Menú Principal

Hilo de Fallas

Iniciado por zruspa, Marzo 07, 2006, 06:28:54 PM

Tema anterior - Siguiente tema

Rubén

Bueno, me acabo de reincorporar al mundo de los vivos tras estos dí­as (por supuesto, hoy no he ido a clase) y aprovecho para unirme a mis compis valencianos: que vivan las Fallas. Y, en serio, para los que no las conozcan, han de venir, hay para todos los gustos y a cualquier hora del dí­a. Me parece una tonterí­a el rollo de: "pues mis fiestas son mejores!", pero muchos de los que estáis criticando cosas de las Fallas a lo largo de este hilo, medio en coña medio en serio, no sabéis de lo que estáis hablando;
y lo digo con todo el cariño y el respeto, y con la idea de que vengáis el año que viene para comprobarlo, y que disfrutéis como lo han hecho el millón y medio de turistas que ha habido este año.

PD: Los mamones de los falleros de mi calle todaví­a no han desmontado la puta carpa. La madre que los parió.
"Tengo un cociente intelectual de 6000: equivalente a 6000 monitores de gimnasia"

Dan

#271
Bueno, si el año que viene hago una pirueta espectacular de cojones, tengo pasta, consigo dejar a mi señora con alguien y todos los rollos paralelos... ¿quién me da cobijo? Prometo hacerme la cama, y beberme toda la horchata que me pongan delante.

P.s.: vaaaale, me buscaré un puente.

Rubén

Si ya estoy viviendo solo, yo, por supuesto. No te obligaré a hacerte la cama, tendrás tanta horchata que acabarás odiándola (y a mí­ también), y te invitaré a Guinness en San Patricio.
"Tengo un cociente intelectual de 6000: equivalente a 6000 monitores de gimnasia"

Dan

Cita de: Rubén en Marzo 20, 2006, 09:41:24 PM
Si ya estoy viviendo solo, yo, por supuesto. No te obligaré a hacerte la cama, tendrás tanta horchata que acabarás odiándola (y a mí­ también), y te invitaré a Guinness en San Patricio.

Con esas premisas, pido el divorcio, me quedo allí­, me hago fan de la chepudeta y nos hacemos pareja de hecho. Lo menos. Puedes traer a cuantas mujeres quieras a casa, cariño.

Glategoja

Cita de: Dan en Marzo 20, 2006, 09:31:36 PM
Bueno, si el año que viene hago una pirueta espectacular de cojones, tengo pasta, consigo dejar a mi señora con alguien y todos los rollos paralelos... ¿quién me da cobijo? Prometo hacerme la cama, y beberme toda la horchata que me pongan delante.

P.s.: vaaaale, me buscaré un puente.

Yo también vivo de prestado cuando voy a Valencia, en casa de mis viejos, donde no suele quedar sitio libre en esas fechas. Que si no ya tendrí­as habitación a tu nombre 
;).

Lo del puente ni se te ocurra, salvo que te excite ser corrido a manguerazos por los Rita boy's 
:P.

Don Pésimo

#275
Las Fallas

Falles de Sant Josep o primaveral Vale-tudo popular

La mundialización, esa peste, se nota especialmente en el mobiliario urbano de las ciudades (todos parecen salidos de un cruce mal logrado entre futurismo de pelí­cula sesentera de serie B y los diseños del bordado del almohadón de una jubilada de Torrelodones que acaba de volver de visitar el palacio de Versalles y tragarse la trilogí­a de Sissí­), las modas en el vestir (que, como las pautas sexuales dominantes, vienen anticipadas por las elecciones de los productores de la industria del porno de consumo) y las fiestas regionales. En estas últimas, donde el tópico manda proclamar la riqueza y originalidad del folclore local, encontramos en esta España nuestra del siglo XXI una uniformidad y respeto a las pautas oficiales que harí­a las delicias de cualquier oficial prusiano.

