Hilo de gazapos en las novelas

Iniciado por Tejemaneje, Julio 09, 2006, 11:50:26 AM

Tema anterior - Siguiente tema

Tejemaneje

Hace unos 9 años me leí­ Los Rí­os de Color Púrpura, de Jean-Crishophe Grange. Hicieron una pelí­cula que no he visto, protagonizada por Jean Reno. Aquel libro me enganchó, ya que soy capaz de tragarme cualquier cosa donde aparezca un asesino en serie, incluidos los telefilmes de sobremesa de Antena 3. Por eso me animé recientemente a leer otro libro del autor, titulado La Lí­nea Negra. A pesar de que es un auténtico bodrio, han debido de echarle alguna sustancia adictiva a las páginas, así­ que al igual que los monjes de El Nombre de la Rosa, muero un poco cada vez que chupo mi pulgar para pasar otra hoja del libro, aunque en este caso lo nocivo está en la lectura. A los tópicos del género, la pretenciosidad de algunos pasajes y la copia descarada del estilo de otros escritores y de los guiones de algunas pelí­culas, hay que unir algunos gazapos, supongo que debido a las prisas por terminar la obra en mes y medio. Uno me ha llamado bastante la atención, ya que resulta increí­ble que se le haya escapado al autor, al negro y a los editores, por mucha fabricación en serie que haya. Por eso inauguro este hilo con ese fallo: uno de los guardias de la cárcel donde está encerrado el asesino le rompe la claví­cula;
al capí­tulo siguiente entendemos que el hueso se ha soldado por intercesión divina, ya que no sólo no se vuelve a mencionar, sino que el personaje sigue utilizando los brazos como si nada.

Bette

Ya no recuerdo ni en qué parte, pero nunca olvidaré cuando a Sancho le roban el burro sobre el que iba y, luego, por arte de virli virloque, vuelve a aparecer.
Creo recordar que luego se hizo algún apaño en ediciones posteriores.
Ediciones que yo leí­ más tarde, claro.


(Sé que deberí­a haberme documentado, tal vez, haber sido más precisa, contar con más detalle la cosa...
Pero es que ME MUERO DE CALOR)

laura_m

Stephen King cuenta que de pequeño le pasmaba la siguiente historia de Robinson Crusoe: narra Dafoe en la novela que Robinson, una vez en la isla desierta, decide acercarse a nado a los restos del barco naufragado, con la intención de recuperar de allí­ todo el material que sea capaz de transportar y que pueda venirle bien para lo que supone que será una larga estancia insular. Así­ que se quita la ropa, y totalmente desnudo acomete la ardua tarea, volviendo del malogrado naví­o con los bolsillos repletos de los más variados objetos y enseres.

Ariete

Atención a este fenómeno. Se ha leido y releido toda la saga de Harry Potter (el tercer libro nueve veces) y le ha sacado 25 fallos que han servido a la editorial para corregirlos.



1Hacer magia fuera de Hogwarts está prohibido. La tí­a de Harry Potter, Petunia Dursley, dice que Lily Potter, madre de Harry, siempre practicaba magia y llevaba elementos y objetos mágicos a su casa, estando prohibido (pág. 51, capí­tulo 4: El guardián de las llaves, y pág. 73, capí­tulo 5: El Callejón Diagon). Al igual que Lily, otros personajes vulneran esa regla. Hermione, compañera de Harry en la escuela de magia de Hogwarts, les cuenta a Ron, mejor amigo de Harry, y al propio aprendiz de mago, que pasó las vacaciones practicando hechizos y conjuros (pág. 92, capí­tulo 6: El viaje desde el andén nueve y tres cuartos).

2Contradicciones inmortales. Al comienzo del primer libro nos explican que la Piedra Filosofal hace inmortal al que bebe su elixir, es decir, concede la vida eterna (pág. 183, capí­tulo 13: Nicolás Flamel). Más adelante, el mago y director de la escuela de Hogwarts, Albus Dumbledore, asegura que el alquimista Flamel posee el elixir y que éste y su esposa se lo beberán para que puedan resolver algunos asuntos pendienes… Y después ¡morir! (pág. 244, capí­tulo 17: El hombre con dos caras).

