Hilo sobre series de TV que se caga en el buscador

Iniciado por Bambi, Septiembre 19, 2006, 01:50:09 AM

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laura_m

Cita de: Dan en Marzo 12, 2007, 09:36:08 PM
Bueno, y Hiro, que es muy grande, el tí­o.

Pero no tiene mérito. Llamándose así­, estaba predestinado.













(Vale. Es malo el chiste)

Bic

Cita de: Amanda Woodward en Marzo 12, 2007, 09:26:08 PM
¿Basta ya, no? Estos asuntos de la comodidad del héroe con sus poderes y de su socialización con los demás afectados, así­ como el aspecto teleológico de la condición de héroe, deberí­an haberse resuelto hace ya varios capí­tulos.

Bueno, es que eso que "deberí­a haberse resuelto ya" me da en la nariz que va a ser el leitmotiv de toda la serie, por lo que me parece que queda bastante de "héroe acostumbrándose a sus poderes"... O al menos, lo lógico es que ese sea el tema de la primera temporada: en la segunda, una vez todo el mundo se ha enterado bien de lo que sabe hacer y por qué, podrí­an organizarse y empezar a hacer cosas ellos, en lugar de quedarse a vérselas venir y solucionar los pollos que les caen encima como en toda esta temporada.

Citar
Y por cierto, el copión, el que es hermano de ícaro, me está cayendo fatal. Qué tí­o angustias, la virgen. Qué plasta.

En efecto... Sin embargo, como ocurre tantas veces en tantos ámbitos de la vida, el más plasta acaba siendo el más poderoso, que manda cojones. Aún existe la posibilidad de que se lo carguen, sin embargo, aunque resulta improbable.

Cita de: DanPues sí­, qué huevos, tanto discutir sobre el tema, todos apoyando al bocapallá, y su puta madre, lo agarra el otro y no le dura ni media hostia. Si es que... fí­ate y no corras. A partir de ahora soy fan de Sylar incondicional. Total, la porrista de las pelotas no es un bombón y... ah, no, espera, corrijo: soy fan incondicional de la nueva fichada por la Compañí­a de Malosos, la morenaza transformista de la realidad. La reputa de oros.

Bien guapa que es la transformista, en efecto: dan ganas de pedirle que no cambie tanto de aspecto que con el que tiene ya va bien servida. Sin embargo, el "bombón" por excelencia sigue siendo Jessica (la rubia Ms. Hyde), sobretodo cuando pone cara de mala que le sienta mejor que la carilla angustiada de su parte bondadosa.

En cuanto al lamentable papel de Peter en sus primeros segundos de encuentro con Sylar... En fin. Como comentaba hace varios mensajes, Peter es tan poderoso que sólo pueden vencerle con (a) el elemento sorpresa o (b) convirtiendo al personaje en memo de solemnidad. Creo que han optado por ambas opciones a un tiempo.

P & L

P.S: ¿"Porrista", Dan? ¿Ves los capí­tulos subtitulados en latinoamericano?
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

California

Cita de: Amanda Woodward en Marzo 12, 2007, 08:25:26 PM
¿Además de California hay por aquí­ algún fan de The shield? Me he visto casi casi del tirón las cuatro primeras temporadas y necesito compartir esta experiencia con alguien urgentemente. Aparte de que la 5ª temporada sólo la encuentro con subtí­tulos en francés, así­ que si alguien sabe de elinks buenos con subtí­tulos en español le quedaré muy agradecida.


Parece que seguiremos comentando a solas The Shield mientras liamos porrillos. La quinta me la pueden pasar en Dvix con los subtí­tulos, pero yo me estoy esperando a que me pasen el dvd americano, que está al salir...

Ahora, que si no puedes esperar...

laura_m

Cita de: California en Marzo 12, 2007, 09:50:58 PM
Cita de: Amanda Woodward en Marzo 12, 2007, 08:25:26 PM
¿Además de California hay por aquí­ algún fan de The shield? Me he visto casi casi del tirón las cuatro primeras temporadas y necesito compartir esta experiencia con alguien urgentemente. Aparte de que la 5ª temporada sólo la encuentro con subtí­tulos en francés, así­ que si alguien sabe de elinks buenos con subtí­tulos en español le quedaré muy agradecida.


Parece que seguiremos comentando a solas The Shield mientras liamos porrillos. La quinta me la pueden pasar en Dvix con los subtí­tulos, pero yo me estoy esperando a que me pasen el dvd americano, que está al salir...

