¿Cómo os educaron a vosotros?

[laura_m]

A mí­, bien sabido es en este foro, me educaron a lo Conan el bárbaro: en la moral del ojo por ojo y el diente por diente de la venganza descarnada y el odio africano.

Aún tengo pesadillas en las que vuelvo a tener unos cinco o seis años, y contemplo desolada cómo los vestidos de mi Nancy vuelan por la ventana, represalia que tomó mi madre por haberle diseccionado en varios trozos con unas tijeras uno de sus trajes de la temporada.

Subrayar y hacer garabatos con bonitos rotuladores de llamativos colores en varios tomos de una enciclopedia de arte que habí­a por ahí­, me costó el desencuadernamiento de unos cuantos de mis libros preferidos de Los cinco y de Torres de Mallory.

Fue un sistema educativo cojonudo. Aprendí­ a sangre y a fuego la valiosa lección de que antes de lanzarme al impulso “creativo” contra el patrimonio ajeno, es bastante conveniente poner a buen recaudo los “personal belongings” de uno, o en su caso fingir que tu bien más preciado es algo que no te importa una mierda, escondiendo tus verdaderas pasiones.

[Dan]

Aprende de mí­, que no sabí­as seleccionar tus objetivos, haber hecho una decoración artí­stica neorromántica de temática paleolí­tica en las sillas blancas de tu madre. Qué me iba a quitar, si mi culo sólo se aposentaba en la alfombra o en su sofá... táctica, amiga mí­a, táctica. O estrategia, ahora no estoy seguro.

[Imparable]

A mí­ me educaron por el clásico sistema acción-reacción de lo más tradicional y efectivo. Fijarsus que soy hijo único y salí­ bastante normal.

[Dan]

Vamos, que también te fundí­an a zapatillazos.
Aunque tu última frase me está haciendo tambalear mis más firmes convicciones.

[Rufo]

Yo no me quiero ni acordar de cómo me educaron.

Eso sí­, quiero mucho a mis papás, supongo que lo hicieron lo mejor que sabí­an.

No hay más comentarios.

[Imparable]

Vamos, que también te fundí­an a zapatillazos.
Aunque tu última frase me está haciendo tambalear mis más firmes convicciones.

No te creas, también me daban con el periódico, y mi tí­a con un palo de escoba.

[Gorbea]

Pues la verdad es que a mi no me educaron de ningura manera en particular. De pequeña era trasto. Joder todaví­a vive la Srta. Ana, mi profe de la guarderí­a.(Claro que mejor no cuento que la última vez que la vi fue en un velatorio; espero no sea presagio de nada).

En la EGB no daba ni golpe, aprobaba y eso sí­, me premiaban con cualquier chorrada que pidiera. Recuerdo que por aprobar 5º me regalaron una flauta (dos canciones me sabí­a de oido, lamentable). Me pasaba la vida haciendo deporte después de las clases. Y cuando acabé 6º, joder les pedí­ una guitarra. Yo que sé, me dió por ahí­. Y no tení­a muchas dotes de Paco de Lucí­a, para qué engañarnos.
El el BUP, repetí­ 1º, í­magino fue el no haber dado ni golpe en la EGB, unido a que fue el año que murió mi padre. Muchos cambios.

Y los tres primeros años de universidad los saqué currando (sacaba asignaturas sueltas) y 4º y 5º lo aprobé en junio.

*Eso si, como era bastante trasto reconozco haber sufrido collejas varias, zapatillazos, y buenos azotes por parte de mi madre; mi padre..mi refugio.

[Oddball]

Bienvenidos a otro hilo mas patrocinado por la Fundación Charles Dickens.

[Dan]

Bienvenidos a otro hilo mas patrocinado por la Fundación Charles Dickens.

