Final (cuento suicida)

Iniciado por Bic, Noviembre 17, 2006, 08:02:54 AM

Tema anterior - Siguiente tema

Bic

Vengo del hilo areopagita sobre suicidio y catolicismo. Este cuentecillo que escribí­ hace tiempo es uno de mis favoritos... Entre otras cosas porque un amigo rodó un cortometraje a partir de él:

http://dgonsi.wanadooadsl.net/index1024.html

--------------------------------------

FINAL

Escribir una nota de suicidio es mucho más difí­cil de lo que parece. Lo sé porque he escrito muchas... Calculo que entre cien y ciento veinte.

Lo más importante es ser claro y conciso, no alargar innecesariamente el dolor de los familiares. He visto padres desolados leyendo una y otra vez una confusa carta de suicidio, intentando encontrar entre lí­neas una explicación, un mensaje oculto, un motivo creí­ble... Hallando sólo una maraña de despropósitos escritos con incapacidad, prisa o desgana. Mi hermano menor dejó una larguí­sima nota de este tipo antes de ahorcarse, la primera carta de suicidio que leí­ en mi vida. Estaba llena de recriminaciones, amenazas desde ultratumba, súplicas desesperadas... Todo con frases muy largas, confusas, mal construidas, de manera que cada pocas lí­neas se hací­a necesario releer lo escrito, una y otra vez. Mi madre tardó tres interminables horas en leerla y entenderla, y durante todo ese tiempo no dejó de sollozar ni un solo momento. Partí­a el corazón verla. Odié a mi hermano por su muerte, por su egoí­smo, por su estupidez. Claro que ya le odiaba antes.

Dí­as después del entierro de mi hermano, escribí­ su nota de suicidio tal como deberí­a haber sido. En el fondo explicaba lo mismo: un trivial desengaño amoroso, su adicción al alcohol que le habí­a destrozado la salud, un fracaso profesional detrás de otro. Pero lo hice de forma que pareciera escrita por un ser humano. Mientras la iba escribiendo pensaba en las tres horas de tortura de mi madre, innecesarias, pesadillescas, imperdonables, evitables.

Cambiando los nombres y alguna referencia, publiqué la nota escrita por mí­ en mi primer libro de relatos. El libro tuvo muy buena acogida, mejor de lo que me esperaba, y la nota de suicidio fue sorprendentemente el relato más apreciado por los lectores. Con el tiempo publiqué otros libros, novelas, ensayos, me fui convirtiendo en un escritor moderadamente conocido. Escribí­ un libro llamado Final, que sólo consistí­a en diez elaboradas notas de suicidio en que la misma muerte causada por el mismo motivo se explicaba de diez maneras diferentes. En el prólogo defendí­ la opinión de que las cartas de suicidio deben ser cuidadosamente meditadas y preparadas, poniendo como ejemplo el desagradable caso de mi hermano. Algunos me acusaron de morboso â€"y en realidad lo era, serí­a idiota negarlo-, otros quedaron encantados con el libro, que al fin y al cabo se vendió bastante bien. Y así­ mi fama fue creciendo poco a poco.

