOSÉ FERNíNDEZ BOZA (sigue en el “SABOYA”), radio del BMR. del Sgto. Lorenzo, informa que el convoy está listo para salir, el Alf. Guisado ordena adelante. Esta vez, hay una baza a su favor. Los helicópteros de combate estadounidenses están ametrallando desde encima de la cárcel los edificios de los alrededores. El tiroteo y ruido del combate es impresionante. Cuando salen, las vainas usadas y muy calientes de las ametralladoras de los helicópteros caen en cascada sobre las cabezas de los soldados de los BMR. que circulan por abajo. Bueno, no todo puede ser perfecto…

Cuando el convoy llega a la altura de la Sección salvadoreña que iba a pie, uno de sus Pelotones se niega a embarcar: la radio que llevaba uno de sus soldados muertos, se ha quedado atrás y no quieren que caiga en poder del enemigo. Ellos no abandonan su equipo y vuelven por ella. El CABO 1.º D. JAVIER MARTíNEZ BENíTEZ (posteriormente ingresó en la Guardia Civil), de la Plana de la Sección, no da crédito a lo que oye y mira a la decisión de su Alférez. Pero el Alf. Guisado no quiere discutir ya: esperarán a ese Pelotón. Todos vuelven o no lo hará ninguno… Ordena fuego a discreción sobre el enemigo y el BMR. del Sgto. Lorenzo acude donde el Pelotón de El Salvador busca la radio para apoyarles desde cerca.

El radio del Alférez, el CABO D. ANTONIO GARCíA BLANCO (ascendió a Sgto. y actualmente sigue destinado en el “SABOYA”) le da sus cargadores al SOLDADO. D. JONATHAN JORNA RAMOS (a la vuelta, ascendió a Cabo y Cabo 1.º; sigue destinado en el 6.º de Infanterí­a), que se los pide para seguir disparando. La munición se está agotando de nuevo.

El CABO D. ENRIQUE PAVÓN PÉREZ (a su regreso a España, se licenció; está trabajando en Badajoz), el tirador de la MG-42 del Sgto. Lorenzo no permite con su fuego que ningún enemigo dispare hacia los soldados de El Salvador que se desplazan a su lado. Al final, encuentran la radio y montan en el BMR. El conductor del Sgto. Lorenzo, el SOLDADO. D. JUSTO SíNCHEZ MARTíN (se licenció y está trabajando en un pueblo llamado Villar del Rey, en Badajoz) hace regresar a su BMR al convoy, que reanuda la marcha.

En ese momento, los camiones y vehí­culos ligeros de El Salvador no respetan la disciplina de marcha y aceleran, dejando atrás a los blindados españoles, que entran los últimos a la Base “Al índalus”.
Cuando están a punto de llegar, el Sgto. Galán ve que una granada antitanque rebota en el BMR del Alférez, que va el primero. Pero ha visto quién les ha disparado desde una azotea y ordena a su conductor, el SOLDADO D. JULIO CUENCA GONZíLEZ (ascendió a Cabo y actualmente está destinado en el “CASTILLA” n.º 16), que pare el BMR porque va a ordenar fuego contra ese enemigo. Le ordena a su radio, el SOLDADO D. CARLOS LUNA DIENTE (a su regreso a España, se licenció), que informe que pararán unos segundos solamente. Y, en efecto, los SOLDADOS. D. SAMUEL BARCO PONCE (en los dí­as siguientes en Irak, fue herido en el hombro y nunca se recuperó del todo; está destinado en Guadalajara) y D. DAVID SAUCEDA FERNíNDEZ (ascendió a Cabo y sigue en el “SABOYA”), agotan su munición contra el tirador enemigo de RPG, que es  lilenciado.

Cuando la Sección española entra en la Base, las ovaciones y abrazos son increí­bles. Todo el mundo les felicita.

El Alférez Guisado informa al Mando español que la misión ha sido cumplimentada sin novedad… sin ninguna baja.

Cuanto más se indaga en el comportamiento de esa Sección el 4 de abril del 2004, durante esas dos salidas en la batalla de Nayaf, más se descubre la heroica actuación de sus componentes. Sorprende (e indigna) que la gran mayorí­a no fueran condecorados con las máximas medallas españolas. Desde aquí­, el que suscribe solicita la apertura de un expediente para la posible concesión de la “MEDALLA LAUREADA DE SAN FERNANDO COLECTIVA” para esa Sección.

