Inteligencia vs intelecto

Iniciado por Kamarasa GregorioSamsa, Abril 20, 2007, 12:34:18 PM

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Inuco

Cita de: GregorioSamsa en Abril 26, 2007, 09:35:28 AM
No es un ladrillo, hombre, es ligerito.

Antes de enredarnos en detalles que nos hagan perder la perspectiva básica te preguntaré una cosa. Has hablado de trabajo individual, de romper esa dinámica desde uno mismo para abrir nuevas ví­as (más o menos). De alguna forma, piensas que es posible desligarse lo suficiente de nuestro condicionamiento social -implí­cito o explí­cito- como para lograr no sólo advertir los peligros ya referidos del fomento casi exclusivo de la competitividad y la especialización sino que ese desligamiento individual va a tener resonancia social, provocando una catarata de reacciones individuales del mismo tipo. Es decir, trabajar individualmente para desligarse del condicionamiento social y así­ ayudar a otros a que hagan lo mismo, ¿es eso?

Digo que la salvación, de existir, está en uno mismo y en el esfuerzo individual, nadie nos va a regalar nada. Se puede obtener la ayuda del exterior o de alguien que tenga objetivos comunes, pero siempre es un proceso de esfuerzo interior. Desarrollar la inteligencia y el intelecto requiere esfuerzo, constancia y entrenamiento, y eso sólo lo puede hacer uno. Que otros puedan tomar ejemplo ya es harina de otro costal, y que se dejen ayudar, de otro. Y que se pongan medios externos a nuestra disposición para favorecer este desarrollo, no obsta para que siga siendo un esfuerzo individual.

En cuanto a ser un ejemplo para los demás, no todos tenemos la fuerza de voluntad para ser un Diógenes y poderle decir a un Alejandro Magno que se aparte, que nos quita el sol. A Diógenes se lo admira, pero ¿cuantos están dispuestos a seguir su ejemplo? Del mismo modo, ¿cuantos están dispuestos a desarrollar su inteligencia para alcanzar o superar el nivel de ese intelectual al que se admira?

Inuco

Cita de: GregorioSamsa en Abril 26, 2007, 05:05:43 PM
Un trazo metafórico, importante, y un matiz para continuar:

El intelecto se marca metas, piensa en los resultados. La inteligencia, en cambio, abre caminos, disfruta del trayecto.

De esta forma sencilla se puede entender que la frase "tener que (ser, hacer, pensar, decir, etc.)" forma parte de nuestro intelecto, ya sea que venga de fuera o de dentro, producto casi sin género de dudas del modelo que domina.



Por lo tanto, el intelecto se marca metas potenciales. La inteligencia nos puede llevar a una de éstas o a otras inesperadas.

¿Teorí­a frente a práctica?

Kamarasa GregorioSamsa

#32
Un matiz importante. La inteligencia no requiere esfuerzo, constancia (bueno, cierta frecuencia nunca le viene mal) ni entrenamiento. El intelecto, sí­. Si cogemos el sí­mil del tenis, la técnica requerirí­a todo lo que comentas, pero el talento viene de serie. Eso sí­, el talento sin técnica puede ofrecer algun destello pero probablemente no nos lleve a disfrutar de un partido de cierto nivel. La técnica, sin talento, se puede desarrollar tanto que nos puede llevar a las metas propuestas: ganar. Por tanto, la inteligencia se puede desarrollar si se la deja expresarse a sí­ misma (en el juego, cuando uno se "suelta"), de manera que poco a poco va adquiriendo más protagonismo en el todo (el juego, el pensamiento, la vida), pero no es algo que se entrena; se entrenan los detalles técnicos para proporcionarnos la seguridad suficiente que de paso al talento.

Piensa en una metáfora. Podrí­a verse como el resultado de un proceso de encaje de piezas aparentemente inconmensurables. Es una forma ver lo mismo desde una perspectiva y contextos más amplios. Este es un recurso (como el taconazo en fútbol) que emplea la inteligencia, nuestra parte explorativa de otros órdenes, y que da como resultado -gracias a los datos proporcionados por el intelecto, no cabe duda- la metáfora. Ésta, si es detectada por otra inteligencia provocará un incremento en su capacidad de atención, de manera que pueda "vibrar en la misma onda". Y esa inteligencia no necesitará explicaciones subyacentes. Pero como en todo buen diálogo, el intelecto sí­ que lo necesita. Él ha proporcionado los datos y ahora reclama un desarrollo coherente de la metáfora. Y la inteligencia usa los recursos del intelecto para comunicarse con él (bueno, todo esto es metafórico, ya sabes ;D), de modo que éste entienda todas las posibles implicaciones que pudieran derivarse de esta nueva conexión de elementos dispersos.

De ese modo, el uso (no indiscriminado y reiterativo, sino puntual y a veces acertado) de la metáfora por la inteligencia proporciona una herramienta de conocimiento extra al coherente intelecto, ampliándolo hasta los lí­mites en que se deje actuar a aquélla.

Por todo lo anterior, y muchí­simas cosas más que tampoco vamos a abordar ahora, pienso que es un tremendo error fomentar en excluvisa el pensamiento intelectual relegando a un muy segundo plano o inhibiendo totalmente el potencial amplificador de la inteligencia. Y parece ser que los lí­mites de ésta son menos evidentes que los del intelecto. También es cierto, y no se me olvida, que el potencial innato de inteligencia varí­a en cada persona, pero dentro de las circunstancias personales puede mejorarse mucho más dejando actuar a la inteligencia que inhibiéndola o ignorándola. Por desgracia, los modelos imperantes son intelectuales y para protegerlos de la "peligrosa" inteligencia se van dejando minas en el camino que minan su moral. Ferdinand puede hablarte de lo devastadores que resultan estos modelos para muchos superdotados -no niños brillantes, de gran capacidad intelectual; esas maquinitas de recopilar datos sin aparente lí­mite incapaces de desenvolverse emocionalmente en situaciones de incertidumbre-. Se desaprovecha mucho capital cognitivo en aras del mantenimiento de la actual estructura. Y eso se tiene que pagar de algún modo.