Me insinuas tu entretela...

Iniciado por Cocó, Abril 23, 2007, 10:41:57 AM

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Imparable

"el Chemero" mujer, "El Chemero"; tienes que limpiarte las córneas.

Corso


Basho


El hombre siguió en silencio. Empezaban a amoratársele las manos y los pies, y sentí­a una quemazón aguda en el cuello por el roce de las cuerdas. La mujer se deslizó entonces acariciándole con los cabellos. Besó  donde se quiebra la cintura y se echó sobre él  hasta sentir su sexo entre los pechos, luego, abrazada a él por los costado descansó  su cabeza sobre el vientre del hombre. Más tarde levantó el rostro apoyando el mentón. Dijo mirándole en un tono distraí­do:
- Os he visto juntos.
El hombre la miró incrédulo
-   ¿Te sorprende?
-   Sí­...
-   No deberí­as sorprenderte. â€" dijo la mujer dando un tono casi infantil a sus palabras. Y le besó cariñosamente en el vientre- Sabí­a que a veces os citabais en la cafeterí­a Saigón. No pude resistir...
-   No has...debido hacerlo...- dijo con dificultad el hombre- Me...parece patológico.
-   ¿Patológico? Oh, no.
-   Ahora no quieres hablarme de ella- le interrumpió la mujer reanudando los aterciopelados besos â€" pero...sí­ me has hablado...en otras ocasiones. De su inteligencia..., de su cultura..., incluso de su belleza...
-   ¿Y qué averiguaste?
La mujer dejó de besarle. Alzó la cabeza y guardó unos segundos de silencio. Iba a decir algo, pero  se arrepintió, dijo:
-   Que está enamorada de ti
-    No has debido...hacerlo-
-    No pude soportar la tentación. Es humano, ¿no crees? Además...,- empezó a decir la mujer pero se detuvo, se abrazó con fuerza y añadió con la cabeza pegada al él-: Qué firme es tu vientre.
-   Y además qué..- dijo el hombre
-    Y además me gusta averiguar cosas sobre la gente con quien ando. Soy una mujer casada, y debo tener cuidado.
-   Yo nunca me he metido en tu vida privada.
-   Lo sé. No lo volveré a hacer. Te lo prometo. Estoy muy arrepentida. Y para demostrártelo, te diré la verdad: sé muchas cosas de ella. Oh, sí­...  No te puedes imaginar lo fácil que es averiguar hoy dí­a la vida de cualquier persona. No hacemos más que salir de casa y cada paso queda registrado y archivado. Pero lo olvidaré todo
-   ¿La has seguido?
-   ¿Yo? No, claro que no. Olvidemos el asunto, ¿de acuerdo?- dijo la mujer levantándose de nuevo y sentándose sobre él. Tomó entonces el miembro viril del hombre, y lo arrellanó bajo su sexo- Debes perdonarme.
-   Nunca nos hemos debido fidelidad.
-   Lo sé- dijo la  mujer arqueando la espalda y frotándose contra el hombre- Soy una mujer felizmente casada. Mi marido es un buen hombre, y... un gran abogado. Pero en el fondo..., tiene alma de lacayo.  Tan amante y protector de su familia que hacer el amor con él a veces me parece incestuoso. Es tan previsible y aburrido... Claro que  no nos debemos fidelidad. Me gusta estar con otros hombres... Siempre he compaginado varios amantes. Unos son fuertes..., otros tiernos, y otros...simplemente me hacen reí­r. Por qué no disfrutar de todos ellos mientras pueda.
-   ¿Por qué no le dejas?- dijo el hombre viendo cómo la mujer se retorcí­a  sobre él
-   ¿Por ti? Tú no eres más que un zángano con í­nfulas de escritor.
-   No he dicho...
-   Dime cómo es ella.- le interrumpió la mujer masturbándose.


Ambos callaron mientras ella aceleraba sus espasmos sobre la verga del hombre. Llámame por su nombre. â€" rogó.

Nicotin

CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Basho

CITA DE NICOTIN:

¿Sabí­as que en Softonic hay un amplio abanico de utilidades que puedes descargar gratuitamente, y que la página está organizada de un modo intuitivo y sencillo, con un interface similar al de Windows, que facilita las búsquedas y permite una navegación cómoda y fluida?