Ahora, que si no puedes esperar...

No puedo, tí­o. Me corroe las entrañas saber si finalmente Dutch aceptará el cargo de capitán, cosa que NO LE PEGA NADA. Me ha dolido lo de Glenn Close, con lo buena que era. Digna sustituta de Claudette, y eso que estaba complicado porque Claudette para mí­ sigue siendo LO MíS.

Y lo de Aceveda... vista la cuarta te suelto un: "qué coño, se lo tení­a merecido!!!!!"

Dan

Sí­, hijo, sí­, en los mí­os la traducción la hace alguien que a veces se pierde con el argumento y tengo que sacar los reflejos en inglés como puedo... y sí­, a las animadoras las llaman porristas. Pero está muy bien, que al principio nos pasábamos el rato con un descojone que...

La rubia está tremenda, pero tiene los labios parriba (igual es la seña de identidad de estos héroes, por los morros los conocerás, cada cual tiene su rareza) y tiene cierta pinta de coneja, todo el rato enseñando los piños. La nueva tendrá algún defecto, pero por el momento es la tiarraca definitiva de la serie.

Pit'h'Ptrelli, qué tonto eres, copón.

laura_m

Cita de: Dan en Marzo 12, 2007, 09:55:00 PM
Pit'h'Ptrelli, qué tonto eres, copón.

Y no se cree ni el gato que la mulata de ojos verdes deje al yonqui por semejante pesado. A no ser que haya por ahí­ un héroe con superpotencia feromónica que el copiota haya absorbido.

California

Cita de: Amanda Woodward en Marzo 12, 2007, 09:54:46 PM
Cita de: California en Marzo 12, 2007, 09:50:58 PM
Cita de: Amanda Woodward en Marzo 12, 2007, 08:25:26 PM
¿Además de California hay por aquí­ algún fan de The shield? Me he visto casi casi del tirón las cuatro primeras temporadas y necesito compartir esta experiencia con alguien urgentemente. Aparte de que la 5ª temporada sólo la encuentro con subtí­tulos en francés, así­ que si alguien sabe de elinks buenos con subtí­tulos en español le quedaré muy agradecida.


Parece que seguiremos comentando a solas The Shield mientras liamos porrillos. La quinta me la pueden pasar en Dvix con los subtí­tulos, pero yo me estoy esperando a que me pasen el dvd americano, que está al salir...

Ahora, que si no puedes esperar...

No puedo, tí­o. Me corroe las entrañas saber si finalmente Dutch aceptará el cargo de capitán, cosa que NO LE PEGA NADA. Me ha dolido lo de Glenn Close, con lo buena que era. Digna sustituta de Claudette, y eso que estaba complicado porque Claudette para mí­ sigue siendo LO MíS.

Y lo de Aceveda... vista la cuarta te suelto un: "qué coño, se lo tení­a merecido!!!!!"

Bueno, vaaaale, te conseguiré la 5ª en dvix, pero luego no me vengas con spoilers... o te mato

laura_m

Cita de: California en Marzo 12, 2007, 10:17:37 PM
Bueno, vaaaale, te conseguiré la 5ª en dvix, pero luego no me vengas con spoilers... o te mato

Mientras este suceso se cumple, estoy viendo Jericho. Ghostdog comentó por aquí­ que no le molaba, pero a mí­ me está pareciendo entretenidí­sima (sí­, vale, ya sé que eso en mi caso no es demasiada garantí­a, que a mí­ me entretiene hasta contar las vetas de la madera del parqué).

La acción se desarrolla, como el propio tí­tulo de la serie indica, en Jericho, un pueblo de Kansas que ha sobrevivido a una hecatombe nuclear. No se sabe muy bien por qué, pero ahí­ están todos, intactos y al parecer gozando de plena salud, sin sí­ntoma alguno de contaminación radioactiva.

