Fazañas Bélicas (I) - Para milico-friquis y wargameros

Iniciado por Agarkala, Marzo 10, 2006, 04:34:18 PM

Tema anterior - Siguiente tema

í,¿ QuiíƒÂ©n cree usted que es el Mayor HíƒÂ©roe de AcciíƒÂ³n de la Hí,ª de EspaíƒÂ±a ?

Viriato
0 (0%)
Trajano
1 (2.9%)
Rodrigo Díaz de Vivar
2 (5.9%)
Roger de Flor
2 (5.9%)
El Gran Capitán
5 (14.7%)
Álvaro de Bazán
1 (2.9%)
Hernán Cortés
14 (41.2%)
Francisco Pizarro
0 (0%)
El Gran Duque de Alba
4 (11.8%)
Alejandro Farnesio
0 (0%)
El Cardenal Infante
0 (0%)
Espartero
0 (0%)
Otro (especificar)
3 (8.8%)
Blas de Lezo
2 (5.9%)

Total de votos: 13

Agarkala

Anotamos Aní­bal como español anti-español y le damos el voto válido.

Ya habí­a un buen puñado de hispanos en Hispania,

¿Hispanos?¿ Hispania? Seguro que ellos te dirí­an que no, que de hispanos nada, que iberos, celtas y celtí­beros no se parecí­an en nada, y que además, en todo caso, turdetanos, ilergetes, ilicitanos, etc.


Lucrecio Bórgiez

Cita de: Agarkala en Marzo 13, 2006, 04:18:47 PM
PD: Hay dos votos para el Gran Duque de Alba ... Uno es Caver de incógnito, seguro.

Saludos:

He votado por el Gran Duque de Alba, atribúyame uno.

Borgia.  

Dan

Cita de: Agarkala en Marzo 13, 2006, 04:26:57 PM
¿Hispanos?¿ Hispania? Seguro que ellos te dirí­an que no, que de hispanos nada, que iberos, celtas y celtí­beros no se parecí­an en nada, y que además, en todo caso, turdetanos, ilergetes, ilicitanos, etc.

Shhhh, calla, que si no todo el mundo va a querer controlar su hacienda, si se sabe que cada cual tiene su tribu contemporánea de los vascuences.

idem de lienzo

Cita de: Agarkala en Marzo 10, 2006, 04:34:18 PM
Mi primera encuesta en el foro Alfa va dedicada a los aficionados a Wargames, Historia Militar y los que leí­an Fazañas Bélicas de pequeñitos. ¿ Quién es el mejor y más flamante repartidor de yoyah 
de entre la abundante producción en la Historia de España ? ¿ Porqué ?
Aní­mense, venga. Mejor en aspectos tácticos y estratégicos que no argumentos del tipo "es que es de mi pueblo, ahivapuéeees!!!"

Me ciño a la literalidad de las preguntas explí­citas que plantea Agarkala para responder que en este negocio de repartir yoyahs ninguno de los 
héroes nombrados está por encima del coronel Diego Garcí­a de Paredes (Trujillo 1466- Bolonia 1530), el Sansón extremeño. A su descomunal fuerza fí­sica se uní­an la valentí­a y una audacia sin lí­mite. Su carácter indomable y un particular sentido del honor no sólo le llevaron a participar en multitud de batallas por toda Europa;
además fueron incontables los duelos y desafí­os mano a mano en los que participó y en los que jamás fue vencido. El propio Gran Capitán, que le reclutó para sus victoriosas campañas en Italia, le definió como “el hombre en el que Dios no puso miedo”.

Su figura fue admirada en toda Europa en una época en la que la valentí­a y el coraje personal aún eran factores decisivos para decidir las contiendas.

Fue el prototipo del valor, la fuerza y la gloria militar. La fama de Garcí­a de Paredes no se detuvo a su muerte, de tal modo, que mucho tiempo después, su nombre era sinónimo de valentí­a existiendo ocasiones en las que otros valientes eran conocidos como Garcí­as de Paredes, no porque tuvieran nada que ver con el Sansón sino porque se le asemejaban en ánimo, esfuerzo y valentí­a. Sus hechos de armas se mantuvieron en las mentes y conversaciones de las tropas españolas y tenemos noticias de soldados que participaron en la empresa de la Armada Invencible y que en los momentos cruciales seguí­an oyendo relatar las andanzas de Garcí­a de Paredes para darse ánimo contra el enemigo.