Pues rí­ete, que me ha traido a la memoria, en esta revisión provocada por tu mensaje, uno de los peores momentos de tensión violenta de mi vida. Nuestras madres nos prohibí­an hacernos tirahuevos, por si nos rompí­amos la crisma, y en beneficio de futuros foros de internet, nosotros a la que salí­amos de casa jodí­amos una garrafa, comprábamos unos globos y hala, a generar mensajes futuros.
Pues habí­ame yo en las graveras ésas que menciono por ahí­, que eran eso, unas montañas y montañas de grava y tierra desértica con cuevas de gitanos semiabandonadas, intentando descalabrar a un pobre chaval de la calle de al lado cuyo cabrón de padre habí­a puesto el nombre del abuelo, esto es, Pí­o Augusto, y no sabí­amos con qué nombre de los dos reí­rnos más, no sabes qué disgusto y qué sofoco... cuando de las semiabandonadas moradas nos surgieron como doce gitanacos con palos. Seguramente hasta tení­an menos años que nosotros, pero eh, con doce años y a trescientos metros de cuestas arribabajo de tierra de casa, no era una visión enternecedora, precisamente. En esto que nos quedamos tanteando con la mirada un poco, nos llaman no sé qué, todos planteándonos si dar la espalda y trepar por la cuesta para salir pitando, cuando de repente el hijoputa de Pipí­o (o Augustito, al gusto) va y, de puro acojone, tensa el tirahuevos, les arrea una pedrada a mala baba y sale cagando leches al grito de tonto el último, pero sin decir nada, supongo que suponiendo que la hazaña le iba a costar unas rondas de hostias a lo largo de la semana siguiente.
Pues esto es que echamos a correr, empezamos a subir la cuesta, y me meto en una zona de ésas que... bueno, como un barranco en pequeño, con toda la grava suelta. Y yo venga a subir, y la grava venga a bajar, y nada, que yo no subí­a, pero le estaba haciendo un peeling a la montaña de puta madre. A esto que miro por encima del hombro a la desesperada, y mecagoenlaputa, un tano con un palo de éstos de obra detrás de mí­. Sintiéndose un gilipollas, supongo, porque le estaba pasando lo mismo y ninguno de los dos subí­amos casi nada. Qué mal rato. Acabé libre de tortas, pero esos segundos fueron malos malismos, de lo puto peor de la vida entera. Llegué arriba con el hí­gado asomándome por la comisura con el gitano intentando llegar, rasca rasca, frsshhhh, se oí­a, y caminando como pude llegué a casa a merendar y a ver "V".

Pero qué mal.
Esta noche sueño, como si lo viera.

[Greñas]

voy a resumir los métodos educativos de mi familia en dos palabras:

rápido y brutal.

[Quercus Cistensis]

Yo no me quiero ni acordar de cómo me educaron.

Eso sí­, quiero mucho a mis papás, supongo que lo hicieron lo mejor que sabí­an.

No hay más comentarios.

Esto me ha dejado el estómago encogido. Más que la mina de uranio de Nicotí­n.

[voyeur]

Yo pasé una infancia adorable con mis hermanos mayores, tirachinas en mano, rodillas peladas, escopeta de perdigones y mil y una aventuras descerebradas

No sé cómo sobreviví­ (mala hierba...)

Tú lo que has leido mucho (y posiblemente lo único) es a Enid Blyton ( ocomo se escriba, la de "los cinco".

Jamás

Jamás ha caí­do en mis manos una de esas mierdas impresas en mal papel

(No hagas el ridí­culo tratando de adivinar nada sobre mí­, resultas penosa)

[Imparsifal 2.0]

Pues no se que tiene de malo leer Los Cinco o los Hollisters que aunque yo era más devoto de estos últimos, de los primeros también lei varios y me entretení­an mucho.

[belzebu]

Los Cinco se pasaban el rato desayunando, comiendo, merendando y cenando, pero nunca emporrándose ni chismorreando, así­ que es normal que a Cocó le desagraden.

[Dan]

Puta cerveza de jengibre, qué engañados nos tení­an. Son causa de mucho temprano alcoholismo.