Por lo que llevo visto, que no es mucho porque la veo siempre algo fumada, así­ que es posible que me invente buena parte del argumento (para mejor, por supuesto), todos los capí­tulos tienen la misma estructura: en cada episodio la gente de Jericho (bueno, más bien cuatro o cinco personas de Jericho, dado que el resto del pueblo está ahí­ sólo para hacer bulto en las barbacoas), debe enfrentarse a un problema súper urgente y grave. De momento ya les ha tocado lidiar con: la lluvia ácida, la falta de agua, los cortes en el suministro eléctrico, la escasez de medicinas, los ataques de unos peligrosí­simos free-riders, una plaga de gusanos en la cosecha de maí­z (sin conexión aparente lo de los gusanos con el ataque nuclear ¿??)... Y al hilo de cada nuevo reto, van saliendo a la luz los problemillas í­ntimos de los personajes, al más puro estilo culebrón. O sea: Jericho lo tiene todo. Hasta un protagonista que está bastante bueno, lo que, oye, siempre ayuda a fidelizar (tranquilOs: la protagonista también está bastante buena).

Hasta ahora ha habido dos episodios que me han parecido especialmente memorables. El de la lluvia ácida y el del puente.

A mí­ esto de la lluvia ácida es una cosa que en las pelí­culas de género postapocalí­ptico-nuclear siempre me ha dado mucha mieditis, que lo suelen pintar como algo malí­simo, pero a raí­z de esta didáctica serie he aprendido que al parecer, para escapar de sus efectos lo único que hace falta es esperar metido en casa a que amaine el temporal. Y eso poniéndose uno en plan maricomplejines, que al personaje granjero le pilló el chaparrón en descampado y a dí­a de hoy ni se ha quedado calvo, ni se le ha llenado la cara de ampollas, ni nada de nada, que sigue tan sano como una pera. Además, y por si alguien tení­a dudas al respecto, os informo de que la lluvia ácida dura sólo un par de dí­as escasos y luego se puede uno pasear tranquilamente y organizar con los vecinos una barbacoa en la puerta del ayuntamiento (insisto en este tema porque es que son muy dados a las barbacoas en ese pueblo). En conclusión: la lluvia ácida no se diferencia absolutamente en nada de la lluvia normal y corriente de toda la vida, y así­ queda patentemente demostrado en el episodio en el que todo el pueblo se une a lo Fuenteovejuna en un bonito gesto de solidaridad rural para luchar contra la plaga de gusanos que amenaza con acabar con la cosecha de maí­z del personaje granjero. Y es que hasta donde yo tení­a entendido, por lo que se ve erróneamente, si por algo se caracteriza la lluvia ácida es por contaminar la tierra y el agua, siendo extremadamente peligroso consumir productos de la huerta que hayan sido “regados” con ella. Pero en Jericho no. En Jericho se comen hasta a un gitano cagando y los tí­os se quedan tan panchos.

Y en cuanto al episodio del puente, el intrí­ngulis está en tratar de proteger al pueblo de unos malvados que pretenden expoliar a la pobre gente de Jericho. Para ello es importantí­simo destruir un puente, en orden a impedir que los malvados lo utilicen para llegar al pueblo, porque resulta que la única forma de acceder a Jericho es atravesar dicho puente. Peeeero, destruir el puente, por lo que se ve, traerí­a la inoportuna consecuencia de que Jericho quedarí­a TOTALMENTE incomunicado con el exterior, y una hipotética ayuda futura no podrí­a llegar al pueblo. Y así­ se pasan todo el capí­tulo, intentando resolver este complejí­simo dilema, es decir, si salen de Guatemala (librarse de los malvados volando el puente) o se meten en Guatepeor (luchar contra los malvados y conservar la única ví­a de comunicación que cual cordón umbilical les une con el exterior). Lo pasmoso es que hasta donde alcanzan mis escasos conocimientos geográficos, Kansas está en el puñetero medio de los EE.UU., bastante a tomar por el colon del mar, y tampoco parece que Jericho sea una isla situada en un rí­o o lago, sino una cosa así­ tipo Peñafiel, es decir, una pequeña porción de tierra rodeada… de más tierra por todas partes.

Pero no nos desviemos. En realidad, Jericho no es una serie sobre un drama nuclear. De hecho, pasado el primer momento de “ay Señor, vaya desgracia nos ha caí­do”, ahí­ no hay drama alguno. Jericho es un western, en el que la excusa para retroceder al tiempo de los bandoleros, asaltadores de caminos y ladrones de caballos, es el lí­o éste de las bombas, que pasa a un muy segundo plano en el momento en el que queda claro que en Jericho están aislados (excepto por supuesto por la existencia del famoso ¿puente? que finalmente consiguen no dinamitar), sin tele, ni internet, ni electricidad, ni agua corriente, ni otras autoridades públicas conocidas aparte del sheriff y el alcalde. Una vez centrada la situación, la trama se desplaza hacia los avatares que sufren los personajes en su vivir cada dí­a, todos ellos arquetipos clásicos de las pelis del Oeste.

