Monarquí­a o República

Iniciado por Pornosawez, Abril 14, 2007, 04:56:53 PM

Tema anterior - Siguiente tema

¿Rey o Jefe de Estado?

Monarquía
29 (28.4%)
República
73 (71.6%)

Total de votos: 57

Dan

Quien no suscriba a Karras, maricón.

Putas y barcos

Cita de: Dan en Junio 12, 2014, 04:10:35 AM
Quien no suscriba a Karras, maricón.

IU o  Podemos suscriben la frase “No ocultamos nuestra preferencia republicana, pero somos compatibles con la monarquí­a”.

Paquito Comocho

Cita de: Puta no pero si gabarra en Junio 12, 2014, 07:01:44 AM
Cita de: Dan en Junio 12, 2014, 04:10:35 AM
Quien no suscriba a Karras, maricón.

IU o  Podemos suscriben la frase “No ocultamos nuestra preferencia republicana, pero somos compatibles con la monarquí­a”.


   Probablemente, pero por lo menos tendrí­an la decencia de no soltarla justo después de haber votado a favor de la Ley de Abdicación.

Bestiajez

Cita de: Karraspito Pérez Tapias en Junio 12, 2014, 03:04:41 AM
   Lo pongo aquí­ por coherencia, pero podrí­a ir perfectamente en el de gilipollas. Bueno, o en el de cí­nicos hipócritas hijos de puta:

   Rubalcaba: “No ocultamos nuestra preferencia republicana, pero somos compatibles con la monarquí­a”


- No ocultamos nuestra preferencia por los principios de la socialdemocracia y la izquierda moderada pero somos perfectamente compatibles con la sumisión a las oligarquí­as económicofinancieras.

- No ocultamos nuestra preferencia por el internacionalismo pero somos perfectamente compatibles con el nacionalismos identitarios de corte fascista.

- No ocultamos nuestra preferencia por la separación de poderes y la despolitización de la justicia pero somos perfectamente compatibles con el reparto de sillones en los órganos judiciales.

- No ocultamos nuestra preferencia por la transparencia institucional y la lucha contí­nua contra la corrupción pero somos perfectamente compatibles con los EREs.

- No ocultamos nuestra preferencia por la gestión racional de lo público pero somos perfectamente compatibles con el despilfarro.


...

Dark

Cita de: Karraspito Pérez Tapias en Junio 12, 2014, 03:04:41 AM
   Lo pongo aquí­ por coherencia, pero podrí­a ir perfectamente en el de gilipollas. Bueno, o en el de cí­nicos hipócritas hijos de puta:

   Rubalcaba: “No ocultamos nuestra preferencia republicana, pero somos compatibles con la monarquí­a”

O en el de Carlos Herrera.


Putas y barcos

Cita de: laura_m en Junio 12, 2014, 04:16:44 PM
¡¡VIVA!! ¡¡VIVA!! Sí QUE VA A HABER CABALGATA!!!

Madrid ens roba!



...gira de provincias como en ganadores de juegos del hambre!, la masa merece su cabalgata por aldea!.

usuario

Cita de: Karraspito Pérez Tapias en Junio 12, 2014, 03:04:41 AM
   Lo pongo aquí­ por coherencia, pero podrí­a ir perfectamente en el de gilipollas. Bueno, o en el de cí­nicos hipócritas hijos de puta:

   Rubalcaba: “No ocultamos nuestra preferencia republicana, pero somos compatibles con la monarquí­a”



usuario

Cita de: Puta no pero si gabarra en Junio 12, 2014, 04:21:23 PM
Cita de: laura_m en Junio 12, 2014, 04:16:44 PM
¡¡VIVA!! ¡¡VIVA!! Sí QUE VA A HABER CABALGATA!!!

Madrid ens roba!



...gira de provincias como en ganadores de juegos del hambre!, la masa merece su cabalgata por aldea!.

Dales tiempo, que lo de organizar saraos va bastante después de reorganizar toooooodas las agendas para quedar bien, queno es lo mismo dejar sin rey una inuguración trufada de peperos corruptos que una cumbre bilateral con Alemania

Dark

Cita de: laura_m en Junio 12, 2014, 04:16:44 PM
¡¡VIVA!! ¡¡VIVA!! Sí QUE VA A HABER CABALGATA!!!