Enormemente agradecido yo, Nicotin, por darme lo que tu crees ser una opinión sincera, y que, para mi, no es más que una pregunta, que no acabo de alcanzar el por qué de la misma. De todos modos, y con la misma sinceridad, te contestaré: No.
Es más, no sé lo que es un Sftonic
Tampoco sé qué es una página organizada de un modo intuitivo
Como tampoco sé qué es un interface.
Reconozco mi ignorancia y lejos estoy de vanagloriarme de la misma. Creo que te has equivocado al colgar tu mensaje. Supongo, por lo que dices de navegación cómoda y fluida, que tu mensaje va dirigido a algún marinero o nauta  de por estos pagos, y no a mi…
-   Perdón, perdón….Disculpa que te interrumpa, Basho
Hola Aguirre, me alegra volverte a ver. Y no tengo nada que disculpar. Tú sabes que siempre eres bien venido a mi presencia.
-   Es que, verás, Basho, me parece a mi, que en tu respuesta a Nicotin, estás pecando de alma candida.
¿Tú crees?
-   Hombre, de todas, todas. Para mi, que ya sabes que soy un cí­nico redomado, el tal Nicotin, como que va de segundas, con doble sentido, como con doblez, ya me entiendes
Que no, por Dios, por qué habrí­a de ser así­. Pero si quieres explicarte…..
-   Pues yo creo que siguiendo la moda de este foro, como que deja caer cierta insinuación.
Me tienes sobre ascuas, Aguirre
-   Que vamos, que Nicotin ha lanzado la insinuación de que te has bajado de Internet el escrito ese erótico que has colgado aquí­ en Déjame que te escriba.
No creo, ¿qué motivos tendrí­a para ello?
-   Los motivos pueden ser múltiples, y en la mente de todos están. Menos, al parecer, en la tuya. En una palabra, que tu escrito, Basho, es copiado.
No puedo creer eso. Significarí­a que Nicotin no tiene ni idea de literatura
- Se dice ni puta idea. Es más concreto.
De todos modos, creo que estás equivocado. Si fuera así­, él no se andarí­a con insinuaciones.
-   ¿Qué no?. Sí­, sí­, sí­, eres un poco inocente, Basho.
No soy inocente, Aguirre, Nicotin lo único que quiere es documentarme sobre qué es un Softonic y un interface. Y eso es de agradecer.
-   Eres bueno, Basho, pues creo firmemente que le estás salvando la cara. De haberse dirigido a mi, le hubiera retado, a que, si tienes huevos, demuestre su insinuación, es decir, que demuestre que has copiado el escrito de Internet. Que lo demuestre, él, que es tan buen navegante
¿Y qué adelantarí­a con eso?
-   Pues, demostrarí­a que no es tan lobo de mar, que es, a lo más, un gondolero de guiris
Olví­delo, hombre, olví­delo




-   Y en cuanto a lo de Don pésimo, qué
Pues nada, que me ha traí­do a la mente aquella maravillosa escena en la que un obeso e inconmensurable Brando, como el general Kurtz, se acaricia su rapado cráneo y exclama: El horror, el horror… Sublime

Rednuts

Hola Basho, buenos dí­as. Softonic es una página de descarga gratuita de programas, utilidades informáticas, y tal. Frente a la petición de opinión personal, se ha optado por elegir al azar una opinión personal de por ahí­. He aquí­ mi exégesis. Por otra parte, regocija mi corazón comprobar cómo aún quedan personas con tal autoestima y tanta fe en sí­ mismo como para pensar que su deposición aleatoria de palabras en un escrito pueden ser sobreestimadas como plagio. Un abrazo.
Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

Nicotin

Basho (la gota que colma el):

Lí­breme Dios de insinuar que tu texto ha sido plagiado. Tampoco acusarí­a a Leonardo Dantés de haber plagiado "El baile del pañuelo".
CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Basho

