La moda del haiku

Iniciado por No-soy-Gilles, Mayo 16, 2007, 02:41:36 PM

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Ictí­neo

Cita de: Dionisio en Mayo 17, 2007, 10:52:06 AM
...
mi buen Ictí­neo



En esta última te sobra lefa, que decí­a el Fdez.

Dionisio Aerofagita

Te sobra lefa
por eso es que te pica
ahora lo entiendo
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Shizuka

Cita de: Dionisio en Mayo 17, 2007, 10:52:06 AM
Pues arráscatelos
será un placer recóndito
mi buen Ictí­neo

¿"Arrascar" es un verbo andaluz, Dionisio?

S.

[Queremos saber]

Dionisio Aerofagita

Cita de: Shizuka en Mayo 17, 2007, 11:06:36 AM
¿"Arrascar" es un verbo andaluz, Dionisio?

S.
[Queremos saber]

I

El verbo "arrascar"
es de la España toda,
más bien del norte

II

No es admitido
pero a veces me ayuda
con la medida
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Dionisio Aerofagita

Cita de: Ictí­neo en Mayo 17, 2007, 10:55:19 AM
En esta última te sobra lefa, que decí­a el Fdez.

I

No hay sinalefa
no sé por qué me dices
que hay un exceso.

II

Si no hay hiato
entonces no es esdrújula
me salen 5.

III

Como eres sabio
y yo soy ignorante
me falta un dato.
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Ictí­neo

Cuando yo cuento,
que no cuando yo canto,
no cuento cuentos


mi-buen-Ic-tí­-ne-o... 6


Dionisio Aerofagita

Cita de: Ictí­neo en Mayo 17, 2007, 11:59:47 AM
mi-buen-Ic-tí­-ne-o... 6

Al ser esdrújula
robamos una sí­laba
y es pentadáctilo


Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Ictí­neo

Cita de: Dionisio en Mayo 17, 2007, 12:15:37 PM
...
Al ser esdrújula
robamos una sí­laba
y es pentadáctilo

Tareas pendientes, estudiar lo siguiente, por detrás y por el puente:

1.1. FUNDAMENTOS FONÉTICOS Y FONOLÓGICOS DE LA MÉTRICA ESPAÑOLA.

La poesí­a:    Es la expresión de la belleza por medio de las palabras, ya sea en prosa o en verso.

La prosa:     Definimos como prosa la forma natural del lenguaje para expresarnos. Trasladada a la escritura, la reconocemos como todo texto escrito de la misma manera que hablamos, respetando todas las reglas y normas ortográficas existentes.

La métrica:   Es la parte de la Gramática que estudia los elementos del verso, de su construcción y de sus  combinaciones. Las unidades métricas son: la sí­laba métrica, el grupo fónico, el verso, la estrofa y el poema.

La sí­laba métrica y el grupo fónico:    Son las unidades métricas menores, y en ellas se basan los ritmos de cantidad, intensidad y tono. Con ellas se constituyen el verso.

El verso:      Es el conjunto de palabras sometidas a medidas, ritmo y rima. Si tenemos una visión elemental de él, lo reconocerí­amos visualmente en la escritura por su disposición en la página; las lí­neas no está totalmente ocupadas por las palabras. Llamamos verso a cada lí­nea escrita de un poema. Es la unidad métrica menor con independencia poética. Su descripción y clasificación se hace de acuerdo al número de sí­labas métricas que lo componen, como primer criterio, y a la distribución acentual, como segundo criterio.

                    Atendiendo al primer criterio, los versos de la poesí­a española, se clasifican de la siguiente manera.

Versos de arte menor:    Son los compuestos por ocho sí­labas métricas o menos. Pueden ser:

Bisí­labos:    2 sí­labas. Son poco frecuentes en la literatura española, aunque fueron más utilizados en la época del Romanticismo, en combinación con otros tipos de versos.

Trisí­labos:    3 sí­labas. Al igual que el anterior, es poco frecuente. Se ha utilizado principalmente desde el siglo XVIII hasta la actualidad, combinado con otros tipos versos.

Tetrasí­labos:    4 sí­labas. Se ha utilizado desde la Edad Media, solo o combinado con otros versos, principalmente con versos de ocho sí­labas en estrofas de pie quebrado.

Pentasí­labos:    5 sí­labas. También han sido utilizado desde la Edad Media, combinado con otros tipos de versos, y a partir del siglo XV de forma independiente.

Hexasí­labos:    6 sí­labas. Se utiliza desde la Edad Media en composiciones populares.

Heptasí­labos:    7 sí­labas. En la época del Renacimiento se utilizó frecuentemente combinado con versos de once sí­labas. En el siglo XVIII también fue muy empleado.

Octosí­labo:    8 sí­labas. Es el verso más abundante en la poesí­a española. Se ha utilizado desde el siglo XI a la actualidad ininterrumpidamente.

