Me estoy volviendo un viejo gruñón."Gvarab was old enough that she often wandered and maundered. Attendance at her lectures was small and uneven. She soon picked out the thin boy with big ears as her one constant auditor- She began to lecture for him. The light, steady, intelligent eyes met hers, steadied her, woke her, she flashed to brilliance, regained the vision lost. She soared, and the other students in the room looked up confused or startled, even scared if they had the wits to be scared. Gvarab saw a much larger universe than most people were capable of seeing, and it made them blink. The light-eyed boy watched her steadily. In his face she saw her joy. What she offered, what she had offered for a whole lifetime, what no one had ever shared with her, he took, he shared. He was her brother, across the gulf of fifty years, and her redemption."El entorno no ayuda. No ayuda ver ancianos vistiendo sus galas para salir para disimular que van a comedores sociales. No ayuda un espacio público tomado por mendigos y desarraigados. No ayuda que todas las semanas te convoquen contra un deshaucio en alguna calle cercana.
No ayuda que las antiguas panaderías, fruterías, carnicerías o pescaderías fueran sustituidas por mini-tiendas supermercado regentadas por chinos que amables y obsequiosos te acompañaban en tu compra metiendo los productos en la bolsa para que no te dieras cuenta de que estaban caducados, y a su vez, estos laboriosos y ladinos establecimientos de alimentación estén siendo desplazados por freidurías a cargo de sudamericanos que ofrecen el combo burguer-kebab-pizza-hot dog, comida sana y de calidad para el nene y la nena, en los que no obstante la gente se abstiene de entrar, sólo muy de cuando en cuando ves un grupito de gitanitos gí¼enos o quiza sean payos empobrecidos aparentando ser gitanos.
No ayuda tener que hacer la compra en centros comerciales. No ayuda que te ofrezcan merluza del índico o lubina chilena, carne argentina cortada a la española o jamones rumanos, bolsas de naranjas marroquíes o arpilleras de patatas francesas. No es una cuestión de si son de más o menos calidad. La cuestión es cómo pueden ser tan barato transportar productos perecederos de una punta a otra del globo. ¿Es que el combustible lo regalan? ¿Acaso agricultores, ganaderos o pescadores trabajan gratis?
Así que abrir las páginas de información y encontrarte petulantes alabando las bondades del sistema hace que un pensamiento instantáneo, casi como acto reflejo condicionado, te sobrevenga: Un piolet en la cabeza.
"In his first burst of new resolutions he had made a point of getting to know Gvarab better. She responded as well as she could, but the winter had been hard on her; she was ill, and deaf, and old. She started a spring course and then gave it up. She was erratic, hardly recognizing Shevek one time, and the next dragging him off to her domicile for a whole evening’s talk. He had got somewhat beyond Gvarab’s ideas, and he found these long talks hard. Either he had to let Gvarab bore him for hours, repeating what he already knew or had partly disproved, or he had to hurt and confuse her by trying to set her straight. It was beyond the patience or tact of anyone his age, and he ended up evading Gvarab when he could, always with a bad conscience."Os voy a decir por qué leo
el diario.es. Porque no habla de deportes, salvo algún articulillo sobre los tejemanejes económicos. Pero no deja de ser un producto comercial destinado a gratificar a sus consumidores, basta con leer los sulfúreos comentarios de los lectores. Todos los de derechas son tontos y malos y seguro que además les huelen los pies.
Por contra la revista de entertaiment for gentlemen (no, Playboy no; Jot Down) saca artículos a tal velocidad que más que bocados de calidad ofrece paletadas de pienso compuesto que hay que deglutir sin saborear. Y de un tiempo a esta parte la mitad de las entradas siguiendo a la prensa generalista van de fútbol, dentro de que en consonancia con sus pares casi todos los artículos son de opinión. Y por no significarse frente a los demás medios, sus redactores futboleros componen textos entusiásticos, hiperbólicos, perifrásticos, analépticos, epifrásticos y sinestésicos. Todo para dorar unos partidos ramplones, donde más que juego hay deporte y antes que diversión, ejercicio de resistencia. Ni que tuvieran la exclusiva de las retransmisiones.
Creo que los redactores no se dan cuenta de lo molesto que resulta este exceso de alabanzas hacia quienes no las merecen. Como en otros momentazos como Madrid 2020, el comando terrorista itinerante Gamonal, o los cientos de miles de millones de españoles de todos los multiuniversos que se congratularon por la coronación de Felipe VI. Y luego los periodistas acusan a los políticos de no ver la realidad: Será porque les leen. Y luego los periodistas se preguntan por qué bajan las ventas y las audiencias: ¿Quiénes son los que no ven la realidad?
