Hilo (intelectual y pedante) sobre pornografí­a

Iniciado por Tejemaneje, Septiembre 21, 2006, 02:04:46 PM

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Tejemaneje

En un hilo del areópago, ílvaro hací­a una distinción entre tres tipos generales de pornografí­a: la americana, la alemana y la japonesa. La americana se distingue por ser una fantasí­a de silicona y bí­ceps, la alemana por su realismo sucio en el que es fácil ver a enanos con mujeres de 135 kilos. La escuela japonesa se caracteriza, en general, por el grado de fetichismo y rareza que alcanzan. También ílvaro se preguntaba por cómo influí­a el modo de vida o la historia de cada paí­s en los rasgos de la pornografí­a autóctona.

Al margen de que ahora internet permite casi personalizar la oferta de pornografí­a, que tiene todas las posibilidades, sí­ que falta otra escuela: la escuela ingenua de los 70. En mi camino hacia el Pulitzer, empecé siendo el responsable de continuidad de una tele, o sea, el que mete las cintas (entonces eran cintas VHS) de teletienda, culebrones y porno del fin de semana. Ahí­ me curtí­ como persona y como neonazi (le tomo prestada esta frase a Ghostdog porque me encantó), sobre todo por la teletienda.

El caso es que esa tele debí­a de conseguir los lotes de pelí­culas porno más baratos por su antigí¼edad, ya que muchas tení­a estética de los 70 o primeros 80. Tanto las europeas como las americanas eran semejantes en esos primeros momentos de la generalización del cine porno y antes de la época marcada por el sida. Se caracterizaban por la delgadez de los cuerpos (nada que ver, por supuesto, con la anorexia) y sobre todo porque los actores representaban las escenas con cierta ingenuidad y alegrí­a, como el alborozado australophitecus que llega al rí­o y ve en sus aguas a una insinuante caverní­cola que le dice yujuuuu. Todo se hací­a con naturalidad y cierta picaresca. Actores y actrices representaban a personajes aparentemente cándidos pero golfillos en el fondo. Recuerdan a adolescentes que se acuestan en casa de uno de ellos y los padres casi los pillan en la habitación, al abrir la puerta llegan a hacer de milagro como que estudian y cuando los padres se van se rí­en… me refiero a ese tipo de ingenuidad, para que se entienda. Ingenuidad porque, en el fondo, no existe la represión del pecado, como mucho el escándalo artificial de los padres.

Creo que este porno ingenuo (y que además muchas veces se desarrollaba en la naturaleza, haciendo hincapié en lo que comento) fue el que dio paso a la fantasí­a de silicona, por influencia del sida. La realidad “golfilla” se infectó con el virus, por lo que la pornografí­a se convirtió en un ideal fí­sico donde los personajes pecan. Y ahí­ está lo más importante del porno estadounidenese, no en los cuerpos perfectos, sino en que hay pecado, no hay inocencia. La chica de pechos de plástico y el tipo con los abdominales marcados hacen algo “malo”. La candidez, la naturaleza, quedaron arrasados por la enfermedad.

Y para apuntar algo sobre la pornografí­a japonesa. Entre sus muchos rasgos me llama la atención uno. Escogen una parte de la relación sexual y la transforman en práctica única. Por ejemplo, si un amante fogoso puede lamer en algún momento la cara de su pareja o introducir la lengua un par de veces en su nariz, van los nipones y convierten el lamer caras en práctica única, y el lamer narices en otra. Si cogen una fantasí­a tonta como la chica chupando un polo o un helado, se inventan la práctica de lamer barritas de hielo. Si existe la fantasí­a de meter mano en situaciones comprometidas donde hay público, los japoneses van y se montan ví­deos donde ponen a la chica hablando en un estrado ante los espectadores y a un nipón desnudándola. Es decir, “fotrografí­an” la relación sexual y hacen que cada “foto” se convierta en algo con entidad. Para ello suelen recurrir a la ralentización.

