Holimí­as quintacolumnistas

Iniciado por Bambi, Marzo 07, 2006, 08:42:26 AM

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Bambi

Este va a ser el hilo oficial del Arcadi Espada. Hoy viene potente.


6 de marzo . 5231
La general dependencia periodí­stica de las fuentes oficiales se manifiesta, a veces, de una manera harto curiosa. Se publica hoy un reportaje sobre las bandas latinas. “Las bandas latinas buscan la paz”, dice el tí­tulo. “El Ayuntamiento tutela la reconversión de las pandillas de jóvenes”, dice un sumario. El reportaje está lleno de asombrosos detalles. Estas primeras palabras del subtí­tulo, por ejemplo: El debate discurre "de manera dsicreta y democrática en el seno de las pandillas". “La asamblea suprema de los Latin King..:” “Suprema”. Este adjetivo resume el encargo. La estrategia de la administración respecto a las bandas juveniles es sencilla: consiste en hacerles creer que son algo, aparte de testosterona. Para eso, entre las primeras medidas, está la contratación de un profesor que también ha defendido que las bandas juveniles son algo, parte de una tesis doctoral. El profesor, en Barcelona, es el señor Carles Feixa, antropólogo. Dice: “Los Latin King no son una plataforma delictiva. Es una organización de ayuda y solidaridad de los jóvenes inmigrantes latinoamericanos a pesar de que algunos sectores policiales, especialmente de Madrid, insistan en asegurar lo contrario. Es cierto que su nombre se ha visto implicado en algunos trágicos acontecimientos, pero son incidentes concretos, que no debieran suponer la criminalización de la banda. Claro está que estoy hablando de Barcelona, en Madrid la situación es otra”. La situación es otra. Pero ya se ve por qué. No es culpa de los Latin King, pobrecitos. Quiá. “Todos los esfuerzos se centran en exportar la experiencia a Madrid, donde la dinámica de las bandas latinas y la actitud del Ayuntamiento están originando conflictos permanentes. Este plural singularí­simo. Están. ¿El Ayuntamiento de Madrid? Psseé. Una banda rival. Pero embrí­dense. Al proceso de paz le faltan algunos detalles. Puede embarrancar. Lean. “Quedan aún, sin embargo, sobre la mesa, algunos asuntos polémicos, entre ellos el del nombre de su organización;
mientras que los latinos proponen el de Organización Cultural de la Sagrada Tribu de Atahualpa de Cataluña, los asesores proponen lisa y llanamente Organització Cultural dels Llatins a Catalunya, en una maniobra destinada, entre otras cosas, a enraizarlos en la sociedad catalana y además conseguir más fácilmente subvenciones de los organismos autonómicos”. Es cierto. Está escrito. Así­ ha sido. Hoy, con El Paí­s.

Casio

Madre del Amor Hermoso. 
La siguiente parida 
será justificar los latrocinios de los Latin K. como justa compensación 
por el expolio de Cortés y Pizarro , que por sus modos brutales 
se transparenta que no eran catalanes.


banabil

Yo me quedo con Javier Ortiz.

La desmemoria interesada

Pocas veces la vida polí­tica habrá proporcionado un ejemplo de caradura más espectacular que el que ofreció José Marí­a Aznar el pasado viernes en la Convención Nacional del PP cuando afirmó que su Gobierno nunca pretendió negociar con ETA;
que sus representantes acudieron a Zúrich únicamente para comprobar si el «movimiento vasco de liberación», como llamó él a ETA entonces, estaba dispuesto a rendirse o no. Pérez Rubalcaba reaccionó rápidamente, ridiculizando la idea de que Aznar hubiera podido enviar a tres de sus asesores principales a Suiza tan sólo para decir a la delegación de ETA, como si fuera un chiste de Gila: «Que pregunta mi jefe que si se rinden. Y que si no, nos vamos».

Pero la cuestión no es que la pretensión de Aznar resulte inverosí­mil: es que se sabe que es falsa.

El 1 de mayo de 2000, Gara publicó el texto del acta que levantó la representación de ETA de su reunión con los comisionados del Gobierno de Aznar. En aquel acta, se entrecomillaba lo dicho en la reunión por uno de los enviados del Ejecutivo de Madrid: «No pensamos que ETA se va a rendir (...) No venimos a la derrota de ETA». Tras la publicación del documento, miembros tan cualificados del equipo de Aznar como Jaime Mayor Oreja lo comentaron sin desmentir ni una coma de lo que en él se afirmaba.

Hay documentación abundante de la época que revela que el entonces presidente del Gobierno era partidario de hacer exactamente lo mismo que pretende ahora Zapatero, a saber: de un lado, negociar con ETA su abandono de las armas;
del otro, aceptar la creación de foros de discusión polí­tica con presencia de la izquierda abertzale. El 2 de mayo de 2000, El Mundo, que tení­a por entonces cauces de comunicación privilegiados con el Gobierno de Aznar y con el propio Aznar, publicó un editorial titulado «Cuando ETA da tantas explicaciones, mala cosa», en el que decí­a: «El escrito que ETA elaboró a modo de acta de la reunión viene a reconocer que aquella conversación fue un perfecto diálogo para besugos: los enviados del Gobierno repitieron por activa y por pasiva su mensaje â€"en resumen: que querí­an establecer un cauce de diálogo con la banda terrorista que permitiera abordar el cese definitivo de la violenciaâ€", en tanto los representantes de ETA insistieron una y otra vez en que lo que querí­an era que se les dijera si el Gobierno estaba dispuesto a aceptar “el proceso en curso en Euskal Herria”, es decir, el derecho de autodeterminación.» Y proseguí­a: «ETA demostró que ese diálogo le quedaba muy grande. No entendió que aquel no podí­a ser de ningún modo un foro para debatir problemas de estrategia polí­tica, porque para eso están las organizaciones polí­ticas â€"incluidas las de la propia izquierda abertzaleâ€" y las instituciones democráticas.»

