Tengo una amiga que lo práctica en modo autista;
velitas, música ambiente, incienso perfumado y.... según ella se da unos frotis vaginales la mar de relajantes.
Yo desde que tuve el leñazo en las cervicales hará dos años me temo que soy como don P., sólo entrego mi cuerpo a mi fisio;
varón, 62 años, sin orientación sexual definida, pero que tiene los dedos como pinzas de centollo. Las contracturas le duran un pellizco.
Si no fuera porque echaría por tierra mi reputación he estado tentado más de una vez de invitarle a una cena o una copa.