Fantasmas

Iniciado por Basho, Enero 26, 2007, 08:39:30 PM

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Basho



                                          Las Sombras



Tras la brillante luz que inunda el jardí­n de mil colores, tras la suave brisa que acaricia los rostros, tras los olores a rosas e hibiscus, siempre están las sombras esperando abrirse al inesperado conjuro. Sin prisas, con la paciencia de milenios, eternas, amorales, independientes, invisibles, insobornables ahí­ están, aguardando el indescifrable y exacto sortilegio que mantiene el cruel equilibrio del mundo.
Son el asombro y la estupefacción dolorosa. Pero a su vez son el porqué y la naturaleza misma de la existencia. Vivamos pues,  ya que su fuerza natural siempre permanecerá fuera de nuestro conocimiento. Vivamos, dancemos, aunque nuestras vidas no sean más que destellos, oberturas de acordes menores. Ellas, las sombras, mantienen la vida



   Buenas tardes

malika

Nunca tengo suficiente. Tampoco tengo bastante de esta fatiga que me atosiga. Que una se agota en sí­ misma y esa tarea no se termina jamás. Repliego las alas de fuego, mastico las palabras más duras, escondo mis cadáveres con sus espléndidas sonrisas malditas, reto a mis amores desvalidos, abandono mi sombra y me recojo de entre tantos desechos y prosigo.


                            (Conspiración)


Basho




Nunca pensamos tan lúcida y acertadamente  como cuando estamos fatigados, exhaustos, anonadados, aunque a veces sea simplemente de puro placer.

Es entonces cuando aparecen en nuestra mente las alegrí­as de nuestras penas, la satisfacción de nuestras  insatisfacciones, la duda certera de lo que somos y deseamos. Es en ese momento cuando no nos podemos engañar, ni dejar de ver los cadáveres que dejamos a nuestro paso al tratar de sobrevivir con nosotros mismos.

Necesitamos cadáveres, muertos que pisar  para seguir avanzando, para impulsarnos en ellos y seguir adelante, sean estos amores, deseos, inapetencias, absurdos, vicios...palabras... DE-SE-CHOS

Y ese cansancio, ese dolor, ese abandono de SOMBRAS, ese repliegue de alas, lo conseguimos los dí­as de borracha dispersión, en los dí­as de luz astillada que solo hiere a almas de poetas solitarios, es decir, cuando nuestra mente se convierte en un huésped de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos.

Sin muertos no podemos dar un paso, pues estos son el aire que respiramos, el tiempo que escupimos. Y proseguimos, claro que proseguimos: nosotros también somos a veces  un muerto, un...CADAVER QUE ESCONDER. De ahí­ que nunca tengamos suficiente. Y proseguimos....


                                                              (Lealtad de sombras)

malika



Subrayo la silueta de las interrogaciones. Sucumbo a las exclamaciones precipitándome a la fuente de lo que fue. Ahí­ están, mutables, intentando perturbarme una y otra vez con sus reflejos. Sólo son seres devastados por la inercia……… sombras abatidas.

No quiero detenerme. Atraen mi obsesión y yo sólo, ahora, sobrevivo.



                                    (Pronuncio: tiempo)

Basho

Dormí­a la luz triste sin saberlo.
Era, la que se dice, la hora justa, el tiempo, el punto donde se encerró todo el infinito presente.
Y llegaste espantando la niebla,
Ni siquiera oí­ el vuelo de tus pasos.
No.
Yo, que miré detrás de la luna,
Y tú que saliste de detrás de las cosas transparentes
El tiempo es...ahora...lo que se sucede cuando tú no estás
Y es que hay lugares del alma donde es imposible llegar solo.
Te esperaba






Carlo

#35



A veces, sólo a veces, mis fantasmas se adelantan a mis pasos para jugar con mi rumbo. Pequeños mordiscos en los tobillos me enví­an en una dirección u otra, asaltando a traición mi próximo paso... como un gato, como un pequeño gato que clava sus traviesos colmillos sólo lo justo para hacer notar sus intenciones.

Son caprichosos en sus manifestaciones. Un crujir de hojas secas, una rama apartada por el viento... cualquier susurro indica el lugar exacto donde encontrar el próximo juego. Presentimiento o indicio, quien sabe.

A veces, sólo a veces, la luz tamizada crea formas en las partí­culas del recuerdo.

Basho



Qué sé de ti
Todo lo insuficiente
Nada, lo imposible, lo prestado
Hemos hecho sueño la realidad.
Tengo de ti los dibujos
dejados por tus manos
Y tu voz filtrada
Sólo tengo eso de ti.
Y unos besos solitarios
perdidos en mi boca
Y unas miradas
llenas de sentidos
que hacen del sueño recuerdos.
Y millones de deseos errantes que van y vienen
Entre los dos sin encontrar sosiego.
Qué sé de ti.
Todo…
Lo insuficiente