El Mundo marcaba claramente el planteamiento que ahora se llama «de dos mesas»: una, del Gobierno con ETA, para negociar el cese de la violencia;
otra, entre las organizaciones polí­ticas «incluidas las de la propia izquierda abertzale» para «debatir problemas de estrategia polí­tica» (entre los que el diario citaba la propia autodeterminación).

A mí­ no me inquieta que haya polí­ticos como Aznar, capaces de negar lo que sea (o, a la inversa, de afirmarlo: recuérdese con que énfasis sostuvo que tení­a pruebas concluyentes de que Sadam Husein contaba con armas de destrucción masiva). A mí­ lo que me preocupa realmente es que la falta de memoria de la sociedad, con los grandes medios de comunicación a su cabeza, llegue al extremo de tolerar que un dirigente polí­tico pueda sostener que hizo lo contrario de lo que hizo y no se le abrume con las pruebas incontestables de su falsedad, dejándolo en el ridí­culo y obligándolo a abandonar la escena.

Pero no nos llamemos a engaño: la falta de memoria de la sociedad es resultado del trabajo consciente e interesado de quienes se dedican a diario al borrado de la memoria colectiva.

Rufo

¿Alguien sabe qué dice FJL de ésto?. Es que estoy haciendo vida sana y he dejado de escuchar sus arengas matutinas.
"Ser tonto, egoísta y tener buena salud, son las tres condiciones requeridas para ser feliz; más si la primera nos falta, todo está perdido"

Bambi

Arcadi enlaza esto hoy:

Cuando Aznar prometí­a generosidad 

La hemeroteca a la que apeló el ex p residente revela el respaldo de partidos y medios de comunicación al diálogo con ETA en 1998


EL PRESIDENTE AUTORIZA CONTACTOS CON EL MLNV. El 3 de noviembre de 1998, durante una visita al Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, a la que pertenece la fotografí­a, José Marí­a Aznar confirmó que habí­a autorizado contactos con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), como denominó entonces el Gobierno al entorno de ETA. (EFE)
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"Que se miren las hemerotecas", pidió el pasado viernes José Marí­a Aznar, en la inauguración de la convención del PP, tras asegurar que su Gobierno nunca negoció con ETA. No es ésa, sin embargo, la impresión que se desprende de la lectura de los diarios de la época.

El 26 de septiembre de 1998, diez dí­as después de que ETA dictara una tregua, el entonces presidente del Gobierno acudió a San Sebastián y celebró un mitin en el que prometió generosidad: "Apuesto por el diálogo y la responsabilidad compartida", señaló entonces.

- "Generosidad es una palabra que no me quema en la boca". Era el primer mitin de la precampaña electoral vasca y se dirigí­a a los simpatizantes del PP: "Hace no mucho tiempo hablé de generosidad porque es una palabra que no me quema en la boca y que es patrimonio de los que no vivimos instalados en el rencor. Al hablar de generosidad no olvido que un Estado de Derecho tiene principios, leyes y polí­ticas de paz, de una paz real, inequí­voca, sin sombras". Y continuó así­: "Ahora lo que toca es la paz. Sólo la paz y nada más que la paz. Construir la paz es lo más importante. Es la tarea que tenemos ahora. Es fundamental construir la paz sobre una base sólida pero, a la vez, flexible. Queremos que la paz que se construya sea habitable, no para la mitad de los vascos sino para todos ellos. Somos los demócratas los que tenemos la legitimidad para abordar la paz. Apuesto por el diálogo y la responsabilidad compartida".

- "Inicio de contactos con el entorno del MLNV". A las 11.30 de la mañana del 3 de noviembre de 1998, la agencia Efe difundió un comunicado de La Moncloa en el que se anunciaba que el entonces presidente del Gobierno, José Marí­a Aznar, habí­a autorizado el inicio de contactos con "interlocutores del entorno del denominado MLNV"
o Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Hora y media después, el propio Aznar confirmaba lacónicamente la noticia durante una visita al Museo Thyssen-Bornemisza y se remití­a al comunicado.

Era la primera y la última vez que un Gobierno español se referirí­a al entorno de ETA con el apelativo de MLNV, acuñado por la izquierda abertzale para nombrarse a sí­ misma, en un intento por identificarse con los movimientos de liberación del Tercer Mundo, pero este hecho quedó eclipsado por la trascendencia de la noticia.

- Un mensaje del ministro Mayor Oreja en el buzón de voz del teléfono de Rubalcaba.

Todos los partidos, sin excepción, expresaron su respaldo al Gobierno, aunque los socialistas no ocultaron su malestar por no haber sido informados con carácter previo. En efecto, aunque el PP se habí­a comprometido a consultar sus pasos con el primer partido de la oposición, el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se limitó a dejar un mensaje en el buzón del móvil del diputado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba momentos antes de que se difundiera el teletipo de Efe.

