Mi discurso del odio (segunda parte)

Iniciado por Greñas, Julio 15, 2006, 12:47:20 PM

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Greñas




Salto argumentativo: Negociación con ETA.


1º
Parto de la base de que Batasuna es ETA. Sentencia tribunal supremo 2003, bla, bla, bla. Teniendo en cuenta el:
Artí­culo 5.° , ley de partidos politicos.

1. La suspensión y disolución de los partidos polí­ticos sólo podrá acordarse por decisión de la autoridad judicial competente.
2. La disolución de los partidos sólo podrá declararse en los siguientes casos:
a) Cuando incurran en supuestos tipificados como asociación ilí­cita en el Código Penal.
b) Cuando su organización o actividades sean contrarias a los principios democráticos.
3. En los procesos a que se refiere el apartado anterior el órgano judicial competente, de oficio, o a instancia de parte, podrá acordar la suspensión provisional del partido hasta que se dicte sentencia

2º
Quien afirme lo contrario a 1) reconoce que ETA Y BATASUNA no otorgan el mismo sentido a unos cadáveres. Esa afirmación está por ahora sin demostrar: BATASUNA NO HA CONDENADO EL ASESINATO DE NINGUNA DE LAS VICTIMAS DE ETA. POR LO TANTO, ASUME EL SENTIDO QUE ETA OTORGA A LAS ASESINADOS.

Sigo:

3º
Constitución Española:
Artí­culo 10
1. 
 La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden polí­tico y de la paz social.
2. 
 Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.
Artí­culo 15
Todos tienen derecho a la vida y a la integridad fí­sica y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.

NO REPUDIAR LA ACCIÓN DE ETA IMPLICA REPUDIAR TODO AQUELLO EN LO QUE SE BASA EL ESTADO DE DERECHO. Implica, asimismo, repudiar lo anterior a ese cadáver (la persona viva que viví­a) y al cadáver en si.

4º Negociar con batasuna, es negociar con ETA en virtud de 1, y en virtud de lo expuesto anteriormente, IMPLICA aceptar la validez de sus sentidos en virtud de 2;
y NEGAR LOS SENTIDOS PROPIOS (los de la constitución) EN VIRTUD DE 3.

Si tomamos estos principios como ciertos, vayamos a la segunda parte de mi argumentación.
Si Aznar y Gonzalez trataron de hablar//negociar con la banda terrorista en ocasiones anteriores (aunque serí­a necesario aquí­ establecer la diferencia entre hablar y negociar, conceptos que no son en absoluto iguales) si ¿por qué se niega esa opción, ese medio, al gobierno de ZP?

Respuesta:
No podemos. ZP tiene ese… ¿derecho?. ZP debe iniciar los contactos con los terroristas. De hecho, ellos los iniciaron previamente esos contactos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/07/02/espana/1151815792.html
http://www.elpais.es/articulo/elpporesp/20060324elpepinac_1/Tes/espana/declaracion/alto/fuego/fraguo/contactos/Oslo/Ginebra

Pero existe una diferencia crucial: Vemos que ha dado un paso al que no se habí­an atrevido ninguno de nuestros mandatarios previos en la democracia. Ha escenificado el contacto;
la foto existe, se habla de negociación.
Pero es una negociación entre dos partes legí­timas. ACEPTAR QUE HAY UNA NEGOCIACIÓN ENTRE DOS PARTES LEGíTIMAS IMPLICA QUE NO HAY NADA QUE NEGOCIAR, PUESTO QUE LO QUE BATASUNA QUIERE NEGOCIAR ES LA LEGITIMIDAD DE SU CAUSA.

El diálogo de Aznar y gonzalez nunca se planteó como un proceso de paz en el que dos bandos en lucha acuerdan ambos renunciar a parte de sus aspiraciones para poner fin a un conflicto bélico o a una situación de violencia por parte de los dos bandos.

Gonzalez y Aznar querí­a que se rindieran. Punto. No dieron luz y taquí­grafos a todo aquello. No aceptaron la publicidad, precisamente porque la aceptación de la misma legitimaba a batasuna y ETA.

De hecho, eso es lo que implica el término: “proceso de paz”. Que el gobierno lo haya tomado como suyo supone ya de por si una victoria ideológica de ETA. Se ha conseguido que el enemigo (gobierno) acepte la situación inicial que ETA quiere que acepte. La aceptación de ese punto de partida (proceso de paz) concede ventaja a los negociadores de batasuna en cualquier negociación.
Aceptar esto es aceptar el 90 % de lo que ETA ha predicado desde los últimos once años. Once años, ni uno mas.
Se está hablando de polí­tica antes de que siquiera hayamos hablado de la disolución de la banda, (que es lo que verdaderamente traerí­a la paz). La gravedad no radica solo en que no estemos hablando con ETA de polí­tica, sino que al hacerlo El gobierno se resta legitimidad a si mismo, y al estado, y se la concede a ETA-batasuna. Y por qué digo esto? En el anuncio del inicio de las conversaciones, ZP habló (insinuó, dio pie a que pudiera interpretarse) la aceptación de la autodeterminación de los vascos, como si fueran sujetos de soberania propia, como si el estado careciera de legitimidad para representar a los vascos. Y se ha aceptado una mesa POLITICA. Para tratar esto.