3Ajedrez sin reglas. Para poder conseguir la Piedra Filosofal, han de pasar por una serie de pruebas, entre ellas una partida de ajedrez humano, en la que los protagonistas son las piezas de un tablero gigante. En este caso, Ron hace de caballo negro (pág. 231, capí­tulo 16: A través de la trampilla). Tras varios movimientos, para poder ganar la partida, Ron debe sacrificar su caballo para que Harry se coma a la reina. Según el libro, el caballo de Ron tiene que moverse de frente. Pero las reglas del ajedrez obligan a que se desplace en "L". Ron deberí­a haber sido descalificado (pág. 233).

4Fantasmas que pueden beber. Cuando el basilisco petrificó a los estudiantes, también lo hizo con el fantasma Nick Casi Decapitado, pero después Dumbledore dijo que desharí­a el conjuro dándoles a beber la poción de mandrágora cultivada por la profesora Pomfrey (pág. 128, capí­tulo 9: La inscripción en el muro).

5Dominio y licencia precoz para tener varita mágica. Ron cuenta en el libro que, cuando tení­a 3 años, su hermano Fred convirtió su osito de peluche en una araña gigantesca, como castigo por romperle el palo de su escoba. Fred deberí­a tener 5 o 6 años por entonces, por lo cual, era demasiado joven para lograr un encantamiento de un nivel tan avanzado y para tener varita mágica (pág. 137, capí­tulo 9: La inscripción en el muro).

6Gafas que no protegen. La gente que mira el basilisco (el monstruo guardado en la Cámara Secreta, que se encuentra oculto dentro del castillo) muere, a menos que la persona lo mire a través de ciertas lentes, espejos, cristales o incluso a través de un fantasma. Sin embargo, Myrtle "la llorona"
fue asesinada por el basilisco en el baño de chicas, a pesar de llevar unas gafas que debieron protegerla (pág. 253, capí­tulo 16: La Cámara de los Secretos).

7Linaje confuso. Cuando Tom Ryddle, que luego será el malvado mago Lord Voldemort, habla con Harry en la Cámara de los Secretos, le dice que ambos tienen varias cosas en común. Entre ellas que son de "sangre sucia"
(uno de los padres, o ambos, es "muggle", es decir, persona que no posee magia). Pero Lily y James Potter, los padres de Harry, ejercen los dos como magos y tienen sangre mágica, a pesar de que la familia de Lily fuera muggle (págs. 266-267, capí­tulo 17: El heredero de Slytherin).

8Un juicio a la ligera. Se pensó, equivocadamente, que Sirius Black, el padrino de Harry, era culpable de matar al guardián secreto, Peter Pettigrew. ¿Por qué el Ministerio de Magia no comprueba el último hechizo realizado con la varita de Sirius para saber si era responsable del fatí­dico Abra Kadabra como hacen en el cuarto libro? (Error que aparece a lo largo del tercer libro).

9Loco calendario. Los meses mágicos son diferentes a los nuestros. Agosto, por ejemplo, dura tres semanas en el tercer libro. Pero no es así­. En la primera semana llega la tí­a Marge. Una semana después, la hace inflar y flotar en el salón familiar. Luego Harry pasa dos semanas en el caldero chorreante (cuando en realidad deberí­a ser una). Luego coge el Expreso de Hogwarts el 1 de septiembre (capí­tulo 2: El error de Tí­a Marge, y a lo largo de los capí­tulos 3 y 4).

10Tres que son cuatro. En el partido de "quidditch"
(deporte practicado en Hogwarts) entre los equipos de Gryffindor y Ravenclaw, cuando Harry persigue la snitch (pelota) dorada, le persiguen tres "dementores"
(criaturas malignas) encapuchados. Después, se descubre que habí­a sido una broma de cuatro rivales. Han pasado de tres a cuatro dementores (págs. 220-221, capí­tulo 13: Gryffindor contra Ravenclaw).

11Repitiendo curso. En el primer libro, Marcus Flint, capitán de Slytherin, estaba en 6o curso. Sin embargo, juega dos años más sin tener en cuenta que en Hogwarts sólo se cursa hasta séptimo año (pág. 256, capí­tulo 15: La final de quidditch).