El Alf. Guisado es actualmente Capitán y está a la espera de ser destinado a su querido Regimiento de siempre, el mí­tico “SABOYA” n.º 6, en el cual, si Dios quiere, y con el permiso de la superioridad, quizás proceda darle el mando de la Primera Compañí­a de Fusileros del Batallón “Cantabria”, donde sirvió en todos sus empleos. Fue  recompensado con la CRUZ ROJA por su valor en combate, capacidad para el mando y conducta ejemplar a raí­z de su actuación en la Batalla de Nayaf del 4 de julio del 2004. Desde el primer momento, y hasta la actualidad, nunca ha cesado de luchar porque a su Sección le reconozcan el heroico comportamiento de ese dí­a. Siempre dice que  cambiarí­a su medalla por la de su gente…

D. José Atilano Delgado Mateo
Brigada de Infanterí­a
(ACINF)


http://www.as-fas.es/Foro/index.php?topic=6691.0


   Joder, qué épico, coño, me ha enganchado como los libros de historia militar que me suelo leer, de un tirón me lo he acabado.


Es todo mentira. España no participó en la guerra y los soldados destinados a Irak andaban recogiendo calabacines en una plácida zona hortofrutí­cola.
It's very difficult todo esto.

Son of a beach

hombre, cuando hay que parar y dar media vuelta porque a un jambo no le sale subirse al bmr y menearse sin el radioteléfono de segunda mano , igual algún calabací­n si se está recogiendo. Ahora bien, calabacines de los que pelean a cara de perro y con la faca entre los dientes, todo hay que decirlo.
los niggas de guetto son bastante parecidos a los gitanos, que ninguno es comunista porque en la bandera salen herramientas.

yonnon

Ya se que no es exactamente lo mismo, Por la epoca historica pero:



viene a ser un compendio de historias similares

acaba de salir un nuevo volumen pero no hay manera de encontrarlo todavia:



un disfrute de lectura

javi

No es por ponerme en contra, pero de estas lecturas y libros glosando tanta victoria, muchas de ellas épicas, por el valor y coraje mostrado, me acuerdo de lo que comentaban sobre los pésimos gobernantes, que es algo que no ha cambiado
Running is life. Anything before or after is just waiting

k98k


Paquito Comocho

Cita de: javi en Marzo 05, 2014, 01:14:33 PM
No es por ponerme en contra, pero de estas lecturas y libros glosando tanta victoria, muchas de ellas épicas, por el valor y coraje mostrado, me acuerdo de lo que comentaban sobre los pésimos gobernantes, que es algo que no ha cambiado

    Estas épicas historias de victoria, coraje y valor ocurren a pesar de los gobernantes (de cualquier época, prácticamente). Biba Ehpaña.

yonnon

Cita de: Karraspito for President en Marzo 05, 2014, 01:56:24 PM
Cita de: javi en Marzo 05, 2014, 01:14:33 PM
No es por ponerme en contra, pero de estas lecturas y libros glosando tanta victoria, muchas de ellas épicas, por el valor y coraje mostrado, me acuerdo de lo que comentaban sobre los pésimos gobernantes, que es algo que no ha cambiado

    Estas épicas historias de victoria, coraje y valor ocurren a pesar de los gobernantes (de cualquier época, prácticamente). Biba Ehpaña.

ello, acordaos de Blas de Lezo

Ignacio

Cita de: Yonnon en Marzo 05, 2014, 02:17:38 PM
Cita de: Karraspito for President en Marzo 05, 2014, 01:56:24 PM
Cita de: javi en Marzo 05, 2014, 01:14:33 PM
No es por ponerme en contra, pero de estas lecturas y libros glosando tanta victoria, muchas de ellas épicas, por el valor y coraje mostrado, me acuerdo de lo que comentaban sobre los pésimos gobernantes, que es algo que no ha cambiado

    Estas épicas historias de victoria, coraje y valor ocurren a pesar de los gobernantes (de cualquier época, prácticamente). Biba Ehpaña.

ello, acordaos de Blas de Lezo

Tiene narices que los inglesitos tengan ahí­, en mitad de Londres, una peaso de plaza dedicada al maricón enano ese y su victoria y nosotros ni un triste recuerdo a una victoria mucho mayor.