Incluso cuando a uno de los personajes de El Quijote se le quiere dar aspecto de fanfarrón y presumir de valentí­a, Cervantes escribe: “... Habí­a muerto más moros que tiene Marruecos y Túnez, y entrado en más singulares desafí­os que Garcí­a de Paredes y otros mil que nombraba ...”

Nunca alcanzó, ni buscó, el mando de grandes ejércitos. Su estrategia consistí­a en vencer al enemigo y su táctica en luchar por el honor y la gloria. Fue un guerrero en 
el sentido más literal de la palabra y un soldado cuyas prodigiosas acciones contribuyeron a forjar la leyenda de la invencibilidad del ejército español en su tiempo. 


Empezó a repartir yoyah en 1478, a la temprana edad de 12 años, participando junto a su padre, el capitán Sancho Delgadillo de Paredes, en la pacificación de las revueltas promovidas por los portugueses en Extremadura tras la guerra de sucesión.
Desde 1485 participó en las campañas contra los moros en Granada, donde fue armado caballero por el propio rey Fernando.

Por un no sé qué de un caballo retó y mató al renombrado capitán Ruy Sánchez de Vargas y pasó a Italia.

Allí­ estuvo al mando de la guardia personal del papa Alejandro VI y colaboró con otros capitanes españoles en las rapiñas y conquistas de los Borgia, destacando en la toma de la plaza de Ostia. Comandados por César Borgia se apoderaron de toda la Romaña en 1499.

Tuvo problemas por matar en un desafí­o a un protegido de los Borgia y en 1500 es reclutado por el Gran Capitán, que habí­a pasado a Italia.. 
Participó en muchas de 
las acciones de aquella victoriosa campaña. Allí­ alcanzó el cenit de su gloria merced a sus hazañas.

Las que le dieron más fama y forjaron su leyenda fueron 
la toma de Cefalonia al turco, en donde se le empezó a conocer como Sansón. En 1502 fue el más destacado caballero en el célebre desafí­o que lanzó el duque de Nemours, que tuvo lugar en las afueras de Barleta donde se habí­a refugiado el Gran Capitán a la espera de refuerzos y que enfrentó a 11 insignes caballeros del ejército francés con otros tantos españoles. En 1503 fue actor principal en las mí­ticas batallas 
de Ceriñano y especialmente en la de Garellano, donde según se cuenta acometió en solitario a 200 franceses que guardaban un puente y allí­ se sostuvo durante horas con un puñado de valientes que le siguieron en tan temeraria empresa.

En una breve historia sobre la vida del Gran Capitán, de la que pongo el enlace, se narran estos hechos de la campaña en Italia en los que Garcí­a de Paredes tuvo un papel destacadí­simo y que dan 
muestra del extraordinario carácter, la valentí­a y la caballerosidad del campeón extremeño.
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01476284211303262032268/p0000006.htm

Fernando el Católico le concedió el territorio y marquesado de Cornetta.
No terminaron aquí­ las andanzas de Garcí­a de Paredes. Estuvo en la guerra contra Navarra en 1512. Participó con Carlos V en sus primeras campañas. Estuvo en Bicoca y luego en la decisiva batalla de Paví­a bajo el mando del renombrado héroe Antonio de Leyva. Aún tuvo tiempo de pasar por Nápoles y dar de nuevo yoyahs a los franceses. Sus últimas batallas las libró contra el turco en el Danubio, de donde volvió lleno de gloria.

Murió en 1530 a los 64 años en Bolonia durante la coronación de Carlos V de una mala caí­da de su caballo cuando rivalizaba, genio y figura, 
con unos jóvenes oficiales en un 
juego de agilidad.

Bambi

Eloy Gonzalo "Cascorro"
tampoco está mal.

Eloy Gonzalo, un soldado legendario, preside las calles del rastro madrileño



En una de las zonas más castizas de Madrid se alza esta singular plaza, conocida como Plaza de Cascorro, donde se levanta el Rastro cada domingo del año, el más populoso de los mercadillos de la capital. Aunque en su origen esté dedicada al insigne Nicolás Salmerón, ha sido Eloy Gonzalo, un soldado heroico de la guerra de Cuba, quien se erigió en figura central de la plaza y se apoderó del apelativo. Por una vez un soldado sin galones adquirí­a protagonismo.

