¿Empieza a estamparse el mito?

Iniciado por olafo, Junio 30, 2006, 09:29:36 AM

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Sí­

#45
Cita de: GregorioSamsa en Junio 30, 2006, 02:18:33 PMEs que el lenguaje nació interrelacionado y lo hemos fragmentado poquito a poco para quedarnos con meros objetos que usamos sin advertir lo que subyace debajo de eso. En fin, no vamos a entrar en terrenos que no vienen al caso ;D

Eso, eso

¿te apetece escarbar un poquito en estos lodos el lunes?

Me ha sorprendido el interpretar el lenguaje como una sucesión de pulsos, tonos, puntos en una dimensión como percepción parcial de una comunicación multidimensional

Kamarasa GregorioSamsa

No sólo se fragmenta así­, en 1D, sino también en 2D, cuando por ejemplo lees magní­ficos discursos en los que la musicalidad (como un continuo-onda) queda manifiesta. Al final de ellos no sabes si lo que se transmite forma parte real del individuo que lo leyó o no. Ese formar parte (3D) es lo que viene a constituir el "alma", el latido de lo que se está tratando de expresar. Ten en cuenta, incluso, que si alguien tendente a interpretar desde 2D (modo mapa) algo que llega desde 3D frente a algo que llega desde 2D no logra advertir diferencia alguna, de modo que esa interpretación estará sesgada de antemano haciendo imposible que una superior dimensión penetre en su sistema y lo complete.

Concluir algo como: "soy Licenciado en..."
o "soy Vasco/Catalán/Andaluz/ etc"
refleja un modo de mirar 2D (mapa) que conduce a la fragmentación si no somos capaces de advertir que lo que vemos es sólo una guí­a útil para no perderse en el "territorio"
y no el territorio en sí­ (3D) donde no hay divisiones. No hacer de esas afirmaciones una verdad última que nos conforma es la diferencia entre una mirada 3D y una 2D. "Tengo una licenciatura en..."
o "tengo la nacionalidad española/rusa/china/etc"
podrí­a en cierto modo dejarnos entrever la diferencia entre identificarse con una abstracción (mapa) o no.

El otro dí­a me encontré a un amigo que tiene la costumbre de pregutarme cada vez que coincidimos por mi trabajo. Lo curioso es que jamás le contesto, pero no advierte esa dejación, tal vez porque sólo sea una excusa para hablar del suyo (algo que no suele ocurrir, porque no le doy pie a que se enrolle en ese sentido) o porque para él el trabajo es una parte fundamental de lo que considera su "ser", algo que le harí­a profundamente desdichado si no tuviera. El caso es que el otro dí­a se me ocurrió preguntarle: "Oye, J, ¿por qué no me preguntas por el coche?", a lo que no supo ni que contestar, extrañado de semejante pregunta. "Verás, lo digo porque para mí­ el coche y el trabajo tienen la misma consideración: son un medio para determinado fin. Nada más. Uso el coche para desplazarme como trabajo para disponer de liquidez. No forman parte de lo que soy ni me siento identificado con ellos."

En definitiva, que toda identificación (en la que todos caemos alguna vez, huelga decirlo) es una fragmentación que puede conducir primero al conflicto interno y, por fricción con otras miradas igualmente fragmentadas, más tarde a un conflicto externo. A mayor idenficación con algo, superior potencialidad de conflictos porque las amenazas (reales o imaginadas) se multiplican.

Sí­

Cita de: GregorioSamsa en Julio 03, 2006, 11:33:56 AMEn definitiva, que toda identificación (en la que todos caemos alguna vez, huelga decirlo) es una fragmentación que puede conducir primero al conflicto interno y, por fricción con otras miradas igualmente fragmentadas, más tarde a un conflicto externo. A mayor idenficación con algo, superior potencialidad de conflictos porque las amenazas (reales o imaginadas) se multiplican.


Mmmm, ¿qué amenazas?

A mí­ se me ocurre también que cada identificación con algo implica una "desindentificación"
con todo lo demás

Lo que nos va limitando

Kamarasa GregorioSamsa

Cita de: Sí­ en Julio 03, 2006, 11:55:30 AM
Mmmm, ¿qué amenazas?

A mí­ se me ocurre también que cada identificación con algo implica una "desindentificación"
con todo lo demás

Lo que nos va limitando

Dame algún ejemplo de identificación y puedo darte una lista de amenazas reales o imaginadas. No es esa la cuestión central que tratábamos, aunque es una buena rama.