Al cabo de un tiempo empecé a recibir cartas de lectores, en mi casa y en la redacción de la revista para la que trabajo. Algunas sólo eran opiniones y comentarios, habí­a otras absurdas o insultantes, y unas pocas... Unas pocas eran de personas que me pedí­an que escribiera una nota de suicidio en su lugar. Estaban decididos a matarse -eso decí­an- pero no se veí­an capaces de escribir la nota final ellos mismos, querí­an despedirse con estilo y de la manera lo menos dolorosa posible para los que se quedaban atrás. Querí­an, en suma, poder explicar sus motivos sin ser mal interpretados. Contesté a todas esas cartas pidiendo que me enviaran más datos: su nombre, edad, historia, por qué querí­an morir, si realmente estaban decididos a matarse. Intenté disuadirlos a todos, casi ninguno me escuchó... Así­ que me decidí­ a hablar con ellos cara a cara. Durante largas horas me explicaban toda su vida, lo que pensaban y sentí­an. Yo no paraba de hacer preguntas. ¿A quién irí­a dirigida la nota de suicidio? ¿Padres? ¿Mujer? ¿Hijos? ¿Cuándo pensó en suicidarse por primera vez? ¿Ha pasado por depresiones antes? ¿Está tomando algún medicamento, algún antidepresivo? ¿Cómo es su relación con la familia? Y así­ durante horas y horas, preguntando y escuchando. A unos pocos los convencí­ de que reconsideraran su decisión y se dieran otra oportunidad... Pero los demás demostraron estar totalmente convencidos de lo que iban a hacer, y resultaba obvio que iban a matarse les ayudase yo a escribir la nota o no.
A éstos les escribí­ sus cartas de suicidio, lo mejor que supe.

Casi cada mes me escribí­a un nuevo suicida.

El problema es que las notas de muerte no deben parecer fruto de un impulso repentino; los suicidios impulsivos siempre tienen algo de ridí­culo, de evitable, de banal. Así­ que es necesario que cada nota esté trabajada, pulida, que sea fruto de un largo proceso, de muchas horas de trabajo. Cada vez les fui dedicando más y más tiempo... Cada nota, cada caso, me llevaba horas, dí­as, semanas. Meses. Años. Mientras las escribí­a intentaba pensar como el suicida, ponerme en su lugar, pensar lo que pensaba él, sentir lo que sentí­a él, todo para que la carta sonase auténtica y personal. Así­ que en mi interior cientos de mujeres me abandonaron, varios hijos mí­os murieron en accidentes, de sobredosis o enfermedad, me quedé viudo incontables veces, perdí­ todos los empleos imaginables, fracasé una y otra y otra vez, centenares de hombres y mujeres me odiaron, despreciaron y humillaron.

Poco a poco me convertí­ en el más desgraciado de los hombres.

Así­ que ahora escribo mi propia nota de suicidio, para que amigos y familiares entiendan que ya no puedo continuar más, que ahora soy sólo un muerto en vida. Me he ahorcado, ahogado, disparado, he tragado cientos de pastillas, caí­do por barrancos y balcones, decenas de bañeras se han llenado con mi sangre. Quizás una última muerte, definitiva, auténtica, mí­a de verdad, pueda evitar que siga escribiendo las malditas notas de suicidio que me piden todos esos bastardos... Porque no puedo simplemente negarme a ayudarles, me basta recordar a mi madre y sus tres horas de llanto para que se me haga imposible negarme a escribir una sola de esas cartas. Sólo hay una manera de no seguir escribiendo, de no seguir sufriendo. No se me ocurre otra.

Adiós a todos, pues.
Hay que joderse.   
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

California

Muy bueno, Bic.

Por cierto... es que yo... andaba estos dí­as meditando en el suicidio... pero es que la nota no me sale... ¿podrí­as ayudarme...?


DVD

Bic, no nos engañes, esa nota de suicidio te la encargo un escritor de notas de suicidio; por eso sigues aquí­.

Pombie

Después de leer tu cuento (muy bueno, por cierto) recordé una noticia que no hace mucho aparecí­a en prensa y que ahora rescato:

"Un hombre de mediana edad de la ciudad china de Ningbo (costa este del paí­s) ha intentado suicidarse en cien ocasiones en los últimos tres años, pero todas sus tentativas han resultado fallidas (o tiene muy mala suerte o aún no le ha llegado su hora, se ponga como se ponga). Según informó la prensa estatal esta semana, el hombre, apellidado Shi, padece una fuerte depresión desde que se divorció de su esposa en el año 2003 y ha intentado quitarse la vida de todos los modos posibles. La pasada semana, la Policí­a lo rescató cuando intentaba ahorcarse de un árbol, en la ciudad oriental de Nankí­n"


Serí­a un alivio para el escritor de notas de suicidios que el Sr. Shi no supiera de su existencia. Tu protagonista, o bien se suicida por aburrimiento, o bien, cortésmente, le ayuda a conseguir su objetivo.