-   ¿Basho? ¿Estás por aquí­?
-   Aquí­ estoy. Buenas tardes.
-   ¿Has visto qué fácil es provocar al personal?
-   Ya te lo dije.
-   La verdad es que no esperaba que fueran tan...
-   Por favor, Aguirre, no empieces. Este juego no me gusta. Pide disculpas y desaparece.
-   No. Quiero quedarme un ratito. Estoy muy ofendido.
-   ¿Ofendido? Lo que deberí­as es estar humillado, tanto Nicotin como redneck te han puesto en evidencia.
-   Se lo dejé a huevo.
-   ¿Entonces por qué dices estar ofendido?
-   Porque tanto redneck como Nicotin se dirigen a ti y no a mi. Y fui yo, y no tú, Basho,  el que lanzó  el anzuelo insinuando que tu escrito era un plagio.
-   Discúlpales, han creí­do que eres un personaje.
-   ¿Y si fueras tú el personaje y no yo? En este medio, tan personaje puedo ser yo como tu, como ellos mismos.
-   Por favor, Aguirre, no embrolles más el asunto. Qué más da. Discúlpate y asunto resuelto. Son buenos chicos.
-   ¿Buenos chicos?
-   Pues sí­, buenos chicos. Redneck, a lo que dice, tiene un  corazón...
-   Regocijado.
-   Sí­...regocijado.
-   Y además tiene una exégesis
-   ¡Ahí­ va!
-   Y que la exprese es de agradecer.
-   Si usted lo dice
-   Además parece por su forma de escribir que debe ser un chico educado, amable y culto. ¿No te parece?
-   Sí­...
-   Aunque..., y con esto no quiero aseverar nada, parece un poco falto de fe y autoestima en si mismo. Lo cual me extraña.
-   Pues a mi no me extraña en absoluto.  Cómo va a tener fe y autoestima en sí­ mismo una persona que para decir que un escrito es una mierda, dice: deposición aleatoria de palabras.
-   Pues a mi me parece una forma fina de expresarlo...
-   Pues a mi cursi  y amanerado. Yo también tengo mi exégesis...
-   Es una forma de hablar, ¿o acaso no notas el matiz agradablemente socarrón del escrito?
-   Mira, Basho, cursilerí­as, las mí­nimas. De todos modos, por la amistad que nos une, Basho, si me pides que me disculpe, me disculpo, aunque no se hayan dirigido a mi: Discúlpame, Redneck, por creer  que Nicotin consideraba un plagio  “la deposición aleatoria de palabras”
-   Esas risitas, Aguirre....esas risitas,  que te veo
-   Tampoco estarí­a demás  que le devolvieras el abrazo que te enví­a
-   Jó, que duro va a resultar esto. Pero bueno... ¡A mis brazos, Redneck! ¡Coño! ¡Hombre! ¿Cómo me ha alegrado el conocerte! ¡ Joder qué alegrí­a! Amigos para siempre, ¿vale? .        ¿Ya está, Basho? ¿O quieres que continúe?
-   No déjalo ya, que  acabarás extralimitándote.
-   De acuerdo.
-   Ahora debes disculparte con Nicotin.
-   ¿También es un buen chico?
-   Sí­, lo es. E ingenioso...
-   Lo de ingenioso lo dices por lo de: Basho ( la gota que colma el)
-   Pues sí­.
-   Ya, ya, muy ingenioso. Sí­, sí­  ¡Uf, la mar de ingenioso! Si al menos hubiera dicho la h que colma el.. Pero sólo le ha faltado decir a la simpleza: ¿Lo pillas? al tiempo que gira en alto una de sus muñecas con dos dedos en forma de V  y poniendo cara de...
-   Aguirre...
-   Que sí­, que sí­, que además se encomienda a Dios, y eso es de buen chico, ¿no?
-   Así­ es.
-   Oye Basho, y con eso de Leonardo Dantés, qué ha querido decir. ¿Quién es ese tal Leonardo?
-   En este momento la verdad es que no caigo. Luego lo miraré en el google, pero ahora para el caso es lo mismo. Pensando bien debe ser un bailarí­n del que nadie en su sano juicio duda de la originalidad de sus bailes. Y si es ironí­a, los bailes del tal Leonardo deben ser una deposición aleatoria de pasos. Con lo que el sarcasmo serí­a muy ocurrente
-   Yo siempre pensando mal. Más creo lo segundo que lo primero.
-   No hombre, no. Ya está usted de nuevo con sus suspicacias... Estoy completamente seguro de que Nicotin es un seguidor  entusiasta de ese tal Leonardo Dantés
-   En fin, si hay que disculparse, me disculpo, pero que conste que lo hago por ti, Basho: disculpa, Nicotin.
-   Así­ me gusta, Aguirre. Reconocer los errores le hace a uno más sublime.
-   De todos modos sigo ofendido porque no se han dirigido a mi, sino a ti. Te habrán creí­do, a ti, y a ellos mismos,  que son, o sois más carnales  que yo. Y la verdad es que no es así­. ¿Y si yo hubiera puesto a propósito, con tu inestimable ayuda, claro, el anzuelo al decir que pensaba que Nicotin creí­a que tu escrito era un plagio, para que ellos, u otros,  picaran, entrando  en escena, como personajes, y dando un cierto climax de narración, al expresar lo que han expresado, es decir, que tu escrito es una mierda y que por lo tanto no podí­a ser un plagio?
-   Quieres decir que, previendo su visceral reacción, nosotros dos los hemos inducido o manipulado para que contestaran lo que han contestado.
-   Efectivamente. ¿En ese caso, y dado el medio, serí­an más o menos personajes que yo de esta historia?
-   Hombre, mirado así­...
-   Historia que, alcanzado el clí­max, puede tener un final sorpresa
-   ¿Y cuál serí­a ese final sorpresa?
-   Pues que a deposición aleatoria de palabras, o el baile  del tal señor Dantés, o dicho con otras palabras, que la mierda de escrito al que se refieren los dos, es en realidad, un plagio como la copa de un pino.
-   ¿De verdad es un plagio?
-   Basho, formulándome esa pregunta ahora eres tu el personaje inductor. Que conste
-            Uno siempre repite, aunque sólo sea por obcecación