Veamos el retrato de los personajes clave:

1. Jake Green, “el hijo pródigo”. En casi todo western que se precie existe esta figura: el tí­o del pueblo que tras una larga ausencia (generalmente en México), regresa a su tierra natal y se reencuentra con su pasado (familia, ex novia que ha tenido que olvidar a tantos hombres como mujeres recuerda él, antiguos enemigos, amigos del alma…). En este caso el hijo pródigo resulta ser además “el hijo del alcalde”. Jake es un tipo de pasado oscuro que se fue a por tabaco hace cinco años (en oscuras circunstancias) y justo-justo se le ocurre volver (por oscuros motivos) para saludar a la familia y esas cosas, el mismito dí­a del macro-ataque nuclear, que ya hay que tener tino (o bien oscuras y privilegiadas informaciones sobre lo de las bombas). Aparentemente, su intención era decir "hola, que estoy bien" y pirarse. Pero claro, tras la debacle se queda un tanto limitado de destinos y decide prolongar un poco más la estancia en su hometown. ¿Qué ha hecho durante esos cinco años? Nadie lo sabe. Se lo preguntan mucho, eso sí­ (al menos un par de veces por capí­tulo), pero él, en vez de contestar, opta siempre por poner un carigesto a lo Sean Penn, y salir por peteneras.

Sea lo que sea que haya hecho durante esos cinco años, es indudable que no se ha dedicado a perder el tiempo escribiendo chorradas en un foro de internet a razón de diez horas al dí­a. El chaval se fue siendo el paleto más popular (pero del clan de los malotes) del insti, y ha vuelto hecho un hombre y haciendo gala de extensos conocimientos médicos, armamentí­sticos, de estrategia militar, ingenieriles, mineros, de mecánica de fluidos, boxeo, psicologí­a, polí­tica anti-terrorista… vamos, que lo mismo te vale para operar una apendicitis, que para reducir a una banda de pérfidos mercenarios o convertir en refugio una mina de carbón abandonada. Yo estoy por apostar que esos cinco años los pasó en el M.I.T, cursando una licenciatura especí­fica en G.L.C.P. (Gestión Local de Conflictos Postnucleares), porque si no, no se explica, que ni una navaja suiza trae tantas prestaciones.

2. Emily Sullivan, “la maestra del pueblo”. Además de ser la maestra del pueblo, Emily es la ex novia de Jake y la hija del súper villano de Jericho. Cuando Jake dejó el pueblo por oscuros motivos (pero relacionados con Emily y su problemático padre), ella se quedó ahí­ plantada, y en lugar de largarse a Nueva York a hacerse top model (que es lo que cualquiera con su fí­sico hubiera hecho), decidió que toda su vida estaba en Jericho, y que casi mejor se hací­a maestra, que más vale malo conocido. Eso de que toda su vida estaba en Jericho no se comprende demasiado bien, porque Jake se largó, Emily no se habla con su padre dado que es malí­simo, tení­a un hermano pero que se sepa está muerto, y en definitiva, está más sola que la una. Así­ se lo hace ver su prometido, un importante ejecutivo al que no sabemos dónde ha podido conocer Emily dada su renuencia a salir de Jericho (que no sabemos que sea el tí­pico destino de turismo rural para yupies estresados), quien la intenta convencer de que se vayan a vivir a Chicago tras la boda, porque el caso es que él en Jericho tiene el mercado laboral un tanto limitado (no parece tampoco que Jericho sea precisamente el centro neurálgico de la vida económica de Kansas). Ella se pone hecha un obelisco y le espeta que desde el principio de la relación le ha dejado claro que del pueblo no la mueven ni con tractor, y que éstas son habas contadas.