(La realidad, como casi siempre, supera a la ficción)

a priori

Cita de: Malika en Noviembre 17, 2006, 02:03:47 PM
Después de leer tu cuento (muy bueno, por cierto) recordé una noticia que no hace mucho aparecí­a en prensa y que ahora rescato:

"Un hombre de mediana edad de la ciudad china de Ningbo (costa este del paí­s) ha intentado suicidarse en cien ocasiones en los últimos tres años, pero todas sus tentativas han resultado fallidas (o tiene muy mala suerte o aún no le ha llegado su hora, se ponga como se ponga). Según informó la prensa estatal esta semana, el hombre, apellidado Shi, padece una fuerte depresión desde que se divorció de su esposa en el año 2003 y ha intentado quitarse la vida de todos los modos posibles. La pasada semana, la Policí­a lo rescató cuando intentaba ahorcarse de un árbol, en la ciudad oriental de Nankí­n"


Serí­a un alivio para el escritor de notas de suicidios que el Sr. Shi no supiera de su existencia. Tu protagonista, o bien se suicida por aburrimiento, o bien, cortésmente, le ayuda a conseguir su objetivo.

(La realidad, como casi siempre, supera a la ficción)

La realidad es que Shi aparece en todos los Hilos. Impresionante.

Bic

Cita de: California en Noviembre 17, 2006, 01:18:39 PM
Por cierto... es que yo... andaba estos dí­as meditando en el suicidio... pero es que la nota no me sale... ¿podrí­as ayudarme...?

Jejeje... En realidad creo que tengo más capacidad de sí­ntesis que el prota de mi cuento: si escribiese notas de suicidio por encargo, en todas ellas pondrí­a solamente "HAY QUE JODERSE" en letras grandes. Con eso ya queda clara la explicación imprescindible: quedarí­a al libre albedrí­o del lector rellenar los espacios en blanco. Para casos especialmente difí­ciles, subrayarí­a el "hay que joderse" o lo resaltarí­a con un rotulador rojo.

Cita de: Grotesco en Noviembre 17, 2006, 01:24:30 PM
Bic, no nos engañes, esa nota de suicidio te la encargo un escritor de notas de suicidio; por eso sigues aquí­.

A veces no tengo del todo claro si sigo vivo o no.

(Me ha venido a la cabeza al caso del blogger italiano que anunció su suicidio en su blog, lo llevó a cabo meses después y siguió publicando desde más allá de la tumba durante algún tiempo, gracias a la función de publicación diferida de blogspot).

Cita de: Malika en Noviembre 17, 2006, 02:03:47 PM
"Un hombre de mediana edad de la ciudad china de Ningbo (costa este del paí­s) ha intentado suicidarse en cien ocasiones en los últimos tres años, pero todas sus tentativas han resultado fallidas (o tiene muy mala suerte o aún no le ha llegado su hora, se ponga como se ponga). Según informó la prensa estatal esta semana, el hombre, apellidado Shi, padece una fuerte depresión desde que se divorció de su esposa en el año 2003 y ha intentado quitarse la vida de todos los modos posibles. La pasada semana, la Policí­a lo rescató cuando intentaba ahorcarse de un árbol, en la ciudad oriental de Nankí­n"

Serí­a un alivio para el escritor de notas de suicidios que el Sr. Shi no supiera de su existencia. Tu protagonista, o bien se suicida por aburrimiento, o bien, cortésmente, le ayuda a conseguir su objetivo.