El combinado en que se han convertido las fiestas patronales de todo poblacho que se precie es el mismo que aquél del que tan orgulloso está el vecino y exactamente igual al de las ciudades con mayores tradiciones y cuyos ciudadanos más orgullosos se precian de preservarlas. Todo es cuestión de escala, pero nada más. Pongan conciertos para el populacho, ingesta masiva de alcohol en la calle o en locales de ocio, carpas y demás recintos cerrados que provisionalmente se hacen con la ví­a pública para ampliar la oferta de lugares en los que emborracharse y drogarse, manifestaciones de drogotas vagando por las calles con ramos de flores para llevar a alguna virgen o santo, autoridades locales manifiestamente chutadas para poder aguantar cuatro o cinco dí­as sin pegar ojo dedicados a recabar votos, subvenciones a mansalva a asociaciones paramafiosas que controlen la explosión festiva del vulgo a base de gestionar la distribución de drogas blandas y duras, puestos provisionales de venta de productos habitualmente prohibidos por consideraciones de salud pública como son las churros y otras sustancias destinadas a catalizar las reacciones quí­micas provocadas por pastillas y demás y, para rematar, algún acto lejanamente relacionado con la tradición que sustenta el Mito de la Autenticidad de la Fiesta, y tendrán una pedazo de tradición de la que los lugareños podrán decir, orgullosos, que conforma las mejores, más brutales y más espectaculares fiestas de España. Lo que viene a ser como decir que del mundo, claro.

Dentro de este nicho de mercado, las Fallas de Valencia tienen un carácter especial derivado de su atinadí­simo compendio de todo lo que de vulgarmente común tienen los actuales festejos populares. Cuentan con el aliciente de que TVE, desde tiempo inmemorial, retransmite el acto de la cremí  de las Fallas (o sea, el acto de prender fuego a unas cosas supuestamente de madera) y eso las sitúa en una especie de "Fiestas de Categorí­a Especial"
junto con los Sanfermines y las Manifestaciones Más Multitudinarias de la Historia. Esta trí­ada, compuesta de tres delicatessen D.O. España, es conocida internacionalmente como nuestra aportación a las fiestas populares precisamente por haber sido difundidas generosamente. Retransmitidas desde antaño, dado que suponí­an una de las pocas ocasiones que los medios técnicos de TVE tení­an de lucir palmito, han sido nuestra carte de presentación en el mundo. Cientos de miles de personas llevan dácadas viniendo a España buscando alcohol, toros sueltos, cosas que quemar y masivas aglomeraciones de mujeres con peinetas a las que meter mano. Cosas de la mediatización. Ahora, en cambio, como se retransmite todo, desde el Rocí­o a la Tomatina de Buñol pasando por el descenso del Sella, en el subconsciente colectivo la abundancia hace que la cosa cale difí­cilmente. Por lo demás, que Sanfermines y Fallas sean las Fiestas Oficiales de España tiene un elemento adicional de jodienda que el Caudillo no podí­a desaprovechar: era una inderecta manera, jaleando como manifestación de la esencia de España algo que se hací­a en Pamplona o Valencia, de meter el dedito en el ojo a las nacionalidades históricas que han reclamado desde hace un par de siglos para sí­ su impronta cultural sobre, respectivamente, Navarra y el Paí­s Valenciano.

Las Fallas de Valencia están muy bien posicionadas para erigirse en La Fiesta por excelencia en unos tiempos en que, cuanto más, mejor. Porque una festividad basada en la ficción colectiva, a fe que expandida entre aborí­genes pero incluso capaz de ser inoculada en visitantes foráneos, de que los centenares de estructuras que brotan en la ciudad son una manifestación artí­stica (monumentos falleros, les llaman), esto es, de que las Fallas son arte, es una fiesta capaz de asimilar todo, cualquier cosas, por incompatible que pueda parecer con la esencia misma del festejo, con la percepción humana, la lógica más elemental o el Tractatus de Wittgenstein. Y, así­, con esa generosidad de espí­ritu, ser capaz de dar cobijo a todos y todas. A los que creen en la vida extraterrestre, en la reducción fenomenológica, en las sombras del 11-M y a los que escuchan a David Summers con emoción. A todos. A todo. Las Fallas asimilan y pueden con cualquier cosa. Son el relativismo cultural, la Juerga, más que la Alianza, de Civilizaciones. Valga un ejemplo: las Fallas nacen como manifestación popular y crí­tica frente al poder establecido, surgen de una cultura laica soez y hacen gala de un humor tan dudoso como chabacano;
sin embargo han sabido integrar perfectamente la participación (abundantí­sima y generosí­sima) de instituciones públicas de todo pelaje (tan necesarias hoy para subsidiarlas) y de la Iglesia. Hasta el punto de que las autoridades, en tiempos del Caudillo se llegaron incluso a inventar una ofrenda a la patrona cuando se vieron en la tesitura de idear una fórmula que impidiera que se consumara el riesgo de que la talla en cuestión, verdaderamente horripilante, fuera quemada algún año al ser confundida con una falla.