Si lo que hace Blas de lezo lo hace un almirante británico, lo plantan en el mismo altar central de San pablo y le dedican la calle principal de Londres.

k98k

Ya están trabajando en ello, van a ponerle una estatua al tí­o Blas en Madrid, dicen que en la plaza de colón.

yonnon

Adivinad que barco envio Ejpaña para la celebracion del aniversario Trafalgar a Inglaterra: La fragata Blas de Lezo

Ignacio

Cita de: k98k en Marzo 05, 2014, 02:32:32 PM
Ya están trabajando en ello, van a ponerle una estatua al tí­o Blas en Madrid, dicen que en la plaza de colón.

Lo que tendrí­an es que ponerle una plaza entera, con estatuas y tal.

Algo chulo para enseñárselo a los turistas ingleses, cuando visiten la Capitá.

Paquito Comocho

Cita de: Ignacio en Marzo 05, 2014, 02:26:47 PM
Cita de: Yonnon en Marzo 05, 2014, 02:17:38 PM
Cita de: Karraspito for President en Marzo 05, 2014, 01:56:24 PM
Cita de: javi en Marzo 05, 2014, 01:14:33 PM
No es por ponerme en contra, pero de estas lecturas y libros glosando tanta victoria, muchas de ellas épicas, por el valor y coraje mostrado, me acuerdo de lo que comentaban sobre los pésimos gobernantes, que es algo que no ha cambiado

    Estas épicas historias de victoria, coraje y valor ocurren a pesar de los gobernantes (de cualquier época, prácticamente). Biba Ehpaña.

ello, acordaos de Blas de Lezo

Tiene narices que los inglesitos tengan ahí­, en mitad de Londres, una peaso de plaza dedicada al maricón enano ese y su victoria y nosotros ni un triste recuerdo a una victoria mucho mayor.

Si lo que hace Blas de lezo lo hace un almirante británico, lo plantan en el mismo altar central de San pablo y le dedican la calle principal de Londres.

  Cuando dices «su victoria», ¿te refieres a la de la Armada Española? Porque eso no fue una victoria inglesa, en absoluto. Más bien fue un desastre español, ni siquiera directamente una cagada. No les quedaron más cojones que rodear las putas islas para volver a casa, y en esa travesí­a es donde se produjeron la mayorí­a de las bajas. Putos ingleses, cómo han manipulado la historia.

Ignacio

Cita de: Karraspito for President en Marzo 05, 2014, 03:17:44 PM
Cita de: Ignacio en Marzo 05, 2014, 02:26:47 PM
Cita de: Yonnon en Marzo 05, 2014, 02:17:38 PM
Cita de: Karraspito for President en Marzo 05, 2014, 01:56:24 PM
Cita de: javi en Marzo 05, 2014, 01:14:33 PM
No es por ponerme en contra, pero de estas lecturas y libros glosando tanta victoria, muchas de ellas épicas, por el valor y coraje mostrado, me acuerdo de lo que comentaban sobre los pésimos gobernantes, que es algo que no ha cambiado

    Estas épicas historias de victoria, coraje y valor ocurren a pesar de los gobernantes (de cualquier época, prácticamente). Biba Ehpaña.

ello, acordaos de Blas de Lezo

Tiene narices que los inglesitos tengan ahí­, en mitad de Londres, una peaso de plaza dedicada al maricón enano ese y su victoria y nosotros ni un triste recuerdo a una victoria mucho mayor.

Si lo que hace Blas de lezo lo hace un almirante británico, lo plantan en el mismo altar central de San pablo y le dedican la calle principal de Londres.

  Cuando dices «su victoria», ¿te refieres a la de la Armada Española? Porque eso no fue una victoria inglesa, en absoluto. Más bien fue un desastre español, ni siquiera directamente una cagada. No les quedaron más cojones que rodear las putas islas para volver a casa, y en esa travesí­a es donde se produjeron la mayorí­a de las bajas. Putos ingleses, cómo han manipulado la historia.

Karras....estoy hablando de Trafalgar.

Paquito Comocho


Ignacio

Es que, además, lo de Cartagena lo tiene todo.
Hasta las monedas acuñadas conmemorando la victoria Inglesa.
Que se las tuvieron que meter, una a una, por el orto.


Por cierto, ¿Se sabe de alguna moneda de esas?