SARA M. BARTOLOMÉ
El domingo por la mañana esta plaza no tiene nada que ver con el resto de la semana. El Rastro transfigura este rincón madrileño y lo populariza y masifica en gran manera.

Rastro se llamaba el lugar donde se mataban reses para la venta de carne, y hasta hace poco ha existido el matadero de cerdos. También en las proximidades estaban las tenerí­as o fábricas de curtidos, donde aprovechaban las pieles. Habí­a otra acepción de la palabra rastro y era la del radio en que se extendí­a la jurisdicción de un lugar. Alcanzaba hasta una legua en contorno. La antigua plaza del Rastro constituí­a la comunicación del centro de Madrid y de la calle de Toledo con el barrio de Embajadores. Además, siempre ha sido parada de ociosos, pí­caros, y lugar donde se ha podido comprar y vender de todo, desde ropa a objetos.

Es famoso al respecto el tí­o Carcoma, que fue inmensamente rico gracias al comercio de utensilios viejos, poseí­a veinte casas en el barrio, y sólo desayunaba una cebolla y un pan, y para el almuerzo sólo comí­a un plato de verdura cocida. Pero no ha sido el único que se ha hecho rico gracias al Rastro. Donde estuvo la cruz del Rastro hoy se alza la estatua de Eloy Gonzalo Garcí­a, el héroe de Cascorro. Fue un soldado de la última guerra de Cuba, que acometió en Cascorro, el año 1897, la arriesgada hazaña de ir él solo, con una lata de petróleo, a prender fuego al paraje donde estaban unos defensores de la independencia cubana. Era madrileño y se crió en la Inclusa. Esta obra la construyó Aniceto Marinas, que osó hacer la figura de un general sin condecoraciones, y el pedestal el arquitecto José López Sallaberry. En el año 1897 el Ayuntamiento decidió homenajear a este soldado sin galones. La inauguró en 1902 el el rey Alfonso XIII. Y gracias a esta escultura se le dio nombra a la plaza, borrando el tradicional. Un acuerdo municipal del año 1913 bautizaba esta plaza con el nombre de Nicolás Salmerón. Este insigne pensador nació en Almerí­a en 1838. Estudió Filosofí­a y Derecho y ejerció el periodismo. Ganó una cátedra de Metafí­sica en la universidad de Madrid y formó parte del Comité revolucionario de Madrid, y como tal fue preso y conducido a la cárcel. Fue un demócrata puro, defensor de la República. En el año 1871 accedió al Congreso. Sucedió a Pi y Margall en la Presidencia del Gobierno en 1873. Fundó en Madrid el periódico ³La Justicia² y, restaurada la Monarquí­a, compartió su labor docente con la representación parlamentaria. Murió en 1908, fuera de España.

Este hombre es quien da nombre a esta plaza, aunque el héroe de Cascorro se haya apropiado de esta plaza tan populosa y castiza de la capital.


Bambi

me acabo de dar cuenta de que la zorra esta no cuenta una mierda

el caso es que cascorro cuando se fue a prender fuego al enemigo, dijo que por favor le ataran una cuerda por si le mataban para recuperar el cadáver y tener sepultura en la madre patria, como dios manda. y sobrevivió, pero luego palmó de una úlcera.

Agarkala

Acudo al socorro del camarada ílvaro:

Eloy Gonzalo
De Wikipedia
Saltar a navegación, búsqueda

Eloy Gonzalo, llamado el héroe de Cascorro (Madrid, 1 de diciembre 1868- Matanzas, Cuba, 18 de junio 1897). Soldado español distinguido durante la Guerra de Cuba.
[editar]

Biografí­a

Huérfano, se crió en la Inclusa de Madrid. Fue destinado al Regimiento de Infanterí­a Marí­a Cristina núm. 63, en la localidad de Puerto Prí­ncipe, provincia de Camagí¼ey en Cuba, a donde llega en noviembre de 1895.

El 22 de septiembre de 1896 una partida de unos tres mil insurrectos, al mando de Máximo Gómez y Calixto Garcí­a, cercó la pequeña población de Cascorro, no lejos de Puerto Prí­ncipe.

