Empirimentos.

Iniciado por Barbie, Junio 18, 2007, 12:45:43 PM

Tema anterior - Siguiente tema

Barbie

I

Érase una vez un hombre tan cargado de razón, que no le importaba dársela a cualquiera, hasta que un dí­a llevó la contraria a alguien y el mundo afirmó que habí­a perdido la razón.

Nicotin

I'V

Érase una vez un albañil tan cargado de ladrillos, que no le importaba dárselos a cualquiera. Hasta que un dí­a cogió también los ladrillos de otro y todos le dijeron que estaba pirado.
CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Imparsifal 2.0

PI

Érase una vez una vez un Nicotí­n tan descreí­do, que no habia situación que tardase en ridiculizar. Hasta que un dí­a observó como la luz mojada del sol envolvió en lumbre una naranja, convirtiéndola por instantes en otro sol y tuvo al verlo la tenue certidumbre de ser eterno.

Nicotin

III*

Érase una vez un valenciano que ha visto más campos de naranjos que océanos Ulises que dijo: Si le da el sol a una naranja, se acaba poniendo marroncita y repleta de moscas.











*Roque.
CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Barbie

II

Érase una vez un hombre que creyó que no tení­a que demostrar que era nada, hasta que por puro empirismo quedó demostrado que nada era.

Nicotin

IV

Pero érase una vez cómo hací­a los cunilingus.
CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Nicotin

V<

...bueno, vale, érase una vez un hombre que se estaba echando un farol, pero era porque ¡estaba muy necesitado de cariño! ¡estaba solo! ¡nadie le querí­a! ¡y él sólo necesitaba un abrazo, una palabra amable, un buen y sudoroso pedazo de carn... una... ehhhmm.. amiga!
CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Barbie

III

Hubo un hombre que quiso tenerlo todo para ser feliz. Un dí­a lo consiguió, pero no encontró sentido a su vida pues ni envidia habí­a dejado a los demás.