Bambi

#1
Yo no soy entendido en estas lides porque no me interesa la pornografí­a profesional demasiado, como ya he dicho cuarenta veces. Pero ayer vi, casualmente, Garganta Profunda, que la echaron después del documental tan guapo que hay sobre todo lo que rodeó la pelí­cula: a saber, los EEUU de la democracia y la lucha contra la dictadura comunista, intentando meterle una pena de cinco años de cárcel al actor de la pelí­cula por "degenerado"
e "inmoral", amen de tratar las autoridades de prohibirla por "incitar al orgasmo clitoridiano"
una especie de anatema, pues la sociedad parece, según decí­a, que se asentaba sobre el "vaginal", por lo que difundir estas prácticas, "aumentaba la ignorancia de las mujeres". Dicho esto sobre la derecha liberal y democrática y consciente de que en la URSS la cosa era peor, lo que me fijé en el rato que vi la pelí­cula, que no la habí­a visto, es qué poco ha cambiado la pornografí­a preinternet en 30 añitos de nada. Qué poca imaginación general. De no hacer porno, harí­an productos alimenticios para DIA Autoservicio descuento. Por otra parte, también me extraña que no haya habido muchas pelí­culas como Calí­gula o Los Idiotas donde se introducen escenas pornográficas en una narración con miras a contarte algo. Aunque sí­ hay que agradecer a series como Los Soprano o A Dos Metors que la gente empiece a dejar de follar en camisón como en Sexo en NY, qué vergí¼enza. Y qué sociedad más ridí­cula e inmadura, así­ a grandes rasgos. Ah,y qué listo soy yo, que se me olvidaba.

yonodio

Cita de: Tejemaneje en Septiembre 21, 2006, 02:04:46 PMPara ello suelen recurrir a la ralentización.


La ralentizacion tambien ha sido muy usada por algunos directores americanos de los 90, acompañada por bandas sonoras instrumentales que "casi"
tapaban cualquier otro tipo de audio (Andrew Blake y compañia). Lo que me hacia gracia es que daba la sensacion de que era un recurso que les permitia hacer una pelicula en menos tiempo: yo filmo una hora de metraje pero lo "extiendo"
a 2 porque soy muy "artistico".

Bambi

Andrew Blake es una estafa, para mi, cualquier pedazo despampanante de tí­a de esas la pones a cuatro patas y la grabas con el puto móvil e infartas a todos los espectadores. Ahora bien, es menos artí­stico y pierdes la posibilidad de decir que ej que te lo haj comprado por la fotografí­a.

Tejemaneje

Cita de: yonodio en Septiembre 21, 2006, 02:38:23 PM
Cita de: Tejemaneje en Septiembre 21, 2006, 02:04:46 PMPara ello suelen recurrir a la ralentización.


La ralentizacion tambien ha sido muy usada por algunos directores americanos de los 90, acompañada por bandas sonoras instrumentales que "casi"
tapaban cualquier otro tipo de audio (Andrew Blake y compañia). Lo que me hacia gracia es que daba la sensacion de que era un recurso que les permitia hacer una pelicula en menos tiempo: yo filmo una hora de metraje pero lo "extiendo"
a 2 porque soy muy "artistico".

Me referí­a más a la calma en las situaciones y escenas que a la utilización de efectos, que supongo habrán entrado también en este tipo de pelí­culas.

yonodio

Cita de: alvaro en Septiembre 21, 2006, 02:41:33 PM
Andrew Blake es una estafa, para mi, cualquier pedazo despampanante de tí­a de esas la pones a cuatro patas y la grabas con el puto móvil e infartas a todos los espectadores. Ahora bien, es menos artí­stico y pierdes la posibilidad de decir que ej que te lo haj comprado por la fotografí­a.

Mas razon que un santo. Zizeño

Bambi


Oddball

Otro rasgo curioso que caracteriza, en este caso al porno alemán, es la perenne y rutilante sonrisa con la que la vikinga de turno recibe, ora el brazo hasta el codo de una nativa de Oranienburgo, ora una patada en el costillar, ora un decalitro de orí­n teutón. Der Sexgang Profidén íœber Alles, que dirí­a Bert Milton.