Versos de arte mayor:    Versos de nueve sí­labas métricas o más. Pueden ser:

Eneasí­labos:    9 sí­labas. Aparece en estribillos de poemas y canciones populares de los siglos XV al XVII, aunque su empleo aumento en los siglos posteriores.

Decasí­labos:    10 sí­labas. Es de uso poco frecuente, y se utiliza en combinación con otros tipos de versos.

Endecasí­labos:    11 sí­labas. Antes del siglo XVI se utilizaba esporádicamente en España. Pero a partir de entonces adquiere gran importancia, al adaptarse a la poesí­a española el endecasí­labo italiano, convirtiéndose en uno de los más utilizados en toda la poesí­a castellana. Existen distintos tipos de endecasí­labos, según la posición en que se encuentren los acentos no estróficos (el estrófico va siempre en la sí­laba décima): el endecasí­labo sáfico (lleva acentos en la 4ª y 6ª u 8ª sí­labas), endecasí­labo melódico (lleva acentos en 3ª y 6ª sí­labas), endecasí­labo heroico (lleva acento en 2ª y 6ª sí­labas), endecasí­labo de gaita gallega (lleva acentos en la 1ª, 4ª y 7ª sí­labas), etc... Ej:

Sáfico:    Cuando me paro a contemplar mi estado

Heroico:    A Dafne ya los brazos le crecí­an

Melódico:    Y la furia del mar y el movimiento

Dodecasí­labos:    12 sí­labas. También se llamó verso de arte mayor, y fue muy utilizado en los siglos XIV y XV. Normalmente es un verso compuesto de dos hemistí­queos de seis más seis sí­labas, o de siete más cinco sí­labas, separados por una censura.

Tridecasí­labo:    13 sí­labas. Poco frecuente.

Alejandrino:    14 sí­labas. Es el verso por excelencia del Mester de Clerecí­a (siglos XIII y XIV). Después, ha sido escasa su aparición hasta el siglo XIX, en los que fue utilizado por los poetas románticos.

Pentadecasí­labos:    15 sí­labas.

Hexadecasí­labos u octonarios:    16 sí­labas.

Heptadecasí­labos: 17 sí­labas.

Octodecasí­labos: 18 sí­labas.

Eneadecasí­labos: 19 sí­labas.

El ritmo:       Es la repetición periódica de algo. En el verso se produce por la repetición periódica de pausas, de acentos, y de ciertos fonemas situados al final de cada verso.

                   En la literatura española, y en la mayorí­a de las literaturas de origen románico, el verso está basado en la existencia de cuatro ritmos, que no tienen porqué aparecer coexistiendo en el poema. La aparición o no de ellos depende, fundamentalmente, de los gustos del poeta y, fundamentalmente, de la época.

                   Estos cuatro ritmos están identificados con las cualidades del sonido, y son: el ritmo de cantidad, el ritmo de intensidad, el ritmo de tono y el ritmo de timbre.

El ritmo de cantidad:    Lo marca el número de silabas métricas que tiene un verso. La sí­laba métrica no coincide siempre exactamente con la sí­laba gramatical; la sí­laba métrica es una unidad poética: la unidad del ritmo de cantidad, que puede estar constituida por alguna de las siguientes licencias poéticas:

Una sí­laba gramatical.

Una sinalefa:    Dos sí­labas gramaticales formando una sí­laba métrica. Se produce cuando una palabra termina en vocal y la siguiente empieza por vocal; se cuenta como una sola sí­laba, sean las vocales de abertura máxima, media o mí­nima. En principio la sinalefa se tiene siempre en cuenta, salvo que, por conveniencia del autor, no se considere la misma para salvaguardar la métrica armoniosa del verso.     Ej:    Mon-ta-ña al-ta.

La diéresis:       Ruptura de un diptongo y formación de un hiato, de tal manera que una sí­laba gramatical se convierte en dos sí­labas métricas. Debe indicarse gráficamente con la diéresis ortográfica.     Ej:    Sí¼-a-ve.

La sinéresis:        Conversión de un hiato en un diptongo. Mucho menos frecuente que la licencia anterior.    Ej:    Roe-dor.

Terminación aguda:    Si la última palabra del verso es aguda, se cuenta una sí­laba métrica más.

Terminación esdrújula:    Si la última palabra del verso es esdrújula, se cuenta una sí­laba métrica menos.

El ritmo de intensidad:    Lo marca los acentos prosádicos, o de intensidad, que aparecen en el verso. Tanto su número como su situación son variables, pero siempre ha de aparecer un acento de intensidad en la penúltima sí­laba métrica, llamado acento estrófico. La posición que toman los demás acentos es menos regular, y éstos reciben diferentes nombres según su situación respecto al acento estrófico. Son de tres tipos:

Acentos rí­tmicos:    Si el acento estrófico coincide con una sí­laba par, son rí­tmicos todos los acentos que vayan en sí­laba par; y si el acento estrófico va en sí­laba impar, son acentos rí­tmicos todos los acentos que vayan en sí­labas impares.

