Iñaki y la crispación

Iniciado por perdidiya, Mayo 11, 2007, 11:54:11 AM

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Iñaki Gabilondo denuncia que la estrategia de la crispación del PP busca la abstención del centro izquierda

"La participación en las elecciones es la respuesta democrática a la crispación polí­tica". Así­ inauguraba Rodolfo Benito la conferencia que, en torno a este tema, organizó la Fundación Sindical de Estudios el pasado 9 de mayo y para la que habí­a sido invitado Iñaki Gabilondo. Benito pidió también que "la derecha vuelva a los usos y costumbres de la democracia". Carmen Rivas, responsable de la Agrupación de periodistas de CC.OO. presentó al que es uno de los periodistas de mayor credibilidad en este paí­s, como alguien "que nunca se ha inhibido para dar su opinión sobre temas de interés".
"Me consuela saber que no tengo todas las respuestas. Tengo preguntas". Fue un inicio saludable el de Iñaki Gabilondo, acostumbrados últimamente a la proliferación de quienes las tienen todas y las imponen a todas horas.
Un momento de la conferencia

 
El periodista denunció una crispación que se extiende desde las alturas y que cuando desciende a ras de calle genera broncas y discusiones hasta en las mejores familias. "Es como pasearse con una tea por una era" resumió.

Esta crispación, o 'guerracivilismo' ¿es una casualidad o responde a un plan estratégico? "Desde el balcón de mi experiencia tení­a claro que era un plan estratégico del PP, aunque pensé que habí­an llegado a ello sin querer" confesó Gabilondo. Sin embargo, gente como José Marí­a Maravall desde la Fundación Alternativas "me demostraron que es un plan estratégico planeado minuciosamente". Se referí­a al Informe sobre la Democracia en España, 2007: la estrategia de la crispación, presentado recientemente.

"Para el PP el poder es un plato que se cocina muy caliente y al que se llega por desmoronamiento del que está en el poder". Este serí­a el análisis del partido conservador y la experiencia parece darles la razón."En España los partidos tienden a suicidarse" reconoció Gabilondo. Sólo hay que recodar, dijo, las etapas finales de UCD, del PSOE y del PP "que se suicidó con una segunda legislatura de manicomio apuntándose a la mayor catarata de mentiras y a la peor gestión de un desastre que se haya hecho nunca". "Con las mentiras del 11M, el PP se pegó un tiro en la boca" remató.

Una vez concluido que "el poder no se gana, sino que se obtiene porque fracasa el que manda" -o se le hace fracasar-, el PP sólo tuvo que sumar "el rencor" tras la pérdida traumática del poder, para generar esta estrategia de crispación.

Una estrategia que aparte de volvernos a todos locos se apoya, como explicó Iñaki Gabilondo, en una segunda pata: marcar la agenda de temas. Hablamos, escribimos, discutimos, sobre los temas que decide el PP, en el parlamento, en la prensa, en los bares, en casa.

Y ¿cuál es la agenda del PP? Patria, honor, muerte, terrorismo… Todo aquello que no huela a temas sociales. Según el informe de la Fundación Alternativas, en España son más la gente afí­n al centro izquierda que al centro derecha. La estrategia, por tanto, es sacar de la agenda los temas sociales y meter aquellos temas "transversales, que tienen mucha pegada y que pueden provocar la abstención". Precisamente de los votantes del centro izquierda.

La libertad de expresión como coartada

Para ello nada mejor que usar la libertad de expresión como coartada y como arma. De "hermanitas de la caridad" calificó Gabilondo los papeles del colectivo Almendro (23F) al lado de las "bombas racimo" que nos caen cada dí­a: traición a los muertos, venta a ETA, ruptura de España. En esta estrategia se enmarca la conspiración del 11M. Tras el mayor atentado de nuestra historia estarí­a ETA, la policí­a, las fuerzas armadas y el PSOE. Todo resumido, aclaraba el periodista en la sentencia de Jiménez Losantos: "ETA le tiene cogido a Zapatero por los vagones". Esto, señaló, desde la emisora de la iglesia. Si la realidad desmiente cada dí­a el Apocalipsis de turno â€"en estos momentos las mentiras en torno al 11M- da igual.

Pero no todo es inocencia ideológica. Gabilondo denunció intereses económicos tras las noticias más escandalosas. No en vano, El Mundo se ha comido parte de la audiencia de ABC y Jiménez Losantos da a la Conferencia Episcopal muchos oyentes, publicidad y dinero. Y esto supone dar la batalla todos los dí­as. Según gabilondo, "ahora le toca el turno a la CNMV". El antí­doto, algo en desuso: la responsabilidad social. "Ahora el éxito, la audiencia lo avala todo, de forma que la lógica del gerente se apodera de todo, la industria se apodera de la comunicación". Para este veterano de los medios, "cuando un periodista dice que su libertad de expresión no tiene lí­mites se está suicidando. Mañana el empresario le podrá recordar esa ausencia de lí­mites para que haga cualquier cosa. Los lí­mites también nos protegen y salvaguardan la profesión y la ética".

Y no hay que olvidar, el deseo de protagonismo : "algunos creen que es más importante el gol que cantan que el gol que se mete en la porterí­a". La precariedad laboral cierra el cí­rculo por abajo. "El mayor enemigo de la libertad de expresión es el paro y los contratos basura de tantos periodistas".

Suplantación de poderes

Por último, la tercera pata de la estrategia de la crispación: "la suplantación de poderes", empezando por la prensa. "En algunos medios se legisla, se juzga, se condena, se ejecuta y se entierra", lamentó el periodista vasco, tras reflexionar sobre lo que significa un estado de derecho. "Yo siempre pensé que en la democracia todo está reglado y se sabe quién hace las leyes, quiénes las dictan y quién las hace cumplir".

Como ejemplos de esta suplantación mencionó no solo a la prensa, también a la AVT, que pretende decidir sobre polí­tica antiterrorista o el CGPJ que se erige en una tercera cámara tras el Congreso y el Senado elaborando dictámenes sobre temas que nadie le pide, como el matrimonio homosexual. La propia guerra de Irak fue a su juicio una tremenda suplantación de poderes, la de tres paí­ses que decidieron la invasión de otro paí­s al margen del organismo competente, la ONU.

La estrategia de la crispación busca gobernar desde la oposición: "no puedes hacer nada sin consenso y como yo no accedo al consenso no puedes hacer nada". Y negar la legitimación que siempre se le confirió al presidente del Gobierno para decidir en materia antiterrorista: "La última vez que estuve con Aznar, estábamos en plena tregua y me dejó muy claro que en lo que a la tregua y la polí­tica antiterrorista se referí­a, 'sólo lo que digo yo vale y sólo cuando yo hable sabremos lo que está pasando'. Me pareció correcto pero a la vista de los acontecimientos ulteriores...". "La deslealtad se ha impuesto con toda la naturalidad" añadió.

Gabilondo reconoció no tener varitas mágicas. "No tengo la solución" dijo. "Hago lo que puedo. Pero, al menos sepamos lo que pasa. No nos hemos vuelto locos todos a la vez".