12Anacronismos varios. En una de las cartas de Harry a Sirius le menciona que su primo Dudley se enfadó y tiró su Playstation por la ventana. Para explicarle mejor la función de ese aparato no mágico le dice que es como un ordenador en el que se puede jugar. Sirius no podí­a saber la diferencia entre ordenador y Playstation siendo mago. Además, la acción se sitúa en 1994 y la "Play"
salió en 1995 (pág. 29, capí­tulo 2: La cicatriz).

13Reloj multifunción. Se describe al reloj de la casa de los Weasley con una manecilla que señala cosas tales como "hora de hacer el té", "hora de dar de comer a las gallinas", "te estás retrasando", etcétera (pág. 36, capí­tulo 3: La madriguera). Aunque en el cuarto libro lo describen con nueve manecillas que indican dónde está cada miembro de la familia Weasley, como por ejemplo "casa, escuela, trabajo, viajando, perdido, hospital, prisión y peligro mortal". No se menciona que la familia Weasley hubiera comprado un reloj nuevo (pág. 139, capí­tulo 10: Alboroto en el Ministerio).

14Hechizos prohibidos. Cuando Hermione, Ron y Harry están en el bosque después de la final del Torneo de quidditch, los dos primeros intentan utilizar el hechizo denominado "lumus"
(conjuro lumí­nico que consiste en que de la punta de la varita sale una luz). Según las normas del Ministerio de Magia la utilización de la magia fuera del colegio está prohibida (pág. 113, capí­tulo 9: La marca tenebrosa).

15Casa equivocada. Cuando los gemelos inventores Fred y George se aproximan al Cáliz de Fuego para dejar el papel con su nombre inscrito y así­ ingresar en el Torneo de los Tres Magos, les sale una larga barba. Dumbledore les comenta que pueden ir a la enfermerí­a, que allí­ encontrarán a la srta. Fawcett de la casa Ravenclaw (pág. 234, capí­tulo 16: El cáliz de fuego). Pero más adelante, el profesor Snape ve a la alumna correr a su lado, y para penalizarla le dice: "10 puntos menos para la casa Huflepuff, Fawcett", cuando debió decir Ravenclaw (pág. 376, capí­tulo 23: El baile de Navidad).

16Haciendo doblete. Cuando Rita Skeeter entrevista a Harry, asegura que escribe para el Diario el Profeta Aún así­. Su artí­culo sobre el triángulo amoroso Harry-Hermione-Ví­ctor aparece, sin embargo, en el Witch Weekly. ¿Para quién trabaja verdaderamente Rita? (págs. 270-271, capí­tulo 18: La comprobación de las varitas mágicas).

17Inservible, no estropeado. Hermione siempre les comenta a sus amigos que los artefactos "muggles"
(sin magia) no funcionan en Hogwarts. Entonces, ¿cómo es que Harry dice que su reloj se ha echado a perder, tras salir del agua tras la segunda prueba en el Torneo de los Tres Magos, si el reloj no deberí­a funcionar de antemano? (pág. 441, capí­tulo 26: La segunda prueba).

18Como Matusalén. Al final del libro, la Sra. Weasley y su hijo Bill visitan Hogwarts. Acompañan a Harry por los terrenos del castillo. Ella hace un comentario referente al guardabosques de Hogwarts, aludiendo a quien desempeñaba esa labor en sus tiempos era un hombre llamado Ogg, y que la persona que le precedió después fue Hagrid. Eso serí­a temporalmente incorrecto, ya que Hagrid lleva 50 años como guardabosques de Hogwarts, y la Sra. Weasley tendrí­a que ser una anciana de más de 80 años para poder haber vivido en la época de Ogg (pág. 538, capí­tulo 31: La tercera prueba).

19Agudizar la vista. Harry sale del tren y se fija en unas criaturas que tiran de los carros que les llevarán a Hogwarts. Él puede ver a los Thestrals, caballos alados de ojos blancos, mientras que Ron y Hermione, no. Harry desconoce el porqué (pág. 209, capí­tulo 10: Luna Lovegood). Más adelante se explica que sólo pueden ver estas criaturas las personas que han presenciado la muerte en primera persona. Harry habí­a visto ver morir a su madre, por lo que no se entiende porqué no vio a los Thestrals en sus anteriores cuatro años de escuela (pág. 463, capí­tulo 21: El ojo de la serpiente).

