Mi señora está finiquitando un acuerdo no reglado para que la Iglesia del Carmen nos ceda a esta familia un columbario (palomar) o nicho sacro -está debajo de un cristo colgando del techo que parece que va a salir andando un día- destinados a contener las urnas cinerarias de cuatro miembros de la familia, si usamos jarrón es el jarrón cinerario, que ya suena más como la lata cenicero, de modo que compraremos urnitas y no jarrones... vuelve la edad media a murcia, y, mierda, me ha pillado en medio (si todo sale como esperamos estamos justo a la altura de los tobillos de cristo crucificado... humildad lo primero, que hay gente que ya se ha pillado la altura del INRI.. ay, cuanta vanidad
tres mil euracos en donaciones descontables en el IRPF por ser a actos benéficos (bueno es una iglesia, adormece almas y voluntades, eso en estos momentos de guerracivilismo de boina cantonal, malo no es)
lo que me jode (mi mujer no daba crédito) es: pero vamos a ver, esposa mía, quieres decir que nadie se puede acercar a la mini-placa para, yo que sé, dejar una rosa roja prosivética... no, vaya, pues que me escupan, que también me vale y la reja está solo a dos metros de aquello (id ensayando el tiro parabólico que como dice putilates, solo hablarán de nosotras cuando estemos muertas).