El 26 de septiembre la situación del destacamento español se hizo tan comprometida que la única solución era volar un bohí­o desde el cual causaban graves daños a la guarnición.

Eloy Gonzalo se presentó voluntario para prender fuego a la posición de los insurrectos cubanos. Dice la leyenda que pidió ser atado con una cuerda para que, si caí­a, su cuerpo pudiera ser recuperado. Así­, armado con su fusil y con una lata de petróleo, y atado con una cuerda, se deslizó hacia las posiciones insurrectas, prendiéndolas fuego y regresando indemne a su posición, la cual fue liberada pocos dí­as después por una columna española al mando del general Adolfo Jiménez Castellanos (1844-1929).

Eloy Gonzalo tomó parte en más acciones militares, siendo condecorado con la Cruz de Plata al Mérito Militar pensionada con 7'50 pesetas mensuales. Sin embargo, fallecerí­a en el Hospital Militar de Matanzas a consecuencia de una enfermedad. Sus restos fueron repatriados y reposan en un mausoleo del Cementerio de la Almudena de Madrid junto a los de otros muertos durante los conflictos de Cuba y Filipinas.

El mito del héroe

La gesta de Eloy Gonzalo apenas tuvo relevancia militar en la guerra. Sin embargo, la figura del héroe de Cascorro se hizo muy popular en Madrid probablemente por su condición de expósito y por la necesidad de exaltar un rasgo de heroí­smo individual en una guerra.

En el mismo año 1897 el Ayuntamiento de Madrid decidió homenajear a este héroe. Para ello, le dedicó una calle (la calle de Eloy Gonzalo) y levantó una estatua en el popular Rastro. La estatua fue esculpida por el escultor segoviano Aniceto Marinas e inaugurada en 1902 por el rey Alfonso XIII. Se trata de una estatua tremendamente descriptiva, describiendo a un soldado común, rifle al hombro, llevando una soga y una lata de petróleo. Más tarde, un acuerdo municipal del año 1913 bautizó esta plaza con el nombre de Nicolás Salmerón, nombre que conservó hasta que la popularidad del héroe dio paso a la denominación oficial de Plaza de Cascorro.

bocanegra

Barcino (Barcelona) no tiene nada que ver con el nombre de Amí­lcar Barak (Barca), su fundador. Eso es como decir que Aitor es el padre de los vascos, o Tubal de los españoles. Un mito bonito, pero falso.

La raí­z barc- es de origen celta y está emparentada con brag-, brig-, berg-. Significa "fortaleza, lugar defensivo, preferentemente en sitios elevados".

En los Alpes franceses existe Barcelonette, en una zona por la que Aní­bal no anduvo, ni tuvo necesidad de fundar un poblado, ni fue jamás tan importante como para darle su nombre.

Dan

JOder, lo fundan los cartagineses, ¿y le ponen un nombre celta?

bocanegra

Los cartagineses lo único que hacen es refundar un poblado y convertirlo en ciudad, manteniendo su nombre original. Es algo muy corriente. Pocos nombres salen de la nada, como Caesaraugusta o Legio: la gran mayorí­a son continuaciones o derivaciones del topónimo anterior.

Bracara Augusti (Braga) la fundan los romanos, pero mantienen el nombre indí­gena.

Dan

Cita de: bocanegra en Marzo 15, 2006, 11:04:59 AM
Los cartagineses lo único que hacen es refundar un poblado y convertirlo en ciudad, manteniendo su nombre original. Es algo muy corriente. Pocos nombres salen de la nada, como Caesaraugusta o Legio: la gran mayorí­a son continuaciones o derivaciones del topónimo anterior.

Oye, de la nada, no. Caesaraugusta se funda sobre Salduie, Salduba celtí­bera. O al mismico lado.

bocanegra

Digo que el nombre sale de la nada, sin respetar el anterior. Pocas ciudades se fundan en un sitio completamente despoblado, y menos en un lugar tan estratégico como Zaragoza.

Dan


qaz

PEDRíN!

Roberto A. le ha dau d hs a un enemigo y cuando ste anda en el suelo, inerme y desprotegido, va el piadoso Pedrí­n y le atiza un puntapié en la cara al grito: "Y esta d propina!" 



Agarkala

Seguro que se lo tení­a bien merecido, por rojo y masón.