- Enrique Múgica: "Una decisión lógica". El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, que actualmente sólo es partidario del "diálogo de la escoba y la basura"
con ETA, consideró entonces "lógica"
la decisión del Gobierno, igual que el socialista Fernando Buesa, quien serí­a asesinado tras la ruptura de la tregua.

En realidad, ETA habí­a decretado el alto el fuego mes y medio antes, el 16 de septiembre de 1997, pero Aznar no autorizó las conversaciones -dirigidas, según dijo el pasado viernes "a comprobar si [los terroristas] estaban o no dispuestos a rendirse"- hasta pasadas las elecciones vascas del 25 de octubre de 1998, en las que el PP y Euskal Herritarrok (marca con la que se presentó Batasuna) fueron los grandes beneficiados.

- ABC: "Horizontes de esperanza". El Gobierno no sólo tuvo el respaldo de la totalidad de las fuerzas polí­ticas, sino también el aliento unánime de los medios de comunicación. El tí­tulo del editorial de Abc del 4 de noviembre de 1998 era bastante explí­cito: "Horizonte de esperanza".

"La esperanza, precaria todaví­a, de que el proceso que se anuncia fructifique en la pacificación del Paí­s Vasco [...] nos lleva a subrayar la fecha del 3 de noviembre como el posible punto de partida de una andadura que ningún español de buena voluntad puede dejar de desear que culmine venturosamente", decí­a el editorialista. "Sólo el Gobierno de la Nación tiene en sus manos", agregaba, "la única contrapartida a la que la banda puede aspirar: la indulgencia".

"[...] Somos muy conscientes de lo que está en juego y nos sentimos comprometidos con el logro de la paz. Por ello, procuraremos no perjudicar el proceso, mediante un muy prudente y sereno ejercicio de nuestro derecho a informar y opinar. Nunca pondrí­amos en riesgo la posibilidad cierta de un Paí­s Vasco libre y en paz a cambio de una satisfacción efí­mera de una portada de tan seguro como fácil impacto".

- EL MUNDO: "Otro valiente paso de Aznar hacia la paz". Aún más entusiasta era el editorial de El Mundo, titulado "Otro valiente paso de Aznar hacia la paz", que no sólo comparaba la actitud del jefe del Gobierno español ante ETA con la del británico John Major frente al IRA, sino que daba por sentado que habrí­a negociación y que ésta incluirí­a cuestiones polí­ticas.

Tras glosar el anuncio de Aznar, añadí­a: "Poco después, el portavoz del Ejecutivo aclaró que esos contactos con el llamado MLNV apuntan a acreditar que la decisión de la organización terrorista de abandonar la violencia es definitiva. Obvió decir -era innecesario- que, de confirmarse tal cosa, habrá negociación. [...] Lo más probable", pronosticaba, "es que la tarea acabe subdividiéndose: habrá diálogo directo con ETA, de un lado, para evaluar el problema de los presos -aunque no sólo- y habrá por otro lado conversaciones más especí­ficamente polí­ticas, en las que todas las fuerzas parlamentarias habrán de tener participación".

En el mismo diario, su columnista Federico Jiménez Losantos escribí­a: "Puesto que es el fin del terror lo que se busca y el camino es necesariamente, como en la canción de Georges Harrison, largo y sinuoso, convendrí­a no apresurarse en los trámites y contar con los inevitables retrocesos y tiempos muertos de lo que de una u otra forma será negociación, aunque se salven los principios éticos y democráticos que un Gobierno de un paí­s respetuoso de sí­ mismo nunca debe perder de vista [...] Si hay algo que en estos contactos y los que vengan tampoco se puede perder es, precisamente, el tacto, el cuidado, la precaución de no enajenarse el apoyo de los partidos polí­ticos democráticos [...] Que el Gobierno español debe dirigir el proceso de pacificación es evidente. Que no entienda que tal dirección implica la permanente atención informativa y la eventual consulta al resto de partidos democráticos es una posibilidad preocupante. En la opinión pública, el consenso visible de los grandes partidos nacionales es un elemento fundamental".

- EL PAíS. "Es razonable que el Gobierno intente verificar las intenciones de la banda". EL PAíS, por su parte, señalaba: "Es razonable que mes y medio después del anuncio de tregua, el Gobierno intente verificar las intenciones de la banda, sobre todo acerca de un abandono definitivo de las armas, como cabrí­a deducir de las palabras del portavoz que habló por la BBC".

El editorial advertí­a de que "la idea de paz por presos forma parte central de cualquier intento de reconciliación", pero "lo que está expresamente excluido es que alguien intente extraer ventajas polí­ticas de la violencia".

"Pretender contraprestaciones polí­ticas por dejar de matar equivale a exigirlas por haber matado", explicaba. "De ahí­ que cualquier diálogo deba plantearse, como marca Ajuria Enea, entre representantes legí­timos de la voluntad popular. Con ETA puede hablarse de la reinserción de sus miembros, y para ello hay que establecer algún contacto. El Gobierno dice que quiere evitar secretismos que puedan un dí­a volver contra él. Bien está que comunique sus intenciones".

- Rajoy: "El Gobierno ha hecho un gesto conforme a la voluntad y el deseo de que llegue la paz". Mariano Rajoy declaró el 26 de diciembre de 1998 su apoyo a la decisión de dialogar con los terroristas y acercar a sus presos. Y explicó: "Los contactos los llevamos directamente y sin intermediación". No fue el único dirigente popular que se manifestó a favor del diálogo. Miguel Sanz, presidente navarro, declaró: "Si ETA abandona las armas se podrí­a hablar y negociar, y ahí­ Navarra va a estar y será generosa. En la medida en que se consolide la tregua y podamos hablar del abandono definitivo de la violencia, se podrá hablar de otras cuestiones como la polí­tica penitenciaria y la reinserción".