El caso es que lo de Emily parece la historia clásica de las rancheras de Juan Gabriel: aunque ha seguido su vida sin Jake, aún está en el lugar de siempre, en la misma ciudad y con la misma gente, y todo para ahorrarle a Jake el sí­ndrome del exiliado en el caso de que un dí­a le dé por volver, o sea, para que a Jake estar en el pueblo tras tanto tiempo fuera no se le haga raro. Y efectivamente, Jake reaparece, sigue enamorado de ella, y en el preciso momento en el que por fin van a darse un magreí­llo, el prometido, a quien todo el mundo daba por muerto, vuelve también a Jericho (que es que se habí­a ido de allí­ en viaje de negocios el dí­a antes de las bombas). No sabemos qué pasará, pero yo al prometido le auguro un breve paso por la serie, porque vale que lo de Jake largándose así­ y dejándola tirada estuvo muy feo, pero es que está muy bueno, y además, ¿Quién va a ponerse en plan rencorosillo por un quí­tame allá esos cinco años sin dar señales de vida cuando todo el universo conocido “is falling apart”??

3. Stanley Richmond, “el personaje granjero”. Stanley era el amigo í­ntimo de Jake desde la infancia. Y ahora que Jake ha vuelto… sigue siendo su amigo í­ntimo porque Stanley es así­, un tipo que tiene cuatro ideas, pero muy claras, y si los hechos las contradicen, de lo que duda es de los hechos. En este caso los hechos indicaban claramente que Jake es un poco hijoputilla, porque largarse así­ sin más y estar cinco años “missing”, no demuestra precisamente la gran calidad humana de Jake, que a poco no mata a su madre del disgusto pensando que le habí­a pasado algo malo. Pero Stanley, erre que erre, lo ha defendido siempre a muerte convencido de que alguna explicación tení­a que haber para semejante comportamiento. Stanley es el tí­pico hombre sencillo de la tierra al que le basta muy poco para ser feliz: una buena cosecha, la certeza de que su familia está protegida, y fumar una pipa de picadura al atardecer en el porche de su modesta granja es todo lo que necesita. Tan es así­ la cosa, que mantiene su esquema vital incluso después de la hecatombe nuclear, que sigue el tí­o empeñado en sacar adelante los cultivos, siendo bastante incierto que pueda venderle a alguien el producto de los mismos, incluso siendo bastante incierto que tales productos sean consumibles, por el tema que ya hemos comentado de la lluvia ácida, que parece traérsela a todos (no sólo a este hombre) bastante al pairo.

4. Rob Hawkins, “el extranjero misterioso”. Estamos ante otro clásico del género: el del tipo que, llena el ama de esperanza, agarra a la mujer y a los hijos, los mete en un carro y, sacándolos de su lugar de origen, se los lleva a “El Oeste”, arcadia mí­tica y maravillosa en la que lograrán por fin establecerse y vivir en paz y armoní­a. Éste es el caso de Rob Hawkins, quien procedente de Washington D.C., se instaló con su familia en Jericho inmediatamente antes del desastre. Como es de fuera (y para más INRI negro), los rednecks del pueblo desconfí­an mazo de él… y no están desprovistos de cierta razón, como se verá, porque lo del negro es todo muy raro. En este caso está claro que el negro sí­ sabí­a que tal desastre iba a producirse y es más, que Jericho era un lugar seguro en el que resguardar a su prole. Lo curioso es que llevaba la friolera de cuatro años divorciado, y al parecer sin tener contacto alguno con su esposa e hijos, a pesar de lo cual, el tí­o se presenta sorpresivamente, y con un par le dice a la mujer “churri, ves empacando y coge a los niños que nos vamos ahora mismo a vivir a un pueblo de mierda en el medio de la nada”. Y la mujer, que no le traga, en lugar de contestarle, como serí­a lo lógico, con un “vete, olvida ni nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta”, inexplicablemente acepta sin pestañear, ¡Y SIN PEDIR EXPLICACIONES!, metiéndose en semejante patí­n y abandonándolo todo, incluido su novio ¡Y EL GIMNASIO!!!

