Reflexiones sobre el Calentamiento Global

Iniciado por garsed, Julio 24, 2006, 06:52:57 PM

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olafo

Cita de: garsed en Agosto 04, 2006, 04:27:45 PM
Las temperaturas del Mediterraneo se explican en parte por la sequí­a.

Lo de la Antártida en otro rato, ahora me voy a recoger un coche al concesionario, no muy contaminante :p

La verdad es que la razón no tiene tanta importancia, el problema es saber como en un medio tan "estable"
como el agua habrán aguantado los bichos.

Un saludo

zruspa


olafo

Hoy en Science:

Climate models have suggested that the amount of snow falling on the interior of Antarctica should increase as the world warms because warmer air can hold more moisture and produce more snow. Some studies that have used satellite observations or reanalyzed previous climatological data have suggested that there has been a net accumulation of snow, but a study by Monaghan et al. (p. 827) shows that no significant buildup has occurred during the past 50 years. By combining field observational data with model simulations, they provide a 5-decade-long picture of regional variability of Antarctic snowfall. Interdecadal variability of snow accumulation for the 16 regions examined was observed, but no net overall trend has resulted. Annual variability and decadal trends can be as large as, or larger than, inferred long-term trends. This finding also argues against net increases of snowfall in the i nterior of Antarctica mitigating global sea-level rise.

Seguimos con datos que dicen una cosa, datos que dicen otra. 
En la variedad está el gusto :-)).

Un saludo

zruspa

Delirio español patrocinado por las cartas al director del ABC, ayer jueves:


Salinizar el mar es contaminar

Durante mi estancia en Formentera comprobé el dolor de la picadura de medusa. A «medusazo» diario, el tercer dí­a volví­ a zambullirme en aguas del sur de la isla. Cuando me puse a nadar, sin embargo, hube de adaptar mis movimientos a las nuevas condiciones de resistencia del agua: el agua habí­a cambiado y ya no habí­a medusas. ¿Dónde se habí­a ido el «sopicaldo» con tropezones en el que habí­a estado nadando los dí­as anteriores? Vino a mi cabeza la hipótesis de que se hubieran hundido. El calor habrí­a provocado intensa evaporación del agua superficial. En consecuencia, la concentración de sal en la superficie del mar habrí­a aumentado y, por tanto, también la densidad de la capa superficial, provocando así­ su hundimiento. De esa manera, agua más profunda y fresca habrí­a accedido a la superficie.

Este proceso, sin embargo, tiene consecuencias en el calentamiento del planeta. Las aguas profundas que suben a la superficie,lo hacen liberando el anhí­drido carbónico (CO2) que retienen como consecuencia de la despresurización, a lo que hay que añadir el aumento de calor.La devolución de CO2 a la atmósfera está relacionada con la salinidad. El Mediterráneo aumenta su salinidad como consecuencia de una mayor evaporación y un menor aporte de precipitaciones en su cuenca. ¿Qué se pretende poniendo desalinizadoras en sus costas y vertiendo salmuera en sus aguas? Urge, por tanto, no echar salmuera en el Mediterráneo español, sino agua dulce. Por tanto las «desaladoras» que el Gobierno va a instalar en esas costas debiera instalarlas en el Cantábrico, donde las ventajas de aumentar la salinidad superan a las desventajas, y lanzar, por el Ebro, ingentes cantidades de agua dulce al Mediterráneo para equilibrar la salinidad.

G. González de Gregorio ílvarez
Toledo

zruspa

Un artí­culo majo en el Spiegel

Global Warming a Boon for Greenland's Farmers


La galerí­a de fotos mola especialmente.

garsed

Más o menos esto se sospechaba fue lo que sucedió en la época en que Groenlandia fue colonizada por los vikingos en el Óptimo Medieval: cierta parte de la costa con una meteorologí­a que permitiera cultivar la tierra y dar sustento a aquellas poblaciones.

Si es una cuestión del calentamiento global antropogénico o no es harina de otro costal: la variabilidad climática de la zona ha llegado a ser mucho más brusca que el que nos venden como catastrófica y ultra-rápido cambio climático actual, no hay más que ver la sucesión de eventos DO en los últimos 50.000 años, incluso en el Holoceno se han dado episodios de cambios abruptos climáticos en Groenlandia, y presumiblemente en el resto del mundo.