Qué buena esta noticia, este Shi serí­a un buen protagonista de cuento... Hay gente que intenta muchos amagos de suicidio pero se asegura (consciente o inconscientemente) de que no salgan "bien": tomando menos pastillas de las necesarias, tirándose desde un segundo en lugar de elegir un ático, y así­. Sin embargo, un tí­o que intente suicidarse cien veces totalmente en serio y las cien fracase es una especie héroe tocado por los dioses. O un tipo muy gafe. Probablemente las dos cosas.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Administrador

Muy bueno Bic. Hace dos años mi abuelo se intentó cortar el cuello con un cuchillo jamonero, como tiene una artrosis bestial no tuvo suficiente fuerza y cuando lo encontramos estaba rodeado en un charco de sangre bestial pero vivo.

Todos los que estabamos allí­, mi madre, mi abuela y mi hermana nos organizamos rapidamente para llamar a una ambulancia, cortarle la hemorragia, etc. Yo sólo me fijé en su maquina de escribir ... en su nota de suicidio. Me acerqué la cogí­ y me la guardé sin que nadie me viese.

Mi abuelo estuvo un par de dí­as en el hospital, al volver preguntó por la nota. Yo le dije que la cogí­ y la tiré. Soy su nieto favorito, asique sonrió, sabí­a que la habí­a guardado.
Desde aquel dí­a mi abuelo ha entrado en un irreversible proceso de demencia senil, ya casi no nos reconoce. Mi abuelo se murió el dí­a que se intentó suicidar y yo heredé algo que jamás hubiese sospechado y que para mi es de un valor inconmensurable: el momento exacto de su muerte en vida plasmado en papel.


Bic

Cita de: imPársifal en Noviembre 19, 2006, 10:37:20 AM
Mi abuelo se murió el dí­a que se intentó suicidar y yo heredé algo que jamás hubiese sospechado y que para mi es de un valor inconmensurable: el momento exacto de su muerte en vida plasmado en papel.

Joder, íngel...

Uno de mis hermanos, llamado "Juan Nicho" (de ahí­ me viene el apodo de "Lapidario"), escritor al que admiro muchí­simo, es una especie de suicidólogo. Ha investigado y escrito mucho sobre el tema, y de hecho ha sacado una revista llamada "Suicidio autónomo", en la que recoge desde cuentos alusivos a biografí­as de grandes suicidas. Le diré que se lea esta frase, porque es muy buena.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Administrador

Cita de: Bic Cristal en Noviembre 20, 2006, 03:30:37 PM
Cita de: imPársifal en Noviembre 19, 2006, 10:37:20 AM
Mi abuelo se murió el dí­a que se intentó suicidar y yo heredé algo que jamás hubiese sospechado y que para mi es de un valor inconmensurable: el momento exacto de su muerte en vida plasmado en papel.

Joder, íngel...

Uno de mis hermanos, llamado "Juan Nicho" (de ahí­ me viene el apodo de "Lapidario"), escritor al que admiro muchí­simo, es una especie de suicidólogo. Ha investigado y escrito mucho sobre el tema, y de hecho ha sacado una revista llamada "Suicidio autónomo", en la que recoge desde cuentos alusivos a biografí­as de grandes suicidas. Le diré que se lea esta frase, porque es muy buena.

P & L

Entoces tu hermano será fan de una de mis "í­dolas": Nieves Concostrina. Me encanta la sencillez del humor de esta mujer, que desde que la escuché en Radio 5, persigo con avidez cultural. Es una periodista especializada en todo lo referente a la muerte y publica o narra continuamente anécdotas sobre lápidas, muertes, muertos y otras cosas "del sector". Una auténtica delicia.


Bic

Cita de: imPársifal en Noviembre 20, 2006, 03:57:36 PM
Entoces tu hermano será fan de una de mis "í­dolas": Nieves Concostrina. Me encanta la sencillez del humor de esta mujer, que desde que la escuché en Radio 5, persigo con avidez cultural. Es una periodista especializada en todo lo referente a la muerte y publica o narra continuamente anécdotas sobre lápidas, muertes, muertos y otras cosas "del sector". Una auténtica delicia.