Bambi

Hoy es buena

1 de abril . 5256
El Consejo Audiovisual de Cataluña exige a los medios públicos un informe de sus planes informativos respecto a la campaña del referéndum del Estatuto. Diez dí­as antes del inicio de la campaña es la fecha lí­mite. El politólogo Joan Botella, que es el hombre designado por el organismo para velar por el obligado cumplimiento, se permite decir en rueda de prensa, según el relato de El Paí­s: “Al dar explicaciones sobre el texto, Botella puso énfasis, por lo que hace a la información durante la campaña, en dos aspectos: la recomendación de que se dé ‘prioridad informativa al contenido de la norma’, lo que consideró más importante que reflejar ‘las posiciones de las distintas fuerzas polí­ticas’ a propósito del Estatuto, y asegurar en los programas ‘la presencia de otras voces’, exponentes de la sociedad civil, de sectores sociales y expertos. ‘Tenemos que salir del cí­rculo estricto de los sospechosos habituales, entre los que se encuentran los grandes opinadores de Cataluña y los portavoces de los partidos’, afirmó". Tenemos que salir del cí­rculo, dice. Y bien: ¿por qué deberí­amos salir de ese cí­rculo? Y más aún: ¿usted por qué lo dice y qué autoridad tiene para decirlo? Por último: ¿quién es usted? Si los responsables altos, bajos y semis de los medios públicos catalanes tuvieran la mí­nima decencia que tan obstinadamente les faltó durante más de veinte años de sumisión al pujolismo dimitirí­an en bloque y dejarí­an el ejercicio de sus responsabilidades en manos del Consejo Audiovisual de Cataluña. Lo que obligarí­a de inmediato a la creación de otro Consejo Audiovisual que fiscalizara al Consejo. Y es que ya se ve que no basta con uno. Las intolerables exigencias (que sólo están en el principio) de esos totalitarios de bolsillo (y por el bolsillo), suponen la politización descarada (legitimada) de la información. Hecha, naturalmente, en nombre del buenismo y la higiene mediática y social. Suponen, insisto, una instrucción polí­tica que pretende enmascararse, paradójicamente, a partir de la exhibición más obscena. La única función realmente importante de los responsables de un medio de comunicación cualquiera, público o privado, es la garantí­a de la objetividad y de la veracidad. De los responsables y del í­nfimo y pulgoso becario. Todo lo demás es secundario, mera electricidad. Pero no cabe engañarse: si estas ovejitas luceras y catalanas aceptan ahora las instrucciones exteriores del comisario Botella (uno de tantos), y sus í­nfulas programadoras, si no le dicen al comisario que la objetividad y la veracidad sólo son de quienes se las trabajan, y sólo por ellos pueden ser establecidas (con la intervención posterior del mercado y los jueces), es por su costumbre repantigada de aceptar que la objetividad y la veracidad no existen. Por el cumplimiento obsequioso y tradicional de las instrucciones exteriores que han recibido en estos años. Y por el hecho final, imbatible, de que no han sido ni son más que electricidad y nómina.


Cerillita

Y a propósito del mismo post de Arcadi España, la trayectoria ideológica de Pilar Rahola me inquieta. A este paso, dentro de no mucho, la veremos en la Castellana el dí­a de las fuerzas armadas al lado del rey:

Gilipollas

Mi padre, que fue a una escuela republicana de pueblo, una de esas cuyo maestro era sabio en valores y en conocimiento -por cierto, asesinado por la gente de la FAI que entró en Cadaqués en el 37 y se llevaron al alcalde, al cura y al maestro para matarlos-, siempre me decí­a que el "mestre Tasis"
se preocupaba mucho de cómo hablaban. "En el parlar net i noble es veu l'avaní§ d'un poble", les decí­a. Las formas del lenguaje formaban parte del ideal civilizado que marcó la Cataluña noucentista y, a pesar de los años convulsos, los maestros de la República mantuvieron ese ideal con notable perseverancia. Hoy todo esto debe de sonar a ñoño y anticuado, especialmente para una generación joven que ha hecho de la lengua suelta -y de la pobreza de vocabulario, todo hay que decirlo- una seña de identidad. Pero no sólo los jóvenes, porque si nos paramos -en el sentido más argentino del término- a escuchar la televisión, o cualquier conversación al azar, raro es el interlocutor que no necesite de sonoros e insolentes latiguillos para rematar su faena dialéctica. El insulto marca personalidad y, por lo que parece, da una seguridad notable al depositario de la cosa. De ahí­ que no sea tan extraño que el Parlamento, ese paradigma del pueblo llano, incorpore el lenguaje popular con tan notable y exuberante delicadeza. "Gilipollas"
le espetaron al bueno de Duran Lleida en pleno dí­a histórico, y él, que es democratacristiano y cree en el pecado y el castigo, pidió explicaciones al regio presidente que tutela a los niños parlamentarios. Aunque una no sabe si lo hizo por ofensa, o por conseguir dos minutos de gloria más, en un dí­a cuya gloria estaba muy compartida. Que Duran ya lleva mucha mili en la polí­tica... Como sea, lo cierto es que la necesidad de matar al mensajero por la ví­a gruesa, cuando el mensaje es incómodo, es una tentación clásica que no sólo no mengua, sino que está viviendo sus mejores momentos. Personalmente me parece una genuina forma de intolerancia, y no le veo ninguna otra gracia que la que tiene la pura vulgaridad, si tiene alguna.

De intolerancia querí­a hablar, ya que me preocupa lo que va ocurriendo desde hace tiempo en algunos ámbitos del pensamiento. Ayer lo recordaba Manuela de Madre cuando le espetó a un victimista Puigcercós, en la Nit al dia, de TV-3, que durante años los socialistas catalanes habí­an recibido insultos de "traidores"
y les tiraban objetos cuando iban a algunas universidades. Como ahora están colegiados con los buenos patriotas, parece que pasean más tranquilos por los reductos almogávares. Sin embargo, no todos pasean tranquilos, y algunas de las cosas que ocurren en nuestras universidades tendrí­an que preocuparnos más y ocuparnos del todo. En el tiempo coinciden dos gestos de imbecilidad intransigente que quiero mentar: la Universidad de Valencia, la misma que no permitió que Slomo Ben Ami hablara sobre Oriente Próximo el pasado octubre (gracias al pollo que montaron unos cuántos gili..., ¿cómo era el término parlamentario?), acaba de cancelar, sin mediar disculpa alguna, una conferencia de Gustavo Perednik en la Cátedra de las Tres Religiones. Según parece, su condición judí­a es incompatible con las tres religiones mentadas. ¿Cuál debe de ser la tercera? ¿El budismo? Es decir que, lejos de querer conocer qué ocurre en aquel lugar del planeta escuchando las distintas visiones del conflicto, nuestros estudiantes de la valenciana prefieren negar toda mirada que pudiera inquietarles. ¿Miedo a ser convencidos? Pobres almas jóvenes que prefieren el dogma de fe, la consigna y la propaganda, a la inteligencia, el debate y la información. Y pobre universidad aquella que se pliega al chantaje de la intransigencia y, lejos de mantener su dignidad intelectual, prefiere censurar a debatir, prefiere hacer de comisariado ideológico a ser tutelador de ideas. Slomo no pudo hablar en la Universidad de Valencia. Ahora le niegan la palabra a Perednik. ¿Qué harán la próxima vez? ¿Invitar a la diputada de Hamás que defiende el suicidio de sus propios hijos, para que explique un ratito cómo se ama la muerte?

Y si en Valencia no pueden hablar los malos israelí­es, en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona no pueden hablar los malos catalanes y/o españoles. A estas horas no sé cómo habrá acabado el último numerito que ha montado la Coordinadora d'Estudiants dels Paí¯sos Catalans contra la presencia de Jon Juaristi y Arcadi Espada en la universidad. Pero recuerdo que los mismos tipos, con los mismos collares ideológicos, impidieron que Fernando Savater diera su conferencia hace un tiempo. En el caso de Juaristi y Arcadi, se trata de una persecución ad hominem, ya que la conferencia era sobre literatura, pero la coordinadora ha considerado que eran tan malí­simos que no importaba si hablaban de Lorca o de Cataluña. Y los ha considerado "objetos españolistas", cuya presencia en la universidad no está tolerada. Supongo que sobra decir que mi simpatí­a por Arcadi está al mismo nivel que la que él me tiene a mí­. Pero, más allá de los amores que no nos tenemos, me resulta muy inquietante que, en nombre de Cataluña, y en sede universitaria, haya tipos que impongan la censura con la intimidación propia de la intolerancia. Y que la Universidad lo permita. Como catalana con pedigrí­ (¿o ya me han expulsado?) les espetó mi desprecio y dejo claro que, en mi nombre, no hablan. La Cataluña que algunos amamos no censura palabras, sino que escucha;
no expulsa gente del paraí­so patriótico, sino que acoge, y no impone, sino que debate. Sólo esa Cataluña merece ser mentada. Sin embargo, ¿qué nos está pasando, que no nos inquieta lo que pasa? Arcadi es Cataluña tanto como lo es Oleguer, y serán los ciudadanos de Cataluña los que decidan cuál de ellas les seduce. ¿O habrá que recordar lo fundamental?, que la razón que se impone no es razón, es violencia.

mostacho

Cita de: alvaro en Marzo 07, 2006, 08:43:40 AM
Unos lugarcicos comunes....

[¿Qué es una nación?

Las naciones no existen. Existen los territorios y las poblaciones de distintas especies que viven en ellos, incluida la especie humana, pero los humanos que viven en cualquier territorio son siempre de distinta raza, de distinta lengua y demás. Los nacionalistas invierten los términos y piensan que lo que existe es una entidad metafí­sica, la nación, que es el resultado de la unión mí­stica entre determinado territorio y determinada cultura, y luego, claro, a la población la tienen que meter con calzador para que encaje en esa nación inexistente. Pero ni encaja ahora ni encajó hace un siglo, ni en la Edad Media ni en la antigí¼edad, porque la gente que ha vivido en cualquier territorio siempre ha estado mezclada. El nacionalismo es una postura religiosa.



¿Que le impide a una mujer abortar hoy dí­a en España?
Desde el punto de vista del derecho positivo nada.
Desde el punto de vista de la moral cristiana todo.
Nación no es igual a religión, Alvaro. Al menos lo que yo creo que se entiende por nación y que, más o menos, se podrí­a definir (perdóneme pero no soy filólogo, ni jurista, ni nada por el estilo) como el conjunto de personas que comparten un territorio delimitado,una lengua y que, a lo largo de un proceso histórico han llegado a un consenso consistente en convivir bajo unas determinadas normas o leyes, para lo cual acuerdan constituir un ente llamado estado que vigile por el efectivo cumplimiento de las mismas.
Es decir, hoy dí­a no podemos hablar de nación al estilo de "Nación india", "Nación Kurda".., que si tendrí­an más que ver con esa unidad metafí­sica de la que hablas. Más bien se habla de Estados-Nación. Y sí­ son una realidad (vete tú a decirles a los Franceses que no son una Nación y ya verás)

El Problema en España estriba en que hay regiones que quieren constituirse en Estados-Nación, pero saltándose todas las reglas de juego. Y eso no es posible, no debe serlo. Así­ por ejemplo, me pregunto si los alaveses tendrí­an también el derecho de autodeterminación de la gran Euskadi para poder unirse a España (cosa que muchos querrian, la mayorí­a seguro).
O, ¿puedo yo autodeterminarme de mi vecino que me "trae frito"
con su asqueroso chucho?

mostacho

Cita de: banabil en Marzo 07, 2006, 10:19:42 AM
Yo me quedo con Javier Ortiz.

La desmemoria interesada

Pocas veces la vida polí­tica habrá proporcionado un ejemplo de caradura más espectacular que el que ofreció José Marí­a Aznar el pasado viernes en la Convención Nacional del PP cuando afirmó que su Gobierno nunca pretendió negociar con ETA;
que sus representantes acudieron a Zúrich únicamente para comprobar si el «movimiento vasco de liberación», como llamó él a ETA entonces, estaba dispuesto a rendirse o no. Pérez Rubalcaba reaccionó rápidamente, ridiculizando la idea de que Aznar hubiera podido enviar a tres de sus asesores principales a Suiza tan sólo para decir a la delegación de ETA, como si fuera un chiste de Gila: «Que pregunta mi jefe que si se rinden. Y que si no, nos vamos».

Pero la cuestión no es que la pretensión de Aznar resulte inverosí­mil: es que se sabe que es falsa.

El 1 de mayo de 2000, Gara publicó el texto del acta que levantó la representación de ETA de su reunión con los comisionados del Gobierno de Aznar. En aquel acta, se entrecomillaba lo dicho en la reunión por uno de los enviados del Ejecutivo de Madrid: «No pensamos que ETA se va a rendir (...) No venimos a la derrota de ETA». Tras la publicación del documento, miembros tan cualificados del equipo de Aznar como Jaime Mayor Oreja lo comentaron sin desmentir ni una coma de lo que en él se afirmaba.

Hay documentación abundante de la época que revela que el entonces presidente del Gobierno era partidario de hacer exactamente lo mismo que pretende ahora Zapatero, a saber: de un lado, negociar con ETA su abandono de las armas;
del otro, aceptar la creación de foros de discusión polí­tica con presencia de la izquierda abertzale. El 2 de mayo de 2000, El Mundo, que tení­a por entonces cauces de comunicación privilegiados con el Gobierno de Aznar y con el propio Aznar, publicó un editorial titulado «Cuando ETA da tantas explicaciones, mala cosa», en el que decí­a: «El escrito que ETA elaboró a modo de acta de la reunión viene a reconocer que aquella conversación fue un perfecto diálogo para besugos: los enviados del Gobierno repitieron por activa y por pasiva su mensaje â€"en resumen: que querí­an establecer un cauce de diálogo con la banda terrorista que permitiera abordar el cese definitivo de la violenciaâ€", en tanto los representantes de ETA insistieron una y otra vez en que lo que querí­an era que se les dijera si el Gobierno estaba dispuesto a aceptar “el proceso en curso en Euskal Herria”, es decir, el derecho de autodeterminación.» Y proseguí­a: «ETA demostró que ese diálogo le quedaba muy grande. No entendió que aquel no podí­a ser de ningún modo un foro para debatir problemas de estrategia polí­tica, porque para eso están las organizaciones polí­ticas â€"incluidas las de la propia izquierda abertzaleâ€" y las instituciones democráticas.»

El Mundo marcaba claramente el planteamiento que ahora se llama «de dos mesas»: una, del Gobierno con ETA, para negociar el cese de la violencia;
otra, entre las organizaciones polí­ticas «incluidas las de la propia izquierda abertzale» para «debatir problemas de estrategia polí­tica» (entre los que el diario citaba la propia autodeterminación).

A mí­ no me inquieta que haya polí­ticos como Aznar, capaces de negar lo que sea (o, a la inversa, de afirmarlo: recuérdese con que énfasis sostuvo que tení­a pruebas concluyentes de que Sadam Husein contaba con armas de destrucción masiva). A mí­ lo que me preocupa realmente es que la falta de memoria de la sociedad, con los grandes medios de comunicación a su cabeza, llegue al extremo de tolerar que un dirigente polí­tico pueda sostener que hizo lo contrario de lo que hizo y no se le abrume con las pruebas incontestables de su falsedad, dejándolo en el ridí­culo y obligándolo a abandonar la escena.

Pero no nos llamemos a engaño: la falta de memoria de la sociedad es resultado del trabajo consciente e interesado de quienes se dedican a diario al borrado de la memoria colectiva.


Eso es todo menos una negociación, Banabil.
Es exactamente lo que se dice. Un diálogo de besugos. Luego Aznar no mintió. Al menos esa vez.
En cualquier caso:
"Por sus frutos los conoceréis"

Bambi

19 de abril . 5274
La Carta de Principios para la Actuación de los Medios de Comunicación de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (*) es asombrosa por mil y una razones. Destaca técnicamente, como en otras manifestaciones del nacionalismo buenista, una desagradable hipocresí­a. Pero su valor es muy notable. Es, realmente, la auténtica Constitución catalana, muy por encima del Estatuto (esto es lo que quiere decir una sociedad mediática) y fija con mucha claridad los patrones básicos del futuro inmediato. Entre los objetivos y valores fundamentales la Corporación cita textualmente: “Preservar la identidad nacional”. Hay que dejar aparte, como de costumbre, la ridiculitio in terminis del objetivo. Ninguna nación, ni siquiera ninguna “identidad nacional” le encargarí­a a sus medios públicos semejante trabajo. Eso lo encarga quién no es, por supuesto, y el verbo preservar sólo es un eufemismo de construir. Lo importante, sin embargo, está en la hipótesis de que los medios público estatales, final y simétricamente convencidos de que España no es una nación, se trazaran este objetivo de preservar su “identidad nacional” en una imaginaria Carta de principios. ¿Qué sucederí­a? ¿Cómo se aplicarí­a el principio de nación de naciones? Los principales del principado lo tienen muy claro. Este es el penúltimo párrafo de 3.2: “Els mitjans de la Ccrtv seran especialment curosos a evitar ambigí¼itats quan transmetin informació sobre els actors individuals, col·lectius o institucionals que integren el nostre paí­s, utilitzant una terminologia que remeti priorití riament a l'espai catalí  de comunicació. Així­ els termes paí­s, llengua, nació, nacional, govern o parlament, sempre faran referí¨ncia a Catalunya.”. No lo traduzco para evitar la cárcel. (Por cierto: hasta nueva orden no voy a utilizar la lengua catalana en los medios públicos, lo que significará, probablemente, que los medios públicos no me van a utilizar a mí­ (no lo notarán mucho), y todos tan contentos). Lo que decí­a el presidente del Gobierno: que los preámbulos no tienen valor jurí­dico ni polí­tico. En efecto: ahora viene el articulado: el primero.

(*) http://www.ccrtv.cat/regulacio/Principis%20actuacio.pdf

Bambi

El escándalo Ramonet
Recordarán que hace unos dí­as les hablé del libro-entrevista de Ramonet a Fidel Castro, cuyo anticipo ofreció a doble página El Paí­s, y en el que aparecieron sospechosas coincidencias entre las supuestas respuestas de Castro y discursos y otros documentos antiguos, ya publicados.

Unos dí­as después el Defensor del Lector de El Paí­s publicó un artí­culo refiriéndose al tema, explicando como el blog de Arcadi Espada era el que habí­a levantado la liebre, pero no dando explicaciones muy satisfactorias. Juzguen ustedes mismos:
Al preguntarle sobre las coincidencias, un representante de la editorial cuenta el largo proceso de producción de la obra, que ha durado más de dos años desde que el autor acabó en 2003 el primer borrador. "Fidel Castro es una persona muy puntillosa y ha introducido muchas precisiones al texto original", explica. Ante algunas conclusiones que se han sacado precipitadamente, pide que se respete el í­mprobo trabajo desarrollado tanto por el autor como por el equipo editorial.

En el primer capí­tulo de la obra, titulado Cien horas con Fidel, Ignacio Ramonet cuenta que, tras proponer a Fidel Castro la idea del libro en febrero de 2002, fue en enero del año siguiente cuando comenzaron las largas sesiones que originaron el grueso de la obra. El autor agrega: "Aquellas largas sesiones de trabajo de 2003 dieron por resultado un primer borrador de este libro. Sin embargo, los meses fueron pasando y el texto no quedaba listo para la imprenta. Mientras tanto, la vida y los acontecimientos siguieron su curso. En septiembre de 2004 tuve la oportunidad de regresar a La Habana y de tener otro encuentro con Fidel Castro, que aprovechamos para actualizar y completar algunos temas de nuestras primeras conversaciones. Volví­ de nuevo a conversar horas con él en 2005, siempre con el deseo común de actualizar y finalizar el libro".
No habí­a más explicaciones, ni siquiera una petición de excusas a los lectores por haber sido engañados. Al parecer, el Defensor del Lector piensa que no hay nada reprochable en publicar como entrevista, original y novedosa (recuerden: dos páginas del periódico dominical), lo que es al menos en parte material reciclado.

Me gusta mucho lo del "í­mprobo"
trabajo. Como dice una amiga mí­a, se deben de referir a que no se ha probado que se haya hecho.

Bien, pues aquí­ no ha quedado la cosa. En el blog de Arcadi Espada varios lectores han seguido escarbando en el libro (que ya está a la venta) y han ido encontrando más y más contenidos copiados, con ligerí­simas adaptaciones, de discursos y otros textos viejos de Castro. Para poder seguir las novedades, hay una compilación de lo encontrado hasta ahora en este archivo en PDF, que se va actualizando. Ya van por las 42 páginas de textos casi idénticos.