El otro dí­a leí­a como en el retroceso de algunos glaciares ( otros crecen, y rápido ) se habí­an encontrado flechas de antiguas poblaciones e incluso calzadas romanas. Curioso, sobre todo porque según los más alarmistas ese retroceso es consecuencia del calentamiento global antropogénico.

Haku

#111
Cita de: zruspa en Octubre 05, 2006, 11:31:25 AM
Un artí­culo majo en el Spiegel

Global Warming a Boon for Greenland's Farmers


La galerí­a de fotos mola especialmente.

Mola, pero prefiero Islandia...

Es uno de mis futuros objetivos turisticos a corto plazo...




Oddball

Tratándose de un pais, un continente, o lo que sea, en el que no hay un puto arbol, le habrás puesto Knock on wood.

Haku

#113

(No tengo Gjallarhorn a mano)

Oddball


Haku

Cita de: Oddball en Octubre 05, 2006, 07:56:10 PM
Tratándose de un pais, un continente, o lo que sea, en el que no hay un puto arbol, le habrás puesto Knock on wood.

Tengo mono de montanyas.

zruspa

Copio y pego del Cinco Dí­as de hoy, aquí­, lo pego aquí­ abajo.


jue 09 nov 2006 07:00:01 CET

Medio ambiente

La economí­a del cambio climático

El coste de reducir las emisiones de gases causantes del cambio climático, evitando así­ sus peores consecuencias, vendrí­a a suponer un 1% del PIB mundial.



Anticipando, quizá, la reacción de los recalcitrantes, las conclusiones del informe del Stern Review on the Economics of Climate Change, presentado el 30 de octubre, vienen avaladas por destacados economistas independientes. Cuatro de ellos, galardonados con el Premio Nobel de Economí­a. A ellos se suman el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energí­a y el presidente del Banco Mundial, entre otros.

El informe fue encargado hace algo más de un año por el ministro de Economí­a británico, Gordon Brown, a sir Nicholas Stern, antiguo economista jefe del Banco Mundial. Stern tení­a el mandato de examinar las evidencias respecto a las consecuencias sociales, ambientales y económicas del cambio climático, tanto en paí­ses desarrollados como en desarrollo. También debí­a estudiar el coste-beneficio de distintas acciones encaminadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por último, Stern debí­a ocuparse de analizar la efectividad y el impacto de polí­ticas y programas nacionales e internacionales encaminados a combatir el cambio climático.

Tras el análisis anterior, Stern debí­a evaluar las distintas alternativas existentes para la transición de las economí­as actuales, intensivas en emisiones de gases de efecto invernadero, así­ como los diferentes arreglos institucionales necesarios para acometer tal transición.

Las conclusiones del Stern Review on the Economics of Climate Change dejan poco espacio a los escépticos: el cambio climático es un hecho. La evidencia cientí­fica que apoya tal afirmación es incontestable. Si nadie hace nada por impedirlo, el impacto del cambio climático sobre la economí­a mundial podrí­a ser devastador. Podrí­a provocar una reducción anual de entre el 5% y el 20% del PIB mundial. Un efecto, más pernicioso que el de las guerras mundiales.

Por el contrario, el coste de reducir las emisiones de gases causantes del cambio climático, evitando así­ sus peores consecuencias, vendrí­a a suponer un 1% del PIB mundial. Un impacto notable, pero que no impedirí­a a la economí­a mundial continuar creciendo de modo saludable.

Así­, según se expone, cada tonelada emitida de CO2 estarí­a causando un daño equivalente a 85 dólares anuales. El problema reside en que dicho coste no está siendo tenido en cuenta cuando inversores y consumidores deciden qué hacer con su dinero. En la resolución de este fallo de mercado reside una de las claves para combatir el problema. Las otras, dice Stern, habrí­a que buscarlas en polí­ticas tecnológicas que impulsen el desarrollo de productos y tecnologí­as avanzadas, no intensivas en carbono, y en la promoción de la eficiencia energética.