Avisad a la Cifu que para esto no hace falta autorización previa de Delegación de Gobierno, no sea que monte un conflicto de Estado.

laura_m

Cita de: Dark en Junio 12, 2014, 05:23:13 PM
Cita de: laura_m en Junio 12, 2014, 04:16:44 PM
¡¡VIVA!! ¡¡VIVA!! Sí QUE VA A HABER CABALGATA!!!

Avisad a la Cifu que para esto no hace falta autorización previa de Delegación de Gobierno, no sea que monte un conflicto de Estado.

Y ahora dicen que el Rey no va a la coronación del hijo. Igual es protocolo "normal" en esta cosa de abdicaciones, ¿eh? Que yo de esto ni idea. Pero cuando yo me colegié, a mi me hizo ilu que vinieran mis padres.

Dark

Cita de: laura_m en Junio 12, 2014, 05:24:37 PM
Cita de: Dark en Junio 12, 2014, 05:23:13 PM
Cita de: laura_m en Junio 12, 2014, 04:16:44 PM
¡¡VIVA!! ¡¡VIVA!! Sí QUE VA A HABER CABALGATA!!!

Avisad a la Cifu que para esto no hace falta autorización previa de Delegación de Gobierno, no sea que monte un conflicto de Estado.

Y ahora dicen que el Rey no va a la coronación del hijo. Igual es protocolo "normal" en esta cosa de abdicaciones, ¿eh? Que yo de esto ni idea. Pero cuando yo me colegié, a mi me hizo ilu que vinieran mis padres.

Menuda mierda de Ley que han aprobado. No lleva ni dos dí­as en vigor y ya hemos encontrado el primer vací­o legal.

patillotes

Cita de: CH-Edu en Junio 12, 2014, 05:34:24 PM
Pues en Holanda y Bélgica fueron, los salientes. Lo queremos hacer tan rancio que me cago en todo lo cutre que va a quedar, collons. Saca las carrozas (si es que tenemos), coronas, tiaras, medallas, uniformes, tiros largos; invita a todos los demás reyes europeos, a Angela, a Putin y a Mocito Feliz. Lí­ala, coño, que para un sarao no futbolí­stico que podemos montar, va a quedar como una boda civil. La madre que les parió.

So fallero.

Putas y barcos

Si la abdicación de Carlos V de Alemania (hola Merkel, ya sabes quien puede heredar lo tuyo y lo de Hollande) y I de Castilla y Aragón fue más triste que un fin de año con pasas y mosto, ¡recias costumbres nos acogen!, a tomar por culo los Borgia, los falleros y la puta queparió a la alcaldesa de Valencia, viva el caballero de la mano en el pecho, ¡negro riguroso!, un rey se va, un rey le suple.

El delicado estado fí­sico y aní­mico del Emperador Carlos, padecí­a fuertes depresiones que hací­an sospechar que existí­an vestigios de la enfermedad de su madre, todaví­a viva en Tordesillas, le forzaron a comenzar a plantearse la transmisión de poderes a su hijo Felipe. Si él se habí­a hecho cargo de un Imperio a los 18 años ¿qué podí­a impedir que el prí­ncipe lo hiciera al cumplir los 20?.

Fernando de Austria, Rey de Romanos, pretendí­a que el Imperio recayese sobre él y, a su muerte, en su hijo y sucesor Maximiliano y, en ese sentido, advirtió a Carlos de las penosas consecuencias que podrí­a traer que la sucesión recayera en su hijo Felipe, que contaba con una gran oposición de los prí­ncipes alemanes, pues a pesar del largo viaje que el Prí­ncipe habí­a realizado por los territorios del Imperio no habí­a conseguido ganarse sus simpatí­as, una campaña de relaciones públicas que no dio los frutos deseados.