Acentos extrarrí­tmicos:    Los acentos que no coinciden en el mismo tipo de sí­laba (par o impar) que el acento estrófico.

Acentos antirrí­tmicos:    Son acentos antirrí­tmicos los que van en la sí­laba inmediatamente anterior o posterior a un acento rí­tmico.

El ritmo de tono:    Lo marca la entonación de los grupos fónicos. La longitud de cada grupo fónico (y su significado) junto a las pausas determinan el tono de la estrofa. En la lengua española encuentran tres tipos básicos de entonación: ascendente, descendente y en suspensión. Referentes a las pausas, en la poesí­a española se distinguen tres tipos:

Pausa estrófica:    Se produce obligatoriamente al final de cada estrofa. Suele representarse con los siguientes sí­mbolos: ///.

Pausa versal:    Se produce obligatoriamente al final de cada verso. Suele representarse con los siguientes sí­mbolos: //. Una anomalí­a dentro de la pausa versal es la que produce el encabalgamiento. Éste se produce cuando se rompe una pausa versal para mantener la unidad sintáctica entre dos palabras (determinante-nombre, verbo-adverbio, adverbio-adjetivo, etc...) que deben decirse sin pausa entre ellas. En el caso de que se mantuviese la pausa versal, tendrí­a que romperse dicha unidad sintáctica.

Pausa media:    Se produce en el interior del verso y puede aparecer o no. Suele representarse con el siguiente sí­mbolo: /.

Pausa cesura:    Se da en el interior de un verso (siempre compuesto) y lo divide en dos parte iguales o no, de forma que cada una se comporta casi como un verso independiente. Quiere decir que las dos partes (llamadas hemistí­queos) se han de analizar en cuanto a los ritmos de cantidad, intensidad, tono y timbre, de forma independiente; no habrá sinalefa entre ellas, se contará una sí­laba métrica más o menos según termine en palabra aguda o esdrújula, y podrá existir una rima interna. Por lo tanto la cesura, que en definitiva es un tipo especial de pausa media, por su valor rí­tmico equivale a una pausa versal, y como tal suele representarse con los sí­mbolos: //.

El ritmo de timbre:    Lo marca la rima, que es la repetición total o parcial de ciertos fonemas al final de ciertos versos, a partir de la última vocal acentuada, o el acento estrófico. Existen dos tipos en la poesí­a española:

Rima consonante:    Donde sí­ son iguales todos los fonemas de dos o más versos, a partir de la última vocal acentuada. Se llama rima perfecta o total.

Rima asonante:    Donde sólo son iguales las vocales de dos o más versos a partir de la última vocal acentuada. Se llama rima imperfecta o parcial.

La estrofa:      Es el conjunto de dos o más versos cuyas rimas se distribuyen de un modo fijo. Es una unidad métrica superior al verso; se trata de una serie de versos con la misma estructura rí­tmica. La repetición de estrofas puede formar un poema.

El poema:    Es la obra literaria realizada totalmente en verso. Es la unidad poética superior en la que se manifiesta la idea o el sentimiento que el poeta quiere expresar. Puede estar formado por una o varias estrofas, o incluso estar construido por versos que no forman estrofas (poema no estrófico). Algunas veces una sola estrofa puede constituir un poema.

Ictí­neo

Tareas pendientes....¡para mí­!, digo.

No-soy-Gilles

El unico que ha pillao el sentido de este mensaje es el cuello rojo

Ictí­neo

Cita de: Die Nadel en Mayo 17, 2007, 12:41:32 PM
El unico que ha pillao el sentido de este mensaje es el cuello rojo

Dale un azucarillo.

Rednuts

Cita de: Ictí­neo en Mayo 17, 2007, 12:46:48 PM
Cita de: Die Nadel en Mayo 17, 2007, 12:41:32 PM
El unico que ha pillao el sentido de este mensaje es el cuello rojo

Dale un azucarillo.

Mi obra no será entendida hasta dentro de siglos o cuando muera, lo que ocurra antes. So zafios.
Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

No-soy-Gilles

El azucarillo



Y para que mojes:

http://www.youtube.com/watch/v/XWe0pb55q8w

Fernández

Cita de: Die Nadel en Mayo 17, 2007, 12:41:32 PM
El unico que ha pillao el sentido de este mensaje es el cuello rojo

Un hilo no es lo que quiere su autor, sino lo que hacen de él los demás.
Otro dí­a perfecto.

debari

Crujió el haikú
en la galleta china
y se hizo mierdas.

:D