Lo que nos lleva al sentido de las muertes de las ví­ctimas de ETA.

¿Cuál era el sentido que ETA pretendí­a dar a cada una de sus acciones (matar)? La clave aquí­ es_el hecho de matar, y a quien se mata.

Hasta el 27 de enero de 1995, ETA militar solo habí­a matado los que ellos consideraban enemigos de la patria vasca: esto es, policias y militares. Soldados. Nadie les lloraba demasiado: el post franquismo aun estaba latente;
de acuerdo con muchos antifranquistas,los militares merecí­an lo que les pasase. Era su obligación poner la cara, eran su obligación ser la defensa de los ciudadanos y, por lo tanto, estar en la lí­nea de fuego. Nadie se preocupaba en exceso.

Pero el 27 de enero de 1995, ETA 
mata a Su primer polí­tico: Gregorio Ordoñez. A partir de ese momento, toda esa sociedad polí­tica que hasta cierto punto, consideraba que ETA saldaba las cuentas al antiguo régimen a base de bombas y saltos de altura con coche, descubre que puede ser asesinada mientras toma unos chatos con los colegas en el bar. Y eso no es aceptable. A partir de ese momento, e cuando se empieza a concienciar a la gente acerca de las maldades y abominaciones del terrorismo etarra. A partir de ahí­ es cuando ETA PASA A SER DE VERDAD UN PROBLEMA POLITICO, Y SUS ASESINATOS PASAN A SER UN ARGUMENTO POLíTICO.
No ver este hecho y su consecuencia y la .perversión intrí­nseca del mismo, mas allá de la propia maldad que constituye un asesinato en si constituye un grave error de apreciación de la realidad polí­tica española.

Lo que pretendí­a ETA (que según el supremo incluye a batasuna, no lo olvidemos) con esos asesinatos es cristalino. Mientras Batasuna pregonaba que el problema vasco era algo polí­tico, recordaba al resto de los polí­ticos del paí­s vasco lo que podí­a ocurrir si no lo era, de modo que “mejor que lo fuese”.

Hablar ahora de proceso de paz y la aceptación de Batasuna como interlocutor polí­tico implica, simplemente, que todos y cada uno de los asesinatos (actos de matar) tuvieron un sentido. Todos aquellos asesinatos valieron “para algo”. Todas aquella muertes valieron exactamente para aquello que ETA pretendí­a que valieran, tienen el sentido que ETA querí­a que tuvieran: forzar al gobierno del estado español a aceptar que el problema vasco (Y DE NUEVO LA GRAN VICTORIA DE ESTOS HIJOS DE PUTA: EL “PROBLEMA DE ETA” NO ES “EL PROBLEMA VASCO”, ELLOS NO REPRESENTAN A LOS VASCOS;
SON SOLO HIJOS DE PUTA QUE DICEN REPRESENTARLOS. HAN TENIDO LA BATALLA GANADA DESDE EL PRINCIPIO, DESDE QUE EMPEZARON A MATAR POLíTICOS Y EN EL DISCURSO POLíTICO SE IDENTIFICO A ETA CON “LO VASCO”) es un problema polí­tico y no criminal.

Y ahora se pretende que me olvide de todo esto en aras de la Paz. Una paz que implica aceptar todo lo que estos sucios etarras hijos de una puerca borracha, esos animales, quieren. Lo siento, pero no puedo.

Hablo desde muy dentro de mi. Hablo desde una infancia en la que mi padre tení­a que mirar bajo el coche cuando querí­a llevar a su familia al supermercado. Hablo desde una infancia en la que la gente podí­a insultarte si decí­a que era hijo de militar, o de familia militar. Toda mi infancia, toda 
la represión y el miedo que me conllevaba ser hijo de militar, no puede tener el sentido que los etarras querí­an darle. No puedo aceptarlo. No puedo vivir en el mismo paí­s, en la misma tierra, que ellos me han diseñado. No puede ser que ellos ganen cuando los demás son los que han sufrido y los que han padecido y muerto, no ellos.

Los polí­ticos que no han sufrido a estos cabrones quieren la paz. Los que si los han sufrido, la gran mayorí­a no quiere la paz así­. Quieren que esos cabrones pidan perdón por lo que han hecho. Porque si no lo hacen, si los etarras no piden perdón por matar a sus vecinos, quizás la paz llegue al paí­s vasco, y a los polí­ticos vascos, y a las conciencias de algunos. Pero no llegara a los corazones de todos los que han sufrido a estos tipos. Y eso supone ETERNIZAR EL CONFLICTO. 
NO EL QUE LOS ETARRAS QUIEREN HACERNOS CREER QUE EXISTE, SINO EL QUE ELLOS HAN CREADO EN LA SOCIEDAD VASCA CON SU PRESENCIA, SUS ASESINATOS, SU EXTORSIÓN, SU ARROGANCIA.

No puedo tener paz. Así­, no.
Las abejas no pierden un segundo de su existencia mostrando a las moscas que la miel es mejor que la mierda.