Piensa un poco en el siguiente esquema simplón: las palabras (1D) pueden hacer que sintonicemos (2D) con lo que el emisor transmite -para eso las entrelí­neas y el propio condicionamiento ayudan- pero es necesario una penetración plena en el sistema (3D) de modo que las vivamos en toda su dimensión, y actuemos en consecuencia. Esto ocurre pocas veces, no solemos vivir como pensamos sino que solemos pensar como vivimos. Una ligera diferencia entre entender (desplegar el mantel del pic-nic) y comprender las cosas (comerse las viandas). Nutrición pura y dura ;D

Sí­


Por ejemplo, pongamos que me identifico diciendo:

Me gusta la música clásica

Kamarasa GregorioSamsa

Cita de: Sí­ en Julio 03, 2006, 01:02:12 PM

Por ejemplo, pongamos que me identifico diciendo:

Me gusta la música clásica

Depende del grado de identificación. Si es un simple gusto por ella, no vas a notar la diferencia cuando te falte o alguien diga que es un rollo, por poner un ejemplo habitual.

Sí­


Aaaaaaah, vale

Veamos: 
Soy un fanático del Real Madrid

La amenaza externa viene cuando alguien ataca al Real Madrid y yo lo vivo como algo propio, ¿verdad?

Kamarasa GregorioSamsa

Por ejemplo.

Sólo tienes que darte un voltio, mirar los hilos y ver la cantidad de veces que se pronuncia la palabra "mierda". Desde luego, el que lo hace debe de tener muy claro qué significado tiene, y eso sólo es posible si lo has experimentado hasta las trancas. De otra forma, es un mero ejercicio de asunción ajena como propia: una posturita más falsa que las monéas de a cuatro.

Kamarasa GregorioSamsa

De todos modos, el peligro no está en las identificaciones evidentes sino en las que difí­cilmente se detectan y condicionan muchí­simos de nuestros pensamientos y acciones.

Sí­


Mmmm, más puntos en los que escarbar no buscando precisamente Oro...

Kamarasa GregorioSamsa

Como hagas muchos hoyitos no vas a hacer nunca la madriguera ;D

Céntrate en uno y rasca.

Sí­


Lo que hago es rascar cuando me siento mal, quiero decir, ¿por qué me sienta mal algo?, ¿por qué no solo me aburro sino que, además, me ahoga el tedio?, ¿por qué me siento mal en una relación de pareja si aparentemente va todo bien?

Aprovecho esas oportunidades y es entonces cuando rasco, encuentro, me topo de frente con el error, racionalizo y poco a poco me siento mejor

Kamarasa GregorioSamsa

Haces lo que todo el mundo, plantearte cosas cuando te sientes mal. El caso es que, aparte de esa necesaria reflexión para reconducir los asuntos, también serí­a conveniente reflexionar sobre esas mismas cuestiones cuando todo marcha sobre ruedas. Sobre todo teniendo en cuenta que reflexionar nada tiene que ver con obsesionarse con un tema. Pero nada que ver, por más que los que se excusan de no hacerlo lo hacen pensando que vienen a ser lo mismo.

Alguien me dice que "tomar una copa de vino tiene tal y tal ventajas", y yo lo experimento. Hago mí­as esas palabras y las fijo. Me olvido de ellas y sigo con mi rutina. El caso es que, poco a poco, la copa se convierte en dos, pero como los efectos son más beneficiosos que perniciosos, no me vuelvo a plantear la situación inicial, no investigo nada de lo que el vino puede hacerme. Y sigo con mi vida... El caso es que, poco a poco, las copas van subiendo hasta que un dí­a siento un profundo malestar, que no sé de donde viene: ya está aquí­ el problema. Lógicamente, voy al médico y le pregunto que qué me pasa. Tras analizar mi caso, advierte que el nivel de alcohol de mi sangre es más elevado de lo normal y que esas "copitas de más"
han deteriorado mi salud. ¿Qué hago? "Deja de beber". Lógico. El problema es que mi organismo está acostumbrado a "su dosis"
y lo paso francamente mal para desengancharme. Finalmente lo logro, pero me mantengo en el filo del precipicio, en precario equilibrio, siempre en un tris de caer de nuevo. ¿Merece la pena pasar por todo este proceso de sufrimiento y deterioro por nuestra dejadez habitual?

Obviamente, todos los temas no han de ser tratados del mismo modo, pero desde el momento en que "entran en nuestro sistema"
y se convierten en potencialmente peligrosos es conveniente prestarles la debida atención. Además, que al contrario de lo que se piensa, suele dejarnos mucho tiempo y energí­a para usarlas en otros menesteres. La procrastinación en asuntos emocionales no suele rentar mucho.

Todas las preguntas que te has hecho tienen su origen en ti misma, así­ que la única forma de hallar solución es advertir la responsabilidad (no culpa) que tienes en cada caso y tomar las riendas. No basta con rascar y ver superficialmente el error, hay que entrar hasta el puto fondo. Solo así­, aunque duela el camino, se puede lograr un cambio significativo.