Maximiliano que, durante el viaje de Felipe por Europa, habí­a actuado como regente en España, fue reclamado con urgencia por su padre para que estuviera presente en la Dieta de Augsburgo, reunión convocada para que los tres hermanos, Marí­a, Fernando y Carlos, alcanzaran un acuerdo. Maximiliano salió de España en noviembre de 1550, dejando como regente a su esposa Marí­a, hija de Carlos V e Isabel de Portugal. Maximiliano, a pesar de ser hijo de español, era un prí­ncipe alemán admirado y querido, y su padre, eterno segundón de la dinastí­a, querí­a mejorar su posición y no ceder protagonismo a Felipe. Carlos, apenado por la firme resistencia de Fernando, resentimiento patente en sus Memorias, logra, con la intervención de Marí­a, que Fernando ceda algo en sus posiciones al consentir que los Paí­ses Bajos y las posesiones italianas pasen a la Corona española.

A todo esto, los prí­ncipes alemanes habí­an comenzado a intrigar con el hijo y sucesor de Francisco I, el rey Enrique II, para oponerse al Emperador y tratar de librarse del yugo español. Hasta el duque Mauricio de Sajonia, antiguo aliado de Carlos, intrigaba en su contra. Carlos tardó esta vez en reaccionar y, en 1552, pidió ayuda a su hijo desde Ingsbruch. De nuevo, es una España ya agotada por las demandas económicas y en situación ruinosa, como le recuerda por carta Felipe, la que tiene que hacer un nuevo esfuerzo. El Emperador suspira por el dinero que llega de América, por el oro del Perú; vende prebendas a sus súbditos españoles, pide préstamos a los nobles y ofrece como contrapartidas pueblos y villas de la Corona. Su hijo le enví­a dinero y tropas bajo el mando de Alba y son varios los nobles que deciden prestar su auxilio, hasta Felipe habrí­a acudido de no impedirlo, tajantemente, Carlos.

En mayo, Mauricio habí­a tomado el Tirol y avanzaba hacia Ingsbruch, la ciudad imperial. Carlos, con un pequeño séquito, se ve obligado a huir por los Alpes en medio de una fuerte tormenta de nieve. En Villach, recupera energí­as y se prepara para recuperar las plazas ocupadas por Enrique II, a imponerse sobre los prí­ncipes alemanes y a romper la alianza entre estos y el rey francés. El duque Mauricio cede a la presión imperial y firma los acuerdos de Pagsan. Por fin llegan el dinero y un ejército de 64.000 soldados de infanterí­a y 14.000 caballerí­a y pone sitio a la plaza de Metz, pero la resistencia que ofrece el Duque de Guisa y el lamentable estado fí­sico de Carlos le obligan a levantar el cerco en enero de 1553. Carlos, cansado y enfermo, decide dejar las cosas del imperio en manos de su hermano Fernando. Con esta decisión Carlos V pasó a la Historia como el último emperador coronado del Sacro Imperio Romano Germánico que recuerda a Carlomagno (742-814) el Emperador de Occidente.

La paz religiosa de Augsburgo de 1555 habí­a de ratificar el fin del Imperio y la escisión del cristianismo, pero la labor de CARLOS I de ESPAÑA y V del SACRO IMPERIO ROMANO GERMANICO, como lí­der de la cristiandad y de la Europa unida, habí­a dado sus frutos, impidiendo que el catolicismo fuera borrado de Alemania y de los Paí­ses Bajos, pero él seguí­a confiando en que sus sucesores avanzarí­an en la unión religiosa. FelipeII conseguirí­a que prosiguiera y concluyera el Concilio de Trento (1545-1563) que, aunque se celebró con numerosas interrupciones, supuso una gran reforma del cristianismo (o contrarreforma) y de las costumbres de los representantes de la Iglesia.

Carlos concierta, en 1553, la boda de Felipe con Marí­a Tudor, la reina católica y sangrienta de Inglaterra (Bloody Mary), con lo que establece una fuerte alianza que compensó en occidente lo que no se consiguió en Alemania. Esto, unido a la muerte de Mauricio de Sajonia, da nuevos brí­os a Carlos que ve reforzado a su hijo frente a los Paí­ses Bajos y frente a Francia. En esta favorable situación es cuando decide su retirada del mundo, no sin antes plantar, por última vez, cara a Francia y recuperar los territorios tomados por Enrique II.