El negro está dotado del kit estándar para espí­as: habitación ultrasecreta en el sótano de la vivienda + portátil a prueba de pulsos electromagnéticos + surtido de antenas parabólicas + pack de identificaciones falsas + fajo tocho de cash. El caso es que con este equipillo parece que mal que bien, “en vez en cuando” consigue enchufarse a internet (o sea, no a internet exactamente, ya que no se le ve nunca viendo porno, sino a una especie de intranet de lo que parece ser una organización gubernamental de defensa ¿o terrorista? misteriosí­sima) ¿Y qué es lo primero que hace cuando por fin logra conexión? ¿Mirar a ver si hay alguien más ahí­ fuera? ¿Buscar ayuda? ¿Pedir lí­nea directa con el presidente en funciones? No. Lo primero que hace es cotillearle cual portera al hijo pródigo su “perfil del messenger”, dado que le ha salido de ojo (que para eso es espí­a ¿o terrorista?) que lo de Jake no es normal. Así­ que el negro es el único que sabe a ciencia cierta de dónde proceden los ingentes y multidisciplinares conocimientos de ese fenómeno. Entre ambos se genera la tí­pica complicidad (o sinergia, que es más moderno) del “yo sé que tu sabes que yo sé que los dos somos mucho más de lo que aparentamos, pero no vamos a comentarlo en plan normal tomando unas cañas tranquilamente en el bar, porque nosotros somos así­: impenetrables”. Y ahí­ andan, más liados que el fontanero del Titanic, sacándole las castañas del fuego a todo quisqui, y haciendo ver lo duros y competentes que son por el consabido método de mantener permanentemente el ceño fruncido.

5. Mary Bailey, la “dueña del Saloon”. No hay que explicar que en todo western existe un personaje femenino, independiente y de dudosa reputación moral, que regenta el lugar de esparcimiento (medio casino, medio lupanar, medio bar de copas). Generalmente se trata de mujeres fuertes y de costumbres libres (eufemismo de “un poco guarrillas”), capaces de defenderse solas, o bien, con la pasta suficiente para pagar a un matón que las defienda si llegado el caso las cosas se tuercen demasiado. Aquí­ la licenciosidad de la tabernera deriva del hecho de que mantiene una aventura de tipo adúltero con Eric, el hijo mayor del alcalde y hermano de Jake. Lástima que hayan optado por la versión moñas del personaje, ya que Mary no es ni fuerte, ni independiente, sino tan sólo una chica un poco boba, apesadumbrada por el cargo de conciencia que le genera el hecho de ser una rompematrimonios, que todos los dí­as se levanta pensando que hoy sí­, por fin, Eric dejará a su mujer.

6. Mimi Clark, “la finolis del Este”. Tí­pica chica de familia más o menos pudiente y refinada educación, que por diversas circunstancias acaba atrapada en un pueblo del midwest lleno de rudos hombres de campo. Debe intentar comprender las costumbres locales, adaptarse al medio, y luchar contra los elementos desde la atalaya de su inconveniente y poco práctico vestuario “urban fashion”, todo ello ante el descojono generalizado de los lugareños, que se parten el eje viéndola intentar andar entre los surcos de maí­z con sus mules de Gucci.

En concreto, Mimi es una inspectora hacienda a la que el bombardeo le pilla en Jericho, embargando la finca del personaje granjero, quien por lo visto tiene un concepto de la hacienda pública semejante al de Lola Flores. Como es lógico, tras el ataque nuclear sus obligaciones recaudatorias dejan de tener demasiado sentido, así­ que en plan Terminator escanea el panorama para elegir la opción más idónea de cara a su supervivencia en tan hostil entorno, que no es otra que la de encamarse con el personaje granjero, que oye, es un poco paleto, sí­, pero al menos no está mal y siempre te puede ordeñar una vaca o sacarte unos nabos de la huerta para garantizar que vas a tener algo más que latillas caducadas para llevarte a la boca. Mimi será de ciudad, sí­, pero desde luego de tonta no tiene un pelo.

7. Gracie Leigh, “la dueña del colmado”. Como no podí­a ser menos, en Jericho hay un almacén de ultramarinos donde los indí­genas pueden abastecerse de todo tipo de productos útiles, ya sea fertilizantes para el campo, ya sacos de semillas, ya retales para la confección de vestidos para el baile (bueno..., barbacoa en este caso). Hasta el estallido del conflicto Gracie era una tendera normal. Sin embargo, el estado de necesidad en el que el ataque nuclear sume a Jericho, la convierte en una usurera malosa y desagradable que se aprovecha de su posición privilegiada para ponerle a las coca-colas un precio súper abusivo. Hasta el punto de que una pobre chica del pueblo tiene que empeñar un precioso joyero de madera de su abuela (de indudable valor sentimental, como comprenderá cualquiera que tenga abuela) para comprarse unas gaseosas (esto no es coña, pasa tal cual).