   



 

Nicotin

CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Basho

El hombre siguió en silencio,  viendo cómo ella llegaba al orgasmo con asombrosa facilidad.
-   Algún dí­a escribiré sobre ti.- dijo  después
La mujer se inclinó hacia delante apoyada en los brazos
-   ¿Cuando ella te publique?
-   Me publicará.
-   Eres un iluso. Esa mujer no va a publicar tu libro. En ese aspecto es muy conservadora.
-   Cómo...
-    Podrí­a decirte varios tí­tulos conocidos que rechazó. Dime, ¿cuánto tiempo hace que llevaste tu novela a su editorial? ¿Un año y medio? ¿No crees que es demasiado tiempo para que ni siquiera se haya hecho una galerada?
-   Sus consejos...
-   Sus consejos...- volvió a interrumpirle - Desengáñate, esa mujer no tiene el menor interés en tu novela. He leí­do tu manuscrito. Le interesas tú
-   Y tú qué sabes de literatura
-   Nada, pero sé muy bien cuando tengo ante mi una buena historia,  Escribir es algo más que imaginar unos personajes que se desenvuelven en una serie de secuencias. Y basta leer tres páginas de tu historia, para darse cuenta de que es un ripio insoportable e inconexo. No tienes talento. En absoluto. Siento ser yo quien te lo diga, pero alguien debe decí­rtelo.
-   No sabes hasta qué punto te desprecio en este momento.
-   ¿He herido  tu amor propio?
-   Desátame, te ordeno que me desates ahora mismo.
-   Perdona. Creo que he sido demasiado cruel. Sé lo mucho que significa la escritura para ti. Y lo siento...Siento haber dicho lo que he dicho- dijo la mujer besándole cariñosamente el rostro. Luego trató de besarle en la boca pero el hombre se resistió. En su insistencia, el éste atrapó la lengua de ella entre sus dientes. Enfurecida,  la mujer asió con fuerza las cuerdas que salí­an del cuello y tiró de ellas con un golpe seco que cortó la respiración del hombre.
-   ¡Dios, estás loca!- gritó
-   No has debido hacer eso.- dijo la mujer. Sacó la lengua y se la acarició con la yema de los dedos.   
-   ¡Aparta!
-   Oh, vamos, no ha sido para tanto. 
-   Qué pretendes...
-   Nada- dijo la mujer. ¿Te he asustado...?
-   Sí­. Me están asustando todas tus  estúpidas insinuaciones. Estás  desequilibrada. ¡Dios, desátame!
-   Lo siento, lo siento...de verdad que lo siento- se disculpó la mujer-  No es más que un juego. ¿No habrás pensado...? Disfrutémoslo. ¿De acuerdo? Es un juego. 
-   Sí­, lo he pensado. Y te creo capaz.
-   ¿Es que no comprendes nada?
-   No, no comprendo nada
-   Sólo quiero disfrutar de ti y de este juego. Relájate, por favor.
-   Eres...
-   Qué soy
-   Quiero hablar contigo
-   ¿Hablar?. De qué. Luego, luego hablaremos de lo que tú quieras. ¿De acuerdo?  Ahora calla. No te asustes. No pasará nada.
De nuevo la mujer se colocó de rodillas entre las piernas abiertas del hombre. Te deseo, dijo, besándolo dónde la cintura se quiebra. Luego bajó con su boca por el vientre y besó el interior de los muslos.  Ciñó entonces la base del pene y comenzó a chuparlo con fuertes movimientos de cabeza arriba y abajo, sintiendo con placer  a los pocos segundos cómo se hinchaba éste en su boca. Así­, dijo, llena de satisfacción. No debes enfadarte conmigo, añadió con dulzura. Se incorporó y comenzó ahora a masturbarle con la mano. Quiero que te pongas como un verraco, dijo. Y aceleró con í­mpetu casi frenético los movimientos de su mano. Así­... Luego volvió a amorrarse sobre la carnosidad bulbosa, ya palpitante. Miró al hombre que tení­a los ojos cerrados reconcentrado en el placer que le proporcionaba. La mujer  humedeció entonces su dedo corazón, le acarició con el los bordes del ano, y lo introdujo suavemente. Acompasaba, cual experta, los movimientos de su dedo, con el vaivén de su cabeza sobre el pene. Te deseo, dijo. Y siguió hasta que notó en los labios los latidos, los pequeños y sutiles temblores que pregonaban el orgasmo. Se detuvo y observó de rodillas sin tocarle las palpitaciones del tieso órgano.
-   Aun no- dijo la mujer
Tení­a el hombre el rostro abotargado. Entre el dolor y el placer, hubiera bastado en aquel instante un leve movimiento para frustrar el deseo de la mujer.
-   Quiero que te corras dentro de mi
La mujer guardó silencio esperando retrocediera la necesidad del hombre. Luego, volvió a subirse sobre él, cogió suavemente el pene, y lo apuntó. El hombre notó cómo los músculos vaginales envolví­an  su glande.   