Bette

La única pelí­cula porno que servidora ha visto entera y sin soltar una sola carcajada fue aquel esperpento intitulado Baise-moi (Fóllame, nada menos, queridas amigas). Y que si antes de ello ya habí­a renunciado a disfrutar de esta particular forma de expresión, ya fuera porque 
me partí­a de la risa intentando descifrar el ‘argumento’, ya fuera porque me daba un asco que me morí­a (¿por qué tantos actores porno de antaño, por ejemplo, 
gastaban ese pedazo de bigote? ¿se sabe algo sobre esto?) de asco;
después de ello, digo, me fue del todo imposible siquiera imaginar qué tipo de provecho puede sacarle una, de natural curiosa, abierta, e inquieta, a este tipo de cine con perdón.

Así­, que seguiré el hilo intelectual y pedante que me han echado los reyes magos como si me fuera la vida en ello, que sólo aquí­, en el areópago, 
puede alguien como yo (levanten la barbilla) 
encontrarse a tipos sin taras demasiado aparentes hablando de las pajillas que se hacen viendo chupar hielos y guarrerí­as de ese tipo.

Qué gran hilo éste, en fin.
A ver si me acuerdo de abrirlo mañana.

...

Oddball

Cita de: Bette en Septiembre 21, 2006, 07:01:33 PM
ya fuera porque me daba un asco que me morí­a (¿por qué tantos actores porno de antaño, por ejemplo, 
gastaban ese pedazo de bigote? ¿se sabe algo sobre esto?) de asco;


Ron Jeremy 
07:03:16 
Redactando una fatwa

Bette



Te me das un aire a éste ahora mismo, Odie.
No te digo más.

Bambi

Bette ¿"Fóllame"
no es una cochambre gabacha de dos putarracas tipo Thelma &
Louise pero en versión follatriz y psicópata?

Es una de las mayores putas mierdas que jamás se hayan excretado en los cines del mundo. Tanto que una de las actrices principales se suicidó hace un año.

El libro salió como nº1 de una colección de libros para adolescentes kronenizados que se vendí­a en los quioscos. Es una mierda aún mayor que la peli, aunque la colección tení­a su aquél.

Lo bonito del porno ese de señores con bigote es todo lo que rodea al acto. La ropa, la casa, los muebles, los peinados. Habí­a tiempo ha una página en internet que analizaba la decoración de los interiores de las pelí­culas porno. A saber dónde está ahora.

Bette

#12
Cita de: alvaro en Septiembre 21, 2006, 07:16:24 PM
Bette ¿"Fóllame"
no es una cochambre gabacha de dos putarracas tipo Thelma &
Louise pero en versión follatriz y psicópata?

Es una de las mayores putas mierdas que jamás se hayan excretado en los cines del mundo. Tanto que una de las actrices principales se suicidó hace un año.

Pues qué alegrí­a me das, oyes.

Cita de: alvaro en Septiembre 21, 2006, 07:16:24 PM
El libro salió como nº1 de una colección de libros para adolescentes kronenizados que se vendí­a en los quioscos. Es una mierda aún mayor que la peli, aunque la colección tení­a su aquél.

Lo bonito
del porno ese de señores con bigote es todo lo que rodea al acto. La ropa, la casa, los muebles, los peinados. Habí­a tiempo ha una página en internet que analizaba la decoración de los interiores de las pelí­culas porno. A saber dónde está ahora.

Lo bonito, dice.
Tú eres un cachondo.

Tejemaneje

Un tipo muy reputado de cuyo nombre no me acuerdo hizo un estudio donde establecí­a un paralelismo entre el desarrollo de un paí­s y su pornografí­a. Decí­a que su grado de civilización está muy ligado al carácter del cine de adultos (entre otros factores, claro). Lo leí­ en algún sitio y no he sido capaz de recuperarlo en el google ni poniendo "tipo reputado+civilización+porno+pedante".

elmiozib

Alfredo, ni te imaginas en que medida llegas a ser relamido e insoportable.