Afortunadamente, el informe Stern no se limita describir un panorama apocalí­ptico. También ofrece zanahorias, poniendo de manifiesto las oportunidades que surgirán en el proceso de transición a economí­as menos generadoras de gases de efecto invernadero. Estima que el mercado de las tecnologí­as eficientes en carbono alcanzará, cuando menos, los 500.000 millones de euros en el año 2050. Una oportunidad, cuando menos, interesante. Ya hay quien se ha apresurado a tomar posiciones. Así­, las conclusiones del informe Stern eran esperadas con especial atención en la City londinense, que en los últimos tiempos se ha convertido en un imán hacia el que convergen las iniciativas en materia de nuevas energí­as de todo el mundo.

Pequeñas compañí­as se acercan a Londres con la esperanza de conseguir financiación para sus proyectos de desarrollo de nuevas energí­as. Y la Bolsa de Londres, por supuesto, está encantada de recibirlas. Sin ir más lejos, el pasado 20 de octubre celebraba The New Energy Capital Markets Day, donde se ofrecí­a a compañí­as del sector de las nuevas energí­a, ya cotizadas o pendientes de comenzar a hacerlo, la posibilidad de mantener encuentros con inversores institucionales.

El sector ya empieza a hacerse notar en Londres. De acuerdo a los datos de la propia Bolsa, 53 compañí­as ya cotizan en el Alternative Investment Market londinense. Su valor de mercado ronda, todaví­a, los 10.000 millones de euros. Y el interés por ellas, y por las que siguen llegando, no hace más que crecer. Tal y como informaba Financial Times hace algunas semanas, Climate Change Capital, un banco de inversión británico, anunciaba la constitución de un fondo de 1.000 millones de euros para ser invertidos en compañí­as de nuevas energí­as.

En definitiva, en Londres parecen entender que el cambio climático no sólo ofrece promesas de caos económico. También trae la oportunidad de generar prosperidad, riqueza y miles de puestos de trabajo para aquellos que sepan dar con las soluciones tecnológicas que den respuesta al desafí­o. Y se han puesto manos a la obra. Aquí­, quizá, también deberí­amos pensar en ponernos a ello.

Ramón Pueyo Economista de KPMG Global Sustainability Services
Cinco Dias


45rpm

Cita de: zruspa en Noviembre 09, 2006, 02:16:34 PM
El sector ya empieza a hacerse notar en Londres. De acuerdo a los datos de la propia Bolsa, 53 compañí­as ya cotizan en el Alternative Investment Market londinense. Su valor de mercado ronda, todaví­a, los 10.000 millones de euros. Y el interés por ellas, y por las que siguen llegando, no hace más que crecer. Tal y como informaba Financial Times hace algunas semanas, Climate Change Capital, un banco de inversión británico, anunciaba la constitución de un fondo de 1.000 millones de euros para ser invertidos en compañí­as de nuevas energí­as.

En definitiva, en Londres parecen entender que el cambio climático no sólo ofrece promesas de caos económico. También trae la oportunidad de generar prosperidad, riqueza y miles de puestos de trabajo para aquellos que sepan dar con las soluciones tecnológicas que den respuesta al desafí­o. Y se han puesto manos a la obra. Aquí­, quizá, también deberí­amos pensar en ponernos a ello.

si tuviera un duro lo invertí­a en energí­as renovables.

zruspa

#118
Va, subasto mis Fischer.





Viva Euskalerrí­a independiente y con el casco viejo navegable.


Dan

El hielo desaparecerá del írtico en verano mucho antes de lo que los cientí­ficos temí­an

El hielo del írtico bajó este año a sus niveles más bajos registrados desde que las mediciones por satélite comenzaran en la década de los 70.
Cientí­ficos norteamericanos del National Snow y del Ice Data Center han alertado de que los datos recogidos en el írtico en el pasado mes de septiembre suponen "un récord dramático". El hielo en el írtico era un 39% inferior que la media registrada en 20 años (de 1979 a 2000).

Con estos datos, la comunidad cientí­fica teme que en los próximos 25 años -bastante antes de lo que calculaban- deje de haber hielo en el írtico durante el verano.

Según las informaciones de los cientí­ficos, el hielo marino bajó tanto este año que el Pasaje del Noroeste, normalmente taponado por el hielo, se abrió completamente por primera vez, permitiendo a los buques pasar del Atlántico al Pací­fico.