8. April Green, “la doctora Queen”. Con este personaje se les ha ido un poco la mano. Todo el mundo sabe que en las pelis del oeste el médico es un individuo alcoholizado, al que en cualquier momento se le puede arrancar de la barra del saloon (los médicos del oeste no tienen casa, están siempre en el bar, esperando alguna urgencia) para atender un complicado parto u operar alguna herida de bala (o flecha), con la única condición de que alguien le ponga cerca una botella de bourbon y le prepare litros de café cargadí­simo. Aquí­ no. April es la esposa de Eric, el hijo mayor del alcalde y hermano de Jake que está liado con la tabernera. April es una buena esposa, una buena nuera, una buena cuñada, una buena vecina, y todo lo bueno que puede ser alguien bueno en cualquier campo de la vida. En definitiva, que no ha hecho nada para merecer esa cornamenta que intenta llevar con dignidad, excepto quizá ser un poco cargante con tanta insulsez. El caso es que el mayor mérito con el que carga April en la serie es el de haberse quedado embarazada del marido justo en el peor momento: en medio de un conflicto nuclear, y precisamente cuando el marido iba a decidirse por fin a dejarla por la camarera licenciosa. El personaje en sí­ es estúpido. Que una quinceañera descerebrada eche un polvo en el prom y se quede embarazada del quarterback… nos lo hubiéramos creí­do. ¿Pero una universitaria del sector sanitario teniendo ese descuido en plena crisis de Cuba y lo que es peor, en pleno proceso de separación? Amosanda. A pesar de todo, yo sigo con la esperanza que el personaje remonte y se acabe pareciendo en algo al Doc Boone de La diligencia. Siempre es posible que algún guionista en paro de A dos metros bajo tierra aterrice en Jericho, en cuyo caso April se darí­a a la bebida debido al abandono de Eric, y tendrí­a un hijo con sí­ndrome de alcohol fetal… o peor.

9. Johnston Green, “el alcalde”. Johnston está a punto de retirarse después de dedicar 20 años de su vida al gobierno de Jericho, con la conciencia tranquila del que sabe que tiene el deber cumplido, cuando (y por este orden): vuelve la oveja negra de la familia, estalla una guerra nuclear y se entera de que Eric, la oveja blanca, está a punto de abandonar a su embarazada esposa por una pelandusca. Simultáneamente, otro fulánez del pueblo que siempre ha sido su rival polí­tico (con más moral que el alcoyano, porque enfrentarse a Johnston en Jericho viene a ser como enfrentarse a Chaves en las autonómicas andaluzas), decide que hay que convocar elecciones, y él, que debido a la papeleta familiar que tiene anda un poco descentrado, va y pierde. También con respecto a Johnston esperamos que se dé en breve a la bebida.

10. Jonah Prowse, “el súper villano”. Jonah es el malo del pueblo. ¿Por qué? No nos lo dicen. Es malo, todo el mundo lo sabe (incluida su hija Emily que hasta se apellida distinto) y punto en boca. Es tan malo tan malo que siempre que en Jericho tienen algún problema se ven obligados a recurrir a él. ¿Qué vienen unos forajidos a robarnos la comida? Pues vamos a ver qué se le ocurre a Jonah. ¿Que nos vamos a quedar sin suministro eléctrico? Pues… mira que no nos gusta hablar con Jonah, que ya sabéis como es, pero vamos a pedirle el generador. En realidad se dirí­a que si Jonah es malo en el sentir popular es porque en el pueblo son unos desagradecidos de estos que les haces un favor y te lo echan en cara toda la vida, porque el hombre, aparte de vivir a las afueras e ir un poco a su bola, de momento no parece que se dedique al mundo de la fechorí­a. Muy al contrario, su única “ambición” vital es algo tan humano como conseguir el perdón de su hija Emily, quien al parecer opina que la muerte de su hermano fue culpa de Jonah. Hasta tal punto que cuando le van a dar la monserga con el tema de los forajidos, él dice que bueno, vale, que les zurra la badana siempre y cuando le dejen hablar con Emily. El tí­o podrí­a haber pedido, qué sé yo, siete doncellas en edad de procrear, avituallamiento para él y su banda de por vida, una cohorte de limpiadoras que le dejaran el campamento como la patena todos los dí­as… pero no. Él sólo quiere hablar un rato con Emily. ¿Se puede ser más pérfido?

NubeBlanca

No sé de qué hablas, Laura, pero te reconozco el mérito.