-   ¿Cuántos amantes tienes ahora?- dijo el hombre
Sorprendida por la pregunta, la mujer dejó de moverse, como si de pronto cayera en la cuenta de algo importante.
-   Sólo te tengo a ti- y miró al hombre con curiosidad.
-   ¿Sólo a mi?
-   Sí­. ¿Te sorprende?
-   Sí­. Antes has dicho que siempre has tenido varios amantes.
La mujer volvió a reanudar sus movimientos frotándose contra el pubis del hombre.
-   ¿Crees que eso quiere decir algo?
El hombre iba a contestar inapetencia o una mala racha, sin embargo, dijo:
-   No lo sé
-   ¿Te gusta que sólo te tenga a ti como amante?
-   Sí­- contestó el hombre
-   Será que tu me llenas...¿No crees?
La mujer siguió moviéndose sobre él lentamente
-   ¿Te gusta?
-   Sí­
-   ¿Te gusta que sólo te tenga a ti como amante?- repitió la mujer ya entre jadeos.
-   Sí­
-   ¿Lo comprenderás entonces?
El hombre no contestó reconcentrado en su propio gozo
-   ¿Lo comprenderás?- insistió la mujer
-   Comprender, ¿qué?
-   Me encanta hacer el amor contigo- dijo la mujer
-   ¿Hacer el amor? ¿O...?
La mujer se detuvo. Miró la hombre con mirada átona y le tapó la boca para que no siguiera hablando
-   Calla- dijo en un susurro
Luego añadió:
- ¿Y tú, cuántas amantes tienes?
- Te tengo a ti- dijo el hombre
- Y a ella
-  Sí­
- Solo a mi y a ella- repitió  la mujer como para sí­ acariciándole suavemente el rostro- Eres tan atrayente. â€" y la mujer aceleró los movimientos pélvicos sobre el hombre, notando cómo éste tensaba sus músculos y desfiguraba el rostro. Al poco, cambió de ritmo. Ahora sacaba de ella el pene despacio, casi hasta el vértice y volví­a a introducir el balano hasta el fondo de sí­ con un fuerte golpe que resonaba a humedad. Se aferró entonces a la cabeza del hombre y le besó en la boca. A punto del éxtasis, el hombre arremetió con sus nalgas contra la mujer cuanto le permití­an las ataduras, como si quisiera descabalgarla. Quiero que te corras dentro de mi, dijo ella. Y siguió besándolo mientras él arremetí­a en el frenesí­ contra la mujer. 
Ya resarcidos, la mujer repuso su respiración sobre el rostro de él. Se incorporó, bajó de la cama en silencio y liberó al hombre de las ataduras. El juego habí­a terminado.
Luego se echó al lado del él y apoyó la cabeza en su hombro
-   ¿Te ha gustado?- dijo la mujer acariciándole el pecho. El hombre no contestó- Eres... tan hechizante...que siempre has tenido cuantas amantes pudieras desear.- añadió despacio- Pero ahora...ahora- siguió diciendo- sólo me tienes a mi..., y a ella. Y yo..., yo quiero que tengas más, muchas más
El hombre no contestó, no podí­a contestar.







Imparable

Pero cómo cojones resucitaron esos dos jichos? Mira que si hace falta aparco la espada y aparezco con pintura de enmascaramieto y una MG 3 en las manos, que también tengo preparada esa ejecución de los tortolitos.

Rednuts

Vaya brasa. Si opta definitivamente por el plagio se ahorrará usted dedicar tanto tiempo a justificarse. Como amigo se lo digo, con un fraternal saludo.
Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga