Treinta y dos semanas, todo lo interno parece que bien, lo externo... bueno, de lado parece que tiene mis morritos, pero el famoso 4D sólo nos sirve para captar imágenes como ésta, de las cuales tengo ya ocho o nueve, con vídeo y todo (una cachonda, la ginecóloga*, hasta me dio una extra para llevar en la cartera y enseñar a los amigos), pero nada de cara, que se la tapa, el jodío. La anterior, comparado con lo conseguido esta ocasión, un chollo.
Ya pesa más de dos kilos, el tío. Y si atendemos a los criterios que solicita el español medio para su selección nacionoestatal, hay buenas noticias, España: sólo con éste podemos formar una Roja en cojondiciones.
* Se la midió con el software de comprobar medidas, aunque esté pensado más para el fémur y cosas así. Dos centímetros ya, casi nada. Antes de nacer ya la tiene casi como el japonés medio.