Vení­a aquí­ a decir que he visto tres episodios de Héroes y que vaya puto truño. Os agarráis a cualquier cosa.

laura_m

Cita de: zruspa en Marzo 19, 2007, 07:51:26 PM
No sé de qué hablas, Laura, pero te reconozco el mérito.

Vení­a aquí­ a decir que he visto tres episodios de Héroes y que vaya puto truño. Os agarráis a cualquier cosa.

Pues Héroes va a peor. O bueno, a mejor, según se mire. Yo ahora me rí­o más que al principio.

Ya que ha salido lo de héroes, hay un punto del argumento que se me ha escapado. Se supone que Hiro puede viajar en el tiempo, pero por alguna circunstancia ha perdido ese poder, poder que logrará recuperar si encuentra una espada samurai. ¿Todo esto lo han explicado? Es decir, el porqué Hiro pierde su poder, y por qué cree que lo recuperará con la espada samurai. Es que no entiendo una mierda.

Oddball

Cita de: zruspa en Marzo 19, 2007, 07:51:26 PM
No sé de qué hablas, Laura, pero te reconozco el mérito.

Vení­a aquí­ a decir que he visto tres episodios de Héroes y que vaya puto truño. Os agarráis a cualquier cosa.

Yo, como vení­a escarmentado de anteriores danutomendaciones (léase Prison Break), pues en esta no he picao...

Rufo

Cita de: Amanda Woodward en Marzo 19, 2007, 07:57:20 PM
Cita de: zruspa en Marzo 19, 2007, 07:51:26 PM
No sé de qué hablas, Laura, pero te reconozco el mérito.

Vení­a aquí­ a decir que he visto tres episodios de Héroes y que vaya puto truño. Os agarráis a cualquier cosa.

Pues Héroes va a peor. O bueno, a mejor, según se mire. Yo ahora me rí­o más que al principio.

Ya que ha salido lo de héroes, hay un punto del argumento que se me ha escapado. Se supone que Hiro puede viajar en el tiempo, pero por alguna circunstancia ha perdido ese poder, poder que logrará recuperar si encuentra una espada samurai. ¿Todo esto lo han explicado? Es decir, el porqué Hiro pierde su poder, y por qué cree que lo recuperará con la espada samurai. Es que no entiendo una mierda.

Va a ser porque lo leyó en el cómic... pero a mí­ no me preguntes nada más.

Heroes va de mal en peor. Y no sólo eso, según he leí­do por ahí­ están pensando si va a durar 4 o 5 temporadas. En vez de una serie va a parecer un cursillo sobre cómo estirar un guión.

"Ser tonto, egoísta y tener buena salud, son las tres condiciones requeridas para ser feliz; más si la primera nos falta, todo está perdido"

Dan

Cita de: Oddball en Marzo 19, 2007, 08:01:07 PM
Yo, como vení­a escarmentado de anteriores danutomendaciones (léase Prison Break), pues en esta no he picao...

Disculpe, pero la de Prison Break la recomendé antes de verla, haciendo de Boca de Rubenouron, que es un amigo.
Y Heroes es una ghostmendación, que yo caí­ por él. Pero coño, es que en la tele no ponen nada. Algo es algo, aunque sean una versión más calzonera del Protegido. Es que un servidor no tiene vuestras cotas en lecturas profundas, y así­ me luce el pelo...

Lo de Hiro... creo que era porque lo vio en un cuadro del drogata futurible, además de contarle el puto bocajincha que la tení­a en el metro, en ese viaje perversor de la realidad dimensional (veréis qué risa el dí­a que descubra que hay un montón y que en el fondo se la sopla). Se supo que era de un megahéroe japonés de la era Mecachi, que decí­a que su Chi (mecá) se catalizaba a través de su espada, y hala, deducción automática: hasta que no tenga esa espada, como si no. Y el pobre se sugestiona malamente hasta que la consigue, claro. Como es natural. Y ahí­ están, creo.

banabil

Lo de estirar las series es algo muy habitual. Desgraciadamente...

Prison Break tuvo una primera temporada muy buena, la segunda ya no me convence tanto.

Probad Veronica Mars. Las 2 primeras temporadas son inigualables.

Dan

Cita de: banabil en Marzo 19, 2007, 10:32:26 PM
Prison Break tuvo una primera temporada muy buena, la segunda ya no me convence tanto.

Es cierto. Tengo cuatro capí­tulos ahí­, muertos de asco. Y sin prisa por verlos.