Digamos que en el pasado se pudieron crear gustos y opiniones uniformes por falta de canales de información, a día de hoy la competencia entre los medios nos ha llevado a tal inundación que tenemos que permanecer en el techo de nuestras casas voceando asustados a los de los islotes vecinos.
"He was finishing his third year at the Institute when Gvarab died. He asked to speak at her memorial service, which was held, as the custom was, in the place where the dead person had worked: in this case one of the lecture rooms in the Physics laboratory building. He was the only speaker. No students attended; Gvarab had not taught for two years. A few elderly members of the Institute came, and Gvarab’s middle-aged son, an agricultural chemist from Northeast, was there. Shevek stood where the old woman had used to stand to lecture. He told these people, in a voice hoarsened by his now customary winter chest cold, that Gvarab had laid the foundations of the science of time, and was the greatest cosmologist who had ever worked at the Institute. “We in physics have our Odo now,†he said. “We have her, and we did not honor her.†Afterwards an old woman thanked him, with tears in her eyes. “We always took tenthdays together, her and me, janitoring in our block, we used to have such good times talking,†she said, wincing in the icy wind as they came out of the building. The agricultural chemist muttered civilites and hurried off to catch a ride back to Northeast. In a rage of grief, impatience, and futility, Shevek struck off walking at random through the city.
Three years here, and he had accomplished what? A book, appropriated by Sabul; five or six unpublished papers; and a funeral oration for a wasted life.
Nothing he did was understood. To put it more honestly, nothing he did was meaningful. He was fulfilling no necessary function, personal or social. In fact — it was not an uncommon phenomenon in his field — he had burnt out at twenty. He would achieve nothing further. He had come up against the wall for good."El Mundial está siendo acorde a la bazofia cultural que nos propina el siglo XXI. Incluso el célebre 1-7. Un equipo que sufrió para ganar a Argelia en la prórroga golea a unos impostores vestidos con la camiseta de Brasil. Al parecer Nike es la gran triunfadora pese a que Iniesta fallara en tres partidos más pases que en toda su vida, Rooney por fin a su tercer intento colara un gol en competición que no sirvió para nada, Cristiano Ronaldo al menos no se lesionó, cosa que si hizo Neymar, el único que se estaba salvando. ¿Y cómo es entonces que están tan satisfechos?
Bueno pues gracias a David Luiz uno de esos defensas centrales que (ésto los del Madrid y el Barí§a lo van a pillar a la primera) es guapo y desenvuelto, se incorpora con facilidad al ataque y no tiene ni puta idea de defender como demostró en el primer gol alemán y el segundo neerlandés. Pero el tipo vende por su bonhomía y presencia. Ha fracasado en todos los clubes donde ha jugado pero ahí sigue. Que vista ha tenido Mourinho al largarle por un pastizal antes del Mundial.
El hecho clave para entender el fenómeno David Luiz es su fanatismo religioso, es un evangélico, como Fernandinho al que su religión ha garantizado la titularidad, como se la obsequió a Fred que no cuela un gol ni a su hija en la puerta del garaje ofreciéndole el puesto de delantero centro de la canarinha. La concentración brasileña tenía una imagen de la virgen ante la que prosternarse antes y después de los encuentros (falta les hacía vistos sus escasos méritos). Hasta el sargento bigotón afirmaba que tras años sin pasar por una iglesia durante el mundial había acudido a orar. Muchos rezos y ríos de lloros, eso ha sido la otrora despreocupada y alegre Brasil. Religiosidad acartonada y épica peripatética.
¿Cómo voy a querer que gane Argentina? ¡Si es el mismo modelo utilitarista! Clasificarse de cualquier manera, mirar por el resultado cortoplacista, no pararse a pensar en las consecuencias de su exitismo. Capitalismo extractivo-corporativo en estado puro. Ganancias parasitarias y el que venga detrás que arrée.
¿Me pongo cínico? Puesto que este mundial es una mierda, bien está que lo gane un equipo de mierda.
¿Me pongo socrático? Y bué, que gane Argentina, y peor para el fútbol.
¿Cómo les dices a tus muchos amigos argentinos que ni merecen ganar, ni apruebas su delirante exhultancia?
¿Cómo no voy a querer que gane Argentina?
Me cuesta mucho comentar nada porque no consigo ocultar mi irritación.
Todas las citas en inglés pertenecen a "Los desposeídos" de Ursula K. Le Guin