20Colándose en el bar. El estudiante Dennis Creevey asiste a la reunión en el bar Hogsmeade para consolidar el ejército de Dumbledore. Sin embargo, no podrí­a acudir al menos con el permiso de los profesores, ya que no tiene la edad mí­nima para poder estar en el bar, que es de 13 años, y no se explica cómo ha llegado hasta allí­ (pág. 353, capí­tulo 16: "La cabeza de cerdo").

21Baile de pisos. Al padre de Ron, tras el accidente con la serpiente que prevé Harry en sus sueños, le ingresan en el hospital San Mugo. Al principio se encuentra exactamente en la segunda planta (pág. 504, capí­tulo 22: Hospital San Mugo para enfermedades y lesiones mágicas). Más tarde nos lo encontramos en la cuarta, cuando su familia y Harry le visitan por segunda vez (pág. 527, capí­tulo 23: Navidad en la sala reservada).

22Olvidando el orden alfabético. En el primer libro, a Sally-Anne Perks le asignan una casa de Hogwarts antes que a Harry Potter porque los alumnos son llamados por orden alfabético. Pero en el quinto libro, cuando llaman a los alumnos para realizar los exámenes finales sobre lechuzas, Harry va por delante de ella (pág. 735, capí­tulo 31: Timos).

*El libro se publica en España el jueves 23 de febrero, pero ílex ya ha detectado algunos errores de la versión original inglesa:

23Malos fisonomistas. La portada española, con ilustración de la dibujante habitual, Dolores Avendaño, es muy similar a la americana. Pero las dos comparten un error. Las cubiertas nos muestran a un Albus Dumbledore con una apariencia normal, y en sus manos no se percibe ninguna rareza. El libro deja muy claro que la mano y hombro derecho de Dumbledore (pág. 58) están ennegrecidos y denotan un aspecto mortecino (pág. 48), tal y como se detalla en el momento escogido para ilustrar la portada (pág. 567).

24Cuidado con esas manos. La página 176 de la edición inglesa, sexto capí­tulo, describe: "Malfoy miró a Hermione como ella habí­a hecho en otro tiempo, cuando le propinó un puñetazo en la cara". Pero tanto en la versión británica (página 216) como en la española (página 246) del capí­tulo 15 (La final de quidditch) pone que "Hermione habí­a abofeteado a Malfoy con todas sus fuerzas". Por lo tanto no fue un puñetazo, como incluso se reproduce erróneamente en la tercera pelí­cula.

25Efectos retardados. En la edición publicada en Estados Unidos (pág. 188), en una de sus clases de pociones el Profesor Slughorn habla sobre un brebaje mágico: "Una pequeña botella de ‘Félix Felices’ es suficiente para 12 horas de buena suerte. Desde la oscuridad hasta el amanecer serás afortunado en todo lo que te propongas". Pero en la página 476, Harry, refiriéndose a la botella con la poción, afirma que el brebaje aportaba 24 horas de fortuna en vez de las 12 que explicó el profesor Slughorn.

http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2006/333/1139595858.html

laura_m

Cita de: Ariete en Septiembre 11, 2006, 11:45:29 PM
Atención a este fenómeno. Se ha leido y releido toda la saga de Harry Potter (el tercer libro nueve veces) y le ha sacado 25 fallos que han servido a la editorial para corregirlos.

Estoy llorando, y además literalmente, de la risa.

qaz

Cita de: laura_m en Septiembre 11, 2006, 10:08:32 PM
Stephen King cuenta que de pequeño le pasmaba la siguiente historia de Robinson Crusoe: narra Dafoe en la novela que Robinson, una vez en la isla desierta, decide acercarse a nado a los restos del barco naufragado, con la intención de recuperar de allí­ todo el material que sea capaz de transportar y que pueda venirle bien para lo que supone que será una larga estancia insular. Así­ que se quita la ropa, y totalmente desnudo acomete la ardua tarea, volviendo del malogrado naví­o con los bolsillos repletos de los más variados objetos y enseres.

Solución: si encontró mosquetones y hasta un perro en la nave naufragada, ¿por qué no habrí­a de halla casacas y pantalones?
::)