“Nadie controla el voto de las personas con doble nacionalidad o de las que tienen un segundo país de residencia”, asegura a El Independiente Almudena de Cabo, española residente en Berlín, tras comprobarlo de primera mano.
Almudena nació en España y vive en Alemania desde 2007. Diez años después, en agosto de 2017, se hizo con la nacionalidad alemana. Como no sabía dónde iba a estar este fin de semana y tampoco se fiaba de los plazos para el voto por correo, lo pidió tanto en España como en Alemania. Le llegaron papeletas de ambos países. Al final solo ha votado a los candidatos alemanes, pero nadie le habría impedido meter una papeleta en la urna de la embajada española.
[...]Almudena es también un poco idiota, porque va a conseguir que le reclame España que renuncie a su nacionalidad, porque, hamigos, solo con los países hermanos de Hispanoamérica hay doble nacionalidad, una puta mierda hay con Francia o Alemania (creo que lo de trabajar en dos servicios de información con dos nacionalidades distintas está por ver fuera de Uruguay). La madre que la parió.