A principios de 1955, fallece Juana "la Loca", a la edad de 75 años, en su casona de Tordesillas sobre el rí­o Duero. De aquella mujer, que habí­a tenido seis hijos, descendieron doce reyes de la cristiandad. En el Imperio, en España, en Italia, en Portugal, en Francia, en Hungrí­a, en Inglaterra, en Polonia y en Dinamarca, las dinastí­as reinantes procedí­an, de Doña Juana, directamente o por matrimonios con descendientes de la infortunada reina.

LA  ABDICACION

La escenificación del acto oficial de la abdicación del Emperador Carlos fue grandiosa. Tuvo lugar, el 25 de octubre de 1555, en el mismo marco en el que cuarenta años atrás se habí­a producido su nombramiento como soberano de los Paí­ses Bajos. Carlos, vestido de negro, lucí­a sobre su pecho, como único brillo, el Toisón de Oro. (Como puede comprobarse, en los cuadros que se hicieron al efecto se reflejan indumentarias bien distintas para la recreación histórica del acto).

Avanzó pesadamente hasta el trono. Multitud de personajes se agolpaban en la sala del palacio y por las galerí­as y corredores cercanos. El Emperador se apoyaba en el joven Guillermo de Orange; el noble flamenco que encabezarí­a, años después, la rebelión permanente contra Felipe II. Al sentarse, tomó la palabra el presidente del Consejo de Flandes que expuso las razones que llevaban al Emperador a la abdicación. Cuando Filiberto de Saboya concluyó, Carlos se puso en pie y apoyado, de nuevo, en Guillermo de Orange, inició su discurso. Siguiendo un guión, que mantení­a en su mano derecha, hizo un resumen de su vida desde que fue nombrado rey de España. Habló de sus viajes, Carlos habí­a viajado nueve veces a Alemania, seis a España, siete a Italia, diez a Flandes, dos a Africa. Navegó cuatro veces por el Atlántico y ocho por el Mediterráneo. Habló también de la defensa de sus pueblos y de su fe. Recordó su última desventura en Metz y después alegó que a causa de sus debilitadas fuerzas habí­a tomado la decisión de abdicar, y designaba como sucesores a Felipe, al frente de sus reinos y a Fernando, en el Imperio. Concluyó su discurso solicitando el perdón de aquellos a los que involuntariamente pudo hacer daño. Acabo emocionado y con lágrimas en los ojos, emoción que se contagió a todos los presentes en aquel acto. En aquel emotivo ambiente, el sí­ndico de Amberes se alzó para aceptar, en nombre de las ciudades y villas de los estados, la voluntad del Emperador, y le rogó que permaneciera en Flandes hasta que finalizara la amenaza francesa.

A continuación tomó la palabra Felipe II que, tras rendir homenaje a su padre, se disculpó por no poder hablar flamenco y dio la palabra a Granvela, su hombre de confianza. Aquello rompió el encanto que todaví­a se respiraba en la gran sala. Eran dos extranjeros los que asumí­an el poder.

EL EMPERADOR EN YUSTE

Un año después, Carlos abandona los Paí­ses Bajos, partiendo de Gante a bordo de la nao capitana de una flota de 56 naví­os, "La Bertendona". Le acompañan sus hermanas, Marí­a y Leonor y una comitiva de 150 personalidades. Una vez en ruta, salió a su encuentro una escuadra inglesa, enviada por Marí­a Tudor, esposa de Felipe II y prima de Carlos, para rendir honores al jubilado Cesar. Bueno, igual no ha sido un buen ejemplo de sobriedad... ejem.

El 28 de septiembre la flota llegó a Laredo. La comitiva recorre Castilla y, tras franquear la Sierra de Gredos por Garganta de la Olla, entre Tornavacas y Jarandilla, llega a Jarandilla, donde recibió, entre otras muchas personalidades, a su amigo Francisco de Borja, ya iniciado en su carrera hacia los altares. Para acortar el trayecto, el maltrecho, agotado y gotoso Carlos, fue transportado en una improvisada silla fabricada con un arcón que llevaron a hombros un grupo fornidos lugareños, a lo largo de tres leguas de intrincados senderos de montaña que quedan a la derecha del pico Almanzor.

Quercus Cistensis

Pelazo nivel Boris Johnson