Porque la caracterí­stica diferenciadora de las fallas es que, además, esos supuestos monumentos son pasto de las llamas como colofón. No se trata de justicia poética, sino de un ritual de purificación para afrontar el nuevo año, que empieza con la primavera, como todo el que se fije en escotes y la posibilidad de disfrutar de la visión de músculos creados a base de ciclos sabe. Es decir, de algo con tanto trasfondo como emborracharse a lo bestia de forma programada y ritual, año tras año, en una misma fecha. Una tonterí­a programada y entretenida, culminada en este caso con la destrucción y el incendio "del trabajo de todo el año". No es difí­cil acometer tal tarea, dada la liberación que la desaparición de las obras de arte supone para cualquiera con un mí­nimo de gusto. De consuno con esta finalidad última predicada de los monumentos se ha desarrollado toda una cultura de la pólvora, de la luz y del ruido que, viviendo en los tiempos que vivimos, es absolutamente lógico que haya consagrado el triunfo de las fallas. Si el ocio en la actualidad ha de ser estruendoso y generar watios y watios de luz y de sonido, ¿acaso no es la sublimación misma de la identidad festivo-española dedicar unas fiestas a crear luz y sobre todo ruido ex profeso? ¿Existe en nuestro paí­s un festejo popular tan claramente cohonestado con la cosmovisión de D. Jesús Gil y Gil?

Que sea precisamente en Valencia donde se ha asentado con fuerza y ha alcanzado su mayor grado de desarrollo esta visión de la fiesta no es anormal, dado que se trata de una urbe donde sus responsables polí­ticos han tomado valientes decisiones que, sin duda, son el espejo en que toda ciudad que se precie ha de mirarse cara al siglo XXI: en Valencia no existe la noche merced a una red de alumbrado público que garantiza una mejor iluminación que la que puede disfrutarse en invierno en muchas capitales europeas (hasta en dí­as soleados y a la hora en que el sol anda por su cénit) y las ordenanzas municipales proscriben que el nivel de ruido baje de los 60 dB A incluso a altas horas de la noche como medida para acostumbrar a la población desde su más tierna infancia a un ruido ambiente mí­nimo y constante que les permita desafiar los retos de la vida moderna, de la fábrica a la discoteca, de la radio del coche tuneado al hilo musical del centro comercial, en condiciones de preparación óptimas. Las Fallas quizá sorprendan al visitante por su ruido, sus petardos, su sabor í  la Bosnie 1994, pero no suponen un incremento del caos ambiental excesivo para los habituales habitantes de la ciudad. Stalingrado en plena ofensiva era un lugar relativamente pací­fico en comparación.

Una fiesta popular como las Fallas es, por ello, un éxito seguro. Su misma esencia admite cualquier cosa y la municipalidad vela porque, en efecto, todo sea posible. En Fallas la gente puede dar rienda suelta a sus más bajas pasiones (desde mear allí­ donde más ilusión le haga a dar vueltas de rodillas a la capilla de la Virgen en un ambiente cargado de flores y vibradores no retornables) y convertirse en guardia urbano cortando todas las calles que uno quiera porque, simplemente, le apetezca. O, más refinado, para cocinar algo al aire libre, con los kolegas, en medio de la calle. Puede arrendar, incluso, ese espacio ganado con el sudor de su frente, a nobles profesionales del gremio de la hostelerí­a ambulante. Puede hacer con su coche lo que le dé la gana, si es que logra encontrar un espacio donde dejarlo. Sabiendo, eso sí­, que los demás harán lo mismo y que los peatones no lo respetarán como habitualmente porque, por una vez, también ellos pueden hacer lo que les plazca. Puede traficar con petardos que, si cayeran en las manos de la División Acorazada Brunete, multiplicarí­ande golpe por diez la potencia de fuego de todo el Ejército de Tierra español (¡tiembla, Cataluña estatutaria como algo así­ ocurra!). Puede quemar contenedores de basura, coches e incluso los monumentos falleros en cuestión, si se dejan y se atreve. Porque, aclaremos para eximirnos de responsabilidad, no es que sea una actividad aconsejable o que pueda acometerse sin poner en severo riesgo la salud. Aunque circula la especie de que las fallas son estructuras de madera, de que se trata de encomiables trabajos de artesaní­a, cualquier persona que haya aplicado la llama de un mechero a cualquier "ganchito"
o snack de aperitivo industrial y conozca en consecuencia el "abc"
de la combustión de los derivados del petróleo se percatará con rapidez de que estamos ante un fin de fiesta que bebe en las fuentes de la mismí­sima polí­tica de pozos de petróleo quemados de Sadam Hussein.

