El destino no está marcado en los genes sino en (haz que parezca un) accidentes.
Educando a Dan (tecera parte).

A Esteban IX Dusan (1331-55), hijo y sucesor de Esteban VIII, debe la S. del s. XIV su mayor esplendor. Impuso su hegemonía sobre los búlgaros y griegos, extendió sus fronteras hasta Salónica, expulsó a Carlos I de Hungría del Save, ocupó Albania, el Epiro, numerosas ciudades griegas y el monte Athos; había conseguido así el mayor Estado servio de la historia. En 1346 convocó una asamblea en Skopje, a la cual asistieron dignatarios eclesiásticos y de la corte. En ella se eligió patriarca de S. al arzobispo de Janice, y Esteban fue coronado Emperador de servios y griegos (1346). Poco después (1349), impuso el Zakonik o Código de Dusan, sustituyendo al de Sava. En 1352, el ejército de Serbia sufrió la primera derrota frente a los turcos en las cercanías de Gallipolis y poco después moría Dusan a los 48 años, mientras bosniacos y húngaros atacaban su imperio simultáneamente. Su hijo Esteban X Uros (1355-71), sin voluntad ni energía, vio desmembrarse su Imperio; al sur del Danubio surgieron 24 principados que acabaron con la unidad conseguida por Dusan, al mismo tiempo que se establecieron en el país bases húngaras, genovesas y venecianas. Amenazado por el avance turco, Esteban X trató de detenerlo pero fue derrotado por el sultán Murat I en la batalla del (río) Marica, y murió unos meses después. Fue sucedido por Lázaro Hrebeljanovic. Tras derrotar a los servios, Murat I impuso un tributo a Juan V, el emperador bizantino.
El valor, la simpatía, la gallardía y la buena educación no están reñidos con la falta de voluntad y energía. Servia perdió la oportunidad de ser la Tercera Roma y nosotros ganamos un buen ejemplo: Hay que educar a un hijo para que disfrute de la vida como un Ché, se lamine todo lo que se mueve como un Zruspa y se enfrente a ella como un Ariete. ..., y, por supuesto, evitar la batalla del Marica.