Le preguntaré a mi hermano a ver qué me dice... Yo no la conocí­a. Ahora me he puesto a leer algún artí­culo suyo, y la verdad es que promete. Cuando tenga tiempo me miro la web a fondo...

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Tejemaneje

Muy bueno el relato, no dudaré en plagiarlo y ampliarlo.

Vila Matas tiene un libro de relatos sobre el asunto, "Suicidios Ejemplares".

Hay unos pueblos en Córdoba y Jaén (creo que uno de Córdoba y dos de Jaén),no recuerdo cuáles, que tienen un í­ndice de suicidios altí­simo. Llaman a la zona el triángulo de las Bermudas del suicidio o algo así­. Además esos suicidios se llevan a cabo con métodos tradicionales en la mayorí­a de los casos, como la horca en un árbol. El fenómeno ha llamado la atención de muchos estudiosos serios y, por supuesto, de los parapsicólogos de turno. No han conseguido hallar ninguna respuesta. Unos lo achacan al aislamiento, y otros a la contaminación por nosequé historia.

Recolectando

#11
Cita de: Bic Cristal en Noviembre 17, 2006, 06:28:03 PM
Cita de: Grotesco en Noviembre 17, 2006, 01:24:30 PM
Bic, no nos engañes, esa nota de suicidio te la encargo un escritor de notas de suicidio; por eso sigues aquí­.

A veces no tengo del todo claro si sigo vivo o no.

(Me ha venido a la cabeza al caso del blogger italiano que anunció su suicidio en su blog, lo llevó a cabo meses después y siguió publicando desde más allá de la tumba durante algún tiempo, gracias a la función de publicación diferida de blogspot).

Buenas, Cuellorojo, te upeo este relato (sí­, los del boss son mis favoritos).  Y aprovecho para recriminarle a Bic que hace semanas pregunté no sé donde sobre ese blogger y nadie, ni él  >:(, me respondió.

Enlazo también el Blog de Suicidario que ya recomendé en el hilo de Blogs.  Lo traigo abierto en la nota de suicidio de Rynosuke Akutagawa en honor del autor del relato que upeo.

http://suicidiario.bitacoras.com/archivos/2005/07/08/carta-suicida-de-rynosuke-akutagawa

Bic

Ey, Mon, que sí­ te contesté a lo del blogger suicida italiano... Concretamente aquí­:

http://www.areopago.eu/index.php?topic=9178.msg459722#msg459722

Muchas gracias por subir los cuentecillos que publiqué en este subforo, Mon... Me alegra que te gusten:a este de Final y al Himno al Escroto les tengo personalmente mucho cariño. 

Y gracias también por traer la nota de suicidio de Akutagawa: tiene gracia que mencione a Empédocles, porque su muerte siempre me pareció especialmente graciosa: arrojarse al interior del Etna no queda muy claro si para convertirse en Dios o para ver la lava hirviente un poco más de cerca.

P & L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

California


Me llama la atención que en esa página de suicidas no se mencione a Jacques Rigault, el dadaí­sta de la Agencia General del Suicidio.

Diosa

Muy bueno Bic. Este cuento me ha recordado de una peli portuguesa que el protagonista era una especie de personal suicider, algo asi como un tipo que ayuda a los suicidas a concretizar su muerte de varias formas. El esta siempre pensando en formas de hacer con que la persona en cuestion muera de verdad. En realidad hay solo un suicida, pero es asi un poco parecido con el Sr. Shi que nunca logra el suicidio y por este motivo el protagonista lleva a cabo varias estrategias de suicidio pero que acaban fallando... Al final de la peli el suicida desiste y el otro se busca otro empleo....
When I grow up I wanna be a pornostar!!

At times I pretend to be normal....
The rest of the time I just push the button that says "turn off of reality" in order to coexist with myself...

I hate stupidity, and free curiosity...

LOL (Laughing Out Loud) en español significa RMA (Riendo Muy Alto)...