En definitiva, que las Fallas son una especie de sublimación del concepto de fiesta moderno, un gigantesco aspirador de pulsiones básicas y primarias que conducen al ser humano, en la dura tesitura de tener que perfeccionar constantemente sus rituales reproductivos por culpa de la creciente complejidad social y la generalización de la depilación por láser, a buscarse espacios de dispersión en los que el recurso a la drogadicción sea considerado lí­cito y esté socialmente jaleado, siquiera sea por unos dí­as al año. Tanto para ligar como para consolarse por no hacerlo. Tanto para trabajar como para buscar excusas para no hacerlo. Tanto para pegarse de hostias con los latingkings del barrio de al lado como para que te las den a ti y de paso se carguen el tubo de escape del coche de tu novio. Son, por eso, cómo ponerlo en duda, unas grandes fiestas. Pero no se las tomen demasiado en serio porque son, en realidad, como todas. He ahí­ precisamente lo maravilloso de dejarse seducir por la locura colectiva que es la ritual querencia humana a divertirse en compañí­a.


ABP (Valí¨ncia)

http://www.lapaginadefinitiva.com/cultura/fiestas/fallas.htm
Me cago en el Sistema Solar

k98k

Cita de: CHE en Marzo 14, 2008, 01:44:44 PM
Que no es por nada, pero me ha salido del ní­spero recordarle al lápiz que en una hora pillo la AP7 y (tras el esperado atasco) me planto en mi tierra a tirar masclets. Sed buenos. No vuelvo hasta el 25, ya que estamos!  ;D

Yo empecé las vacaciones ayer por la vesprá, jodete che.....

kim

Hombre, en Creta quedarí­a raro.
Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.

Lapi_0

Cita de: CHE en Marzo 14, 2008, 01:44:44 PM
Que no es por nada, pero me ha salido del ní­spero recordarle al lápiz que en una hora pillo la AP7 y (tras el esperado atasco) me planto en mi tierra a tirar masclets. Sed buenos. No vuelvo hasta el 25, ya que estamos!  ;D

k98k

Cita de: CHE en Marzo 14, 2008, 01:59:08 PM
Bueh, pero tú no te vas a poner brusa i mocaor, renegao!

el lunes me voy para atenas y neopatria como first stop, aquí­ os quedais los de los pobles que venis a la capital

lavozdormida

#280
Cita de: k98k en Marzo 14, 2008, 02:01:19 PM
Cita de: CHE en Marzo 14, 2008, 01:59:08 PM
Bueh, pero tú no te vas a poner brusa i mocaor, renegao!

el lunes me voy para atenas y neopatria como first stop, aquí­ os quedais los de los pobles que venis a la capital

Estuve en atenas el año pasado, conocí­ a un guitarrista de sirtaki que me llevaba en la moto a lo "vacaciones en roma"... maravillosa cuidad, y los atenienses encantadores. Para salir te recomiendo el barrio de Plaka y si llevas a la rubia iros a cenar a un restaurante con música, a ser posible frecuentado por griegos, no por turistas. Se ponen a bailar y a lanzar pétalos de rosas y si os animáis podéis hasta echar unos bailes vosotros. Es bastante sensual el tema, por cierto.




k98k

Cita de: CHE en Marzo 14, 2008, 02:03:40 PM
A ver, perro aragonés! Me voy AL POBLE a las Fallas (tengo pinta de madrileño de visita en las Fallas de VALENCIA? Pues eso) y el miércoles me piro a Sicilia, como ya te dije, melón. Que no me lees ni los IM!

Pues eso yo el miercoles estaré en Souda Bay como dicen los ingleses con mi cara de griego clásico, con la nieta de un paracaidista alemán comiendo alguna porqueria con pan de pita.

Y tu en sichilia mirando si el del motorino que os sigue va a daros el tirón o a pegaros un tiro porque os ha confundido con los primos de Toto Riina.

JM

Esta noche, mientras me meto entre pecho y espalda un "bullit" ya pensarí¨ en todos los que estais con dolor de cabeza con tanta explosión petardera y tanta gaita.
In God we trust (sometimes, some pictures: http://www.areopago.eu/index.php?topic=888.msg574445#msg574445 )... (C) Extineo

Dan

#283
Cita de: k98k en Marzo 14, 2008, 02:07:53 PM
Pues eso yo el miercoles estaré en Souda Bay como dicen los ingleses con mi cara de griego clásico

Acabas de joderme cualquier revisión lectora de la Ilí­ada, cabrito.

Por cierto, yo me voy de presentación del pequeño monstruito a la Ciudad del Aire, bien lejos de la Ciudad del Fuego también, de modo que portaos bien. Que volveré hasta los huevos de decenas de visitas de familiares y vecinas marujas y soy capaz de cometer cualquier barbaritat.

Dan

A mí­ sí­ que me vais a echar de menos, a mí­.