Los fragmentos copiados afectan a un capí­tulo sobre el Che Guevara, reproducido en rebelión.org, a otro sobre las intervenciones en ífrica, (pags. 280-293 del libro), y otras muchas páginas (103-108, 174-176, 208-210, 233, 325-326, 357-358, 486, 488-489, 503, 523-524, 526-531 (casi í­ntegras), 560-561).

Todas estas asombrosas coincidencias se producen en un libro en cuya introducción Ramonet afirma que habló con Castro unas 100 horas "de todos los temas imaginables, y sin
grabadora. Yo reconstruirí­a luego esos diálogos, de memoria, en mis cuadernos."

Parece un caso cerrado. El señor Ramonet (director de Le Monde Diplomatique) ha sido pillado queriendo engañar a los lectores. Es un escandalazo, tan gordo como todos esos de la prensa americana que tanto les gusta contar a los medios españoles.

Ahora viene el misterio: ¿Han visto u oí­do ustedes en los principales medios españoles una sola referencia a este escándalo que está siendo documentado a diario en el blog de Espada? Yo no he encontrado ninguna. Ni siquiera en los medios ideológicamente opuestos a El Paí­s, a Ramonet, o a Castro. Nada.

Según Google News, sólo el Nuevo Herald, de Miami, publicó una noticia sobre las dudas que despertaba la entrevista a los pocos dí­as de difundirse. Más recientemente el asunto ha aparecido mencionado en dos artí­culos de opinión del Nuevo Herald (firmado por Carlos Alberto Montaner, opositor a Castro) y de la Crónica de México (por Bertrand de la Grange, famoso entre otras cosas por un libro crí­tico con el comandante Marcos). Y eso es todo. Aquí­ nadie ha escrito nada (no digo yo que en tertulias radiofónicas no se haya mencionado, claro. Agradezco referencias, si las conocen).

¿Entienden ustedes este silencio de nuestros medios? Yo no me lo explico, pero me gustarí­a saber sus opiniones.

Me van a perdonar que termine con una maldad. Lo más divertido de todo esto es que sea Internet donde hayan cazado las trampitas de Ramonet. Lo digo porque el 25 de julio de 1996 él firmo un artí­culo profético en El Paí­s, titulado "Internet, ¿un bien o una maldición?"
donde decí­a lo siguiente:

Indestructible, descentralizado, propiedad de todos, Internet ha hecho renacer el sueño de una comunidad humana armoniosa, planetaria -la de los intenautas- en la que cada uno se apoya en los demás para perfeccionar sus conocimientos y agudizar su inteligencia.
En eso estamos, aunque Ramonet pensaba que ese sueño era ya de imposible realización (¡en 1996!). Vean como terminaba su artí­culo:

Indiscutiblemente, con Internet entramos en una nueva era de la comunicación. De nuevo, hay muchos que piensan, no sin ingenuidad, que cuanta más comunicación haya, más armoní­a social habrá. Se equivocan. La comunicación, en sí­, no es progreso social. Y mucho menos cuando la controlan, como es el caso ya de Internet, las grandes firmas comerciales y cuando, por otra parte, contribuye a acrecentar las diferencias y desigualdades entre ciudadanos de un mismo paí­s, y habitantes de un mismo planeta. Internet era una esperanza;
nos la han robado.
Un juicio apresurado, ¿no les parece?

Pornosawez

Una de las ideas divertidas, Alvarito, es que el gran fustigador de la prensa neocon, socialdemócrata, el eterno outsider europeo en busca de la verdad...es un mentiroso de tomo y lomo.

Ramonet, que a pesar de todo es el más inteligente de los antiglob (años luz de Chomsky), ha quedado retratado como el más vulgar copypasteador, siendo displicente con el poder en el peor de los sentidos.

Ahora, tú que eres piriodista profesional, ya podrás mofarte de cualquier progre exaltado que mencione "Le Monde Diplomatique"
como diario alejado de los poderes...pero que hace genuflexiones frente a los autócratas.
"España es el paí­s donde más fácilmente se puede hacer uno rico"

Carlos Solchaga

Ictí­neo

Cita de: Cavernicola en Abril 25, 2006, 10:38:01 PM
Una de las ideas divertidas, Alvarito, es que el gran fustigador de la prensa neocon, socialdemócrata, el eterno outsider europeo en busca de la verdad...es un mentiroso de tomo y lomo.

A lo mejor cuando dice que reconstruí­a los diálogos con Fidel recurriendo solo a su memoria y habida cuenta de que:
- seguramente asisitió en esos dí­as a muchos discursos del comandante
- los discursos del comandante son esencialmente sedcutores por hipnóticos
- y duran de media cinco horas
- y se repite más que mi cena del dí­a de hoy (dos latas de sardinas dos junto aliñada con una de caballa -todo esos pixes en aceite de oliva, dicen-)
conluyo, que cualuier mortal que cite a fidel de memoria en ese estado de enajenación mental, por fuerza tiene que acabar citando literalmente (propiedad del memorión de ramonet, que is no de que no tomaba notas, de confiar en su chola) al venerable faro de Cuba.

y además, mentir en nombre de la verdad, ¿desde cuando está mal visto en nombre de la revolución (en este caso en nombre del revolucionario, claro)?.

salud camaradas

p.d. tengo un especial, cien editoriales del monde diplomatique, que no me salió gratis, y es un truño de cuidado, solo por eso me ha hecho gracia esta noticia...

Bambi

yo es que profesionalmente soy peor que el tempranillo, pero por lo visto aquí­ el que no corre vuela